REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

4 Julio 2002
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José M. Castillo - Teólogo


Según la acertada formulación de Y. Congar, "la Iglesia ha estado siempre reformándose a sí misma". Eso sigue siendo verdad en este momento. Lo que ocurre es que, en determinados ambientes eclesiásticos y en amplios sectores de la opinión pública, se tiene la impresión, incluso el convencimiento, de que la Iglesia está ahora mismo metida de lleno en un proceso de involución, es decir, en una situación de estancamiento e incluso de retroceso, lo que genera, en muchos casos, fenómenos de esclerosis y atrofia característicos de quien ha entrado en la etapa del deterioro senil e irreversible de la vida.

Pero esto es la impresión que muchos tienen. Si la situación se analiza con cierta detención, pronto se advierte que lo que realmente está pasando es que la Iglesia presenta síntomas claros de que en ella se está produciendo una transformación profunda que bien se puede interpretar como el movimiento más sorprendente de reforma que ha vivido en toda su historia. El problema está en que se trata de una reforma tan honda y de tales consecuencias, que mucha gente no se da cuenta de lo que realmente está ocurriendo. Bastará recordar algunos indicadores, que están a la vista de todo el mundo, para hacerse una idea de la verdad que entraña lo que estoy diciendo.

Síntomas de crisis alarmante
Lo que más de inmediato nota mucha gente, cuando se habla de la Iglesia, es que en ella muchas cosas van mal. Se analiza la crisis de la fe en Dios, se comenta la disminución de la práctica religiosa, se dan frecuentes noticias de escándalos eclesiásticos, se habla de las posturas contrapuestas de grupos integristas y grupos renovadores, etc., etc. Sin duda alguna, todo esto responde a cosas que efectivamente están sucediendo. Pero quizá no se presta la debida atención a lo más alarmante que, a primera vista, esta ocurriendo en la Iglesia. Me refiero al éxodo masivo y creciente gentes de todo tipo que abandonan la institución eclesiástica La cosa empezó por los sacerdotes que han ido abandonando el ministerio, de manera que los secularizados ya pasan de cien mil. Enseguida se añadieron las religiosas y religiosos de los que es prácticamente imposible precisar el número de los que se han salido de los conventos. A esto se ha venido a sumar la crisis de vocaciones: se han cerrado más de la mitad de los noviciados y los que quedan abiertos, están casi vacíos, al menos en los llamados países ricos. En gran parte de los seminarios, ocurre algo parecido. El personal "eclesiástico", por tanto, ha disminuido, ha envejecido, presenta síntomas claros de un colectivo en proceso de extinción.

Pero todo esto no es sino reflejo de un éxodo mucho más amplio. Se trata de la cantidad de personas de todo tipo y de toda condición que, sin decir nada a nadie, se ven cada día más alejadas de la Iglesia o incluso dan muestras de un desinterés creciente por ella. Esto se advierte, sobre todo, en las generaciones jóvenes. Lo que pasa es que este éxodo tan preocupante queda, ante la opinión pública, satisfactoriamente "camuflado" por otros hechos, que son también muy reales, y que conviene tener en cuenta. Me refiero, por ejemplo, a la religiosidad popular que, en lugar de disminuir, curiosamente está en auge. Nunca las peregrinaciones y romerías, las celebraciones de semana santa, las fiestas religiosas populares, tuvieron tanto poder de convocatoria como tienen últimamente. A esto se suma el hecho de que determinadas prácticas sacramentales se mantienen, aunque con frecuencia se tenga la impresión de que todo eso responde más a convencionalismos sociales que a manifestaciones auténticas de fe. Es el caso de bautizos, bodas, primeras comuniones, misas por distintos motivos, etc. También es importante, en este sentido, el protagonismo del Papa actual, que tantas veces aparece en los medios de comunicación y que, a la gran mayoría del público inspira sentimientos de respeto y hasta de admiración. Pero, sobre todo, persiste la función "legitimadora" que la religión sigue desempeñando en la sociedad actual. Es indudable que el "factor Dios" juega, en este momento, un papel determinante en la política mundial. Como es lógico, este conjunto de hechos sirven en realidad de tapadera que oculta, o al menos disimula, los síntomas de la alarmante crisis que, a primera vista, se tendría que advertir en la Iglesia.


Continuará...........
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

Ahora y despues de leer lo de Congar el saltimbanqui religioso te dirá que tampoco es católico.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ? II

Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ? II

¿Se puede hablar hoy de reforma?
Estando las cosas como están, parece insensato insinuar siquiera que la Iglesia está viviendo ya un proceso de reforma a fondo. Sobre todo, si se tiene en cuenta que la Jerarquía eclesiástica actual da muestras evidentes de haber optado más por conservar intacta la tradición recibida de siglos pasados que por renovar la presencia y el mensaje de la Iglesia en la sociedad actual. Por ejemplo, leyendo el Catecismo de la Iglesia Católica, publicado por la Santa Sede en 1992, se tiene la impresión de estar repasando las tesis teológicas que se enseñaban antes del Concilio Vaticano II. Lo que indica obviamente que la gran renovación teológica, que se ha producido en el cristianismo en la segunda mitad del siglo XX, no ha encontrado la debida "recepción" en las más altas instancias directivas de la Iglesia. A esto hay que añadir lo que seguramente resulta más determinante en este momento: el fuerte autoritarismo del gobierno centra/ de la Iglesia. Sobre todo, el autoritarismo doctrinal. El Romano Pontífice, por medio de la Curia Romana, controla con suma vigilancia a las Conferencias Episcopales, a cada obispo en particular, a los teólogos, cuanto se enseña en seminarios y universidades católicas, de manera que se ha pretendido imponer una uniformidad doctrinal sin fisuras ni disidencias. Pero, precisamente al recordar el autoritarismo del gobierno central de la Iglesia, es cuando mejor se advierte la novedad y la profundidad de lo que está ocurriendo. Ningún Papa, en el siglo XX, tuvo tanta popularidad y tanto prestigio como el papa actual. Pero, al mismo tiempo, nunca hubo en la Iglesia una crisis tan profunda de autoridad como la que hay actualmente. De los grandes temas, en los que el Pontífice ha centrado su magisterio, seguramente el único, que ha tenido un reconocimiento eficaz, ha sido la condena del comunismo, incluida la influencia que el Papa tuvo, según parece, en la caída del muro de Berlín.

Sin embargo, lo que está fuera de duda es que las repetidas denuncias de Juan Pablo II contra los excesos del capitalismo no han tenido efecto alguno en la economía mundial. Ni han servido para mejorar la situación desesperada de los pueblos del Tercer Mundo. Lo mismo se puede decir de los temas en los que más ha insistido el Papa: el control de la natalidad, la condena del aborto, la insistencia en los problemas relacionados con el sexo, la defensa de la familia. En todos esos asuntos, las cosas han ido de manera que muchos católicos (con la excepción de grupos minoritarios) hacen exactamente lo contrario de lo que se enseña oficialmente en la Iglesia o, en no pocos casos, cada uno se organiza su conciencia y su vida como puede. Por lo demás, la opinión pública en general prácticamente ya ni presta atención a lo que dice o deja de decir el papa sobre estos asuntos.

Estamos, pues, ante una situación nueva. Una situación desconocida, hasta ahora, en el mundo católico. Y además, una situación que se ha presentado cuando la sociedad, la historia y la vida en general están experimentando un cambio tan vertiginoso y tan profundo que nadie sabe cómo estará organizado el mundo dentro de algunos años, quizá muy pocos. Ahora bien, todo esto nos viene a decir que la Iglesia, de aquí a poco tiempo, será muy distinta de como es ahora. No quiero decir que vaya a cambiar la fe de la Iglesia. Ni, por supuesto, que vaya a desaparecer su estructura jerárquica. Lo que quiero afirmar es que la organización y el funcionamiento de la institución eclesiástica se van a ver modificados de manera muy fundamental. En este sentido, se puede y se debe hablar de una reforma a fondo de la Iglesia. Una reforma que se va a producir , no porque se haya planificado desde arriba, desde el papado o desde el episcopado. Sino porque la fuerza de /a historia, para cambiar, es más determinante que la fuerza de la jerarquía, para mantenerse donde está.

Continuara................
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ? III

Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ? III

La organización eclesiástica actual.-
Para explicar lo que acabo de decir, lo primero será indicar que todo el sistema organizativo actual de la Iglesia se asienta en la forma de entender y ejercer el poder. Según el vigente Código de Derecho Canónico, el Romano Pontífice tiene una potestad que es suprema, plena, inmediata y universal" en la Iglesia (can. 331). Hablando con propiedad, los cuatro calificativos que el canon le pone al poder del Papa, sólo se deberían aplicar al poder de Dios. Da la impresión, por tanto, que se trata de un poder sin límites. Lo cual queda patente en el canon 333, párrafo 3, donde se dice que "no cabe apelación ni recurso contra una sentencia o un decreto del Romano Pontífice". O sea, se trata de un poder inapelable. Más aún, según el canon 1404, es un poder que no puede ser juzgado por nadie. Por tanto, estamos ante un poder que se halla fuera de cualquier fuero, eclesiástico o civil. Lo que es tanto como afirmar que no tiene que dar cuenta a nadie de sus decisiones. Y para que no quede posibilidad alguna de legitimar el poder papal, el canon 1372 dispone que "quien recurra al Concilio Ecuménico o al Colegio de los Obispos contra un acto del Romano Pontífice, debe ser castigado con una censura", que puede ser, por ejemplo, la excomunión o la suspensión a divinis.

Ahora bien, todo esto nos viene a decir, por lo pronto, dos cosas. En primer lugar, que esos cánones nos presentan un tipo de institución que, en realidad, está organizada y funciona de acuerdo con un sistema de gobierno que a lo que más se parece es a lo que siempre se ha considerado como una "monarquía absoluta". Por eso, sin duda, en la Nueva Ley Fundamental de /Estado de la Ciudad del Vaticano (1.11.2001), artículo 1~, n0 1, se dice: "El Sumo Pontífice, Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, tiene la plenitud de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial". La distinción neta de los tres poderes, que desde Montesquieu se considera como la base del Estado de Derecho, no existe en el Estado de la Ciudad Del Vaticano. Ni tampoco en la administración de la Iglesia universal, como consta por el canon 135. Los tres poderes están en manos de quienes ejercen la "potestad de régimen" o de 'jurisdicción" (can.129).

