La Ley ¿son los 10 mandamientos o las diez palabras?

juan30

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28 Junio 2003
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Unas biblias en Éxodo que Dios entregó a Moisés los diez mandamientos, y otras en ese mismo versículo nos dicen que le entregó las Diez Palabras. Aquí hay un misterio.

De todas formas, en dos tablas de piedra que puede llevar un hombre en sus brazos, difícilmente se pueden escribir los diez mandamientos escritos en Éxodo, y mucho menos los cinco libros de la ley judía: la Torá.

Lo más posible es que las plumas mentirosas de los escribas hicieron de las suyas con las escrituras..., pues Jeremías les dice a los judíos: "¿Cómo podéis decir: Sabios somos, tenemos con nosotros la Ley de Yavé? Ciertamente la convirtieron en mentira las mentirosas plumas de los escribas". (Jeremías 8,8).

Otra prueba también es que cuando el joven rico le pregunta a Jesucristo por los mandamientos, Jesucristo le dice los mandamientos de una forma distinta a como vienen en Éxodo. Especialmente, el Señor no menciona el décimo mandamiento, pero sí manda al joven rico que reparta todos sus bienes entre los necesitados.

El décimo mandamiento nos dice así: "No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás su mujer, ni su esclavo o esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada de lo que le pertenezca". (Éxodo 20:17).

Aqui tambien hay un misterio... ¿Cómo puede ser que yo no deba codiciar nada de mi prójimo, y mi projimo sí pueda codiciar todo lo que tiene su prójimo y hasta su vida, teniéndolo como esclavo?.

Aquí parece que hay una imperfección, por eso yo alabo al Señor que nos reveló de nuevo su Ley a través de Jesucristo. Pues en el Evangelio de Jesucristo no se ve esa imperfección.

Además, para que los cristianos no cometiéramos esas imperfecciones, nos dejó como guía la Ley de Dios: "Haced con los hombres todo lo que queráis que ellos hagan con vosotros; porque ésta es la Ley y los Profetas" (Mateo 7,12).
 
LEY

A. Nombre

to'rah (, 8451), «ley; dirección; instrucción». Este nombre aparece 220 veces en el Antiguo Testamento hebreo.
En la literatura sapiencial, donde toÆrah no aparece con artículo definido, el significado principal de este nombre es «dirección, enseñanza, instrucción»: «La instrucción del sabio es fuente de vida, para apartarse de las trampas de la muerte» (Pr 13.14 rva); también: «Toma, pues, de su boca la instrucción y pon sus dichos en tu corazón» (Job 22.22 rva). El objetivo de la «instrucción» de los sabios de Israel, que tenían a su cargo la instrucción de los jóvenes, era cultivar en ellos el temor del Señor para que pudieran vivir conforme a lo que Dios esperaba de ellos. El sabio era como padre de sus pupilos: «El que guarda la ley es hijo inteligente, pero el que se junta con glotones avergüenza a su padre» (Pr 28.7 lba; cf. 3.1; 4.2; 7.2). El padre natural también instruía a sus hijos en cómo vivir sabiamente, de la misma manera que una mujer temerosa de Dios era ejemplo de «enseñanza» bondadosa: «Abre su boca con sabiduría, y hay enseñanza de bondad en su lengua» (Pr 31.26 rva).
La «instrucción» que Dios dio a Moisés y a los israelitas llegó a conocerse como «la ley» o «la dirección» (ha-toÆrah), y muy a menudo como «la ley del Señor»: «¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del Señor!» (Sal 119.1 lba), o «la ley de Dios»: «Esdras leía día tras día en el libro de la Ley de Dios, desde el primero hasta el último día» (Neh 8.18 rva); y también como «la ley de [dada por] Moisés»: «Acordaos de la ley de mi siervo Moisés, a quien encargué en Horeb leyes y decretos para todo Israel» (Mal 4.4 rva). El término puede referirse a toda «la ley»: «Él estableció su testimonio en Jacob y puso la ley en Israel. Mandó a nuestros padres que lo hicieran conocer a sus hijos» (Sal 78.5 rva). También puede indicar ciertas leyes en particular: «Esta es la ley que Moisés puso ante los hijos de Israel» (Dt 4.44 rva).
Dios comunicó la «ley» para que Israel pudiera obedecer y vivir: «¿Qué nación hay tan grande que tenga leyes y decretos tan justos como toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?» (Dt 4.8 rva). Se instruye al rey que debe recibir una copia de «la ley» en ocasión de su coronación (Dt 17.18). Los sacerdotes estaban encargados de estudiar y enseñar «la ley», así como la jurisprudencia que se fundamentaba en ella (Jer 18.18). Por causa de la apostasía desenfrenada, en los últimos días de Judá no había sacerdotes docentes (2 Cr 15.3); es más, durante el reinado de Josías «la ley» (fuese esta toda la Torá, un libro entero o solo una parte) se recobró: «Hilcías, dijo al escriba Safán: Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. Y dio Hicías el libro a Safán» (2 Cr 34.15).
Los profetas desafiaron a Israel a arrepentirse regresando a la toÆrah («instrucción») de Dios (Is 1.10). Jeremías profetizó acerca de la nueva forma de Dios tratar a su pueblo, en términos del nuevo pacto en que su «ley» la asimilaría un pueblo que obedecería a Dios de buena voluntad: «Porque este será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en su interior y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo» (Jer 31.33 rva).El último profeta del Antiguo Testamento recuerda a los sacerdotes sus obligaciones (Mal 2) y reta al pueblo de Dios a recordar la «ley» de Moisés en preparación para el Mesías que habría de venir (Mal 4.4).
La Septuaginta ofrece las siguientes traducciones: nomos («ley; regla»); nominos («de acuerdo con la ley»); entole («mandar, mandamiento, orden») y prostagma («orden; mandamiento; mandato; requerimiento»).


Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.
 
