La vida de una niña santa.

Gonxo

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24 Noviembre 2004
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Hola a todos, queria dar a conocer la vida de una niña con un amor impresionante a Dios que murio a los nueve años, se llamaba Mari Carmen Gonzalez Valerio. En el colegio ya me hablaron de ella, pero he leido esta biografia y se me ponian los pelos de punta. Espero que os guste tanto como a mi. Saludos a todos y que Dios os bendiga.


http://members.fortunecity.es/mariabo/mari_carmen.htm
 
Re: La vida de una niña santa.

Que historia tan hermosa.

Testimonios así son los que nos hace recordar cuán grave es el pecado cuando lo vemos traducido en los sufrimientos físicos de un mártir.

Siempre hay que tener en cuenta ésto, antes de ofender a Dios con el pecado.

Que Dios les bendiga hoy y siempre.
 
Re: La vida de una niña santa.

Siento decirte que historietas de estas las teneis a porrillo.
Y bien amañadas por cierto.
Luc.18:18 y 19
Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.

Lo que has aportado lo entiendo como simple propaganda romanista. ¿Ya para que?
Pues para mostrar el último párrafo. Lo de Azaña.
Vade retro...
 
Re: La vida de una niña santa.

Estimado Tobi:

Nadie dice que los Santos sean buenos por ellos, sino por la gracia de Dios. En el mismo testimonio que cita Goxan, podrá ver que la niña se convierte en mártir porque así le pide esa gracia de total entrega a Dios.

Yo estoy completamente seguro que usted cuando está en su comunidad protestante y alguien comenta algo bueno de otra persona, no interrumpe la asamblea y dice:

¡¡¡NADIE ES BUENO SINO DIOS!!!!!!!!!..............y luego les cita la Biblia.

Ésto porque usted sabe perfectamente a qué tipo de bondad se refiere la gente, y no a la bondad de Dios como premisa absoluta de Lc 18.

Que Dios le bendiga hoy y siempre.
 
Re: La vida de una niña santa.

Fé de erratas:

El autor del tema se llama Gonxo y no Goxan. Debí confundir el nombre con Joxan.

Que Dios les bendiga hoy y siempre.
 
Re: La vida de una niña santa.

Tobi dijo:
Siento decirte que historietas de estas las teneis a porrillo.
Y bien amañadas por cierto.
Luc.18:18 y 19
Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.

Lo que has aportado lo entiendo como simple propaganda romanista. ¿Ya para que?
Pues para mostrar el último párrafo. Lo de Azaña.
Vade retro...
Comprendo tu postura y reconozco que hay historias fantaseadas y amañadas, pero ciertamente no creo que esta lo sea, pues tengo la evidencia que gracias a esta niña, su hermana esta ahora en un convento de Aravaca (Madrid) rezando por todos y dando a conocer esta historia a cientos de personas. Yo estuve oyendo su voz en persona con unos compañeros hace algunos años.
 
Re: La vida de una niña santa.

Primero, realmente hermosa la historia de esta niña. Que bueno que salgan a la luz y edifiquen a los cristianos.

Segundo, el comentario de Tobi solo nos muestra que él tampoco es bueno...
 
Re: La vida de una niña santa.

Gonxo dijo:
Comprendo tu postura y reconozco que hay historias fantaseadas y amañadas, pero ciertamente no creo que esta lo sea, pues tengo la evidencia que gracias a esta niña, su hermana esta ahora en un convento de Aravaca (Madrid) rezando por todos y dando a conocer esta historia a cientos de personas. Yo estuve oyendo su voz en persona con unos compañeros hace algunos años.

Lo ocurre es que en este mensaje hay un trasfondo político evidentemente partidista. Una cruel guerra civil con innumerables muertes inocentes por ambos lados.
Relatos como este tienen una intención claramente partidista. Los unos fueron los buenos de la tragedia y lo otros los malos. Solo que los malos coimetieron miles de barbaridades y los buenos solo centenares de miles.
Incluso la tumba pirámide que se hizo construir uno de los jefes de los buenos costó centenares de victimas de los malos que la construyeron reducidos a la más abyecta esclavitud. Acabada la Piramide fue encomendado su custodia al sumum de los buenos. Una orden religiosa de la Santa Madre de todas las bondades habidas y por haber.
Faltaria más. ¿Acaso la Sede de los buenos no declaró "cruzada" la masacre contra de los malos?

