Re: Pregunta acerca de los santos
Estimado Gabon,
Me he dado un tiempo y estoy aquí de vuelta para seguir con nuestra conversación, esperando que todo lo que aquí compartamos sea de mutuo beneficio pero, ante todo, para la Gloria de Dios y bendición a los que nos lean.
Considero importante que, antes de continuar, aclaremos algunos términos que son fundamentales para el correcto entendimiento de el tema de la santificación.
Para empezar, tenemos que el término «santificar» significa "poner aparte", "separar", y tiene que ver con
posición y relación. La base de la clasificación es que la persona o cosa ha sido puesta aparte, o separada de los demás
en posición y relación delante de Dios, de lo que no es santo. Este es el significado general de la palabra.
El término «santo», da a entender el estado de separación o de que se está puesto aparte, o se ha sido separado para un propósito particular. El término, aplicado a las personas, tiene que ver con
su posición ante Dios. En este caso, la palabra no se asocia con la clase de vida de los creyentes. Ellos son santos porque han sido particularmente separados en el plan y propósito de Dios. Son santos porque han sido santificados (apartados por y para Dios). El término en sí no implican necesariamente la impecabilidad, pues podemos ver en la Biblia que las personas a las que se les aplica dicho término no estaba sin pecado delante de Dios. Eran santos de acuerdo a alguna norma que constituía la base de su separación de otros. Como veíamos en el caso de los hermanos de Corinto, aún a pesar de que estaban cometiendo una falta grave, fueron llamados santos.
Tomando en cuenta lo anterior, podemos decir que cada persona nacida de nuevo es tan santa en el instante de su salvación como lo será en el tiempo futuro y en la eternidad. De acuerdo al uso de esta palabra, todos nosotros, los creyentes, estámos santificados, todos somos santos por igual. ¿Estas de acuerdo hasta aquí?
Gabaon, una vez aclarados estos términos, quiero poner un enfasis particular en esto de la posición. Nota por favor que la misma palabra, o mejor dicho, su significado, tiene que ver justamente con esto. El diccionario de la RAE dice acerca de la palabra apartar lo siguiente:
apartar.
(De parte).
1. tr. Separar, desunir, dividir. U. t. c. prnl.
2. tr. Quitar a alguien o algo del lugar donde estaba, para dejarlo desocupado. U. t. c. prnl.
3. tr. Alejar, retirar. U. t. c. prnl.
Todos estos términos tienen que ver con la posición de un objeto o cosa en relación a algo ¿Puedes verlo? Pues bien, esto es precisamente lo que Dios ha hecho con nosotros, nos ha cambiado de posición en relación a Él. Nos ha hecho santos, nos ha apartado y ahora tenemos otra posición en relación a Él:
- De enemigos pasamos a ser amigos
- De la familia del diablo pasamos a la familia de Dios
- De condenación a salvación
- De muerte a vida, etc.
Ahora, en nuestra nueva posición, somos ciudadanos de los cielos (
Filipenses 3:20), miembros del cuerpo de Cristo (
Efesios 5:30) y miembros de la familia de Dios (
Efesios 2:19; 3:15), herederos de Dios y co-herederos con Cristo (
Romanos 8:17), y somos llamados y exhortados a vivir de acuerdo a nuestra elevada posición celestial -a esto es a lo que llamamos santidad posicional- (
Romanos 12:1; Gálatas 5.1; Filipenses 2:1; Efesios 4:1; Colosences 3:1).
Ahora, a la luz de nuestra nueva posición con relación a Dios, Él espera que vivamos de una manera digna de la vocación con la que fuímos llamados. Dios espera que vivamos de acuerdo a lo que ya somos, espera que Sus estandares sean mis estandares, Sus propósitos sean mis propósitos, Sus deseos sean mis deseos, Su naturaleza, mi naturaleza (
Levitico 11:44,45; 20:26; 1 Pedro 1:16)
Puesto que este modo de vida es sobrehumano (
Juan 13:34; 2 Corintios 10:5; Efesios 4:1-3, 30; 5:20; 1 Tesalonicense. 5:16-17; 1 Pedro 2:9), el hijo de Dios debe depender completamente del Espíritu que mora en su corazón (
Romanos 8:4). Podemos decir que la vida cristiana es el proceso de convertirnos, en la práctica, lo que ya somos en nuestra posición. Y esta es una conformidad del corazón, interna, resultado del nuevo nacimiento, y no una mera apariencia y cumplimiento externos para estar "bien con nuestra religión".
En este punto entramos a otro aspecto de este tema, que es la santificación, o lo que llamamos santidad experimental.
Estaras de acuerdo conmigo en que toda victoria sobre el pecado es en sí misma una separación hacia Dios y, por lo tanto, es una santificación. Esa victoria debiera ir en aumento a medida que el creyente se va dando cuenta de su incapacidad y comienza a maravillarse en el poder divino. A eso le conocemos también como madurez cristiana.
El medio de madurez, el medio que Dios usa para santificar al creyente, y hacer que viva de una manera digna es Su Palabra (
Juan 17:17; Efesios 5:26; 1 Timoteo 4:5). Todo comienza con la Palabra de Dios, afectando nuestra mente, y se traduce, iluminados por el Espíritu Santo, en una conducta piadosa, transformada.
Como vemos, la experiencia de la santificación está relacionada con el crecimiento cristiano. Cuando nacemos de nuevo nos falta madurez en la sabiduría, en el conocimiento, en la experiencia y en la gracia. La Palabra de Dios, nos dice que debemos crecer en todas estas cosas, y ese crecimiento debe sen manifiesto. Debemos crecer
"en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (2 Pedro 3:18), y al contemplar la gloria del Señor como en un espejo,
"somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor" (2 Corintios 3:18). Esta transformación tendrá el efecto de ponernos cada vez más lejos del pecado. En ese sentido seremos más santificados (apartados del pecado), no mas santos ¿Puedes notar la diferencia?
A continuación, y para terminar por hoy, te compartor un ejemplo al respecto que viene en el estudio que estoy leyendo:
El cristiano puede ser "irreprensible", aunque no se puede decir que no tiene faltas. El niño que con mucho trabajo hace sus primeras letras en un cuaderno es irreprensible en la tarea realizada, pero su trabajo no es perfecto. Podemos caminar en la medida completa de nuestro entendimiento actual; sin embargo, sabemos que no vivimos a la altura de lo que ya somos, ni de la mayor luz y experiencia que tendremos mañana. Hay perfección dentro de la imperfección. Nosotros, siendo tan imperfectos, tan faltos de madurez, tan dados al pecado, somos todos santos, apartados por y para Dios.
Bueno, pues ya se me acabo el tiempo, quedo en espera de tus comentarios y te leo mañana si Dios me presta vida.
Dios te continúe bendiciendo.