LEY


Traducción de torah (en hebreo, instrucción, enseñanza, revelación) y de nomos (en griego, lo válido y lo que está en vigencia).

Aunque en el Nuevo Testamento «Ley» tiene diversos significados, en el Antiguo Testamento se refiere simplemente a la Torá, compilación de las «instrucciones» o «sabiduría» dada por Dios, mediante los líderes y autoridades religiosas, para gobernar la vida en comunidad de Israel. La Torá bíblica es una unidad inseparable, legal, moral y cúltica, en contraposición a los antiguos códigos orientales que se limitaban a lo legal, y dejaban lo moral y religioso para otra literatura. Estos anticipaban la tendencia moderna de divorciar lo espiritual y lo secular, pero no así la Torá.

Toda ley válida expresa la voluntad de Jehová. Por su obediencia y confianza en la promesa de Dios, a Abraham se le acredita el cumplimiento de la Ley aun antes de que se codificara (Gn 26.5). Pero la relación entre Dios y su pueblo es una relación histórica, y por tanto toda la Ley del Antiguo Testamento, dada por los sacerdotes (Hag 2.11–13; Mal 2.6, 7) y los profetas (Is 1.10; 8.16, 20; 30.9, 10), se desprende de la revelación de Dios a Moisés en el Sinaí y de las revelaciones posteriores (Éx 25.22; Nm 7.89).


El Pacto de Jehová con su pueblo se basa en la Ley. La obediencia, fe y amor que esta demanda confirman la fe del individuo redimido, su conducta y el culto en comunidad (Éx 19; 20.24). Al mismo tiempo la Ley revela lo que desagrada a Dios, lo que debe evitarse para no interrumpir las relaciones dentro del pacto. En el Día de Expiación el pueblo hebreo renovaba los votos del pacto, cortando un animal en dos partes y pasando toda la congregación entre los dos pedazos separados (Gn 15.8–10, 17; Éx 24.3–11; Jos 24; cf. Éx 23.14–17 y Lv 16; Jer 34.18). Simbólicamente, el pueblo propiciaba así (Propiciación) a Dios y su inalterable Ley, mediante el arrepentimiento personal y la muerte de un sustituto (Expiación)

Con el cumplimiento del juicio divino en el destierro, juicio pronosticado por los profetas debido a la violación de la Ley del pacto (Is 1.27ss), Israel aprendió a no idolatrar más. Y con la desaparición del reinado, el sacerdocio, los sacrificios y el culto en Jerusalén, la observación de la Ley tomó otras dimensiones:
1. Bajo Esdras, llegó a ser la base de la sociedad judaica, y determinaba los detalles más básicos de la vida religiosa, cultural y moral de cada judío. Se hacía tanto hincapié en las partes de la Ley que distinguían entre judíos y no judíos (por ejemplo, el sábado, la circuncisión, la reglamentación dietética, etc.), que llegó a prevalecer la idea de que el objeto principal de la Ley era la separación de los judíos de los demás pueblos (cf. Dt 4.20; 7.6–11; 14.2).
2. Después de Esdras, surgió un nuevo grupo de líderes espirituales: los Escribas. El centro de la vida religiosa pasó del templo a la Sinagoga. De esta manera la Ley perdió su función original de gobernar la vida comunitaria del pueblo redimido para transformarse en un aparente medio de vida, pues quien cumplía cabalmente la Ley vivía. Este concepto tergiversado de la Ley dio lugar a exageraciones en la interpretación y aplicación de sus detalles. Como resultado surgieron diferentes escuelas de interpretación rabínica ( Talmud) que gozaban de mucha influencia aun en los días de Jesús.

Jesucristo jamás admitió que la Ley pudiera dar vida ni establecer alguna relación salvadora entre Dios y el hombre por medio de su cumplimiento, como había formulado el judaísmo. Más bien, Jesús mismo y su palabra ocupan esa posición decisiva. Esto es la esencia del nuevo orden prometido desde Gn 3.15 (Mc 2.21ss; Lc 16.16). El hombre determina su relación con Dios, por su arrepentimiento y adoración, confesando a Jesús como Señor (Mt 10.28–42), y no por cumplir la Ley.

Jesús no niega que toda infracción de la Ley es pecado que separa de Dios, pero insiste en la posibilidad de remediar la transgresión y la ilustra con las parábolas de Lucas 15:


1. La oveja y la moneda extraviadas son encontradas.
2. El hijo pródigo es recibido de nuevo en casa, pero, en cambio, el hermano mayor que quedó en casa, confiando en su pura obediencia a la Ley, no aprovecha sus méritos tan dudosamente acumulados.
3. Del publicano que se humilló arrepentido delante de Dios se afirma que «descendió a su casa justificado» antes que el fariseo que se jactaba de su cumplimiento de la Ley (Lc 18.10–14).
Sin embargo, Jesús no abrogaba la Ley al negar que podría dar vida (Mt 5.17). Él mismo la observó (Lc 2.22ss, 27, 39) y reconoció la validez de su juicio; por eso llamó a los pecadores al arrepentimiento (Mc 1.15). Incluso cuando censuró el legalismo (Mt 23.23), Jesús insistió en que la Ley de Dios era la única norma para la vida (Lc 10.26–28); levantó la carga externa de «las obras de la Ley» e impuso su propio yugo de obediencia por amor sobre sus discípulos. Exigió de ellos ® Justicia mayor que la de los fariseos (Mt 11.29).

Siguiendo la actitud de Cristo, la comunidad primitiva de la iglesia observó la Ley y vivió sustancialmente de acuerdo con ella. Eran los judaizantes los que fomentaban el legalismo: sostenían que los gentiles debían circuncidarse y observar la Ley para alcanzar la salvación e incorporarse a la comunidad de los cristianos (Hch 15; Gl 2). El conflicto sobre la Ley surgió cuando la comunidad aceptó incluir a los gentiles prosélitos y al mundo gentil. En Hch 15.29 y 21.25 se especifican los requisitos mínimos que la iglesia impuso a los gentiles cristianos para que pudiesen participar en el culto y compañerismo hebreo sin ofensa.

