Respuesta de Pérez-reverte a las (sesgadísimas) acusaciones de antisemita

Joxan

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24 Enero 2004
1.514
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Hola,

Supongo que algunos habréis leído las sesgadísimas y manipuladas acusaciones de antisemita que le hicieron al escritor y ex-periodista de guerra Pérez-Reverte por un artículo en "El Semanal" de hace un par de semanas.

Él acaba de publicar en el Semanal la correspondiente réplica (con su habitual estilo "bronco" pero más claro que el agua).

No tienen pérdida, y es que algunos son más papistas que el papa y no desaprovechan ocasión para mancillar la memoria de las víctimas del holocausto haciendo victimismo barato.

Aún no está actualizado en la web del periódico -está el artículo de la semana que viene-, pero os dejo el link para que lo léais en cuanto salga (hoy o mañana):

www.clubelsemanal.com/perezreverte
 
Re: Respuesta de Pérez-reverte a las (sesgadísimas) acusaciones de antisemita

Pues no, no las he leído. Si nos puedes traer su artículo y los argumentos de los que le han criticado, te lo agradecería
 
Re: Respuesta de Pérez-reverte a las (sesgadísimas) acusaciones de antisemita

<TABLE cellSpacing=0 cellPadding=6 width=550 align=center border=0><TBODY><TR><TD class=titol_1_text><TABLE cellSpacing=0 cellPadding=6 width="100%" border=0><TBODY><TR><TD width=0%>
img_Perez-Reverte.bmp.jpg
</TD><TD width="100%">Artículos : Antisemitismo



Pérez-Reverte y las putas.







</TD></TR></TBODY></TABLE><HR>Decía el escritor Joan Fuster del gran personaje histórico catalán llamado Barón de Maldá: “Fue un hombre muy importante, lástima que fuera tonto”. El escritor español Arturo Pérez-Reverte es, a tenor de la influencia y la venta de libros, un hombre exitoso, es decir, un hombre importante. Lástima que sea inteligente. Y no, no hago ningún malabarismo dialéctico, sino que expreso una convicción que considero dolorosa: la maldad siempre es más soportable cuando se produce desde la falta absoluta de inteligencia. Obviamente no disculpo las actitudes inmorales y crueles que han gestado, a lo largo de la historia, notables imbéciles. El mismito Franco fue, según todos los indicios, un personaje gris, triste, bastante iletrado y de recursos mentales limitados. Y, sin embargo, el mal que hizo aún lo tenemos grabado en la piel resistente de la memoria, allí donde anida el dolor. A pesar de ello, cuando una actitud xenófoba, intolerante, autoritaria, discriminatoria, es gestada desde un cerebro presentable, perfectamente enlustrado por la lectura y la universidad, y dotado de una capacidad analítica notable, entonces tengo la impresión de visualizar la derrota de la inteligencia. ¿Qué debía sentir Teodor Herzl, educado en el iluminismo alemán y admirador de los valores ilustrados franceses, cuando vivió la enorme locura colectiva de odio del affaire Dreyfus? “Había cesado la vida y se había iniciado el cosmos”, relató él mismo, mientras contemplaba los saqueos de tiendas a judíos, la destrucción de las aulas de la Universidad de Rennes, desde donde se había pedido una revisión de la condena, el intento de asesinato de Fernand Labori, el abogado defensor de Dreyfus, las violentas arengas de “La libre Parole”, incitando al odio antisemita, incluso la militante actitud judeofoba de un hombre que él admiraba como Paul Valery ¡Y todo ello en Francia, la patria de las libertades!… Ante este panorama, nada quedaba en pie. Si no servía la cultura, la civilización, en definitiva la ilustración para superar al antisemitismo, qué podía servir? De ahí, de la convicción que la asimilación de los judíos a los países donde vivían, no pararía el odio, y que no había otra salida que conseguir el derecho internacional, nacía el sionismo político moderno. No hace falta añadir que el Holocausto, con el asesinato planificado y sistemático de seis millones de judíos, convirtió al sionismo en mucho más que una idea política moral: lo convirtió en el cuerpo ideológico de una urgencia histórica. El clavo ardiendo de la supervivencia.


