¡Ayúdenme!

Re: Saludo, hermano

Re: Saludo, hermano

Jose A. Franco dijo:
Dios te bendigo mucho,

Te invito a leer Efesios 6:10-20 "La armadura de Dios" y ora, ora, habemos muchos en este mundo orando por ti...

Adelante hermano, tu estas en el mejor lugar, tu tienes el apoyo de todos nosotros, quizas no un apoyo con nuestra presencia, pero estamos en cualquier parte del mundo ORANDO por TI y tu FAMILIA.

Sobre todos tienes al Dios TODOPODEROSO.

Dios te bendiga.


Me uno al Hno. Jose Franco ya que es muy importante entender que nuestra lucha espiritual no es contra carne ni sangre...muchas personas luchan solos porque no se dan cuenta que este tipo de problema es algo mucho mas fuerte que con nuestras propias fuerzas no podemos resolver.

Zacarías 4:6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Dios te Bendiga, estaré orando por tí, recuerda que en Cristo, somos más que vencedores :consuelo:
 
MI HISTORIA

MI HISTORIA

OJO... NO QUIERO DAÑAR LA FE DE NADIE... PERO ES MI HISTORIA

HOLA A TOD@S


Primero, no se si valdrá la pena escribir lo que voy a escribir, la verdad la fe la perdí hace rato… en este aspecto, por que sé que Dios es poderoso y creador de todas las cosas… lo único bueno es que por fin, después de taaaaaaaaaanto buscar, encuentro un lugar cristiano en donde se habla abiertamente de la homosexualidad.



Les voy a contar un poco mi historia. Soy una persona que nació en “cuna de oro” como dicen los hermanos, jeje, nací dentro del evangelio, mis padres son cristianos desde que yo tengo memoria, y son de los buenos cristianos, de los que nunca “pelaron” en la casa, de los que siempre han estado al servicio de Dios y de su Obra; desde que me acuerdo mi padre ha sido líder, primero siendo guía de obra y ahora siendo Pastor de una Iglesia Pentecostal, bastante grande y con bastante prestigio. Mi padre como Pastor es dirigente internacional dentro de la Iglesia a la cual pertenece, por lo que es muy conocido, y por ende yo también… pero no quiero hablar de mi padre, quiero hablar de mi.



Yo, como hijo de cristianos, crecí en la iglesia… una iglesia muy espiritual, en donde se cree en la manifestación visible del Espíritu Santo (profecías, danzas en el espíritu, lenguas angelicales y terrenas, sanidades instantáneas, etc.) no dejando de lado el estudio y la aplicación de la Palabra de Dios… en síntesis, creo que me crié en una buena iglesia.



Cuando tenia 8 años aproximadamente tuve un encuentro personal con Cristo… lo recuerdo como si hubiera sido ayer… un lindo culto, lágrimas, el llamado y yo haciendo un compromiso con el Señor en el altar… al otro día cuando me levanté vi todo nuevo… ¡que linda se veía la cordillera!, que lindo el cielo!... que lindo el canto de los pájaros… era todo hermoso!! Yo era feliz.



Serví a Dios toda mi niñez y toda mi adolescencia… vivía lo bueno del evangelio, en mi casa había paz, pese a las pobrezas, había armonía, habían cánticos (y todavía los hay) y yo disfrutaba siendo cristiano. Cuando mas grande, mi padre fue llamado al ministerio del pastorado, nos trasladamos de ciudad y comenzamos a trabajar en la iglesia, Dios comenzó a llenarme de su Espíritu Santo, puso elocuencia de palabras… siendo muy jovencito era predicador, líder de jóvenes, trabajaba con niños, era locutor de un programa radial… fui líder nacional de jóvenes, etc. Mi experiencia con Dios fue muuuy fuerte, el Señor me utilizó muchas veces para entregar mensajes a la Iglesia, mensajes proféticos, de corrección, además de eso tenia un regalo…. Y aun lo tengo; el canto. Cuando cantaba en la Iglesia habían lágrimas… mucha gente se entregó a Dios mientras yo cantaba…. Muchas veces cuando canté tuve experiencias sobrenaturales… como sentirme en otro lugar, hermoso… era hermoso sentir la presencia de Dios en mi vida y sentir que de mis labios salían ríos de agua viva.



Paralelamente a todo este proceso espiritual hermoso, tenia mis luchas… cuando niño fui despertado al sexo por un primo mayor que yo (tenia como 7 años… quizá menos) no puedo decir que fue violación, por que no hubo violencia ni penetración, solo era como un juego, en donde mi primo me “manoseaba” y los mas extraño era que a mi me gustaba… cuando jugábamos con mis hermanos (éramos puros hombres, mi hermana todavía no nacía) siempre yo era nombrado oficialmente como la “mamá”, jeje, me da risa… y pena a la vez… Fue en esos juegos donde mi primero hacia lo que les conté… yo a esa edad me sentía muuuy culpable, sucio, por que intuía que eso era “malo” era PECADO, pero me gustaba... Cuando fui creciendo siguió pasando esto con otros primos, pero ahora era mutuo, eran primos mas de mi edad. A los 14 años mas o menos, decidí que esto no debía seguir pasando, me volqué en oración a Dios para vencer… y lo logré, logré decirle a un primo “esto no va a volver a ocurrir, es desagradable ante los ojos de Dios”…. Estaba feliz, había vencido.