El uso paulino de nomos no es uniforme, pero el estudio de los contextos específicos en que aparece permite clasificarlo de la siguiente manera, como referido a:

1. El canon del Antiguo Testamento, en Ro 2.12–14, 17, 18, 23, 25–27; 3.19–21; 7.1, 2.

2. El decálogo promulgado en Sinaí (o sea, la Ley que Dios revela específicamente para los redimidos), en Ro 3.31; 7.3–9, 12, 14, 16; 8.3, 4; 9.4; 10.5; 13.8, 10; Gl 3.10, 12, 13, 17, 19, 21, 24; 4.21b; 5.3, 14.

3. La Ley de Dios revelada en forma general, en Ro 4.15, 16; 5.13, 20; 7.22, 25; 8.7.

4. La Ley de Dios escrita en los hombres (Conciencia), en Ro 2.14b, 15.

5. Un principio que gobierna positivamente, en Ro 3.27a («ley de la fe»); 7.2 («ley de la esposa»); 7.21 («ley del mal que está en mí»); 7.23, 25b («ley en mis miembros», «de mi mente», «del pecado»); Gl 5.23 («no hay ley en contra»); 6.2 («ley de Cristo»).

6. Un principio que gobierna negativamente, o sea, el uso del legalismo o las obras de la Ley para justificarse delante de Dios, en Ro 3.20a, 21, 27, 28; 4.13, 14; 6.14; 9.31, 32; 10.4; Gl 2.16, 19, 21; 3.2, 5, 10a, 11, 18, 21b, 23; 4.4, 5, 21a; 5.4, 18; 6.13.


Lo exigido por la Ley y «lo bueno» es lo mismo para Pablo, pero no es el ser hacedor de la Ley lo que distingue entre judíos y gentiles; con Ley o sin ella, todos somos pecadores (Ro 2.12). Por tanto, el juicio divino contra todos los transgresores es justo, enseña Pablo, y quienes se rebelan contra Dios son dignos de muerte (cf. Ro 1.28–32 y 3.23). Ninguno puede justificarse por la Ley pues tanto para los sin Ley como para los de la Ley solo en Jesucristo está la justificación y la unidad (cf. Gl 3.28ss y Ro 3.29ss).

La Ley afecta a la sociedad, y particularmente a la relación entre esta y Dios. Prohíbe y restringe el pecado, conservando cierta disciplina externa en la sociedad rebelde (Ro 7.7ss), y según Ro 5.13ss y Gl 3.19, revela que el pecado es rebelión contra Dios.
La Ley condena y sentencia por el pecado cometido, sirve como ayo al pecador, lo descubre como transgresor y lo confina bajo el juicio de Dios (Ro 3.20; 7.1ss). La única esperanza del pecador, pues, es la fe en Cristo; al identificarse con la muerte del Salvador, satisface la pena de la Ley y recibe perdón y nueva vida (cf. 2 Co 5.21 y Gl 3.13 con Gn 15.6 donde Abraham «creyó a Jehová y le fue contado por justicia»).
Por lo que respecta a los redimidos, aunque todavía están sujetos a la Carne, la Ley los guía en una vida comunitaria que le agrada al Redentor (1 Co 14.21, 34); la Ley es maestra y guía que confirma lo conocido por revelación general (Ro 2.14b, 15). Para el cristiano la Ley es autoritativa y requiere que se obedezca a Cristo en fe y amor, conforme a la medida de fe que Dios le dé a cada uno (Ro 12.3). Para el creyente todo lo que no provenga de la fe es pecado (Ro 14.23; Stg 4.11, 17), y su obediencia es una respuesta de amor y sumisión a la voluntad de quien le ha salvado (cf. 1 Co 9.21 y Gl 5.14; 6.2).


Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.
 
UN COMENTARIO DE LA EPISTOLA A LOS GALATAS....escrita, SEGUN juan30 por el JUDAIZANTE PABLO :D




La epístola del apóstol Pablo a los GÁLATAS
Autor: Pablo
Fecha: 55–56 d.C.
Tema: Justificación sólo por la fe
Palabras clave: Gracia, evangelio, fe, justificado, promesa, libertad, ley


Destinarios


Gálatas es la única epístola que Pablo dirigió específicamente a un grupo de iglesias. Galacia no era una ciudad, sino una región del Asia Menor, que incluía muchos pueblos. Su nombre se originó en el siglo III a.C. cuando una tribu de la Galia emigró hacia esa región. En el siglo I a.C. el término «Galacia» se usaba, en su acepción geográfica, para denominar la región norte-central del Asia Menor, donde se habían establecido los galos, y desde el punto de vista político, para designar la provincia romana del Asia Menor sur-central. Pablo envió esta carta a la provincia de Galacia, un área que incluía las ciudades de Antioquía, Iconio, Listra y Derbe.


Fecha

La cuestión de la fecha de esta epístola depende fundamentalmente de la relación de 2.1–10 con las visitas de Pablo a Jerusalén mencionadas en los Hechos. Aunque el capítulo 2 puede ser identificado con la visita relacionada en los Hechos 11.30, algunas dificultades han surgido para vincularla con los acontecimientos de los Hechos 15. Probablemente Pablo escribió la carta alrededor de los años 55 ó 56, cuando estaba en Macedonia o Corinto durante su tercer viaje misionero.


Ocasión y fecha

Los legalistas de la iglesia, llamados judaizantes, enseñaban que algunas leyes del Antiguo Testamento eran aún obligatorias para los cristianos. Argumentaban que las promesas de Dios alcanzaban sólo a los judíos, y que los gentiles debían circuncidarse para poder experimentar plenamente la salvación. No negaban que era necesario creer en Jesús, pero insistían en que no era suficiente. Había que añadir a la fe la Ley.

