CUANTO RENCOR
- Autor chitoe
- Fecha de inicio
Re: CUANTO RENCOR
Hola Chitoe, promete ser un buen tema
Empecemos por la definición:
Rencor = Resentimiento tenaz
Y ahora veamos el significado de lo contrario : PERDON
EL PERDÓN
Perdonar significa según el diccionario: Remitir(perdonar una pena, deuda, ofensa, injuria, falta u otra cosa) Infinidad de textos en la Palabra nos hablan de el; vamos a analizar algunos de ellos para poder sacar enseñanzas prácticas.
En el Padrenuestro, se habla seis veces de perdonar, la palabra original griega utilizada "afiemi", se traduce por: perdonar, pasar por alto o no hacer caso; en el versículo 15 de Mateo cap. 6 Jesús es muy claro: "Si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas", en Lucas 6:37 encontramos un texto paralelo. "Perdonad y seréis perdonados", y en Ef.4:32 y Col.3:13 encontramos "perdonándoos unos a otros" como resultado de la nueva vida en Cristo.
También hemos de tener en cuenta la enseñanza de la Parábola de los dos deudores en Mt. 18. 23-35, pero para comprender mejor su significado sólo tenemos que buscar las equivalencias de las monedas para nuestros días:
· 1 Denario = Salario diario de un jornalero.
· 1 Dracma = 1 Denario
1 Talento = 6.000 Dracmas
Equivalencias para nuestros días:
· 1 Denario = 1 Dracma = 18 $
1 Talento (6.000 Dracmas) = 6.000 x 18 $. = 108.000 $
10.000 Talentos = 1.080.000.000 $
· 100 Denarios = 1.800 $
Si nuestro Señor , en su gran misericordia nos ha perdonado, como a aquel siervo, una deuda que nunca podríamos pagar con nuestros esfuerzos, por mucho que trabajásemos.
¡ Ni más ni menos que una cantidad similar a 1.080.000.000 $ !.
¿No perdonaremos nosotros a alguien que nos debe solamente lo equivalente a unos 1.800 $?
Mari Paz
Hola Chitoe, promete ser un buen tema
Empecemos por la definición:
Rencor = Resentimiento tenaz
Y ahora veamos el significado de lo contrario : PERDON
EL PERDÓN
Perdonar significa según el diccionario: Remitir(perdonar una pena, deuda, ofensa, injuria, falta u otra cosa) Infinidad de textos en la Palabra nos hablan de el; vamos a analizar algunos de ellos para poder sacar enseñanzas prácticas.
En el Padrenuestro, se habla seis veces de perdonar, la palabra original griega utilizada "afiemi", se traduce por: perdonar, pasar por alto o no hacer caso; en el versículo 15 de Mateo cap. 6 Jesús es muy claro: "Si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas", en Lucas 6:37 encontramos un texto paralelo. "Perdonad y seréis perdonados", y en Ef.4:32 y Col.3:13 encontramos "perdonándoos unos a otros" como resultado de la nueva vida en Cristo.
También hemos de tener en cuenta la enseñanza de la Parábola de los dos deudores en Mt. 18. 23-35, pero para comprender mejor su significado sólo tenemos que buscar las equivalencias de las monedas para nuestros días:
· 1 Denario = Salario diario de un jornalero.
· 1 Dracma = 1 Denario
1 Talento = 6.000 Dracmas
Equivalencias para nuestros días:
· 1 Denario = 1 Dracma = 18 $
1 Talento (6.000 Dracmas) = 6.000 x 18 $. = 108.000 $
10.000 Talentos = 1.080.000.000 $
· 100 Denarios = 1.800 $
Si nuestro Señor , en su gran misericordia nos ha perdonado, como a aquel siervo, una deuda que nunca podríamos pagar con nuestros esfuerzos, por mucho que trabajásemos.
¡ Ni más ni menos que una cantidad similar a 1.080.000.000 $ !.
¿No perdonaremos nosotros a alguien que nos debe solamente lo equivalente a unos 1.800 $?
Mari Paz
El rencor y los días.
El rencor y los días.
