Publicado en Rumores de Ángeles y Agencia Jai
En el Forum Libertas mi buen amigo Pablo Ginés nos cuenta este martes pasado la historia de dos niños del norte de España que pueden correr distinta suerte. El primero se llama José María y es de la tierra de mis abuelos paternos, Cantabria. Debido a una obstrucción de las vías respiratorias causadas por un tumor benigno estaba condenado a la muerte tras nacer. Le salvaron los médicos operándole mientras tenía sólo la cabeza fuera del útero. Es decir, legalmente todavía no era un ser humano, gracias a la maravillosísima constitución española que, a lo que se ve, es algo así como el Grial, el Arca de la Alianza y la Repanocha para el centro-derecha en España pero resulta que no sirve ni para garantizar la vida humana desde su concepción. El caso es que José María se salvó porque le operaron cuando para el Estado español no era todavía un ser humano. Ese mismo Estado permite, por no decir que anima, que Pelayito, nuestro segundo niño, sea destrozado por un carnicero sin escrúpulos y que es indigno de ser llamado médico. Pelayito es hijo de una madre con una deficiencia mental que la supone tener una madurez propia de una niña de 3-5 años. Alguien, no sabemos todavía quién, se aprovechó de la circunstancia y la dejó embarazada. Como la madre de Pelayito no sabía lo que es un embarazo, nadie se dio cuenta de lo que ocurría hasta que la muchacha empezó a mostrar de forma visible que estaba encinta. Entonces sus padres, abuelos de Pelayito, emprendieron la batalla legal para librarse del "problema". Entre pitos y flautas Pelayito (o Covadonga si es niña) ya lleva más de seis meses creciendo en el seno de su madre, con lo cual es tan viable para vivir fuera como lo fue mi hija Rut, que nació muy prematuramente y hoy pasea sus 4 años con desparpajo por este mundo. Pues bien, a pesar de eso, un juez que ejerce su profesión en Asturias, concretamente en Avilés, ha dictaminado que Pelayito puede ser aniquilado si así lo quieren sus abuelos.
Lógicamente se ha producido un alboroto en la sociedad. Ya es triste, tristísimo, que en este país llamado España se pueda siquiera debatir si es ético o no el cargarse a una criatura que ya puede vivir fuera del seno materno. Pero si hay algo más triste que eso para los que somos cristianos, es que en la cadena de nuestros obispos, la COPE, los dos programas de máxima audiencia, La Mañana y la Linterna, no hayan dicho NI MÚ sobre este asunto (no sé si La Tarde con Cristina también ha permanecido muda porque no escucho ese programa). Han tenido que ser medios asturianos, especialmente el diario Nueva España (¡¡Felicidades!!)), los que han aportado luz y sentido común a esta batalla contra el tiempo para salvar a Pelayito. Ni Federico, ¿agnóstico?, ni, TRISTEMENTE, César Vidal, cristiano evangélico, han querido tratar el tema. Del primero no sé si alguien se lo propuso. Del segundo sé a ciencia cierta que sí se le informó y se le pidió que lo tratara ante la seguridad de que su postura personal contra el aborto es bien firme. Me pregunto porqué no han hecho nada. Es posible que crean que hay noticias más importantes en este país. Es posible que la batalla política a la que estamos asistiendo sea del máximo interés para todos. Pero no es posible que en una emisora católica sus principales estrellas mediáticas no haya dedicado ni un segundo de su tiempo a Pelayito. No es posible que el principal medio de comunicación que tiene la Iglesia no plante cara contundentemente a una salvajada como esta cuando ha dedicado, no diré que sin razón, horas y horas a defender al Grupo Risa de las calumnias del gobierno y del grupo mediático fácilmente reconocible. Yo soy católico, conservador y oyente de la Cope. Pero espero que a partir de hoy no me hablen de maricomplejines los que no tienen narices a posicionarse claramente en contra de la ejecución de Pelayito. Que no me hablen de firmeza ante el gobierno de ZP los que miran para otro lado, por convicción o por dejadez, a la hora de defender la vida de esa criatura. Porque, ¿saben? cada día en España se ejecutan a 200 Pelayitos y Covadongas. Eso sí, más pequeños. Pero tan humanos como el asturianito. Sí, 200 abortos al día. Casi las mismas víctimas que las causadas por el terrorismo islámico el 11-M. Pelayito sería uno más, con el agravante de que en su caso es innegable que sufrirá un dolor inenarrable cuando el asesino con bata blanca le punce la nuca para matarle antes de trocearle.
Ayer el fiscal ha recurrido el auto del juez y parece que eso puede evitar que la criatura sea ejecutada. No hace falta que diga que hay multitud de parejas dispuestas a adoptar a el/ niño/niña cuando nazca. Si finalmente Pelayito nace será gracias a las miles y miles de personas que se han movilizado para ello. Plataformas como Hazteoir, foros católicos como el de Santo Tomás Moro, medios como Forum Libertas, periódicos como la Nueva España, la archidiócesis de Oviedo, etc, etc.... será un triunfo de la sociedad que quizás sirva como plataforma para erradicar esa lacra infecta que se llama aborto. En Polonia lo han conseguido. En España podemos y debemos dar la batalla por esas vidas inocentes. Pero necesitamos a la COPE de nuestro lado, no para que mantenga un silencio que en este caso sólo puede ser cómplice, sino para que sea altavoz de nuestras iniciativas, de nuestro empeño, de nuestra lucha por la vida. Y si la COPE no sirve para eso, es que no sirve. No sólo habrá entonces una derecha maricomplejines. Habrá una emisora de los obispos mariCOPEjlines. A partir de ahí, que cada palo aguante su vela.
Pax, bonum et veritas.