Esta doctrina estaba en abierta contradicción con la insistencia de Pablo de que la salvación era por la gracia a través de la fe, por lo que los judaizantes trataron de desacreditar sus enseñanzas cuestionando su autoridad. Lo acusaron de ser un apóstol de segunda mano, inferior a Pedro y a Santiago. Aun más, dijeron que era un oportunista que hacía el evangelio más atractivo a los gentiles, al desechar sus válidas exigencias en relación con la Ley. Pablo reaccionó vehementemente contra la malvada propaganda de los judaizantes, afirmando su autoridad apostólica y explicando el evangelio de la gracia por la fe.


Contenido

Gálatas está dividida en secciones de dos capítulos cada una, con contenido biográfico, doctrinal y práctico. En la primera de ellas (caps. 1 y 2), Pablo defiende su independencia apostólica, no en un espíritu de indignación personal, sino con el propósito de establecer el origen divino de su evangelio. En la sección doctrinal (caps. 3 y 4), Pablo presenta una serie de argumentos imperiosos e ilustraciones para probar la inferioridad de la Ley al evangelio y establecer su verdadero propósito. En la aplicación práctica de su doctrina (caps. 5 y 6), exhorta a los gálatas para que hagan un uso apropiado de su libertad cristiana y no abusen de ella. En lugar de otorgarles licencia para pecar, el evangelio les provee los medios para alcanzar la rectitud que demanda la Ley.


Aplicación personal

La misma perversión del evangelio que Pablo combate en su carta sigue apareciendo bajo distintos disfraces. El legalismo, con su prédica de que la justificación o santificación dependen de los esfuerzos personales de la gente, negando así la eficiencia de la cruz, es el más persistente de los enemigos del evangelio de la gracia. La circuncisión y otros requerimientos de la Ley Mosaica puede que ya no sean cuestiones relacionadas con la salvación, pero muchas veces la observancia de ciertas reglas, regulaciones o ritos religiosos se consideran como una condición, junto a la fe, para alcanzar la madurez cristiana. Gálatas denuncia abiertamente los peligros del legalismo y establece la esencial verdad de la fe como único requisito de la salvación. Esta epístola se convirtió en el emblema de la Reforma protestante y es la Carta Magna de la libertad espiritual para todos los tiempos.


Cristo revelado


Pablo enseña que Jesús coloca a todos los que en Él creen (2.16; 3.26) en una posición de libertad (2.4; 5.1), librándolos de las ataduras del legalismo y del libertinaje. El principal énfasis del apóstol está en la crucifixión de Cristo, como la base para la liberación de la maldición del pecado (1.4; 6.14), de sí mismo (2.20; véase 5.24), y de la Ley (3.12; 4.5). Pablo también describe la unión dinámica en Cristo por medio de la fe (2.20), representada de forma visible en el bautismo (3.27), que relaciona a todos los creyentes entre sí como hermanos y hermanas (3.28). Sobre la persona de Cristo, Pablo declara tanto su divinidad (1.1, 3, 16) como su humanidad (3.16; 4.4). La sustancia del evangelio es Jesús (1.7), quien se reveló personalmente a Pablo (1.12).


El Espíritu Santo en acción

Los judaizantes estaban tan equivocados sobre el significado de la santificación como sobre el camino de justificación. Un pasaje clave es 3.2, 3, en el cual Pablo pregunta a los gálatas, quienes admitían que habían comenzado la vida cristiana por el Espíritu, por qué buscaban ahora la madurez espiritual a través de las obras de la Ley. Pablo entonces los invita a dejarse guiar, para crecer en la nueva vida, por el mismo Espíritu a quien deben la regeneración.
En 3.5 Pablo hace la misma pregunta concerniente al Espíritu Santo. El lenguaje que usa alude a una experiencia en el Espíritu, que va más allá de lo que fue su inicial recepción por parte de los Gálatas. El verbo «suministra» sugiere una continua y generosa provisión, mientras «hace milagros» indica que Dios continuaba realizando prodigios allí por medio de creyentes llenos del Espíritu, que no habían caído en la trampa del legalismo. La palabra «milagros» se refería a manifestaciones carismáticas del Espíritu que se evidenciaban por señales como las descritas en 1 Corintios 12–14. La frase «la promesa del Espíritu» en 3.14 fue también usada por Pedro para explicar la experiencia del derramamiento del Espíritu Santo cuando el Pentecostés (Hch 2.33).
Estos versículos enseñan que recibimos el Espíritu por fe y que éste continúa manifestando su poder mientras caminamos en la fe.
En 5.16–25 Pablo describe gráficamente un fiero y constante conflicto entre la carne, nuestra naturaleza original, proclive al pecado, y el Espíritu que en nosotros mora. Sólo el Espíritu Santo, cuando nos sometemos enteramente a su control y andamos en Él, puede ponernos en condiciones de hacer morir la carne (vv. 16, 17), librarnos de la tiranía de la Ley (v. 18), y permitir que los frutos de santidad crezcan en nuestra vidas (vv. 22, 23).
Esta sección (5.16–25) es parte de la exhortación de Pablo sobre el uso apropiado de la libertad. Sin el control y la obra santificadora del Espíritu Santo, la libertad degenera en libertinaje.


