Desde que estoy en este foro, y en algunos otros foros religiosos he podido ver la constante lucha de "católicos idólatras" y de "protestantes diabólicos", los dimes y diretes para ver quien está en lo correcto. Ahora, no me gusta tomar parte en esas discusiones pues ni soy católico, ni cristiano, y por favor no se ofendan si englobo a todos los no católicos como "protestantes", pero es que es más corto escribir "protestante" que "no-católico cristiano de nominación diversa".
Por un lado se dice que los católicos son idólatras y que no se basan en la Biblia, por el otro es la apologética gigantesca, los excesos de ambas partes, citar la inquisición no es un argumento coherente cuando discutiendo cuestiones doctrinales, y el "pero es que hay mil sectas protestantes" tampoco es un argumento decente en la polémica de como leer la Biblia.
Esta batalla encarnizada en muchas ocasiones lleva a varios excesos, de un lado y del otro, e incluso a los insultos, y por más que lo maquillen con "bendiciones" y "saludos en Cristo" es notorio que en ocasiones la ira se apodera de algunos foristas.
Esta batalla comienza, en mi opinión, más que en una cuestión de odio, en una cuestión de amor, puesto que el protestante (y de nuevo, discúlpenme pero sino me tardo más escribiendo la versión políticamente correcta) no reta al católico porque lo odie, sino porque lo ama, y siente en su interior que solo serán salvos quienes crean en lo que él cree, y que por supuesto él dice que es lo bíblicamente correcto sin asomo de duda. Esta posición de "Dios selecciona por credo" es una navaja de doble filo, pues de un lado hace énfasis en la predicación constante de la fe, lo cual es muy bueno y yo lo apoyo pues lo que el Hombre posmoderno necesita es a Dios sin importar su denominación (mi opinión personal), pero tiene su lado negativo, cuando el amor del protestante (disculpenme por favor de nuevo lo suplico) llega al extremo de desear una conversión a fuerzas, y señores eso no puede darse, el decir "o te conviertes o Dios te mandará al infierno y te torturarán" no es una buena razón para creer, puesto que la fe nace del amor, y no del miedo.
Por supuesto que apoyo que se generen discusiones bíblicas y demás, pues lo que un cristiano debe conocer es precisamente la Biblia, como el judío la Torah y el musulman el Corán, además que el debate suele accionar las neurones, sin embargo en ocasiones las neuronas pasan a segundo grado cuando se llega a los insultos.
No me malinterpreten, no digo que esté mal que los no católicos busquen que todos los demás crean en lo que ellos creen, puesto que lo católicos suelen llegar a excesos del mismo modo, en ocasiones buscan convertir por el miedo y eso es un absurdo total y completo, además que en ocasiones llegan a una terquedad ciega.
Pero con todo eso de lado, me pregunto yo, ¿no podríamos enfocarnos más en aquello que les une, a diferencia de aquello que les separa? Yo soy de la pagana concepción (así mi alma arda en el infierno), que la verdadera fe en Dios es el amor desinteresado y el perdón (el Cristo perdonando en la cruz es el milagro más maravilloso) y me parece que tanto los protestantes como los católicos olvidan aquello, y se concentran más en que si la Sola Fide o las obras, que si el Papa y que si la idolatría y si Lutero era antisemita o no, en fin, que mi punto es el siguiente: "No podrá haber crecimiento espiritual, dentro de la cristiandad, hasta que aquello que les una sea más grande que aquello que les separa".
En lo personal, "¡yo, Oh pagano, más católico que el Papa y más protestante que Lutero!" (me robé esa frase de un pensador que ustedes condenarían al infierno) considero que Dios más allá de si una persona cree o deja de creer en que un tal Jesús vino, caminó en el agua, fue crucificado y resucitó al tercer día se fija más en el amor desinteresado por el prójimo, que se fija más en las intenciones que en los actos, que en el caracter legalista de si el bautismo o la eucaristia.
No pueden esperar, ninguno de los dos bandos, a que todo el mundo vea las cosas como ustedes, o adopten todos su fe, pues tal cosa es imposible, lo que nos queda es ese acercamiento con las diversas denominaciones basados en el amor al prójimo, porque después de todo ¿cuándo puede ser pecado el amor verdadero? Nunca jamás. Y no solo con las denominaciones, sino con todas las religiones que prediquen el amor al prójimo, si pasaran más tiempo escuchando que satanizando, más tiempo perdonando que odiando no solo habría más gente en las iglesias, o templos o congregaciones o el nombre que se le quiera dar, sino que el mundo sería un poco mejor, y no veo como tal cosa podría ser algo malo.