La derrota de la inteligencia… Tengo la impresión de que el nuevo antisemitismo, vertebrado en artículos, comentarios, expresiones y todo tipo de gestos, es, hoy, patrimonio de la inteligencia. Cogen su bandera desde intelectuales renombrados hasta periodistas con pedigree, y es desde las tribunas naturales del pensamiento –periódicos, universidades, fórums de debate- desde donde se consolida como concepto colectivo. El artículo de Pérez-Reverte en el diario español ABC que motiva esta reflexión mía, no es excepcional, sino desgraciadamente común a una actitud políticamente correcta, aunque sea profundamente inmoral: la nueva judeofobia, estructurada con más o menos inconciencia, desde tribunas notables de la intelligentsia europea. ¿Exagero? Veamos el fragmento del artículo de Reverte, escrito bajo la excusa de una carta a la tradición católica española de los Reyes Magos. Asegura nuestro buen hombre que, para poder llegar los Reyes a España, tendrán que hacer un largo camino y sobrevivir a dos tipos de “hijos de puta”, los marines norteamericanos y, “cuando pasen por Israel, se las verán con la variedad hijo de puta ultra con trenzas, kipá en el cogote, escopeta y tanque Merkava”. Es decir, como buen izquierdoso jurásico, con nómina Wall Steet de yuppy de las letras, pero con mala conciencia de adolescente mafaldero (una especie de Michael Moore a la española), Reverte considera enemigos a los dos únicos representantes de los valores democráticos en la zona, los americanos y los israelíes. Al mismo tiempo, no considera ningún problema que los pobres Reyes Magos tengan que vérselas con unas cuantas feroces dictaduras teocráticas, una educación sistemática en el fanatismo nihilista, decenas de grupos terroristas organizados, perfectamente nutridos por fortunas del petrodólar (cuya ausencia total en la solidaridad mundial con las víctimas del tsunami, nos da la medida de su naturaleza moral), y una cultura masiva que no ha gestado ni una sola democracia en su historia. Muy clásico de determinada izquierda que, con la excusa de la defensa de la libertad, se va a la cama con todos los enemigos de la libertad.

Podríamos hablar de simplismo. Sin duda, al simpático amigo Reverte sus muchas lecturas no le animan a desarrollar un análisis complejo. Pero tampoco ello no es excepcional. Ilustres y sólidos pensadores se permiten caer en un reduccionismo estúpido cuando hablan de Medio Oriente, quizás porqué la imbecilidad está permitida cuando se trata de denigrar a norteamericanos y a israelíes. También podríamos hablar de maniqueísmo, pero ello sería redundar en lo cotidianamente obvio: el maniqueísmo es la escuela periodística que impera en la información y en la opinión sobre el conflicto árabe-israelí. Sin embargo, de los muchos ítems críticos señalables, me permito significar el fundamental. Me permito hablar, estrictamente, de prejuicio, de profundo, arraigado, explícito prejuicio, un prejuicio no siempre asumido y cuya dialéctica se fundamenta en diversos tipos de intolerancia epitelial. La intolerancia a los judíos, entendidos como el colectivo que mejor expresa los valores individuales ¿Es extraña ese alergia judeofoba en una izquierda clásica que siempre combatió el libre mercado, la libertad individual y todo aquello que comportaba los fundamentos de la cultura occidental? De hecho, ¿no son los judíos, Occidente puro? Por supuesto hay que agradecerle a Pérez-Reverte que nos ponga fácil la crítica con su retrato esteriotipado del judío, en línea directa con los esteriotipos que ha retratado, a lo largo de la historia, toda la gramática antisemita, des de Goebbels hasta Henry Ford. Viejos esteriotipos, nuevo lenguaje…