Bosquejo del contenido

I. Introducción 1.1-10
A. Saludo 1.1-5
B. Deserción de los gálatas 1.6,7
C. Denuncia de los judaizantes 1.8,9
D. Declaración sobre la honestidad de Pablo 1.10

II. Biográficamente: Pablo defiende su autoridad 1.11-2.21
A. La fuente de su autoridad 1.11-24
B. Reconocimiento de su autoridad 2.1-10
C. Manifestación de su autoridad 2.11-21

III. Doctrinalmente: Pablo defiende su evangelio 3.1-4.31
A. Mediante argumentación 3.1-4.11
1. Experiencia de los gálatas 3.1-5
2. Enseñanza del AT 3.6-14
3. Carácter del pacto con Abraham 3.15-18
4. Propósito de la Ley 3.19-24
5. Situación de quienes están en Cristo 3.25-4.7
6. Insensatez de retornar al legalismo 4.8-11
B. Mediante apelación 4.12-20
1. Basada en su afecto por Pablo 4.12-18
2. Basada en el afecto de Pablo por ellos 4.19,20
C. Mediante alegoría 4.21-31

IV. Prácticamente: Pablo exhorta a los gálatas 5.1-6.10
A. A usar apropiadamente su libertad cristiana 5.1-15
B. A andar en el Espíritu 5.16-26
C. A llevar las cargas de los demás 6.1-10

V. Conclusión 6.11-18
A. Advertencia contra los legalistas 6.11-13
B. La centralidad de la cruz 6.14-16
C. Las marcas de un apóstol 6.17
D. Bendición 6.18


Capítulo 1

1.1 La autoridad apostólica de Pablo no provenía de hombres, ni por hombre. Dios lo comisionó por medio del Señor resucitado.

1.4 Pablo resume la epístola declarando el hecho, el propósito y el fundamento de la redención en Cristo. La Escritura divide la historia en dos edades: El presente siglo malo, dominado por Satanás (2 Co 4.4), y la «edad por venir» (Mt 12.32; Mc 10.30; Ef 1.21), inaugurada por Jesús. Como la presente edad aún no ha finalizado, las dos edades están siguiendo cursos paralelos. Jesús vino a rescatarnos del dominio de la antigua edad y a transferirnos a la que está por venir.

1.6–9 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.





1.6,7 En contraste con su usual costumbre de darle gracias a sus lectores al inicio de una epístola, Pablo pasa directamente al asunto que le preocupa. Las noticias que le llegan de los gálatas no hablan de progreso, sino de retroceso en la fe. Ellos están abandonando el evangelio de Cristo, por otro diferente (del griego, heteron). Sólo hay un evangelio, y el que predican los judaizantes es una perversión del verdadero.

1.8,9 El primer uso del si en griego indica una suposición. Pablo no está predicando nada nuevo. El segundo si describe una situación concreta: Algunos están pervirtiendo el evangelio. El celo de Pablo por el evangelio es tal, que prefiere que el juicio de Dios caiga sobre él si llegara a distorsionarlo. Su disposición al castigo no obedece a un impulso personal contra los maestros rivales. Por el contrario, habla con autoridad apostólica, al darse cuenta que la gloria de la obra redentora de Cristo y el destino de las almas están en juego.

1.10 Pablo rechaza la insinuación de que es un oportunista que busca el favor de la gente enseñándoles lo que quieren oír.

1.11,12 El evangelio de Pablo no lo recibió de tradición o enseñanza alguna, sino de Dios a través de Cristo.

1.13–24 Pablo prueba el origen divino de su evangelio haciendo un recuento de su conducta antes de su conversión (vv. 13, 14), en su conversión (vv. 15, 16) y de sus actividades posteriores (vv. 17–24).

1.13-16 Sólo una intervención divina podía transformar súbitamente a Pablo de un fanático judío a un celoso misionero cristiano.

1.16, 17 Pablo no recibió instrucción humana después de su conversión. Dios le reveló la sustancia del evangelio en Arabia (Hch 9.22–23). Este «retiro» cabe entre los vv. 22 y 23 del libro de Hechos.

1.18 La palabra traducida para ver se refiere a un primer encuentro, y puede traducirse «para conocer a». El propósito de la visita de Pablo a Jerusalén no fue recabar una encomienda oficial como apóstol, o recibir instrucción doctrinal (Hch 9.26–30).

Capítulo 2

2.1–10 La autoridad de Pablo fue reconocida en el Concilio de Jerusalén (véase Hch 15.1–29).


2.1 Tito, quien era griego, fue un caso de prueba. Los líderes de la iglesia de Jerusalén urgieron a Pablo que, para el bien de la paz, se comprometiera a circuncidar a Tito. Pablo se negó, porque acceder hubiese significado mantener las ataduras de la Ley por encima de la libertad del evangelio.

2.2 Aunque algunos comentaristas identifican la revelación con la profecía de Agabo sobre la inminencia de una hambruna, en Hechos 11.28, parece aludir a una forma específica utilizada por Dios para guiar a Pablo. El tiempo presente utilizado en el verbo predicar (predico), significa que Pablo no cambiaba su mensaje en ocasiones diferentes o para satisfacer distintas audiencias. Los que tenían cierta reputación eran los líderes reconocidos de la iglesia de Jerusalén.

2.4 Los falsos hermanos eran judaizantes que insistían en la circuncisión de los gentiles como un requisito de la salvación.

2.6 Cualquier supuesta ventaja de los apóstoles mayores que pudiera ser tomada como una señal de superioridad sobre Pablo no le preocupaba a este, y de ninguna manera afectaba la validez e independencia de su ministerio.

2.7-10 Dios sólo tiene un evangelio, pero él señala diferentes esferas y culturas donde debe ser predicado.

2.11–21 La autoridad apostólica de Pablo se hizo evidente en un desagradable incidente con Pedro. Su propósito al relatarlo era dejar sentada la verdad del evangelio (v. 14).


2.11 Antioquía de Siria, por su tamaño, era la tercera ciudad del Imperio Romano y el centro misionero de la iglesia primitiva (véanse Hch 11.19–26; 13.1–3).

2.12 La actitud de Pedro no se debió a ninguna consideración teológica, sino a la cobardía.

2.13 Los otros judíos eran judíos cristianos, como Bernabé, de la iglesia de Antioquía, que no estaban asociados con los legalistas.


2.14 Pablo imputa a Pedro, quien no se guiaba ya por las regulaciones dietéticas de los judíos (v. 12), una actitud de flagrante inconsistencia al separarse de los gentiles.

2.15 Al referirse a los gentiles como pecadores, Pablo no cuestiona sus cualidades morales, sino habla de su no observancia de la Ley.

