Re: AMEMOS AL PONTIFICE DE ROMA
Estimado Andres:
En la Iglesia se usan diversos términos que también se usaron en la Roma antigua (por ejemplo: diócesis).
La palabra Pontífice en Roma tenía la equivalencia de lo que en Israel sería Rabino (Maestro de la Ley), donde ellos (los Pontífices) interpretaban la Ley para podérsela enseñar mejor al pueblo, y ésto lo compruebo con la cita siguiente:
"Esta elaboración lenta, pero continua, llamada interpretatio, fué, desde luego, obra exclusiva del colegio de pontífices." (Petit, Eugène, "Tratado Elemental de Derecho Romano", 16a. edición, Ed. Porrúa, pags. 42-43)
Luego, pontífice era quien interpretaba la Ley y su aplicación correcta, así como el Rabino lo hacía en Israel.
Usted está confundiendo Sacerdote con Pontífice y/o Rabino.
Recordemos que en Israel la Sinagoga (lugar de enseñanza de la Ley) y el Templo (lugar del Sacrificio) estaban separados, luego el Rabino presidía la Sinagoga y el Sacerdote el Templo. El Rabino enseñaba mientras que el Sacerdote ofrecía el Sacrificio para el perdón de los pecados.
En Israel existían 2 clases de Sacerdotes: los Sacerdotes ordinarios y el Sumo Sacerdote; los Sacerdotes eran los que ofrecían el Sacrificio que ofrendaba cada gente en perdón de sus pecados, mientras que el Sumo Sacerdote era la única persona que podía ofrecer el Sacrificio universal el día de Yom Kippur (el Día del Gran Perdón; Lev. 23, 26-31) como justificación del Pueblo entero.
Entonces estamos claros que en Israel existían dos Sacerdocios diferentes: el de ofrecimiento de Sacrificio individual (el ordinario) y el ofrecimiento del Sacrificio colectivo (el exclusivo del Sumo Sacerdote).
En el cristianismo sólo Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote (Heb. 3,1) ya que sólo Él nos justifica ante Dios Padre por medio de los Méritos de Su Santo Sacrificio que son infinitos para nosotros. Jesucristo es el Cordero del Sacrificio (Jn. 1, 29) y el Sumo Sacerdote que realiza el Sacrificio a la vez (o sea que lo es todo para nuestra salvación).
Todos los demás Ministros y bautizados ofrendamos el mismo Sacrificio por medio del mismo Sacerdocio, y ésto se traduce en que el Sumo Pontífice en el aspecto del Sacrificio ofrece exactamente el mismo que todos los demás Ministros del culto (o sea: en una Misa celebrada por el Sumo Pontífice y en una celebrada por cualquier Presbítero, hay exactamente el mismo Sacrificio ofrecido por el mundo entero).
En cambio, es Sumo Pontífice porque es el que tiene la máxima autoridad doctrinal (Lc. 22, 31-32) y entonces no hay conflicto entre Sumo Pontífice y Sumo Sacerdote. En la antigüedad la máxima autoridad doctrinal era la Cátedra de Moisés (Mt. 23,2) y hoy es la Cátedra de Pedro.
La conclusión es que la contradicción que usted plantea no existe pues una cosa es Sumo Sacerdote y otra es Sumo Pontífice: luego, no hay contradicción pues la función de Sumo Pontífice no se opone a la de Sumo Sacerdote.
Así concluyo:
Jesucristo es mi Señor y Salvador.
Benedicto XVI es -como Sucesor de San Pedro- el Sumo Pontífice por Voluntad de Dios.
Que la Paz de nuestro Señor Jesucristo esté con usted hoy y siempre.
Estimado Andres:
andres291 dijo:sabemos que
hasta ese día no habían Pontifex humanos ,pues ya sabes quien es tu pontifex
El Mesias o Benedicto ....???
Elije?
En la Iglesia se usan diversos términos que también se usaron en la Roma antigua (por ejemplo: diócesis).
La palabra Pontífice en Roma tenía la equivalencia de lo que en Israel sería Rabino (Maestro de la Ley), donde ellos (los Pontífices) interpretaban la Ley para podérsela enseñar mejor al pueblo, y ésto lo compruebo con la cita siguiente:
"Esta elaboración lenta, pero continua, llamada interpretatio, fué, desde luego, obra exclusiva del colegio de pontífices." (Petit, Eugène, "Tratado Elemental de Derecho Romano", 16a. edición, Ed. Porrúa, pags. 42-43)
Luego, pontífice era quien interpretaba la Ley y su aplicación correcta, así como el Rabino lo hacía en Israel.
Usted está confundiendo Sacerdote con Pontífice y/o Rabino.
Recordemos que en Israel la Sinagoga (lugar de enseñanza de la Ley) y el Templo (lugar del Sacrificio) estaban separados, luego el Rabino presidía la Sinagoga y el Sacerdote el Templo. El Rabino enseñaba mientras que el Sacerdote ofrecía el Sacrificio para el perdón de los pecados.
En Israel existían 2 clases de Sacerdotes: los Sacerdotes ordinarios y el Sumo Sacerdote; los Sacerdotes eran los que ofrecían el Sacrificio que ofrendaba cada gente en perdón de sus pecados, mientras que el Sumo Sacerdote era la única persona que podía ofrecer el Sacrificio universal el día de Yom Kippur (el Día del Gran Perdón; Lev. 23, 26-31) como justificación del Pueblo entero.
Entonces estamos claros que en Israel existían dos Sacerdocios diferentes: el de ofrecimiento de Sacrificio individual (el ordinario) y el ofrecimiento del Sacrificio colectivo (el exclusivo del Sumo Sacerdote).
En el cristianismo sólo Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote (Heb. 3,1) ya que sólo Él nos justifica ante Dios Padre por medio de los Méritos de Su Santo Sacrificio que son infinitos para nosotros. Jesucristo es el Cordero del Sacrificio (Jn. 1, 29) y el Sumo Sacerdote que realiza el Sacrificio a la vez (o sea que lo es todo para nuestra salvación).
Todos los demás Ministros y bautizados ofrendamos el mismo Sacrificio por medio del mismo Sacerdocio, y ésto se traduce en que el Sumo Pontífice en el aspecto del Sacrificio ofrece exactamente el mismo que todos los demás Ministros del culto (o sea: en una Misa celebrada por el Sumo Pontífice y en una celebrada por cualquier Presbítero, hay exactamente el mismo Sacrificio ofrecido por el mundo entero).
En cambio, es Sumo Pontífice porque es el que tiene la máxima autoridad doctrinal (Lc. 22, 31-32) y entonces no hay conflicto entre Sumo Pontífice y Sumo Sacerdote. En la antigüedad la máxima autoridad doctrinal era la Cátedra de Moisés (Mt. 23,2) y hoy es la Cátedra de Pedro.
La conclusión es que la contradicción que usted plantea no existe pues una cosa es Sumo Sacerdote y otra es Sumo Pontífice: luego, no hay contradicción pues la función de Sumo Pontífice no se opone a la de Sumo Sacerdote.
Así concluyo:
Jesucristo es mi Señor y Salvador.
Benedicto XVI es -como Sucesor de San Pedro- el Sumo Pontífice por Voluntad de Dios.
Que la Paz de nuestro Señor Jesucristo esté con usted hoy y siempre.