Nuestros primeros padres Adán y Eva poseían la visión beatífica, veían a Dios?

Almoni

ser humano
25 Abril 2012
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Saludos forer@s, pues tengo esta duda, si nuestros primeros padres poseían la visión de Dios, es decir si veian a Dios cara a cara, estoy investigando y sigo sin aclarar mi duda y de momento no estoy en contacto con el sacerdote que es mi confesor para preguntarle, he encontrado información de sitios católicos donde en algunos dice que sí la poseían y en otros que no, tengo muchas dudas al respecto, por ejemplo, la fe católica enseña que la creación fue creada (valga la redundancia) en un "estado de vía", es decir, que no fue creada perfecta sino que camina hacia la perfección, que es Dios; luego, leyendo al teólogo el padre J.A. Fortea, explica que los ángeles en un principio no poseían la visión beatífica, que de cierta forma estaban en comunicación con Dios pero no lo veían tal cual es, en este punto pienso en que en el Edén nuestros primeros padres, dice el Libro del Génesis, escuchaban a Dios, continuando con el asunto de los ángeles el padre Fortea da una argumentación teólogica que me parece muy lógica, dice que es imposible que los ángeles en un principio, es decir, antes de la caída (angélical), tuvieran la visión de Dios, ya que una vez que se a visto a Dios es imposible desear otra cosa, es decir, es imposible darle la espalda a Dios una vez que se le ha visto, al final de todo este relato angélico el padre Fortea explica como en cierta forma la creación ángelical es muy cercana a la humana, dice que si nos analizamos a nosotros mismos no nos parece tan lejano ni tan incomprensible el pecado de los ángeles. De momento estas son las cosas por las que concluyo que nuestros primeros padres no poseían la visión beatífica, repito que estas son cosas en las que pienso y de las cuales saco conclusiones personales, pero en este sentido mis conclusiones no me interesan sino lo que la fe católica dice al respecto. Otra duda que tengo es si cuando se habla de la santidad y justicia originales en las que fueron constituidos nuestros primeros padres Adán y Eva se refiere al hecho de que todo lo que Dios creo (incluyendo la creación humana por supuesto) era bueno como lo dice el Génesis.


Bendiciones y ojalá alguien pueda aclarar mis dudas, el tema esta abierto.
 
Última edición:
Saludos Humbertito, te recuerdo que Dios es una Trinidad Santa.
 
La escritura no especifica que le veían el rostro, sólo que Dios se paseaba por el jardín. Pero no a mas.•
Saludos ~
 
No, no lo veían, lo escuchaban, lo sentían, pero "no puede el hombre verme y continuar viviendo", es un conocimiento de Dios superior al humano pero inferior al de las criaturas celestes.
 


Pues tal parece que efectivamente no poseían la visión beatífica, les comparto lo siguiente:



"... por naturaleza nosotros, seres humanos, no tenemos derecho a la visión directa de Dios que constituye la felicidad esencial del cielo. Ni siquiera Adán y Eva, antes de su caída, tenían derecho alguno a la gloria. De hecho, el alma humana, en lo que podríamos llamar estado puramente natural, carece del poder de ver a Dios; sencillamente no tiene capacidad para una unión íntima y personal con Dios.


Pero Dios no dejó al hombre en su estado puramente natural. Cuando creó a Adán le dotó de todo lo que es propio de un ser humano. Pero fue más allá, y Dios dio también al alma de Adán cierta cualidad o poder que le permitía vivir en íntima (aunque invisible) unión con El en esta vida. Esta especial cualidad del alma -este poder de unión e intercomunicación con Dios- está por encima de los poderes naturales del alma, y por esta razón llamamos a la gracia una cualidad sobrenatural del alma, un don sobrenatural.


El modo que tuvo Dios de impartir esta cualidad o poder especial al alma de Adán fue por su propia inhabitación. De una manera maravillosa, que será para nosotros un misterio hasta el Día del Juicio, Dios «tomó residencia» en el alma de Adán. E, igual que el sol imparte luz y calor a la atmósfera que le rodea, Dios impartía al alma de Adán esta cualidad sobrenatural que es nada menos que la participación, hasta cierto punto, de la propia vida divina. La luz solar no es el sol, pero es resultado de su presencia. La cualidad sobrenatural de que hablamos es distinta de Dios, pero fluye de El y es resultado de su presencia en el alma.


Esta cualidad sobrenatural del alma produce otro efecto. No sólo nos capacita para tener una unión y comunicación íntima con Dios en esta vida, sino que también prepara al alma para otro don que Dios le añadirá tras la muerte: el don de la visión sobrenatural, el poder de ver a Dios cara a cara, tal como es realmente.


El lector habrá ya reconocido en esta «cualidad sobrenatural del alma», de la que vengo hablando, al don de Dios que los teólogos llaman «gracia santificante». La he descrito antes de nombrarla con la esperanza de que el nombre tuviera más plena significación cuando llegáramos a él. Y el don añadido de la visión sobrenatural después de la muerte es el que los teólogos llaman en latín
lumen gloriae, o sea «luz de gloria». La gracia santificante es la preparación necesaria, un prerrequisito de esta luz de gloria. Igual que una lámpara eléctrica resulta inútil sin un punto al que enchufarla, la luz de gloria no podría aplicarse al alma que no poseyera la gracia santificante.


Mencioné antes la gracia santificante en relación con Adán. Dios, en el acto mismo de crearle, lo puso por encima del simple nivel natural, lo elevó a un destino sobrenatural al conferirle la gracia santificante. Adán, por el pecado original, perdió esta gracia para sí y para nosotros. Jesucristo, por su muerte en la cruz, salvó el abismo que separaba al hombre de Dios. El destino sobrenatural del hombre se ha restaurado. La gracia santificante se imparte a cada hombre individualmente en el sacramento del Bautismo.


Al bautizarnos recibimos la gracia santificante por vez primera. Dios (el Espíritu Santo por «apropiación») toma morada en nosotros. Con su presencia imparte al alma esa cualidad sobrenatural que hace que Dios -de una manera grande y misteriosa- se vea en nosotros y, en consecuencia, nos ame. Y puesto que esta gracia santificante nos ha sido ganada por Jesucristo, por ella estamos unidos a El, la compartimos con Cristo -y Dios, en consecuencia, nos ve como a su Hijo- y cada uno de nosotros se hace hijo de Dios.


A veces, la gracia santificante es llamada gracia habitual porque su finalidad es ser la condición habitual, permanente, del alma. Una vez unidos a Dios por el Bautismo, se debería conservar siempre esa unión, invisible aquí, visible en la gloria..."




 
Mische Jandro;n3130679 dijo:
La escritura no especifica que le veían el rostro, sólo que Dios se paseaba por el jardín. Pero no a mas.•
Saludos ~


No lo especifica, pero tampoco implica que Adán y Eva antes de su caída no podían ver a Dios.
 
Adán y Eva si veían la forma de Dios con semejanza humana, el anciano de días de Daniel y como Padre enseñado por Jesús, luego muchos profetas le vieron y no se puede negar las Escrituras, los ángeles miran el rostro de Dios (forma con semejanza humana) .
Cuando la Escritura dice nadie ha visto a Dios muchos piensan que se refiere a la esencia de Dios y no a sus manifestaciones que han sido visibles.
Saludos.