2.16 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

2.16 Pablo y Pedro concuerdan en que no hay distinción entre judío y gentil en lo que se refiere a la salvación.

2.17,18 Cristo no promueve el pecado cuando nos libera de las ataduras de un sistema legalista. Por el contrario, el transgresor es el que regresa de Cristo al legalismo. Pablo hace énfasis en la vía de la salvación por la fe a través de una declaración que es a la vez general, personal y universal.

2.19–21 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

2.19 Por la ley Pablo tuvo conciencia del pecado, pero la Ley no le dio poder alguno para vencerlo. De ahí que desistiera de buscar en la Ley un medio para ser aceptado por Dios.

2.20 El creyente, unido por la fe a Cristo en su muerte, ha muerto a la vida anterior y resucitado a la nueva vida. Véanse Romanos 6.1–10; 7.6.

2.21 Si podemos ganarnos la salvación obedeciendo la Ley, entonces la cruz está de más.


Capítulo 3


3.1-5 Pablo comienza la defensa de su evangelio recordándoles a los gálatas que su vida cristiana, que comenzó por la fe en el Cristo crucificado y fue certificada por el don del Espíritu Santo, era completamente ajena a la Ley. Serían insensatos si abandonaran los caminos de Dios para buscar la perfección por sus propios esfuerzos.

3.1 Los judaizantes son como hechiceros malvados que distraen la atención de sus víctimas llevándoles de la cruz a la Ley. Sin embargo, los gálatas no tienen excusa porque Pablo les ha explicado claramente el significado de la cruz.

3.6-9 Los judíos consideraban a Abraham como su padre y la fuente de todas las bendiciones espirituales que recibían. Creían que el mero hecho de ser descendientes de Abraham los justificaba ante Dios. Pablo expone que Abraham agradaba a Dios por la fe y no por las obras de la Ley, ya que ésta no existía en tiempos de Abraham. E insiste en ello agregando que los verdaderos hijos de Abraham, y por lo tanto herederos de sus bendiciones, son aquellos que viven de acuerdo al principio de la fe.


3.10–14 Pablo presenta las alternativas de la fe (v. 11) y la ley (v. 12) como medios de justificación. Sin embargo, en lugar de justificar, la Ley condena (v. 10), porque exige cosas que nadie puede cumplir. Según ella, la obediencia no sólo debe ser completa, sino también continua (v. 12). Por medio de su muerte en la cruz, Cristo hizo por nosotros lo que no podíamos hacer nosotros mismos. Su obra, no la nuestra, removió la maldición que pesaba sobre nosotros a causa de nuestra desobediencia de la Ley (v. 13). Por fe recibimos los beneficios dispensados por su muerte, la justificación inclusive (v. 11) y la promesa del Espíritu (v. 14; véase en la Introducción a Gálatas: «El Espíritu Santo en acción»).


3.15–18 Al defender su evangelio Pablo describe el carácter del pacto con Abraham, demostrando que la promesa se cumple en Cristo, no en la Ley. Nadie invalida un pacto humano (v. 15); cuánto más cierto será esto en el caso de un pacto divino (v. 17). La base del pacto con Abraham era la fe, y la Ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no podía desechar este acuerdo anterior.

3.16 Simiente... simientes: La promesa no era para todos los descendientes de Abraham. Halló su cumplimiento en Cristo y, por lo tanto, en aquellos que están unidos a Él.

3.19-24 Pablo explica el verdadero propósito de la Ley con una cuádruple aserción.


3.19, 20 Primero, la intención de la Ley era revelar el pecado, no asegurar justificación (véanse Ro 4.15; 5.20). Fue una medida temporal, introducida para convencer a la gente de su necesidad de justificación, y de su incapacidad para salvarse a sí mismos, y de esa manera dirigirlos a Cristo. Segundo, la Ley es inferior a la promesa, y fue ordenada por medio de ángeles y de Moisés (véanse Dt 33.2; Sal 68.17; Hch 7.53; Heb 2.2) en contraste con la promesa, que vino directamente de Dios a Abraham.

3.21,22 Tercero, la Ley no es contraria a la promesa; en lugar de ello, son complementarias. La Ley demandaba justicia, pero era incapaz de proveerla. Su función fue preparar el camino del evangelio al hacer a la gente consciente de sus pecados y de su necesidad de un Salvador.

3.23–29 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

3.23, 24 Cuarto, la Ley nos dirige a Cristo. Nos encerró (v. 22) y disciplinó (v. 23, 24), hasta que la fe en Cristo nos condujo a la libertad de hijos crecidos que han recibido la herencia que les corresponde.

3.25–4.7 Pablo muestra la nueva situación de aquellos que están en Cristo, comparando lo que somos después de venida la fe (v. 25) con lo que éramos antes que viniese la fe (v. 23). Bajo la Ley estábamos en un estado de sujeción e inmadurez, pero bajo el evangelio nuestra condición es de hijos (v. 26) y herederos (v. 29).


3.28 En Cristo las distinciones de raza, rango o sexo no impiden establecer vínculos fraternales, ni garantizan privilegios especiales.

3.29 El bautismo no asegura por sí mismo nuestra unión con Cristo sino que expresa de forma visible la unión interior que la fe trae consigo.

Capítulo 4

4.1,2 Bajo la Ley éramos como un heredero durante su minoría de edad, sujetos a tutores hasta alcanzar la edad requerida.

4.3 Rudimentos traduce una palabra griega que originalmente se refería a un triángulo situado sobre un reloj de sol, para determinar la hora por medio de la sombra que éste proyectaba. De ahí comenzó a aplicarse a ir ordenadamente, a avanzar poco a poco, a comenzar por las cosas elementales, a aprender las letras del alfabeto. En el NT se usa para aludir a las verdades elementales del AT (Heb 5.12), los rudimentos de las religiones judía y gentil (aquí y en Col 2.8, 20), y a los elementos materiales del universo (2 P 3.10, 12).