El Código de Derecho Canónico habla, por supuesto, de los "deberes y derechos" de todos los fieles en la Iglesia (can. 208-223). Pero esos cánones se tienen que interpretar y aplicar siempre desde el supuesto previo del supremo poder papal. Lo cual quiere decir que, por más derechos que se establezcan para cada uno en la Iglesia, siempre el Papa tendrá un poder superior y definitivo en virtud del cual quedan, en la práctica, anulados los derechos de cuantos están sometidos a la potestad pontificia. En un sistema administrativo, que legalmente funciona como una monarquía absoluta, el principio determinante del gobierno no es la defensa de los derechos de las personas, sino el sometimiento de los súbditos a la voluntad del soberano.

Las contradicciones de este tipo de organización.-
Tres cosas hay que decir, por lo pronto, de este tipo de organización eclesiástica:

Lo más inmediato que cualquier ciudadano advierte, en este tipo de organización, es que la institución que admite semejante sistema organizativo es una institución anacrónica. Porque, si algo hay vivo en las convicciones de las mujeres y hombres de nuestro tiempo, es la importancia y la necesidad inalienable de los propios derechos y de la propia libertad. Hasta los tiempos de la Ilustración, la gran mayoría de la gente se resignaba ante el poder absoluto de los soberanos. Hoy las cosas ya no pueden seguir así. Sobre todo, si tenemos en cuenta que el poder papal es poder "doctrinal", poder "normativo" y poder "decisorio". O sea, el que se somete a ese poder tiene que aceptar como verdad lo que el Papa afirma que es verdad. Y tiene que asumir como normas de conducta lo que el papa ordena que hay que hacer. Con una particularidad: el poder papal, al ser un poder "religioso", toca donde nadie en este mundo puede tocar, en la intimidad de la conciencia, es decir, allí donde cada individuo se ve a sí mismo como una "buena persona" o, por el contrario, como un "perdido" y un "indeseable".

Este sistema organizativo, no sólo es anacrónico, sino que además es antievangélico. Aquí es importante recordar que no estamos hablando de una cuestión de fe. No se trata, por tanto, de que la organización eclesiástica esté en contra de la fe cristiana. Se trata, más bien, de recordar que Jesús prohibió severamente a sus apóstoles "dominar" (kataky'rieúin) y "ejercer potestad" (katexousiásein) sobre los demás (Mc 10, 42; Mt 20, 25). Si la cultura actual no permite que, en ningún gobierno "civilizado", se pongan en práctica tales formas de ejercer el poder, ¿cómo puede hacer una institución, que pretende ser ejemplar y normativa, lo que a los demás poderes de este mundo ya no les está permitido hacer? ¿Puede predicar el Evangelio quien actúa, en un asunto tan fundamental, en contra de lo que manda el Evangelio?

Este sistema organizativo es además antiteológico. El concilio Vaticano II, al fundamentar teológicamente la estructura jerárquica de la Iglesia, no argumenta a partir del primado de Pedro, sino desde la totalidad del colegio apostólico, dentro del cual Pedro es el principio visible de la unidad de la fe y de la comunión (LG 18, 2. Por eso, cuando el Concilio explica quién es el sujeto de suprema potestad en la Iglesia, afirma que es el Romano Pontífice (LG 22, 2). Pero, a renglón seguido, añade que el orden de los obispos "es también sujeto de suprema y plena potestad sobre la universal Iglesia" (LG 22, 3). Es verdad que entre el Papa y el colegio episcopal hay una diferencia: el papa puede ejercer su potestad "siempre libremente", mientras que el colegio de los obispos no puede ejercer su potestad nada más que "con el consentimiento del Romano Pontífice" (LG 22, 3). En todo caso, queda claro que, en la Iglesia, es sujeto de suprema potestad, no sólo el papa, sino además el colegio de los obispos. Como es sabido, el problema está en saber si en la Iglesia hay dos sujetos de "suprema potestad" . Y, si los hay, cómo se tendrían que armonizar a la hora de ejercer el gobierno de la Iglesia. Esta cuestión, tan fundamental en el sistema organizativo de cualquier institución, no esta resuelta en la teología actual. Pero resulta que el Derecho Canónico ha zanjado jurídicamente lo que teológicamente no está resuelto. Y, por supuesto, lo ha zanjado a favor del poder papal y en detrimento del colegio episcopal.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

La preocupacion por la Iglesia catolica se les agradece a los evangelicos-protestantes...



la paz,

JCSS
 
¿y LA TEOLOGIA DE LA LIBERACION? ES O NO ES REFORMA CATOLICA

¿y LA TEOLOGIA DE LA LIBERACION? ES O NO ES REFORMA CATOLICA

LEJOS DEL VATICANO.
CERCA DEL PUEBLO.

TEOLOGIA DE LA LIBERACION
Texto: Mariló Hidalgo

Las cosas iban a cambiar, especialmente para los más desfavorecidos. Aquel hombre hablaba de un nuevo reino edificado sobre unas nuevas bases. Dicen que ante él tenían preferencia las prostitutas, los tullidos, los pobres, los niños, todo tipo de desamparados. Huía de todo lo que fuese sumisión a la letra de la ley porque decía que existe un espíritu que rodea a todas las cosas y hay que conectar con él. Dicen que vivía y vestía con humildad y demostraba con frecuencia su desapego hacia los bienes materiales en favor de la libertad del espíritu. En varias ocasiones manifestó que no venía a traer la paz, sino la guerra. Y hablaba del corazón del hombre como el lugar de culto a Dios. Al final, sus afirmaciones le llevaron a enfrentarse a todos los poderes de la época y fue condenado a morir en la cruz.

