Jamalt, yo no veo que hayan complicaciones con la idea de un juicio personal y un juicio universal.
Sobre los réprobos, los que han sido condenados, luego de su muerte viene el juicio (Heb 9, 27). En ese juicio son condenados y van al infierno. Solamente su alma padece el suplicio, ya que su cuerpo yace en el cementerio. la muerte ha separado el cuerpo y el alma transitoriamente. Los condenados ya sufren la pena del infierno, es decir, la separación eterna de Dios. En eso consiste el infierno. Pero esto lo padecen solamente en su alma.
Mientras espera el fin del mundo, el alma de los condenados sufre la separación definitiva de Dios. Pero al final de los tiempos, viene la resurrección de la carne, ese día el alma de todas las personas se vuelve a reunir con su cuerpo. Todas las naciones comparecen ante Dios, y la sentencia de Dios es pública y ante todo el mundo, porque así queda de manifiesto la maldad de los condenados y su justo castigo, y también la santidad de los redimidos y todo el mundo contempla su premio definitivo.
Los condenados desde ese momento comienzan a sufrir su pena CON SU CUERPO Y CON SU ALMA. Esto es razonable y justo, ya que el cuerpo participó en los pecados que cometió, por lo tanto es conveniente que el cuerpo sufra también el castigo.
En esencia el castigo de los condenados antes y después del juicio universal es el mismo: la separación definitiva y eterna de Dios. La forma del castigo cambiará: antes es sensible solo para el alma. Después es sensible para el cuerpo y el alma.
Ya sé lo que me vas a decir: fundamentos bíblicos. Bueno, hay varios. En específico sobre los condenados:
- El libro de los hechos dice que Judas se fue al lugar que le correspondía, es decir, ya está en el lugar que le corresponde (el infierno)
para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. (Hech 1, 25)
- El rico epulón de la parábola de Lázaro va al infierno inmediatamente después de su muerte
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. (Lc 16: 22-23)
Sobre ir al cielo inmediatamente después de la muerte hay varias citas.