Titulo así el aporte porque como bien definió Maripaz, el rencor es tenaz. Su tenacidad es directamente proporcional a la gravedad de la herida (real o imaginaria) que haya sido inflingida, por eso el rencor ocupa los días, los meses, los años e incluso la vida completa de las personas. Por que están(mos) heridos.
Sabemos que el rencor es malo, que nos perjudica, que contamina nuestras vidas y más que vivir, pasamos un sin vivir , porque nuestras vidas ya no nos pertenecen sino que son esclavas de las heridas psicológicas y espirituales que padecemos y de quién nos las hizo.
Creo sinceramente que lo mejor que podemos hacer es aceptar que, en muchas ocasiones, estamos inermes ante nuestro rencor, nuestro sentimiento de odio, hacia quien nos ha dañado; en suma que no podemos controlar nuestros sentimientos. Cuando aceptamos nuestras pobreza interior (que somos vulnerables, frágiles y, por tanto susceptibles de ser heridos) damos el primer paso para liberarnos de la tiranía del demonio del rencor (demonio por que nos separa de nuestra verdadera naturaleza verdadera que es el amor) y cumplimos con el la palabra del Señor:
Mateo 5:4
El perdón que es el antídoto del rencor, no es un proceso sencillo, no es tampoco un mero acto de voluntad. Más bien es un camino de curación, de restauración en el que el divino Médico tiene que mucho que decir cuando no todo.
Verdaderamente perdonamos cuando somos liberados (curados) de la herida y del ofensor, llegamos a un punto en que empezamos a ver al agresor no como un ser malvado: contemplamos que es una persona enferma y extraviada que no sabe lo que hace.
Lucas 23:34
El Señor vió, comprendió y perdonó. Este es el camino de la liberación. Pero, cuidado, no es un camino que nosotros podamos forzar, manipular o adelantar para intentar liberarnos de ese sentimiento desagradable. Démonos cuenta que el ver la verdadera naturaleza de las cosas es puro don de Dios, es un regalo que se nos hace para sanar y crecer.
Quiero compartir con vosotros un regalo del Talmud:
Paz y bien.
El rencor y los días.
Titulo así el aporte porque como bien definió Maripaz, el rencor es tenaz. Su tenacidad es directamente proporcional a la gravedad de la herida (real o imaginaria) que haya sido inflingida, por eso el rencor ocupa los días, los meses, los años e incluso la vida completa de las personas. Por que están(mos) heridos.
Sabemos que el rencor es malo, que nos perjudica, que contamina nuestras vidas y más que vivir, pasamos un sin vivir , porque nuestras vidas ya no nos pertenecen sino que son esclavas de las heridas psicológicas y espirituales que padecemos y de quién nos las hizo.
Creo sinceramente que lo mejor que podemos hacer es aceptar que, en muchas ocasiones, estamos inermes ante nuestro rencor, nuestro sentimiento de odio, hacia quien nos ha dañado; en suma que no podemos controlar nuestros sentimientos. Cuando aceptamos nuestras pobreza interior (que somos vulnerables, frágiles y, por tanto susceptibles de ser heridos) damos el primer paso para liberarnos de la tiranía del demonio del rencor (demonio por que nos separa de nuestra verdadera naturaleza verdadera que es el amor) y cumplimos con el la palabra del Señor:
Mateo 5:4
El perdón que es el antídoto del rencor, no es un proceso sencillo, no es tampoco un mero acto de voluntad. Más bien es un camino de curación, de restauración en el que el divino Médico tiene que mucho que decir cuando no todo.
Verdaderamente perdonamos cuando somos liberados (curados) de la herida y del ofensor, llegamos a un punto en que empezamos a ver al agresor no como un ser malvado: contemplamos que es una persona enferma y extraviada que no sabe lo que hace.
Lucas 23:34
El Señor vió, comprendió y perdonó. Este es el camino de la liberación. Pero, cuidado, no es un camino que nosotros podamos forzar, manipular o adelantar para intentar liberarnos de ese sentimiento desagradable. Démonos cuenta que el ver la verdadera naturaleza de las cosas es puro don de Dios, es un regalo que se nos hace para sanar y crecer.
Quiero compartir con vosotros un regalo del Talmud:
Paz y bien.