Esas y más cosas se recogen en un sinfín de libros que no cesan de aparecer sobre la vida de este hombre llamado Jesús, Cristo o Mesías. Un personaje cada vez más desconocido -a juzgar por las preguntas sin respuesta que surgen cada día- pero que la historia no ha podido ignorar. Los escritos de aquella época que se van encontrando de forma desgajada hablan de un revolucionario, alérgico al poder y a las jerarquías que se enriquecían a costa del hambre de su pueblo. Insistía constantemente en que el Reino de su Padre era para todos.
Es muy difícil hablar de Dios y no hablar del pobre, hablar de Cristo y vivir rodeado de ostentación y lujo. Este concepto de iglesia no tiene nada que ver con la esencia del mensaje de Cristo. Estas y otras aseveraciones son expresadas por un grupo de teólogos que trabajan al otro lado del charco, en Latinoamérica. Con ellos se inició la llamada Teología de la Liberación y con ellos también llegó el escándalo.
Eran los años sesenta, acaba de tener lugar el famoso Concilio Vaticano II que pretendía introducir un aire renovador dentro de la Iglesia. Como al final no resulta ser así, un grupo de jóvenes decepcionados, que llevan trabajando un tiempo por tierras latinoamericanas con los pobres, oprimidos y marginados critican esa manera de teorizar de espaldas a la realidad y ponen en marcha otra forma de vivir el mensaje de Cristo.
Toman contacto con las raíces de estos pueblos -muchos de ellos indígenas-, sus necesidades -viven en la más profunda pobreza-, sus luchas. Este grupo de teólogos y religiosos se hace solidario con el pueblo y empieza a hablar de liberación. Se crea así un nuevo concepto de Iglesia viva, de mensaje vivo, como ellos los denominan y consiguen levantar un auténtico movimiento respaldado por miles de seguidores.
En aquellos momentos América Latina se encontraba ante un resurgir económico potenciado por EEUU. La base de este auge se encontraba principalmente en la implantación de las multinacionales, que no tardan en provocar un efecto boomerang: concentración de capital en manos de unos pocos, incremento del número de excluidos que no se beneficiarán nunca de ese bienestar del que se habla, aumento del desempleo, analfabetismo, emigración masiva, etc. Este modelo económico pronto se ve ligado con una fuerte militarización, una implantación de regímenes autoritarios sustentados ideológicamente en doctrinas de seguridad nacional que alentaban el miedo a la amenaza comunista.

"La Teología de la Liberación ha conseguido desenmascarar todos los efectos de la globalización neoliberal de la economía, la política, la sociedad. Se ha opuesto al pensamiento único", explica Juan José Tamayo.


Con relación a esta bonanza económica, el teólogo español Juan José Tamayo, especialista en Teología de la Liberación (TL), señala que "todo este desarrollo puede ser posible gracias a la ayuda de Kennedy, la iglesia católica y la democracia cristiana". Ante todo este espectáculo comienza la protesta del pueblo oprimido dando lugar a los movimientos populares de liberación y la mediación de la Teología de la Liberación en todo ello. "Yo no podía hablar de Dios a los campesinos si no pasaba con ellos los momentos más duros, si vivía mejor que ellos o no corría peligro como ellos corrían", confiesa Jon Sobrino, uno de los teólogos de la liberación más populares en El Salvador. Aseguraban que para mantener fiel el mensaje tenían que cambiar el método. Trabajan alfabetizando, llevando la cultura y derechos a todos los rincones de Latinoamérica. "Enseñamos a pensar a aquellas gentes y nos volvimos peligrosos" comentó en una ocasión Helder Cámara, símbolo de la TL en Brasil. En aquellos momentos cobró especial relevancia la Universidad de UCA en El Salvador, creada por los Jesuitas para ayudar al desarrollo en la zona. Allí estaba Ignacio Ellacuría, Jon Sobrino, Jon Cortina y otros impartiendo clases. Cuenta como anécdota Sobrino que ponían como tareas a sus estudiantes -normalmente hijos de buenas familias- que cuando fuesen el fin de semana a las haciendas de sus padres, preguntasen cuánto ganaban los colonos. Por otro lado, cuando trabajaban con los humildes campesinos les hablaban de sus derechos, de su dignidad, de la justicia. Todo esto pronto estalló y todos fueron acusados por el gobierno de El Salvador de impartir doctrina de orientación marxista y tratar de crear rencillas y desconfianza entre padres e hijos. Esta respuesta no tuvo lugar sólo en El Salvador. Helder Cámara reconocía: "Si doy comida a los pobres, ellos me llaman santo. Si pregunto por qué los pobres no tienen comida, me llaman comunista". Todos ellos fueron acusados de comunistas porque iban en contra de los intereses de EEUU en aquellos territorios, estaban con el pueblo y además enseñaban a pensar a los campesinos y a reivindicar sus derechos.
En tono reflexivo, Tamayo analiza las equivocadas interpretaciones que se han hecho sobre la TL. "Siempre han existido interpretaciones muy interesadas -explica-. El movimiento liberal antes y el neoliberal ahora, se han preocupado por presentar a una TL desde su propia caricatura y han subrayado con trazo grueso características que no le corresponden en absoluto. Que estaba vinculada al socialismo del Este; que recibía dinero del marxismo, que promovía la violencia como solución a los problemas cuando ésta sólo es contemplada como última opción, una vez agotadas todas las posibilidades. Y en todo ello la peor oposición la hizo el Vaticano".