La segunda alergia, la alergia patológica a los malvados yankees, una alergia arraigada en la medula ósea de la cultura estalinista, y cuya patología no solo no se curó con la caída del Muro de Berlín, sino que, hoy por hoy,sustenta buena parte del discurso de determinada izquierda estúpida. Y, al final del camino, la alergia, el odio a si mismo. O, ¿qué es Reverte sino la expresión del éxito del individuo sobre el totalitarismo, la intolerancia y el fanatismo? ¿Qué es un escritor leído, sino el éxito de la ilustración? Como siempre ha sido a lo largo de la historia, odiando a los judíos, los europeos hemos practicado un enfermizo, grotesco y suicida odio a nosotros mismos.

En fin. Podría decirle al laureado escritor Pérez-Reverte que el único hijo de puta es aquel que ayuda a perpetuar la maldad ancestral del antisemitismo. Pero mi alma feminista se pregunta, ¿qué tendrán que ver las pobres putas con todo esto? Aunque quizás algo tengan que ver, ya que lo de Pérez-Reverte hinca el diente en la más rotunda pornografía. ¿O no es pornografía pura jugar al simplismo maniqueo y al odio racial? Ya sé que hay muchos Pérez-Reverte en estos tiempos que corren, tan dados al ensalzar a los progres enriquecidos con mala conciencia. Pero cada vez que choco con uno de ellos, ¿qué quieren que les diga?, vuelvo a palpar la herida…, la honda herida que deja la inteligencia cuando es derrotada por el prejuicio.
<HR></TD></TR><TR><TD class=plain_text>Pilar Rahola : Diari Avui. Barcelona.</TD></TR></TBODY></TABLE>
 
Re: Respuesta de Pérez-reverte a las (sesgadísimas) acusaciones de antisemita

Pues otra cosa no tendrá Pilar Rahola, pero como detectora de antisemitas no tiene precio. Y no de ahora sino desde hace muchos años.
 
Re: Respuesta de Pérez-reverte a las (sesgadísimas) acusaciones de antisemita

A mi lo que mas me encanta de Pilar, es que sea precisamente una persona iniciada en las bases de la izquierda, la que los retrate de esta forma, tiene un enorme valor.
 
Re: Respuesta de Pérez-reverte a las (sesgadísimas) acusaciones de antisemita

Luis Fernando dijo:
Pues otra cosa no tendrá Pilar Rahola, pero como detectora de antisemitas no tiene precio. Y no de ahora sino desde hace muchos años.

Pues aquí Pilar ha metido la gamba hasta la pelvis. Yo leí el artículo en cuestión (como todos lo que Reverte en El Semanal) y en nada era antisemita. Cuando recibí lo del Perezreverteantisemitapasaló me pareció digno de la Inquisición, manipulado totalmente y cobarde. De miserables.

Esta es la defensa que hace de si mismo el Propio aludido (su estilo es inconfundible y no apto para meapilas farisaicos)


Me telefonean mi agente norteamericano, Howard Morhaim, y Daniel Sherr, y algunos amigos argentinos, franceses y españoles, todos judíos hasta las cachas, para decirme qué pasa, Arturete, te has vuelto mochales o qué, antisemita y neonazi a estas alturas de la feria, qué callado te lo tenías, cabrón, juas, juas, porque según cierto mensaje que circula por Internet habrías dicho, literalmente, que los judíos somos unos hijos de tal y cual –Pérez-Reverte llama a los judíos hijos de puta. Protesta y pásalo, dice el mensaje anónimo–, y por lo visto hay un montón de emilios y cartas a periódicos de gente que no sabemos si habrá leído o no tu puñetero artículo, chico, pero te pone como hoja de perejil. Y hasta una ex política bajuna y hortera que, consecuente con su antiguo oficio, ejerce de tertuliana en la telebasura, te compara con Goebbels y Eichmann. A ver qué pasa contigo, colega.