Seguí creciendo y este maldito…. demonio?.... me seguía persiguiendo, literalmente, me perseguía…. Una vez, cuando ya mi padre era pastor, decidí buscar un pequeño trabajo para poder asistir a una convención de jóvenes de mi iglesia, mi propósito era juntar dinero para no hacer gastar a mi padre… éramos 5 los que queríamos ir a la dicha convención y no había el dinero suficiente… mi padre igual haría un esfuerzo… pero yo quise ayudarlo… Salí un día a caminar por el centro de mi ciudad… clamando al Señor en mi corazón y pidiéndole que me diera un pequeño trabajo ocasional, que me permitiera reunir el dinero… estaba en esto…caminado y clamando al Señor… cuando un hombre no muy mayor, me habla y me dice: “¿no quisieras trabajar en algo pequeño?” yo lo miré y dije dentro de mi: “¡Gracias Señor!” y le respondí, que si, que justamente andaba buscado algún trabajo esporádico, me llevó a su supuesta oficina, y cuando llegamos, se acercó a mi y comenzó a tocarme, en un comienzo yo quedé paralizado… asustado, no atiné ni siquiera a huir, me comenzó a bajar los pantalones… entonces como que reaccioné y arranqué…. Me fui a mi casa… con un terrible dolor en el alma, preguntándome “por qué Señor?”. Pero eso no me desalentó, mi padre hizo un esfuerzo y nos llevo a todos a la convención… yo traté de olvidar ese episodio, de hecho lo llegué a olvidar, ya que estaba demasiado ocupado sirviendo al Señor…. Mi dicha era cantar, salir a predicar, ir a campañas evangelísticas por los campos, ayudar a los jóvenes de la Iglesia… en ese tiempo mis prioridades eran primero Dios, segundo Dios, tercero Dios, y cuarto… los demás… yo no importaba, Dios me sustentaba, Dios me proveía, Dios era mi todo, así que logré superar ese episodio tan desagradable.



Ya estaba en los 17 – 18 años y era feliz, estaba todo bajo control, hasta que paso otra vez…. Un amigo de la iglesia se quedó a alojar en mi casa (mi casa era como al casa del pueblo, jeje, todo el mundo se quedaba en mi casa). Nos acostamos cada uno en su cama y comenzamos a conversar… de repente salió el tema del sexo… que las minas, que las chicas… que ricas están, etc., y no pude controlarlo… ahí debí haber parado, pero no lo hice, seguí el tema y las hormonas comenzaron a revolucinarse… y vienen las preguntas…. “¿estas exitado?”… sip… responde el otro…. y bla bla bla…. Pa no entrar en detalles que puedan ser chocantes…. Hubo un encuentro sexual con mi amigo esa noche… y no paró mas, el se fue a los pocos dias, a cumplir con el servicio militar… yo traté de volver a mi centro… servir a Dios, lo logré en cierta medida, el Señor en su misericordia seguía bendiciéndome espiritualmente.



Cuando volvió mi amigo se fue a vivir a mi casa ya que en su casa tenia problemas…. Y como yo era el mas amigo de el, se quedo en mi dormitorio, como ya había pasado una vez siguió pasando y estuvimos juntos, prácticamente haciendo vida de pareja (vivíamos juntos, trabajábamos juntos, etc.) por 6 años!!



Durante ese tiempo yo seguía en la Iglesia… el también era cristiano, pero su experiencia con Dios no había sido tan fuerte como la mía, pero igual era un buen chico, muy respetuoso, muy servicial, por lo que en mi casa lo querían mucho (hasta que mi madre se anduvo dando cuenta que algo pasaba…) Desde que comenzó a pasar esto con mi amigo (a los 17 años) comenzó mi martirio espiritual en la iglesia… iba… cantaba… escuchaba su palabra, me gozaba, pero el sentimiento de suciedad y de culpa era terrible, me sentía inmundo, me sentía indigno del amor de Dios… y con la desesperación de lo que me pasaba no se lo podía contar a nadie.



Lloraba mucho, en las noches le imploraba a Dios misericordia, ayunaba para vencer esta maldición, me levantada de madrugada y me iba a la iglesia (5 o 6 de la mañana)… oraba hasta dos horas sin parar, ¡que orar…. Llorar, mejor dicho!... me humillaba a lo sumo, en mi desesperación llegaba a tirarme, literalmente, de guata ante el altar… como estaba solo en el templo, nadie me veía, y no era capaz ni de levantar mi rostro al cielo, durante 6 o 7 años pasé orando y pidiendo fuerzas al Señor, pidiendo que me libere. Le pedía al Señor que cambie mis deseos, mis gustos, mis intenciones, mis inclinaciones, incluso muchas veces le dije en un sollozo al Señor; “Señor… haz que me gusten las mujeres”… nunca ocurrió… A veces, el Señor me tocaba en los cultos muy fuerte, sentía su presencia en mi vida, lloraba… y pensaba “ya!, ahora sí” me sentía libre, me sentía limpio… pero cuanto duraba?? Menos que una goma de mascar, volvía a meter la pata y mas a fondo aún.