Foto: M. C. Prieto

La ley del silencio

El Vaticano llevaba demasiado tiempo siendo acusado por este grupo de "insurrectos" que decían que desde los despachos, desde la opulencia, desde las alianzas con los poderes, desde el apoyo a la administración de EEUU que seguía explotando a los pobres, bajo esa perspectiva el mensaje de Dios perdía credibilidad. Así que comienzan las amonestaciones, sanciones y presiones -movimiento liderado por el cardenal Ratzinguer- a los teólogos latinoamericanos de la TL. El 6 de agosto de 1984 la Santa Sede publica un documento donde expone: "La presente Instrucción tiene un fin más preciso y limitado: atraer la atención de los pastores, teólogos y de todos los fieles sobre las desviaciones y los riesgos de desviación, ruinosos para la fe y para la vida cristiana, que implican ciertas formas de la Teología de la Liberación, que recurren de modo insuficientemente crítico a conceptos tomados de diversas corrientes del pensamiento marxista". En otro de sus párrafos advierte que son "corrientes de pensamiento que bajo el nombre de Teología de la Liberación proponen una interpretación innovadora del contenido de la fe y de la exigencia cristiana que se aparta gravemente de la fe de la Iglesia, aún más, que constituye la negación práctica de la misma". Ricardo de la Cierva se une a la postura del cardenal y asegura en su libro "La Hoz y la cruz" que "la Teología de la Liberación no es más que el tercero de los grandes movimientos cristiano-marxistas y el credo de los otros dos: la doctrina que asumen los Cristianos por el Socialismo, de obediencia comunista; la doctrina por la que se inspiran y mueven las Comunidades de Base que se integran en la Iglesia Popular que nada tiene que ver con la que llaman Iglesia Institucional y es simplemente la única y verdadera Iglesia".

"Si doy comida a los pobres, ellos me llaman santo. Si pregunto por qué los pobres no tienen comida, me llaman comunista". Helder Cámara.


Fue la del Vaticano la oposición más fuerte y más dolorosa para estos teólogos. "Lo que más daño nos ha hecho ha sido la deformación que ha hecho el Vaticano -argumenta el teólogo de la liberación Juan José Tamayo-. Ellos no condenaron a la TL sino a la deformación que hicieron de ella, se precipitaron en sus declaraciones. Les ha podido su ideología conservadora y de clara alianza con los poderes". Cuestión con la que también está de acuerdo el periodista y escritor, Pedro Miguel Lamet, "a partir del Concilio Vaticano II, la Iglesia ha retrocedido en su aportar al mundo. Hoy se encuentra a la defensiva y tiene miedo al pluralismo dentro de la Institución". Prueba de ello son las medidas disuasorias que emplearon con muchos de los integrantes de aquel movimiento.
Leonardo Boff, religioso y teólogo brasileño y uno de los principales inspiradores de esta corriente, fue condenado al silencio por Juan Pablo II. Abandonó el sacerdocio pero siguió realizando su labor. En la actualidad da la vuelta al mundo participando en congresos, conferencias y también escribe libros relacionados con el tema.
Gustavo Gutiérrez, sacerdote peruano. Es considerado como el padre de la Teología de la Liberación. Fue llamado al orden en 1983 por el Vaticano, que publicó un escrito dando la vuelta a cada uno de sus postulados. Al final acabó siendo neutralizado. Sus libros han sido traducidos a más de 15 idiomas y sintetizan las ideas principales de este movimiento.
Ignacio Ellacuría, jesuita de origen español pero afincado en El Salvador. Era rector de la Universidad Centroamericana de El Salvador (UCA). Siempre elevó sin temor la voz y recibió por ello múltiples amenazas. En alguna ocasión tuvo que abandonar el país y regresar al cabo de un tiempo. En noviembre de 1989 fue asesinado en la propia universidad, junto con otros jesuitas, por un grupo alentado por el Ejército.
Jon Sobrino, vasco, salvadoreño de adopción. Compañero de Ellacuría y uno de lo teólogos más brillantes de América Latina. Pertenece a la segunda oleada de teólogos de la liberación.
Con el silencio al que fueron sometidos unos, la desaparición de otros, la caída del comunismo y la globalización, parece que la TL llegó a su fin. En Latinoamérica llegaron las democracias y toda esta revolución ya parece no tener sentido; o ésta es al menos la versión que se promueve desde Roma.

