¿Cómo surge la tiranía y en el campo religioso?<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com
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La tiranía en primer lugar, es un espíritu satánico que opera a través de figuras con autoridad en la iglesia. En algunos casos, la tiranía puede ser anticipada por espíritus de concupiscencia y avaricia, animados por ambiciones personales que lleva a los hombres a traspasar los límites establecidos por Dios.<o
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En esencia, tiranía es abuso de autoridad en desconsideración a los objetivos de ésta, a los principios que la gobiernan, y de su representación ante los subordinados. Es una abierta rebelión contra Dios. La tiranía es sustentada por espíritu de idolatría y adivinación,regentes de la rebelión. (1 Samuel, 15:23)<o
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El adivino toma el lugar de Dios para vaticinar el futuro como si él tuviera el control del mismo; como lo tiene Dios. El idólatra, lo es entre otras cosas, por que considera sus ideales e intereses por encima de Dios, sus valores y prioridades espirituales parten del yo. O sea, se idolatra a sí mismo. (1 Jn, 5:19-21) Es decir, que, adivino e idólatra se sirven a sí mismos ostentando prerrogativas que sólo corresponden a Dios. La adivinación y la idolatría son abominación a Dios, porque su origen es la rebelión que dicen, es el primer pecado jamás cometido contra Dios, pero, habría que ver si fue la codicia. (Is, 14:11-19; Ez, 28:12-19) Satanás es el origen de la rebelión, y por ende, de la tiranía. <o
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La autoridad de Dios legítima en un individuo u organismo, es ejercida desde las perspectivas, propósitos, e intereses divinos y no, de quienes la ejercen. Dios es la fuente de toda autoridad, y todo el que intenta suplantarla sólo puede hacerlo movido por satanás. <o
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Autoridad, es definida como: “El poder o facultad de una persona hacer o decir algo, es aquello que lo faculta.” La palabra griega usada en el N.T. para autoridad, es “Exousia” denotando “un mandato” como el caso del centurión romano, (Mt, 8:5-9) que claramente se le describe como una autoridad delegada, la cual se ejerce en sujeción a una autoridad superior. Solo Dios puede ejercer autoridad soberana, como el alfarero sobre el barro que moldea. Nadie más, ni en el cielo ni en la tierra, ni debajo de la tierra, tiene tal facultad. Todo poder y autoridad jamás conocidos, visibles e invisibles, están sujetos a Dios. (Col, 1:15-18)<o
Cuando un líder religioso dice desde el púlpito: “Al que no le guste nuestra “doctrina” o cómo somos, ahí está la puerta, puede irse”, está usurpando la autoridad de Dios. Primero, por que el Espíritu Santo es el único que puede disponer de las vidas y segundo, no “nuestra doctrina” sino la doctrina de Cristo es la que tenemos que proclamar. (2 Jn, 8-11).
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A los tiranos de su época Jesús les dijo: “Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando... ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y tragáis el camello!” (Mt, 23:13, 24) <o
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¡Es impresionante ver ese mismo estilo hoy! Cómo se le cierran las puertas a las vidas, unos con mentalidad legalista y otros, libertina. Algunos dirán: “el que quiere servir a Dios le sirve.” Es cierto, yo soy ejemplo de eso, más la pregunta obligada es: ¿Cuál es el negocio de la iglesia, ganar o perder las almas? Jesús dijo: “¿Qué hombre, de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.” (Lc, 15:1-7)
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Nótese, que ese hombre trata una oveja con la misma importancia y valor que a las otras noventa y nueve, el no se resigna a perder una, por el hecho de que tiene otras noventa y nueve ovejas seguras en el redil. <o
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Sin embargo, hoy día, trivialidades determinan el valor, la aceptación o rechazo de personas en una congregación.En una ocasión, no se le permitió mi esposa aparecer junto a mí en una foto, en la página electrónica de la iglesia donde yo era “líder” porque ella no era miembro aún. Pero, sí tenían músicos y cantores ministrando en el altar y maestros de niños, que no eran miembros aún, quienes eran recién llegados a la congregación, y que además sus fotos aparecían en la página. “Guías ciegos...” Eso, en el mejor de los casos, es hipocresía de la más baja. <o
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No te confundas, las acciones de tiranos no te dan excusas para no servir al Señor. Dios te ha dado su palabra, te ha dado entendimiento y libre voluntad, para que sepas qué hacer, para el bienestar espiritual tuyo y de tu familia. Entiende que, tú necesitas a Dios, lo que no necesitas es un líder espiritual tirano. La bíblia dice:“Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.” (1 Co, 7:23) <o
Uno de las ventajas más grandes para los tiranos en las congregaciones, es que el pueblo no se somete a Dios y su palabra porque “sirven a ojo” (Ef, 6:5-9) y se atemperan a la tiranía, aceptándola como algo normal, convirtiéndose así en duplicados de su líder. <o
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En una ocasión Jesús recriminó esa actitud en el pueblo quienes apoyaban los líderes religiosos tiranos, cuando les dijo: “Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; más su corazón está lejos de mí. Pues, en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.” (Mt, 15:7-9)<o
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Ya no se trataba de un puñado de líderes religiosos sino que también, de sus seguidores. Nótese, que Jesús dijo: “…este pueblo…enseñando…” Por lo regular los líderes se reproducen en sus seguidores, y si el líder es íntegro, muy buena cosa es que se reproduzca, más si por el contrario, es una tragedia. La bíblia dice que, el ciego que es guiado por otro ciego, ambos caerán al hoyo. (Lc, 6:39) <o
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En una conferencia, oí a un pastor decir: “Yo les hago firmar un papel en el que me dan la completa potestad para destituirles en el momento que yo lo entienda necesario.” Se refería a los que querían trabajar en alguna posición de liderazgo en la iglesia que él pastorea. Eso es un ejemplo de enseñoramiento mediante la tiranía religiosa.
