EL SANTO SUDARIO
Como nadie ignora, se ha guardado durante siglos y bajo siete candados la Sábana con que, supuestamente, José de Arimathea cubrió el cuerpo de Jesús.
De hecho, ya por los alrededores del siglo VII empezaron a surgir los primeros rumores sobre la localización de este Santo Sudario, y bien entrada la Edad Media, un buen número de iglesias se vanagloriaban de tenerlo en posesión. Muchas de estas Sábanas Sagradas fueron rápidamente cuestionadas y posteriormente desestimadas, para ceder el protagonismo a una pieza de lino que presentaba unas medidas de 4,36 por 1,10 m, y localizada en la catedral italiana de Turín.
Gracias a los corrientes críticos de la sociedad que ponían en terreno de duda el origen de esta Sábana, y de la misma iglesia, que quería demostrar que era auténtica, se encargó un exhaustivo estudio científico para determinar la fecha de su fabricación.
Esta búsqueda es posible gracias a la prueba del radiocarbono. Como sabeis el carbono 14 es una sustancia presente en los organismos de la flora y la fauna y que afrenta una lenta pero progresiva degradación con el paso del tiempo. Por lo tanto, cuantificar la "edad" de determinadas substancias, no es, hoy por hoy, ningún impedimento.
En 1988 el Santo Sudario sufrió la amputación de tres pequeños trocitos que fueron enviados a tres prestigiosos laboratorios repartidos por la geografía mundial.
Para dar credibilidad a la autenticidad de la pieza, la datación de la tela tenía que rondar los 1.950 años de antigüedad, ya que si nos estamos refiriendo a la Sábana que cubrió a Jesús en su muerte, estaríamos hablando del año 33 de la era común.
Una mezcla de sorpresa y incredulidad se reflejó en la sociedad cuando en abril de 1988 el cardenal Ballestrero hizo públicos los resultados de los análisis.
Según los resultados obtenidos en las pruebas hechas en el laboratorio de la Universidad norteamericana de Tucson, la Sagrada Sábana que con tanto cuidado se había custodiado durante siglos, fue fabricada por allá el año 1342. Esta datación no distaba demasiado del segundo estudio, hecho en Zuric, y que le atribuía una antigüedad de 675 años, y por lo tanto, habría sido fabricado por el año 1313.
Finalmente, la británica Universidad de Oxford, afirmaba que el trozo de lino supuestamente atribuido a la Sábana que cubrió Jesús, fue fabricado por allá el año 1238.
Pero no todo fue tan sencillo.
Como consecuencia del impacto que en el si de la sociedad causaron los resultados de los análisis, no tardaron en irrumpir a la escena pública un abanico de científicos que pusieron en terreno de duda el valor de los susodichos análisis, hecho que motivó a más de uno a dibujar en su rostro una cara de alivio y esperanza.
Pero, si fuera así, ¿si esta Sábana no fue fabricada en las cercanías del año 33 dC como cabía esperar, sino que data de unos cuantos siglos posteriores, qué valor tiene?
Tengo que advertir que a mi particularmente no me importa ni su origen ni su fecha de fabricación, así como tampoco los análisis y contraanálisis que se puedan llevar a cabo, ya que, aplicando la Hermenéutica podemos conocer, por fin, el significado real de esta Sábana.
Los Sabios Metafísicos llaman a la lectura superficial de las Escrituras "leer letra muerta". Esto es lo que han hecho determinados sectores de la sociedad -y algunos científicos- durante dos milenios, y por este motivo han guardado celosamente una Sábana sin ningún tipo de valor.
Como podrá comprobar todo aquel que se lea las Escrituras con un poco de atención, la Biblia utiliza términos como "Vestidos", "Manto", "Túnica" o "Sábana" para Simbolizar a los Pensamientos. Y son estos "Vestidos" o piezas de ropa, aquellos Pensamientos que hemos de aprender a renovar y/o limpiar.
Veamos algun ejemplo.
"A desnudaros del hombre viejo según el cual habéis vivi-
do en vuestra vida pasada, el cual se vicia siguiendo la i-
lusión de las pasiones. Renovaos pues ahora en el espíri-
tu de vuestra mente o interior de vuestra alma."
Efesios 4,22-24
Por este motivo, los Evangelios de Mateo y Marcos nos dicen de manera completamente Simbólica que la Sábana es nueva o limpia. Y no es que nos diga que es nueva porque la acaba de comprar, conclusión a qué llegan los que leen "letra muerta", nos dice que es nueva porque Jesús se está renovando, o dicho de otro modo, se está "Limpiando".
Hay que saber buscar el sentido de las Escrituras sagradas que se esconde tras pequeños Símbolos, nunca en el significado aparente.
Hay que abstenerse, pues, de guardar y glorificar ninguna Sábana del siglo XIII o XIV, ya que la "Sábana nueva" -o "limpia" como dice en determinadas versiones- de Jesús son sus nuevos Pensamientos y Simbolizan su Salvación.
"Si buscas la justicia, la alcanzarás, y te revestirás
de ella como una túnica sagrada."
Eclesiástico 27,8
"Y en medio de la iglesia le abrirá la boca, llenándole
del espíritu de Sabiduría y de inteligencia, y revistién-
dole de un manto que le cubrirá de gloria."
Eclesiástico 15,5
"Pues la sabiduría es el esplendor de la vida, y sus ata-
duras una venda saludable. De ella te revestirás como
de un glorioso ropaje, y te la pondrás en la cabeza co-
mo corona de regocijo."