Sera la reforma catolica, o simplemente un grupo de "liberados" apabullados, aplastados y silenciados por la cupula romana?
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

¿No había una norma contra eso de copiar y pegar?
Sería bueno que talcual expresara sus propias opiniones y no la de otra gente.
No tiene mucho sentido discutir con eminentes (y al parecer decrépitos) teólogos que no están en este foro.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

JOSE MARIA GONZALEZ RUIZ
Teólogo de convicción progresista

José María González Ruiz

Santón de la progresía católica, la teología europea ha quedado huérfana de uno de sus más brillantes representantes de las últimas décadas. El teólogo José María González Ruiz, artífice y divulgador del Concilio Vaticano II, murió el viernes en la Clínica El Ángel de la capital malagueña, tras una larga enfermedad, a los 88 años.
González Ruiz, el teólogo «cheuá» como le llamaban sus amigos y familiares, fue, junto a los jesuitas José María Llanos y José María Díez Alegría, uno de los máximos transformadores del catolicismo español. Con su libertad de palabra y de obra rompió, en los 60, el tabú del diálogo católico marxista, lo que le costó problemas con las autoridades.
En febrero de 1968 fue procesado por el Tribunal de Orden Público (TOP) por un artículo titulado «¿Cristo Rey o Cristo guerrillero?», publicado en el Boletín de la HOAC. Su proceso provocó una larga ristra de protestas internacionales. Defendido por Joaquín Ruiz-Jiménez, fue absuelto.
José María González Ruiz nace en Sevilla en 1916. Sacerdote desde 1941, se doctora en Teología en 1939 por la Gregoriana de Roma y en Ciencias Bíblicas en 1953. Era sobrino de don Manuel González, obispo de Málaga, conocido como «el obispo de los sagrarios», al que beatificó el Papa recientemente.
Fue párroco del barrio de Triana en Sevilla y canónigo lectoral de la catedral de Málaga. Pero, como dice su amigo, José María Díez Alegría, «un canónigo atípico, un teólogo atípico y un escriturista atípico». El teólogo jesuita, con el que compartió luchas y escritos, le define cono un «escritor muy brillante, exegeta a investigador de la teología de San Pablo, con ensayos teológicos de extraordinaria limpidez, que sabía hablar de modo que la gente le entendiese, y sabía ser, al mismo tiempo, periodista de notables dotes, hombre de la calle a imaginativo conversador, en quien el talante andaluz brillaba por todas partes».
Como uno de los teólogos más lúcidos e imaginativos del siglo XX participó a fondo en las sesiones del Vaticano II. Pionero en la elaboración de una teología del mundo con su obra El cristianismo no es un humanismo. Una obra que fue profusamente utilizada por los padres conciliares como base para la elaboración de algunos documentos del Concilio, como la Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual y la Declaración sobre libertad religiosa. En ambos documentos conciliares puede verse la huella, incluso literaria, del teólogo andaluz.
Otro de sus libros que marcó una época y sirvió de referencia al clero español fue Creer es comprometerse, quizás uno de los libros más influyentes en el catolicismo español de las últimas décadas. En 1996, recibió la Medalla de Oro de Andalucía y el decreto de la Junta rezaba así: «Es indiscutiblemente una de las figuras más decisivas del catolicismo español. Tanto en democracia como en etapas de carencia de libertades fue un referente en la defensa de la paz, la libertad y la justicia social».
Para González Ruiz, el cristianismo no es el único humanismo, ni tampoco un humanismo alternativo frente a otros, sino una fe que puede vivirse en el ámbito de diversas culturas y realidades históricas. Porque el teólogo andaluz siempre supo mantener una gran independencia frente a tirios y troyanos.
Fue un anarquista cristiano, quizás a veces demasiado ácrata, y otras, demasiado optimista. Un espíritu dialéctico con la imaginación y la sal de Andalucía. Un hombre sumamente dialogante, más que polémico. Y con mejor genio que su incomparable maestro San Pablo_O como dice José María Díez Alegría, «un gran tipo».
El clero de Málaga, que tanto le quería, le califica como una persona entrañable, cariñosa e inteligente. Y sobre todo un hombre libre. Por eso tuvo problemas con las autoridades políticas (en tiempos de Franco) y religiosas. Su lema, como no podía ser menos, una frase de San Pablo: «Para ser libres nos libertó Cristo.Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente».
Enamorado de la Iglesia popular, solía decir también que «el despacho de Dios está en la base». Relegado últimamente al ostracismo por los vientos involucionistas de Roma, González Ruiz nunca dejó de ser crítico con la Iglesia. «Habría que revolucionar el tipo de pastor, adecuado a la Iglesia pueblo de Dios». Y añadía: «No podemos caer en la trampa de presuponer que por Iglesia se entienda solamente las jerarquías».
José María González Ruiz, teólogo, nació en Sevilla el 5 de mayo de 1916 y falleció en Málaga el 28 de enero de 2005.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

patoace dijo:
¿No había una norma contra eso de copiar y pegar?
Sería bueno que talcual expresara sus propias opiniones y no la de otra gente.
No tiene mucho sentido discutir con eminentes (y al parecer decrépitos) teólogos que no están en este foro.

Con toda humildad, pero estás hablando con alguien que ha hecho los estudios de teología............... en la facultad de teología católica.
Y es protestante.................. pos vaya........
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