Bueno, son solo mis opiniones, no sé que opinen ustedes, pero me parece importante acentuar aquel detalle.
Por un lado se dice que los católicos son idólatras y que no se basan en la Biblia, por el otro es la apologética gigantesca, los excesos de ambas partes, citar la inquisición no es un argumento coherente cuando discutiendo cuestiones doctrinales, y el "pero es que hay mil sectas protestantes" tampoco es un argumento decente en la polémica de como leer la Biblia.
Esta batalla encarnizada en muchas ocasiones lleva a varios excesos, de un lado y del otro, e incluso a los insultos, y por más que lo maquillen con "bendiciones" y "saludos en Cristo" es notorio que en ocasiones la ira se apodera de algunos foristas.
Esta batalla comienza, en mi opinión, más que en una cuestión de odio, en una cuestión de amor, puesto que el protestante (y de nuevo, discúlpenme pero sino me tardo más escribiendo la versión políticamente correcta) no reta al católico porque lo odie, sino porque lo ama, y siente en su interior que solo serán salvos quienes crean en lo que él cree, y que por supuesto él dice que es lo bíblicamente correcto sin asomo de duda. Esta posición de "Dios selecciona por credo" es una navaja de doble filo, pues de un lado hace énfasis en la predicación constante de la fe, lo cual es muy bueno y yo lo apoyo pues lo que el Hombre posmoderno necesita es a Dios sin importar su denominación (mi opinión personal), pero tiene su lado negativo, cuando el amor del protestante (disculpenme por favor de nuevo lo suplico) llega al extremo de desear una conversión a fuerzas, y señores eso no puede darse, el decir "o te conviertes o Dios te mandará al infierno y te torturarán" no es una buena razón para creer, puesto que la fe nace del amor, y no del miedo.
Por supuesto que apoyo que se generen discusiones bíblicas y demás, pues lo que un cristiano debe conocer es precisamente la Biblia, como el judío la Torah y el musulman el Corán, además que el debate suele accionar las neurones, sin embargo en ocasiones las neuronas pasan a segundo grado cuando se llega a los insultos.
No me malinterpreten, no digo que esté mal que los no católicos busquen que todos los demás crean en lo que ellos creen, puesto que lo católicos suelen llegar a excesos del mismo modo, en ocasiones buscan convertir por el miedo y eso es un absurdo total y completo, además que en ocasiones llegan a una terquedad ciega.
Pero con todo eso de lado, me pregunto yo, ¿no podríamos enfocarnos más en aquello que les une, a diferencia de aquello que les separa? Yo soy de la pagana concepción (así mi alma arda en el infierno), que la verdadera fe en Dios es el amor desinteresado y el perdón (el Cristo perdonando en la cruz es el milagro más maravilloso) y me parece que tanto los protestantes como los católicos olvidan aquello, y se concentran más en que si la Sola Fide o las obras, que si el Papa y que si la idolatría y si Lutero era antisemita o no, en fin, que mi punto es el siguiente: "No podrá haber crecimiento espiritual, dentro de la cristiandad, hasta que aquello que les una sea más grande que aquello que les separa".
En lo personal, "¡yo, Oh pagano, más católico que el Papa y más protestante que Lutero!" (me robé esa frase de un pensador que ustedes condenarían al infierno) considero que Dios más allá de si una persona cree o deja de creer en que un tal Jesús vino, caminó en el agua, fue crucificado y resucitó al tercer día se fija más en el amor desinteresado por el prójimo, que se fija más en las intenciones que en los actos, que en el caracter legalista de si el bautismo o la eucaristia.
No pueden esperar, ninguno de los dos bandos, a que todo el mundo vea las cosas como ustedes, o adopten todos su fe, pues tal cosa es imposible, lo que nos queda es ese acercamiento con las diversas denominaciones basados en el amor al prójimo, porque después de todo ¿cuándo puede ser pecado el amor verdadero? Nunca jamás. Y no solo con las denominaciones, sino con todas las religiones que prediquen el amor al prójimo, si pasaran más tiempo escuchando que satanizando, más tiempo perdonando que odiando no solo habría más gente en las iglesias, o templos o congregaciones o el nombre que se le quiera dar, sino que el mundo sería un poco mejor, y no veo como tal cosa podría ser algo malo.
Bueno, son solo mis opiniones, no sé que opinen ustedes, pero me parece importante acentuar aquel detalle.