Así que yo, bueno, pues cuento lo que hay. Y de paso se lo recuerdo a ustedes. Que el 2 de enero publiqué un artículo en el que, entre otras cosas, apuntaba que en Israel hay –se sobreentiende que entre otras– dos variedades que detesto: «Hijo de puta ultra con trenzas, kipá en el cogote, escopeta y tanque Merkava guardándole las espaldas, o hijo de puta con chaleco de cloratita en la variedad Alá Ajbar y hasta luego Lucas». Está claro para quien no sea un malintencionado, un fanático o un imbécil, que la frase no sólo alude a judíos, sino también a palestinos, aunque los fariseos escandalizados omitan esto último. Pero es que, además, ni siquiera utilizo la palabra judío, pues no me refiero a quienes pertenecen a esa religión y usan la dignísima kipá –el gorrito mosaico–, sino a un grupo concreto que vive en Israel. Ese «ultra» con «escopeta y tanque Merkava guardándole las espaldas» alude a los colonos armados, extremistas y fanáticos, que, criticados por sus propios compatriotas y enfrentados al gobierno israelí, al que acusan de blando –y ser más duro que Sharon tiene tela–, agravan el conflicto con su cerril intransigencia.

En cuanto a los palestinos, pues bueno. Ésos no han protestado, posiblemente porque carecen de infraestructura internacional que permita inundar Internet y los teléfonos móviles con chorradas. O quizá entendieron a quién me refería al hablar del chaleco de cloratita. Los otros palestinos, la grandísima mayoría, están allí, en Israel, machacados por los tanques y por la intransigencia que, desgraciadamente –España también tiene lo suyo, a su manera–, no es exclusiva de aquella tierra. Esos palestinos no anhelan morir en nombre de nada, sino que los dejen vivir, tener agua potable, comer, caminar sin que les corte el paso una alambrada o les disparen. Y ningún imbécil o imbécila han de matizarme eso, porque lo presencié muchas veces, en otro tiempo. Hay, en efecto, hijos de puta que se vuelan a sí mismos dentro de un autobús con pasajeros inocentes. Y hay otros hijos de puta que encargan a la aviación o a la artillería que le pegue un zambombazo a una escuela con niños dentro. En 1974 pasé un día entero sacando criaturas aplastadas entre los escombros del campo de refugiados de Ain Helue. Sé lo que digo. Así que déjense de gilipolleces, y no me obliguen a matizar que todos los hijos de puta son iguales; pero que, en cuanto a motivos, algunos son más iguales que otros. Respecto al holocausto y el antisemitismo, tampoco me toquen la flor. Esa atrocidad ocurrió hace más de medio siglo, la recordamos todos muy bien, y no justifica lo injustificable.

De cualquier modo, el mecanismo no es nuevo. En los doce años que llevo tecleando esta página, ha pasado muchas veces, y volverá a pasar. Cuando de fanáticos e imbéciles se trata, da igual que uno mencione a israelíes, a palestinos o a taxistas. La diferencia es que, cuando digo que un taxista es un ladrón y un sinvergüenza y los taxistas protestan porque insulto al gremio del taxi, la cosa queda en esperpento. Lo otro tiene ribetes más sombríos, pues prueba que quienes viven de ser víctimas, rentabilizando cada ocasión, se frotan las manos ante supuestas conspiraciones, enemigos y odios, sean judeófobos, nacionalistófobos, o capullófobos. Aún así, lo peor no son los manipuladores que sacan partido de esa murga, sino los cantamañanas que, ingenuamente, se dejan llevar por ellos al huerto. Así que también yo he mandado un mensaje por Internet y por teléfono móvil: «Si los tontos volaran, El Semanal lo leeríamos a la sombra. Pásalo».
 
Re: Respuesta de Pérez-reverte a las (sesgadísimas) acusaciones de antisemita

El tipo ese, me refiero al Reverte, no fue el que dijo...