talcual dijo:
JOSE MARIA GONZALEZ RUIZ
Teólogo de convicción progresista

José María González Ruiz

Santón de la progresía católica, la teología europea ha quedado huérfana de uno de sus más brillantes representantes de las últimas décadas. El teólogo José María González Ruiz, artífice y divulgador del Concilio Vaticano II, murió el viernes en la Clínica El Ángel de la capital malagueña, tras una larga enfermedad, a los 88 años.
González Ruiz, el teólogo «cheuá» como le llamaban sus amigos y familiares, fue, junto a los jesuitas José María Llanos y José María Díez Alegría, uno de los máximos transformadores del catolicismo español. Con su libertad de palabra y de obra rompió, en los 60, el tabú del diálogo católico marxista, lo que le costó problemas con las autoridades.
En febrero de 1968 fue procesado por el Tribunal de Orden Público (TOP) por un artículo titulado «¿Cristo Rey o Cristo guerrillero?», publicado en el Boletín de la HOAC. Su proceso provocó una larga ristra de protestas internacionales. Defendido por Joaquín Ruiz-Jiménez, fue absuelto.
José María González Ruiz nace en Sevilla en 1916. Sacerdote desde 1941, se doctora en Teología en 1939 por la Gregoriana de Roma y en Ciencias Bíblicas en 1953. Era sobrino de don Manuel González, obispo de Málaga, conocido como «el obispo de los sagrarios», al que beatificó el Papa recientemente.
Fue párroco del barrio de Triana en Sevilla y canónigo lectoral de la catedral de Málaga. Pero, como dice su amigo, José María Díez Alegría, «un canónigo atípico, un teólogo atípico y un escriturista atípico». El teólogo jesuita, con el que compartió luchas y escritos, le define cono un «escritor muy brillante, exegeta a investigador de la teología de San Pablo, con ensayos teológicos de extraordinaria limpidez, que sabía hablar de modo que la gente le entendiese, y sabía ser, al mismo tiempo, periodista de notables dotes, hombre de la calle a imaginativo conversador, en quien el talante andaluz brillaba por todas partes».
Como uno de los teólogos más lúcidos e imaginativos del siglo XX participó a fondo en las sesiones del Vaticano II. Pionero en la elaboración de una teología del mundo con su obra El cristianismo no es un humanismo. Una obra que fue profusamente utilizada por los padres conciliares como base para la elaboración de algunos documentos del Concilio, como la Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual y la Declaración sobre libertad religiosa. En ambos documentos conciliares puede verse la huella, incluso literaria, del teólogo andaluz.
Otro de sus libros que marcó una época y sirvió de referencia al clero español fue Creer es comprometerse, quizás uno de los libros más influyentes en el catolicismo español de las últimas décadas. En 1996, recibió la Medalla de Oro de Andalucía y el decreto de la Junta rezaba así: «Es indiscutiblemente una de las figuras más decisivas del catolicismo español. Tanto en democracia como en etapas de carencia de libertades fue un referente en la defensa de la paz, la libertad y la justicia social».
Para González Ruiz, el cristianismo no es el único humanismo, ni tampoco un humanismo alternativo frente a otros, sino una fe que puede vivirse en el ámbito de diversas culturas y realidades históricas. Porque el teólogo andaluz siempre supo mantener una gran independencia frente a tirios y troyanos.
Fue un anarquista cristiano, quizás a veces demasiado ácrata, y otras, demasiado optimista. Un espíritu dialéctico con la imaginación y la sal de Andalucía. Un hombre sumamente dialogante, más que polémico. Y con mejor genio que su incomparable maestro San Pablo_O como dice José María Díez Alegría, «un gran tipo».
El clero de Málaga, que tanto le quería, le califica como una persona entrañable, cariñosa e inteligente. Y sobre todo un hombre libre. Por eso tuvo problemas con las autoridades políticas (en tiempos de Franco) y religiosas. Su lema, como no podía ser menos, una frase de San Pablo: «Para ser libres nos libertó Cristo.Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente».
Enamorado de la Iglesia popular, solía decir también que «el despacho de Dios está en la base». Relegado últimamente al ostracismo por los vientos involucionistas de Roma, González Ruiz nunca dejó de ser crítico con la Iglesia. «Habría que revolucionar el tipo de pastor, adecuado a la Iglesia pueblo de Dios». Y añadía: «No podemos caer en la trampa de presuponer que por Iglesia se entienda solamente las jerarquías».
José María González Ruiz, teólogo, nació en Sevilla el 5 de mayo de 1916 y falleció en Málaga el 28 de enero de 2005.


Perdón este artículo se me ha escapado en un epígrafe equivocado, no volvera a ocurrir.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

JCSS dijo:
La preocupacion por la Iglesia catolica se les agradece a los evangelicos-protestantes...



la paz,

JCSS

JCSS:

La verdad es que la IC como institución me importa muy poco, lo que si me importa son los hombres y mujeres que están dentro de ella.
Mi intención al denunciar ciertos abusos no es el ir contra los católicos, entre los que cuento con grandes amigos, sino abrir los ojos a los que no se plantean nada.

Saludos.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

La estructura jerárquica de la iglesia tambien a pasado, a lo largo de la historia, por diferentes formas de organización que no se parecen en nada a la actual de la iglesia católica. Por ejemplo, es muy interesante y aleccionador lo que Gregorio Magno, siglo VI, le escribe a Eulogio de Alejandría:
Pero he aquí que en la intitulación de vuestra carta habéis hecho poner un título de soberbia llamándome papa universal. Ruego a vuestra dulcísima santidad que no lo vuelva a hacer....... Yo no deseo prosperar en títulos, sino en obras. Acta Romanorum Pontificium vol.I
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

talcual dijo:
Con toda humildad, pero estás hablando con alguien que ha hecho los estudios de teología............... en la facultad de teología católica.
Y es protestante.................. pos vaya........
Pues ya que tiene tan altos estudios, sería interesante que expresara sus propias opiniones y no se limitara a pegar las de otros.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

patoace dijo:
Pues ya que tiene tan altos estudios, sería interesante que expresara sus propias opiniones y no se limitara a pegar las de otros.