Para petrino que ha escrito:
Segundo, el comentario de Tobi solo nos muestra que él tampoco es bueno...
Acertaste. Vuestro nacional catolicismo me contó entre los malos.
Tambien mi Di-s y Señor me contó entre los malos. ¿Por que crees que me ha sido necesario que él me redimiese de mi maldad?
No soy como vuestros santos que tienen méritos sobrantes. No tengo ningún mérito.
Mira lo que dice de mí Jesucristo mediante la pluma de Lucas 17:10
Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
Como ves, nada de méritos sobrantes. Solo manos vacias que confian en que Di-s es cordial con mi miseria, significado de misericordia.
Te lo repito, petrino
Acertastes
.
 
Re: La vida de una niña santa.

HOMILÍA EN EL VALLE DE LOS CAÍDOS

Festividad de Cristo Rey y Funeral 20 Noviembre de 2.004

Por el Padre Anselmo Álvarez OSB. Abad de Santa Cruz

Un año tras otro la memoria de los caídos reúne ante este altar a muchos que queréis venir a orar para que el sacrificio de unos y otros haya servido a la redención de sus almas y a la salvación de España. Nuestra voluntad es que la Eucaristía que vamos a celebrar recoja en el mismo pan y en el mismo cáliz unas vidas cuya inmolación no fue inútil porque puede ser unida a la de Cristo, y con ella fecundar la vida de ese pueblo por el que fue ofrecida. Esto es lo que hacemos los monjes en la Misa de cada día en esta Basílica: unir dos sacrificios sobre el mismo altar: el de Cristo y el de todos los que murieron en aras de su propia causa, para que ambos sean acogidos en la presencia de Dios y sirvan para expiar las culpas en que ellos y nosotros hayamos incurrido.

Esta es la finalidad a la que sirve el Valle. En él se albergan los restos y la memoria de incontables españoles por encima de ideologías y parapetos. Por eso, los símbolos que guardan su descanso son signos de redención y de perdón, o son ángeles que hacen reposar sus espadas en señal del fin de la contienda. Escuchemos también nosotros su mensaje, que parece decirnos:

Dejad en paz la guerra; dejad en paz a los muertos, si no es para desearles el descanso eterno: todos sois hermanos, todos hijos de la misma tierra y de la misma patria, todos hijos del mismo Padre Dios. No enfrentéis de nuevo unos contra otros, ni abráis nuevas heridas en la convivencia pacífica de los españoles. No levantéis nuevas trincheras, ni forjéis nuevas espadas, de acero o de palabras, ni desatéis vientos que presagian tempestades.

No esgrimáis los argumentos de la guerra cuando se os han acabado las ideas y las utopías. No levantéis fronteras entre vosotros porque algunos hablen con otro acento o hayan nacido de un lado o de otro de este río o de aquella sierra. Si los muertos pudieran ser escuchados sólo les oiríais una palabra: reconciliaos. Es el mensaje de pacificación y concordia que vuelve a ser necesario trasmitir frente al antagonismo y el rencor que se instalan de nuevo en algunos.


Aquí, en el Valle, no se hace apología de nadie sino oración por todos. Aquí se celebra diariamente la liturgia eucarística y la alabanza de Dios como un himno que brota del corazón de España para impetrar sobre ella la protección divina.

Este lugar no se hizo para apologías ni para nostalgias sino, como dicen todas sus piedras, para la gloria de la Cruz redentora y de Dios, Juez de vivos y muertos (tal como aparece representado en la cúpula); y asimismo para la promoción de la justicia y de la armonía entre los españoles, algo en lo que en el Valle se trabajó ejemplarmente a lo largo de muchos años (en aquel CES) hasta que alguien decidió eliminarlo.

Esta es fundamental la razón de ser del Valle.

La Misa de esta tarde nos sitúa ya en la celebración de la festividad de Cristo Rey. Muchos de estos caídos hicieron de su invocación su última palabra como hombres y como cristianos. Afirmaban con ella algo que pertenecerá siempre a la fe cristiana: Cristo es Rey: “Yo soy Rey, y para esto he venido: para dar testimonio de la verdad”: la verdad de que efectivamente soy Rey. Aunque mi reino no es el poder temporal, sino el que rige las conciencias y el orden del mundo y del hombre.