Pablo utiliza la misma palabra en el v. 9 («los débiles y pobres rudimentos»), que junto al uso que hace de ella en Colosenses 2, le confiere un significado más amplio a «rudimentos». El apóstol enseña que espíritus de los credos animistas o demoníacos (v. 8), se mezclan fácilmente con los rituales y filosofías de las religiones y costumbres humanas. De ahí que los rudimentos del mundo puedan identificarse con los espíritus del mal que usan los rituales de la Ley (v. 10) para esclavizar y condenar.

4.4-7 En contraste con las ataduras de la Ley, la vida en Cristo trae la libertad a los hijos e hijas de Dios.

4.4 El cumplimiento del tiempo alude al momento señalado por Dios para la venida de Cristo, cuando las condiciones mundiales favorecían su aparición. Pablo hace énfasis en la deidad de Jesús (su Hijo), en su humanidad (nacido de mujer), y en su sujeción a la ley.

4.5 El propósito de Dios al enviar a Cristo era rescatarnos de la esclavitud (redimir) y convertir a los esclavos en hijos (adopción).

4.6 Dios nos hace hijos suyos a través de Cristo y nos lo confirma a través del Espíritu. Abba es el diminutivo arameo de cariño para Padre, utilizado por el mismo Jesús al dirigirse a Dios (véase Ro 8.15, 16).

4.8-11 Pablo declara que regresar al legalismo no sería mejor que volver a la adoración pagana.

4.12–20 Pablo apela a los gálatas sobre la base de su afecto por él (vv. 12–18) y del amor de él por ellos (vv. 19, 20).

4.12 Pablo no reclama superioridad como judío, sino que se identifica totalmente con los gentiles (véase 1 Co 9.20–22). Ahora el apóstol quiere que los gálatas se identifiquen con su libertad cristiana.

4.13–15 La casual estancia de Pablo en Galacia durante su primer viaje misionero fue el resultado de una enfermedad. Su aspecto era tan repulsivo que los gálatas pudieron haber rechazado su mensaje a causa de la debilidad que exhibía y la falta de atractivo de su presencia física. En lugar de ello, le rindieron homenaje (véase Hch 14.8–18). Desechasteis (del griego, ekptuo) significa literalmente «escupir», lo que algunos comentaristas toman como una referencia a la costumbre de escupir en dirección a un epiléptico, a fin de evadir la influencia del espíritu maligno que supuestamente le poseía. Sobre esta base sugieren que la enfermedad que Pablo padecía era la epilepsia. Pero de hecho la palabra acarrea un sentido metafórico, irónico. Otros especulan que Pablo sufría cierta forma de dificultad visual (véanse v. 15; 6.11), pero las evidencias no son concluyentes.

4.17,18 Pablo denuncia la insinceridad de los judaizantes.

4.19, 20 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.


4.19 Pablo compara su ansiedad por los gálatas con el trabajo de parto de una madre.

4.21–31 Pablo defiende el evangelio que predica con una alegoría basada en la historia de Isaac e Ismael. Algunos críticos lo acusan de espiritualizar la historia bíblica, pero en lugar de establecer una doctrina está ilustrando algo que ya ha demostrado. La premisa de Pablo es que la verdadera descendencia de Abraham es espiritual, no física. Véanse 3.14; Mateo 3.9; Juan 8.31–44; Romanos 4.16. El real heredero de Abraham era el hijo de la mujer libre, no el de la esclava (vv. 23–27). Isaac representa a aquellos que confían en Cristo, e Ismael a quienes están bajo la Ley. Por lo tanto, los cristianos son los verdaderos hijos de Dios (vv. 28, 31).

4.29 La referencia histórica es a Génesis 21.9. Los verdaderos creyentes deben esperar persecuciones.

Capítulo 5

5.1–15 Pablo comienza su presentación de las cuestiones prácticas del evangelio exhortando a los gálatas a usar su libertad cristiana apropiadamente. Deben mantenerse firmes en ella (vv. 1–12) y guardarse de la violencia (vv. 13–15).

5.1–3 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

5.2-4 Los gálatas deben hacer una selección crucial entre la Ley y la gracia. Aquellos que opten por la justificación según la Ley, de la gracia han caído, porque es imposible escoger ambas cosas a la vez. En otras palabras, el poder efectivo de la gracia de Dios, se hace inoperante en la vida de cualquiera que confíe en sus propios esfuerzos para recibir la salvación.

5.4–6 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Gálatas.

5.5, 6 Los verdaderos creyentes aguardan, por el Espíritu, el ser aceptados por Dios gracias a la fe, no a la Ley. La referencia alude al final de los tiempos, cuando Dios pronuncie su absolución final sobre los cristianos, y estos experimenten las bendiciones de la eternidad (véase Ro 8.23).

5.7–12 Pablo condena severamente a los falsos maestros que estaban estorbando (v. 7), persuadiendo (v. 8) y perturbando (vv. 10, 12) a los gálatas.

5.11 Los judaizantes no sólo pervertían el evangelio, sino que también acusaban a Pablo de ser inconsistente en su doctrina, por su predicación de la circuncisión para los judíos al tiempo que la repudiaba entre los gentiles.

5.12 Pablo muestra su rechazo por los judaizantes sugiriendo en tono de burla que, si preciaban tan alto la circuncisión, debían emascularse.

5.13-15 La libertad cristiana no consiste en eliminar todas las trabas morales, sino en la libertad de servirse los unos a los otros. El evangelio cambia la opresiva sumisión al legalismo por la más alta sumisión al amor.



5.16 La libertad puede degenerar en libertinaje, pero el Espíritu Santo nos capacita para vencer los deseos de la carne, cuando nos sometemos permanentemente a su poder y dominio.

5.17 El Espíritu y la carne están diametralmente opuestos el uno al otro, como se evidencia por sus «obras» y «frutos» (vv. 19–22).
El resultado es un fiero e incesante conflicto dentro de los cristianos, en el que no pueden vencer confiados a sus propias fuerzas (véase Ro 7.15–23).