Por dos veces el mismo sonsonete, lo cual muestra que acertó al escoijer el nik que usa como identificador colocando lo anterior a lo posterios y así resulta hacer el pato.
Criticar en otros lo que mas haceis vosotros pegando de vuestras paginitas web montones de pato-chadas a fin de saturar el foro muestra el talante de las desvergüenzas.
Ya que tienes tan bajos estudios harias bien en llegar a los altos para emitir opiniones con algo substantivo.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

Tobi dijo:
Por dos veces el mismo sonsonete, lo cual muestra que acertó al escoijer el nik que usa como identificador colocando lo anterior a lo posterios y así resulta hacer el pato.
Criticar en otros lo que mas haceis vosotros pegando de vuestras paginitas web montones de pato-chadas a fin de saturar el foro muestra el talante de las desvergüenzas.
Ya que tienes tan bajos estudios harias bien en llegar a los altos para emitir opiniones con algo substantivo.
Salto lejos el mani, en fin.

Estimado Tobi
De la falta en particular que me acusa no soy culpable, y nunca he participado en este foro conjuntamente con otros, como para que me endilguen sus trasgresiones. Mi interés en este foro es intercambiar puntos de vista, lo que es imposible si el autor de dichos puntos no se encuentra presente.
No tengo estudios en el tema, de eso sí soy culpable, y por eso nunca me he puesto a mí mismo como autoridad. Si mis opiniones son sustantivas o no, ya lo juzgará cada uno.

Ahora bien, si se sigue metiendo Ud. con mi nick, contactaré a algunos operativos jesuítas para que me entreguen el número de chip que le han insertado a Ud. mientras dormía. Con eso averiguaré en que país vive Ud. y, a instancia directa del Cardenal Ratzinger, la colina vaticana firmará un concordato con su nación para prohibir la memorización de toda escritura no aprobada por la Iglesia y la difusión de todo pensamiento sin "nihil obstat".
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

patoace dijo:
Salto lejos el mani, en fin.

Estimado Tobi
De la falta en particular que me acusa no soy culpable, y nunca he participado en este foro conjuntamente con otros, como para que me endilguen sus trasgresiones. Mi interés en este foro es intercambiar puntos de vista, lo que es imposible si el autor de dichos puntos no se encuentra presente.
No tengo estudios en el tema, de eso sí soy culpable, y por eso nunca me he puesto a mí mismo como autoridad. Si mis opiniones son sustantivas o no, ya lo juzgará cada uno.

Ahora bien, si se sigue metiendo Ud. con mi nick, contactaré a algunos operativos jesuítas para que me entreguen el número de chip que le han insertado a Ud. mientras dormía. Con eso averiguaré en que país vive Ud. y, a instancia directa del Cardenal Ratzinger, la colina vaticana firmará un concordato con su nación para prohibir la memorización de toda escritura no aprobada por la Iglesia y la difusión de todo pensamiento sin "nihil obstat".

¡¡¡Excelente decisión!!!
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

patoace dijo:
Pues ya que tiene tan altos estudios, sería interesante que expresara sus propias opiniones y no se limitara a pegar las de otros.


El único problema es que si lo digo yo no me creeran porque soy protestante, entiende verdad.?
Cuando Ud. quiera le doy mi opinión sobre la IC y su decadencia por falta de reforma. No se puede vivir en el pasado.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

¿Cómo sabe Ud. que no le creeremos? Ya está visto que a teólogos herejes no hay que creerles, pero tal vez Ud. tenga mejor suerte.
La verdad es que cuando comenzó Ud. a publicar estos trozos, pensé que sería un católico de esos que se hacen llamar "liberales" pero ya está visto que son difíciles de encontrar lejos de los canales de televisión.
Incluso dentro de sus sitios web nunca he podido encontrar un foro.

En fin, le animo a tenerse más confianza y a publicar sus propias opiniones.

:sazul:
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

patoace dijo:
¿Cómo sabe Ud. que no le creeremos? Ya está visto que a teólogos herejes no hay que creerles, pero tal vez Ud. tenga mejor suerte.
La verdad es que cuando comenzó Ud. a publicar estos trozos, pensé que sería un católico de esos que se hacen llamar "liberales" pero ya está visto que son difíciles de encontrar lejos de los canales de televisión.
Incluso dentro de sus sitios web nunca he podido encontrar un foro.

En fin, le animo a tenerse más confianza y a publicar sus propias opiniones.

:sazul:

Patoace:

Ya veo como me da la razón: Ya está visto que a teólogos herejes no hay que creerles, ........... Queda claro que no soy católico y que tengo muchos amigo católicos, pero no soporto a la "institución".
En cuanto a mis opiniones solo tiene que hacer una búsqueda en el foro general de religión con mi seudonimo Talcual y podrá encontrar más de quince artículos propios.
Un saludo.
 
Re: REFORMA DE LA IGLESIA CATOLICA ?

Me pregunto que autoridad tiene el Sr pato y demas para hacer crítica por la publicación de algunos artículos en el foro, cuando sus correligionarios es el unico deporte que practican en el mismo.
¿Es que criticar a los demás de las propias veleidades parte tambien de la colina vaticaba made in Ratziguer?
Mis saludos.