Como el príncipe de los Ángeles, Miguel, cada uno de nosotros debemos tener la intrepidez de proclamar: “Quién como Dios?” La supremacía sobre todas las cosas, en el cielo y en la tierra, le corresponde únicamente a Aquel que ha dicho: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra”. Porque “al sometérselo todo Dios no dejó nada que no pusiera bajo su dominio” (Heb 2, 8). “Él le dio la gloria, el poderío y el reino sobre todos los pueblos; todas la naciones y todos los hombres le servirán. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será jamás destruido” (Dn 7, 13-14). Este es el lenguaje de Dios en la Escritura. Por eso Jesús nos insta a pedir: “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.

Voluntad de Dios que es ley de amor pero no por ello menos imperativa. Dios no ha renunciado a esa autoridad, aunque parcialmente la comparta con el hombre: “dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

Es necesario volver a proclamarlo así cuando tantos afirman que los individuos y los Estados sólo obedecen a sus propias normas: ‘ni Dios ni ley’, dice el viejo lema ácrata, en el que parecen inspirarse no pocos gobernantes cuando se trata de la legislación moral, sobre todo en el campo de la familia, de la educación y del respeto a la vida. Pero los poderes humanos y la libertad individual no han sido entregados al arbitrio caprichoso de nadie, sino a la responsabilidad racional de cada uno.

Estamos viviendo una situación en la que se han roto todos los equilibrios morales y sofocado casi todos los gérmenes espirituales. El resultado es la “apostasía silenciosa” (J. Pablo II, ‘Iglesia en Europa’), el deslizamiento hacia el nihilismo moral y la paralela elevación de éste a categoría ética y jurídica de primer rango. Nos están empujando a un estado de excepción moral. En nombre de un absolutismo laicista se está adelantando la puesta en práctica de la Constitución europea en lo referente a la abolición de Dios y de su ley en la organización de la sociedad.

El hecho de que tales o cuales opciones de índole moral sean compartidas por algún sector de la misma no autoriza al legislador a ampararlas con el manto de la ley. No es sólo al ciudadano al que hay que escuchar cuando una conducta está más o menos arraigada. También lo pueden estar muchos comportamientos antisociales o antinacionales, a los que se niega justamente su legalización. De hecho, lo que no ratifica la recta razón ni la ley divina no queda legítimamente sancionado ni por la conciencia ni por la ley civil. “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”, lo cual vale para todos en cualquier circunstancia, porque aun dentro de la sociedad civil los hombres no dejan de ser súbditos de Dios.

Sucede, además, que lo que está en juego en esta liquidación de los principios morales no es sólo la ley de Dios sino el orden natural, la racionalidad, la cultura, las convicciones universales. Ni la sociedad humana ni el cristianismo han vivido de espaldas a la verdad del orden moral colectivo, cuando hasta ahora han creído y vivido según normas universalmente reconocidas. Junto a ellas ha actuado la ley para regular y preservar el bien común según criterios objetivos de rectitud y verdad. Es ahí donde se encuentra con el orden moral, el que tiene su fuente directa en Dios. En ambos se asienta la cultura y la propia civilidad, que marcan la dirección del verdadero progreso humano.

El hombre se ha dado la cultura para educar los comportamientos colectivos según los imperativos reconocidos de la razón, a fin de contener los posibles desbordamientos de la conducta. Por eso, la tolerancia total, tutelada por la ley, es el fin de la cultura y de la convivencia, cuando se toma como expresión de progreso y libertad lo que es negación máxima del espíritu humano. Pero ello no hace a una sociedad más fuerte, libre y progresiva, sino que la empuja al abismo, porque todo lo que se separa del centro se desintegra.

Nosotros, en España, supimos siempre que existe una Constitución primera y esencial: el Evangelio, considerado como suprema ley de las conciencias, tanto en el orden personal como en la esfera pública. Sabíamos, por eso, que lo que el Evangelio declara legítimo o ilegítimo lo es en cualquier espacio de la vida humana. En ello está en juego esa soberanía universal que corresponde al Dios único y que es la garantía máxima frente a la subversión del orden.