"Pero es que, si los reyes magos sobreviven a esos hijos de puta, todavía tendrán que vérselas con otros hijos de puta un poquito más acá, cuando pasen por Israel, en las variedades hijo de puta ultra con trenzas, kipá en el cogote, escopeta y tanque Merkava guardándole las espaldas"

Que no hay nada antisemita en el articulo de Reverte??? por favor, seamos serios!!! así que a escribir lo que uno quiera que es gratis, que este servidor no va a seguir con debates inutiles, ni siquiera acalorarme en una discusión sin sentido... nada mas con el testigo.

Shalom!!
 
Re: Respuesta de Pérez-reverte a las (sesgadísimas) acusaciones de antisemita

toni dijo:
Que no hay nada antisemita en el articulo de Reverte??? por favor, seamos serios!!! así que a escribir lo que uno quiera que es gratis, que este servidor no va a seguir con debates inutiles, ni siquiera acalorarme en una discusión sin sentido... nada mas con el testigo.Shalom!!

Somos más papistas que el papa...

Pérez Reverte dijo (y se cita él mismo):

"Que el 2 de enero publiqué un artículo en el que, entre otras cosas, apuntaba que en Israel hay –se sobreentiende que entre otras– dos variedades que detesto: «Hijo de puta ultra con trenzas, kipá en el cogote, escopeta y tanque Merkava guardándole las espaldas, o hijo de puta con chaleco de cloratita en la variedad Alá Ajbar y hasta luego Lucas». Está claro para quien no sea un malintencionado, un fanático o un imbécil, que la frase no sólo alude a judíos, sino también a palestinos, aunque los fariseos escandalizados omitan esto último. Pero es que, además, ni siquiera utilizo la palabra judío, pues no me refiero a quienes pertenecen a esa religión y usan la dignísima kipá –el gorrito mosaico–, sino a un grupo concreto que vive en Israel. Ese «ultra» con «escopeta y tanque Merkava guardándole las espaldas» alude a los colonos armados, extremistas y fanáticos, que, criticados por sus propios compatriotas y enfrentados al gobierno israelí, al que acusan de blando –y ser más duro que Sharon tiene tela–, agravan el conflicto con su cerril intransigencia."

A buen entendedor palabras sobran... y es que con eso del buen rollito y mear con papel de fumar... ¿porqué no lo acusaís de antiárabe, o antimusulmán o anti palestino -lo digo por la parte de la frase que omitís tan interesadamente-??????

En fin. Tú lo has dicho, discusiones estériles. Basta que uno sea judío para que le acepten todo, aunque sea el más $&*@%##!!! del mundo (yo lo he vivido en carnes propias recientemente y tú lo sabes), le crean a él cualquier cosa que diga, etc...

...y ¿No era nuestro Dios el que no hace acepción de personas????

En fin.
 
Re: Respuesta de Pérez-reverte a las (sesgadísimas) acusaciones de antisemita

Joxan dijo:
un grupo concreto que vive en Israel. Ese «ultra» con «escopeta y tanque Merkava guardándole las espaldas» alude a los colonos armados, extremistas y fanáticos, que, criticados por sus propios compatriotas y enfrentados al gobierno israelí, al que acusan de blando –y ser más duro que Sharon tiene tela–, agravan el conflicto con su cerril intransigencia."

Por cierto, que se me olvidaba.

Cuando estuve en Israel, nuestro guía Yohai (un judío que había perdido a toda la familia materna en el holocausto), en un alarde de antisemitismo sin precedentes, cuando estos macarras (judíos de origen USA que se creen en época del rey David) que describe Reverte aparecieron mientras cenabamos a orillas de Tiberiades con sus metralletas en la espalda, en plan chulo y provocador a más no poder, les dedicó una serie de exabruptos que creo recordar fueron bien peores que los de Reverte.... y es que hay antisemitas hasta en la sopa, y entre los mismos hijos de Israel (léase esto con clarísima ironía, claro).

Como digo, creo que algunos mean cogiéndosela con papel de fumar (y me perdone el Webmáster por el exabrupto).

Y... eso: Shalóm, o como se diga... que en mi idioma se dice "Paz", y hasta los apóstoles lo pusieron en griego. ;-)

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