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“Quien no da confianza, admite que tampoco es digno de ella.” (A.B) <o
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Ni Jesucristo, ni los apóstoles enseñaron ese tipo de gobierno en la iglesia. Ningún pastor o líder, puede sentir o actuar como si fuera dueño de la congregación. Quien tal hace, se sirve a sí mismo y no a Dios. Le aconsejo que solicite mi volante: “Gobierno de la iglesia local.”<o
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“La autoridad no es la persona que la ejerce, es una virtud delegada por Dios que hay que respetar, sea que la ejerzas sobre otros u otros la ejerzan sobre tí.” “¡La autoridad legítima faculta a quienes la respetan y la honran!” (AB)<o
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Amados, el pueblo de Dios está llamado a obedecer y respetar la autoridad establecida por Dios. Pero, quien ejerce la autoridad debe estar sujeto a la autoridad soberana de Dios sobre él, o se convertirá en un tirano. (Mt, 8:5-13; 2 Tim, 3:1-5)<o
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El ministro tiene que someterse a Dios y su palabra, produciendo los frutos de ella, y desde ahí funcionar en la autoridad que se le ha conferido, y de lo que también, rendirá cuentas. (He, 13:7,17) Observe, ahí, el plural: “…pastores…” Además: “velan” “considerando, resultado, conducta…dar cuentas…” etc. <o
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Existe un problema muy grave, en el caso de “iglesias independientes” o sea, congregaciones que no se deben a nadie, sino a un solo hombre, quien pone y quita caprichosamente sus líderes, y todos dan cuentas a él, pero él no da cuentas a nadie. ¡Eso no deja de ser algo preocupante especialmente ante la tendencia autócrata de gobierno, común en muchas congregaciones! <o
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Cualquier congregación, si ha de emular el ejemplo bíblico, deberá tener un gobierno similar al de la iglesia del Nuevo Testamento, es decir, “congregacional” donde el que preside, (pastor) y un “cuerpo de ancianos” que representan los intereses de la congregación, toman en conjunto toda decisión relacionada a la obra, con una autoridad, como también, una responsabilidad compartida donde nadie tiene potestad sobre los demás.<o
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Antes de tomar cualquier decisión conducente a la membresía, es recomendable observar por algún tiempo ¿Qué alimento espiritual se sirve? ¿Qué doctrinas se promulgan? ¿Como se distribuye la autoridad? ¿Como se toman las decisiones? ¿Cómo se trata a las personas? Sobre todo, la integridad moral y espiritual del liderazgo en general, es de importancia primordial en una congregación. ¡A esto hemos tenido que llegar!¿Qué está pasando? Lo que está pasando en muchos lugares se llama: ¡Tiranía religiosa!<o
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“El líder que actúa por su propia facultad, no representa la autoridad delegada de Dios, reo es de la sublevación del hombre libre” (A.B)<o
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Era agradable estar allí. Sin embargo, el pastor era muy desorganizado, irresponsable e inexperto. Allí la única autoridad era él, y aunque tenía una “junta directiva” ésta sólo era un sello o membrete de él. De alguna manera supo que yo había sido pastor y quiso reclutarme como pastor asociado, para que, “le ayudara a organizar la iglesia” que contaba con aproximadamente cien miembros. Acepté, y quizás muy rápido. <o
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Empecé con la tarea; predicaba, enseñaba, me reunía con el pastor cuando a el le parecía. Dentro de un poco tiempo, se duplicó la membresía y así el trabajo. A veces pactábamos reuniones y el pastor no se aparecía, luego no se excusaba, mientras tanto, seguían las irregularidades. Decidí que debía confrontarle con los principios de integridad, respeto y responsabilidad pastoral. No pude lograr nada, porque era un neófito que desde sus comienzos se acostumbró a hacer lo que quería y cuando lo quería, hábito muy difícil de abandonar. Lo peor era que la congregación no asimilaba la situación por el contrario, por no tener conocimiento ni madurez espiritual, lo apoyaban. ¡Así es todavía, hasta donde conozco! ¿Por qué? Por que, un tirano religioso gobierna sobre una congregación mientras ésta sea ignorante y ciega. <o
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Mi insistencia de un cambio era tan fuerte que surgió lo que a todas luces sabía que ocurriría. En una reunión con el liderato, para enmendar los reglamentos de la iglesia, a fin de otorgarle absoluto poder al pastor, (Cosa que de todas maneras hacía, sólo que después sería legítima) yo fui el único en expresar mi oposición sabiendo las implicaciones de aquel intento, a parte de que la congregación en pleno no iba a ser consultada.<o
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Mi osadía, me costó la humillación pública, seguida de mi destitución. Ningún líder protestó nadie habló una sola palabra, finalmente aprobaron la enmienda con el 100% de los votos, menos uno, es decir, menos el voto mío. Eso, es un ejemplo típico de lo que es, un tirano sobre un pueblo ignorante. Unos días después, apareció el pastor por mi casa, y sin bajarse del automóvil, me llamó a la calle y me dijo: “No quiero que vayas más por la iglesia” alegando cosas falsas sobre mi persona. ¡Pero la razón, era obvia! ¡Dios es mi testigo, no miento! (Esto ocurrió en PR, 1989-94) De eso es que trata la tiranía religiosa, donde los líderes actúan como si fueran dueños y señores de la iglesia, usurpando el lugar de Dios. (Lc, 20:9-18) Dicho sea de paso, nadie puede ser expulsado del templo, que es un lugar público, salvo por conducta irracional que atente contra la seguridad de las personas.<o
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