Lo que hoy parece programado es el debilitamiento y la humillación de un pueblo que ha sido noble y fuerte porque sólo se ha humillado ante Dios y ante su soberanía, y porque ha sido durante siglos su embajador ante el mundo. Aunque no es alentador el estoicismo que hemos mostrado hasta ahora ante ese atropello, nadie puede dudar que más pronto o más tarde, en la sociedad española se levantará un clamor incontenible en demanda de reparación por los infinitos daños morales causados en la familia y en la sociedad, en el orden moral y social, en el honor y en el espíritu de los españoles.

Con la inmensa mayoría de ellos, nosotros repetimos hoy: “Tuyo es el reino; tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor”.
 
Re: La vida de una niña santa.

¡¡ Dios, que enorme abismo separa a católicos de evangélicos !!

No pude acabar de leer, porque sentí un tremendo dolor por esa niña ¡¡ Pobrecita !! No puedo decirles mas nada

No puedo entender ese tipo de enseñanza, no se como es posible que existan padres que eduquen a sus hijos para el martirio inutil.

Cuánto sufrimiento inutil
 
Re: La vida de una niña santa.

¡Que bonita la aportación de LFP!
Solo que deberia contárselo a los millares de esclavos que intervinieron en su construcción.
Las bonitas palabras solo consuelas a los que no necesitan consolación. Los que la necesitaron en su momento oyeron otro tipo de palabras.
Seguro que, además, les obligaban a cantar el "Cara al sol con la camisa nueva" cuando seguro que no tenían camisa que llevar. :dogpile:
 
Re: La vida de una niña santa.

Elisa dijo:
¡¡ Dios, que enorme abismo separa a católicos de evangélicos !!

No pude acabar de leer, porque sentí un tremendo dolor por esa niña ¡¡ Pobrecita !! No puedo decirles mas nada

No puedo entender ese tipo de enseñanza, no se como es posible que existan padres que eduquen a sus hijos para el martirio inutil.

Cuánto sufrimiento inutil
Estimada Elisa:

Nosotros los cristianos debemos de someter nuestras opiniones a la verdad de Dios, y no la verdad de Dios a nuestras opiniones.

Ningún sufrimiento de un miembro del Cuerpo Místico de Jesucristo se desperdicia jamás, y ésto lo dice San Pablo:

"Yo, que al presente me gozo de lo que padezco por vosotros, y estoy cumpliendo en mi carne lo que resta de padecer a Cristo en pro de su cuerpo místico, el cual es la Iglesia," (Col 1, 24)

¿Vé como no hay ningún sufrimiento inútil?

Esa niña mártir le ofreció a Jesucristo sus sufrimientos por la conversión de los pecadores que a ella le tocaron en su época igual que San Pablo lo hizo en la suya.

No podría haber declaración más anticristiana que el decir que "el sufrimiento es inútil", y menos sufrimiento expresa y libremente ofrecido a Dios por los pecadores.

Inútil, jamás.

Que Dios le bendiga hoy y siempre.
 
Re: La vida de una niña santa.

Tobi dijo:
Lo ocurre es que en este mensaje hay un trasfondo político evidentemente partidista. Una cruel guerra civil con innumerables muertes inocentes por ambos lados.
Estimado Tobi:

Muertos de ambos lados no equivale a que ambos lados sean "víctimas y victimarios".

Con la historia de la guerra civil en España no hay posiblidad de confusión, puesto que la razón de la guerra civil no es otra que un gobierno de élite adoptó de buenas a primeras una ideología totalmente contraria a la del pueblo que gobernaba, y por eso es que fué despedido.

No es lo mismo en una guerra agresor que agredido, y aquí el agresor no es otro que el gobierno anticristiano con aspiraciones de comunismo purpúreo.

Relatos como este tienen una intención claramente partidista.
Oops!!!!

Yo he leído también el discurso escatológico de Jesucristo con tintes abiertamente partidistas donde declara a unos buenos y a otros malos.

Puede usted leer Mateo 25, 31-46 en caso de duda.

Los unos fueron los buenos de la tragedia y lo otros los malos.
Los cristianos fueron los buenos, y los comunistas anticristianos los malos, eso que ni qué.

No en balde el grito de guerra de los unos era: ¡VIVA CRISTO REY! y el de los otros era ¡¡VIVA EL DIABLO!!!!.

¿¿Usted cree que puede haber ahí "un término medio"?????.

Que Dios le bendiga hoy y siempre.