Luis Fernando Pérez Bustamante
En el Forum Libertas mi buen amigo Pablo Ginés nos cuenta este martes pasado la historia de dos niños del norte de España que pueden correr distinta suerte. El primero se llama José María y es de la tierra de mis abuelos paternos, Cantabria. Debido a una obstrucción de las vías respiratorias causadas por un tumor benigno estaba condenado a la muerte tras nacer. Le salvaron los médicos operándole mientras tenía sólo la cabeza fuera del útero. Es decir, legalmente todavía no era un ser humano, gracias a la maravillosísima constitución española que, a lo que se ve, es algo así como el Grial, el Arca de la Alianza y la Repanocha para el centro-derecha en España pero resulta que no sirve ni para garantizar la vida humana desde su concepción. El caso es que José María se salvó porque le operaron cuando para el Estado español no era todavía un ser humano. Ese mismo Estado permite, por no decir que anima, que Pelayito, nuestro segundo niño, sea destrozado por un carnicero sin escrúpulos y que es indigno de ser llamado médico. Pelayito es hijo de una madre con una deficiencia mental que la supone tener una madurez propia de una niña de 3-5 años. Alguien, no sabemos todavía quién, se aprovechó de la circunstancia y la dejó embarazada. Como la madre de Pelayito no sabía lo que es un embarazo, nadie se dio cuenta de lo que ocurría hasta que la muchacha empezó a mostrar de forma visible que estaba encinta. Entonces sus padres, abuelos de Pelayito, emprendieron la batalla legal para librarse del "problema". Entre pitos y flautas Pelayito (o Covadonga si es niña) ya lleva más de seis meses creciendo en el seno de su madre, con lo cual es tan viable para vivir fuera como lo fue mi hija Rut, que nació muy prematuramente y hoy pasea sus 4 años con desparpajo por este mundo. Pues bien, a pesar de eso, un juez que ejerce su profesión en Asturias, concretamente en Avilés, ha dictaminado que Pelayito puede ser aniquilado si así lo quieren sus abuelos.
Lógicamente se ha producido un alboroto en la sociedad. Ya es triste, tristísimo, que en este país llamado España se pueda siquiera debatir si es ético o no el cargarse a una criatura que ya puede vivir fuera del seno materno. Pero si hay algo más triste que eso para los que somos cristianos, es que en la cadena de nuestros obispos, la COPE, los dos programas de máxima audiencia, La Mañana y la Linterna, no hayan dicho NI MÚ sobre este asunto (no sé si La Tarde con Cristina también ha permanecido muda porque no escucho ese programa). Han tenido que ser medios asturianos, especialmente el diario Nueva España (¡¡Felicidades!!)), los que han aportado luz y sentido común a esta batalla contra el tiempo para salvar a Pelayito. Ni Federico, ¿agnóstico?, ni, TRISTEMENTE, César Vidal, cristiano evangélico, han querido tratar el tema. Del primero no sé si alguien se lo propuso. Del segundo sé a ciencia cierta que sí se le informó y se le pidió que lo tratara ante la seguridad de que su postura personal contra el aborto es bien firme. Me pregunto porqué no han hecho nada. Es posible que crean que hay noticias más importantes en este país. Es posible que la batalla política a la que estamos asistiendo sea del máximo interés para todos. Pero no es posible que en una emisora católica sus principales estrellas mediáticas no haya dedicado ni un segundo de su tiempo a Pelayito. No es posible que el principal medio de comunicación que tiene la Iglesia no plante cara contundentemente a una salvajada como esta cuando ha dedicado, no diré que sin razón, horas y horas a defender al Grupo Risa de las calumnias del gobierno y del grupo mediático fácilmente reconocible. Yo soy católico, conservador y oyente de la Cope. Pero espero que a partir de hoy no me hablen de maricomplejines los que no tienen narices a posicionarse claramente en contra de la ejecución de Pelayito. Que no me hablen de firmeza ante el gobierno de ZP los que miran para otro lado, por convicción o por dejadez, a la hora de defender la vida de esa criatura. Porque, ¿saben? cada día en España se ejecutan a 200 Pelayitos y Covadongas. Eso sí, más pequeños. Pero tan humanos como el asturianito. Sí, 200 abortos al día. Casi las mismas víctimas que las causadas por el terrorismo islámico el 11-M. Pelayito sería uno más, con el agravante de que en su caso es innegable que sufrirá un dolor inenarrable cuando el asesino con bata blanca le punce la nuca para matarle antes de trocearle.
Ayer el fiscal ha recurrido el auto del juez y parece que eso puede evitar que la criatura sea ejecutada. No hace falta que diga que hay multitud de parejas dispuestas a adoptar a el/ niño/niña cuando nazca. Si finalmente Pelayito nace será gracias a las miles y miles de personas que se han movilizado para ello. Plataformas como Hazteoir, foros católicos como el de Santo Tomás Moro, medios como Forum Libertas, periódicos como la Nueva España, la archidiócesis de Oviedo, etc, etc.... será un triunfo de la sociedad que quizás sirva como plataforma para erradicar esa lacra infecta que se llama aborto. En Polonia lo han conseguido. En España podemos y debemos dar la batalla por esas vidas inocentes. Pero necesitamos a la COPE de nuestro lado, no para que mantenga un silencio que en este caso sólo puede ser cómplice, sino para que sea altavoz de nuestras iniciativas, de nuestro empeño, de nuestra lucha por la vida. Y si la COPE no sirve para eso, es que no sirve. No sólo habrá entonces una derecha maricomplejines. Habrá una emisora de los obispos mariCOPEjlines. A partir de ahí, que cada palo aguante su vela.
Pax, bonum et veritas.
Luis Fernando Pérez Bustamante