Eclesiástico 6,31-32
Como nadie ignora, se ha guardado durante siglos y bajo siete candados la Sábana con que, supuestamente, José de Arimathea cubrió el cuerpo de Jesús.
De hecho, ya por los alrededores del siglo VII empezaron a surgir los primeros rumores sobre la localización de este Santo Sudario, y bien entrada la Edad Media, un buen número de iglesias se vanagloriaban de tenerlo en posesión. Muchas de estas Sábanas Sagradas fueron rápidamente cuestionadas y posteriormente desestimadas, para ceder el protagonismo a una pieza de lino que presentaba unas medidas de 4,36 por 1,10 m, y localizada en la catedral italiana de Turín.
Gracias a los corrientes críticos de la sociedad que ponían en terreno de duda el origen de esta Sábana, y de la misma iglesia, que quería demostrar que era auténtica, se encargó un exhaustivo estudio científico para determinar la fecha de su fabricación.
Esta búsqueda es posible gracias a la prueba del radiocarbono. Como sabeis el carbono 14 es una sustancia presente en los organismos de la flora y la fauna y que afrenta una lenta pero progresiva degradación con el paso del tiempo. Por lo tanto, cuantificar la "edad" de determinadas substancias, no es, hoy por hoy, ningún impedimento.
En 1988 el Santo Sudario sufrió la amputación de tres pequeños trocitos que fueron enviados a tres prestigiosos laboratorios repartidos por la geografía mundial.
Para dar credibilidad a la autenticidad de la pieza, la datación de la tela tenía que rondar los 1.950 años de antigüedad, ya que si nos estamos refiriendo a la Sábana que cubrió a Jesús en su muerte, estaríamos hablando del año 33 de la era común.
Una mezcla de sorpresa y incredulidad se reflejó en la sociedad cuando en abril de 1988 el cardenal Ballestrero hizo públicos los resultados de los análisis.
Según los resultados obtenidos en las pruebas hechas en el laboratorio de la Universidad norteamericana de Tucson, la Sagrada Sábana que con tanto cuidado se había custodiado durante siglos, fue fabricada por allá el año 1342. Esta datación no distaba demasiado del segundo estudio, hecho en Zuric, y que le atribuía una antigüedad de 675 años, y por lo tanto, habría sido fabricado por el año 1313.
Finalmente, la británica Universidad de Oxford, afirmaba que el trozo de lino supuestamente atribuido a la Sábana que cubrió Jesús, fue fabricado por allá el año 1238.
Pero no todo fue tan sencillo.
Como consecuencia del impacto que en el si de la sociedad causaron los resultados de los análisis, no tardaron en irrumpir a la escena pública un abanico de científicos que pusieron en terreno de duda el valor de los susodichos análisis, hecho que motivó a más de uno a dibujar en su rostro una cara de alivio y esperanza.
Pero, si fuera así, ¿si esta Sábana no fue fabricada en las cercanías del año 33 dC como cabía esperar, sino que data de unos cuantos siglos posteriores, qué valor tiene?
Tengo que advertir que a mi particularmente no me importa ni su origen ni su fecha de fabricación, así como tampoco los análisis y contraanálisis que se puedan llevar a cabo, ya que, aplicando la Hermenéutica podemos conocer, por fin, el significado real de esta Sábana.
Los Sabios Metafísicos llaman a la lectura superficial de las Escrituras "leer letra muerta". Esto es lo que han hecho determinados sectores de la sociedad -y algunos científicos- durante dos milenios, y por este motivo han guardado celosamente una Sábana sin ningún tipo de valor.
Como podrá comprobar todo aquel que se lea las Escrituras con un poco de atención, la Biblia utiliza términos como "Vestidos", "Manto", "Túnica" o "Sábana" para Simbolizar a los Pensamientos. Y son estos "Vestidos" o piezas de ropa, aquellos Pensamientos que hemos de aprender a renovar y/o limpiar.
Veamos algun ejemplo.
"A desnudaros del hombre viejo según el cual habéis vivi-
do en vuestra vida pasada, el cual se vicia siguiendo la i-
lusión de las pasiones. Renovaos pues ahora en el espíri-
tu de vuestra mente o interior de vuestra alma."
Efesios 4,22-24
Por este motivo, los Evangelios de Mateo y Marcos nos dicen de manera completamente Simbólica que la Sábana es nueva o limpia. Y no es que nos diga que es nueva porque la acaba de comprar, conclusión a qué llegan los que leen "letra muerta", nos dice que es nueva porque Jesús se está renovando, o dicho de otro modo, se está "Limpiando".
Hay que saber buscar el sentido de las Escrituras sagradas que se esconde tras pequeños Símbolos, nunca en el significado aparente.
Hay que abstenerse, pues, de guardar y glorificar ninguna Sábana del siglo XIII o XIV, ya que la "Sábana nueva" -o "limpia" como dice en determinadas versiones- de Jesús son sus nuevos Pensamientos y Simbolizan su Salvación.
"Si buscas la justicia, la alcanzarás, y te revestirás
de ella como una túnica sagrada."
Eclesiástico 27,8
"Y en medio de la iglesia le abrirá la boca, llenándole
del espíritu de Sabiduría y de inteligencia, y revistién-
dole de un manto que le cubrirá de gloria."
Eclesiástico 15,5
"Pues la sabiduría es el esplendor de la vida, y sus ata-
duras una venda saludable. De ella te revestirás como
de un glorioso ropaje, y te la pondrás en la cabeza co-
mo corona de regocijo."
Eclesiástico 6,31-32