Mientras estuve con mi amigo, no conocí mas gente gay… de hecho, esa palabra ni siquiera estaba en mi vocabulario, según yo, era el único que sufría esto, además que sexualmente estaba satisfecho ya que estaba con alguien; pero esto duró hasta que llegó el Internet a mi casa (esto ocurrió a los 24 años). Urguetiando por la red, me encontré con chat que no eran normales…. Me di cuenta que habían muuuuchos como yo, y recién me di cuenta que lo que yo tenia era “homosexualidad” supe qué significaba la palabra gay, etc., y comencé a conocer gente…. Primero de otros lugares, y luego de mi ciudad. Justo en este tiempo mi amigo se volvió a su casa, ya que su madre quedo sola y el tenía que hacerse cargo de su hogar, fue entonces cuando comencé a sentirme solo y a buscar gente como yo, comencé a ir a discotecas gay, a participar en fiestas, etc., todo esto mientras trataba de seguir en la Iglesia, comencé un espiral de condiciones espirituales… a veces me sentía bien, como que había pasado todo… seguía llorándole a Dios, pero ahora se estaba apoderando de mi una especie de rabia hacia mí mismo ya que por momentos me sentía bien, libre y luego volvía a meter la pata.



Además de todo, en este tiempo, mis padres se enteraron, no por que yo sea afeminado ni por que me hubieran pillado en algo infraganti, de hecho sospecharon de mi relación con mi amigo, pero no por que diéramos motivos, sino por que mi madre comenzó a tener sueños en donde me veía vestido de mujer con mi amigo… y esto me derrumbó, yo siempre le pedí al Señor lo siguiente: “Señor… ya!, si no quieres cambiarme… no permitas que mis padres se enteren… sufrirían mucho”, pero igual se enteraron y se enteraron por que el Señor le reveló mi vida a una hermana de la Iglesia y ella habló conmigo y con mis padres… y digo que le reveló por que efectivamente fue así, el Señor le mostró cosas que solamente las sabía yo, fue entonces cuando ya comenzó rebeldía en mi.



Mi forma de ser no es afeminada… de hecho mis amigos más cercanos no tienen idea de mi condición sexual, no soy el típico gay amanerado, no se me nota, y esto ayudó para que nadie se diera cuenta de lo mio.



Decidí retirarme de la Iglesia… pero no era feliz, iba a la iglesia de vez en cuando hasta que un día, decidí volverme al Señor, cuando pasé al altar paso algo muy fuerte, sobrenatural, me hablaron y me pidieron que cante, lo hice con mucho temor, por que pienso que Dios es Santo y tres veces Santo… la presencia de Dios fue tal que caí al suelo, entonces pensé “llegó el momento de mi liberación”, pero no fue así, volví a caer y mas abajo aún…estuve un par de meses en la iglesia, y decidí retirarme definitivamente… para que estar aparentando algo que no soy??? Desde ese momento, ya hacen dos años, que no voy a la iglesia, mi familia sufre, mis padres lloran… yo era el brazo derecho de mi padre en su ministerio pastoral en muchos aspectos, y ya no estoy ahí, yo también sufro al verme tan lejos de Dios y sin poder hacer nada por su obra… pero que hacerle, soy homosexual y eso no lo puedo cambiar yo y parece que Dios tampoco lo quiso hacer…



Me lleno de preguntas…¡¿por qué Dios permitió que naciera así?! Por qué Dios permitió que sintiera lo que siento, que deseara lo que deseo??? Cuando dicen que la homosexualidad es una “opción” yo me río y me da rabia a la vez… para mi no ha sido una opción, es una condición que yo no pedí, una condición que yo no desee pero que es real.



Las veces que intenté buscar ayuda nunca la encontré y por eso me refugié en mí mismo y en mis oraciones hacia Dios… yo estaba seguro que Dios me cambiaría, pero no fue así, como ya dije, me hago un mar de preguntas… Por qué Dios nunca quiso hacer el milagro en mi??? Si yo se lo pedí con tanta fe…. Yo soy de esos que cree que si Dios le dice a una montaña que se cambie de lugar, esta se cambiará de lugar (literalmente) o sea… creo en Dios, y eso no lo va a cambiar nadie, pero por qué no obró en mi??? No lo entiendo. Alguien decía… y yo digo lo mismo… Dios cambia al drogadicto, al alcohólico, al asesino, sana enfermedades como el cáncer… y por que no cambia a un homosexual?????



Hoy me la paso en fiestas, discotecas, tuve una pareja, sexo ocasional, etc, pero pesar de todo, en el fondo de mi corazón aún queda una pequeña esperanza… algún día, no sé cuando… volveré a ser feliz.



Habría mucho mas que contar… pero se me rindieron las manos… jeje, chau.





NOTA: si alguien quiere comentarme algo… impresiones, opiniones, etc., pueden escribirme a [email protected]