Re: ¿El Viejo Testamento, El Evangelio o las cartas de Pablo?, ¿cuál es la Ley de Dios?..
Re: ¿El Viejo Testamento, El Evangelio o las cartas de Pablo?, ¿cuál es la Ley de Dios?..
Yo creo que los versículos donde Dios les reclama lo de los sacrificios no tienen el sentido de negar que esos debieran existir sino que los judíos habían caído en la conducta de que pecaban todo lo que querían, luego iban con el peor ejemplar de su ganado, lo sacrificaban y pensaban que "ya estaba cerrado el trato", algo así como quien hoy cree que por "declarar a Jesús como su Señor y Salvador" una vez en su vida ya ha quedado "salvo para siempre" sin importar que siga perseverando en el pecado.
Se había convertido en un formalismo y no cumplían con el espíritu mismo del sacrificio que era dar lo mejor de ellos a Dios.
Que Dios le bendiga.
Re: ¿El Viejo Testamento, El Evangelio o las cartas de Pablo?, ¿cuál es la Ley de Dios?..
Estimado Amigo 12:Amigo12 dijo:El que en las leyes del viejo testamento o en una carta, o telegrama o e-mail, venga dicho "oráculo de Yavé" o "palabra de Dios" no quiere decir que esa escritura o carta o e-mail venga de Dios.
LEYES SOBRE LOS SACRIFICIOS QUE DIOS NO MANDÓ:
Hay una prueba importante en el Antiguo Testamento que nos indica que no todos los preceptos del Antiguo Testamento son palabra de Dios. Pues debemos recordar que en los cinco libros llamados de Moisés hay muchos capítulos dedicados a los sacrificios y holocaustos. Solamente en Levítico hay 10 capítulos seguidos dedicados a los sacrificios y holocaustos, escritos como si fueran palabra de Dios. Sin embargo nos dice El Señor, a través de los profetas:
"Así ha dicho Yavé de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de sacrificios el día que los saqué de la tierra de Egipto". (Jeremías 7,21-22).
"¿Qué me importa la multitud de vuestros sacrificios? -dice el Señor-. Estoy harto de holocaustos de carneros y de grasa de becerros; la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos me hastía. Cuando venís a presentaros ante mí, ¿quién pide eso de vosotros?" (Isaías 1,11-12).
"No me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni a mí me honraste con tus sacrificios; no te hice servir con ofrenda, ni te hice fatigar con incienso. (Isaías 43:23).
"Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas". (Salmos 40,7).
Oseas nos dice: "Porque yo quiero amor, no sacrificios; conocimiento de Dios, que no holocaustos" (Oseas 6,6).
Jesucristo también nos dice: "Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes". (San Mateo 12,7).
"Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre". (Hebreos 10:5-10).
Ya veis qué contradicción se encuentra aquí entre estos textos anteriores y las leyes sobre los sacrificios del Antiguo Testamento, pues en éste hay libros enteros dedicados a sacrificios y holocaustos diciendo que Dios los había mandado. Sin embargo, los profetas nos dicen que Dios no mandó sacrificios y Jesucristo nos dice que Dios no quiere sacrificios.
Dios había dado su Ley a Moisés, pero algunos escribas no habían guardado aquella Ley de vida, pues la habían aumentado con muchos preceptos de hombres que faltaban a la caridad y a la justicia. Por este motivo, Jesucristo indicó que la justicia de los escribas y fariseos no era perfecta para entrar en el reino de Dios:
"Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos". (MATEO 5:19-20)
La justicia de los escribas y fariseos eran los preceptos del viejo testamento.
Yo creo que los versículos donde Dios les reclama lo de los sacrificios no tienen el sentido de negar que esos debieran existir sino que los judíos habían caído en la conducta de que pecaban todo lo que querían, luego iban con el peor ejemplar de su ganado, lo sacrificaban y pensaban que "ya estaba cerrado el trato", algo así como quien hoy cree que por "declarar a Jesús como su Señor y Salvador" una vez en su vida ya ha quedado "salvo para siempre" sin importar que siga perseverando en el pecado.
Se había convertido en un formalismo y no cumplían con el espíritu mismo del sacrificio que era dar lo mejor de ellos a Dios.
Que Dios le bendiga.