5.18 La persona que es guiada por el Espíritu hará lo que está bien libremente, y no por la compulsión de la ley. Por lo tanto, no está sometida a las ataduras y condenación de la Ley.

5.19–21 Las obras de la carne pueden categorizarse como pecados sexuales (v. 19), pecados relacionados con las religiones paganas (los primeros dos del v. 20), pecados del temperamento o carácter (los nueve siguientes) y pecados de ebriedad (los últimos dos).

5.22,23 Estas virtudes son caracterizadas como fruto, en contraste con las «obras». Sólo el Espíritu Santo puede producirlas, y no los propios esfuerzos. Otro contraste es que, aun cuando las obras de la carne aparecen en plural, el fruto del Espíritu es uno solo e indivisible. Cuando el Espíritu controla completamente la vida del creyente, produce este resultado. Las primeras tres conciernen a nuestra actitud hacia Dios, la segunda triada tiene que ver con nuestras relaciones sociales, y el tercer grupo describe los principios que guían la conducta cristiana.



5.24 Pablo habla del arrepentimiento en forma metafórica como una crucifixión de la vieja vida de pecado, el dejarla atrás de manera completa y definitiva. El tiempo verbal indica un acto definitivo que realizamos en nuestra conversión.

5.25 La palabra griega utilizada aquí para andar (andemos) significa literalmente «andar junto a». No es lo mismo que el «andar» que aparece en el v. 16, cuya forma griega se usa regularmente para designar la acción física de caminar. Andar en el Espíritu es andar siguiendo la ruta que Él ha abierto.

Capítulo 6


6.1 La palabra griega restauradle (katarizo), se utilizaba en el lenguaje corriente para designar la acción de componer huesos rotos, y en Mateo 4.21 para «arreglar» redes. Considerándote a ti mismo: Véase 1 Corintios 10.12.

6.2 La ley de Cristo es amarse los unos a los otros como Él nos amó. Véanse 5.14; Juan 13.34; 15.12.


6.3-5 El engreimiento conduce a la arrogancia sobre los logros propios, frente a los logros de otra persona. Esas comparaciones están fuera de lugar, porque cada uno será responsable de sus acciones el Día del Juicio. Nadie puede vanagloriarse cuando se mide a sí mismo y su obra por las normas y requerimientos de Dios.

6.6–10 Pablo aplica los mismos principios de la siembra y la cosecha al sostenimiento de los maestros cristianos (v. 6), al comportamiento moral (v. 8) y al servicio cristiano (vv. 9, 10).


6.11 Pablo usa grandes letras para enfatizar la importancia de lo que va a decir.

6.12,13 Los motivos de los judaizantes eran insinceros y egoístas.


6.16 Pablo no menciona dos grupos de cristianos. La conjunción y es enfática y se puede traducir como «incluso». Todos los verdaderos creyentes son el Israel de Dios (véase 3.29).

6.17 Las marcas de Pablo eran las heridas que le habían infligido sus perseguidores (véanse Hch 14.19; 2 Co 11.23–25).



Hayford, Jack W., General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994.
 
La verdadera ley de Dios...

La verdadera ley de Dios...

El décimo mandamiento judío nos dice que no deseemos nada de nuestro prójimo, sin embargo, nuestro prójimo sí puede desear todo lo que tiene su prójimo y hasta su vida, pues lo quiere tener como esclavo: "No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás su mujer, ni su esclavo o esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada de lo que le pertenezca". (Éxodo 20:17).

Pero Jesucristo, cuando le da los mandamientos al joven rico, no recuerda el décimo mandamiento, pero sí le manda que reparta todos sus bienes entre los pobres:

"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones". (MATEO 19:16-22)

Ya vemos la diferencia entre los mandamientos judíos y entre los mandamientos verdaderos de Dios, pues Jesucristo es Dios y el Evangelio es la Palabra y la Ley de Dios. El Antiguo Testamento no es más que un campo donde hay un poco de trigo entre mucha cizaña. Por eso Jesucristo nos explica que Dios siempre está plantando su semilla, pero que el maligno siempre está plantando la cizaña alrededor del trigo para escandalizar a los hijos de Dios. Por eso, todas las cosas que produzcan escándalo, al final serán arrojadas al horno de fuego, pues la cizaña no solamente son los hijos del maligno, sino también todos los escándalos. Y escándalo grande es que los escribas cambien la Ley de Dios en falsedad:

"Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.» El respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga". (Mateo 13,36-43).

Muchos judaizantes dicen que todo lo escrito en el Antiguo Testamento es Palabra de Dios, pero el profeta Jeremías no está de acuerdo con ellos, pues así les dijo a los judíos: "¿Cómo podéis decir: Sabios somos, tenemos con nosotros la Ley de Yavé? Ciertamente la convirtieron en mentira las mentirosas plumas de los escribas". (Jeremías 8,8).

Y también Jesucristo les dijo a los judíos: "Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9)
 
Sin embargo, Jesús no abrogaba la Ley al negar que podría dar vida (Mt 5.17). Él mismo la observó (Lc 2.22ss, 27, 39) y reconoció la validez de su juicio; por eso llamó a los pecadores al arrepentimiento (Mc 1.15). Incluso cuando censuró el legalismo (Mt 23.23), Jesús insistió en que la Ley de Dios era la única norma para la vida (Lc 10.26–28); levantó la carga externa de «las obras de la Ley» e impuso su propio yugo de obediencia por amor sobre sus discípulos. Exigió de ellos Justicia mayor que la de los fariseos (Mt 11.29).

Siguiendo la actitud de Cristo, la comunidad primitiva de la iglesia observó la Ley y vivió sustancialmente de acuerdo con ella. Eran los judaizantes los que fomentaban el legalismo: sostenían que los gentiles debían circuncidarse y observar la Ley para alcanzar la salvación e incorporarse a la comunidad de los cristianos (Hch 15; Gl 2). El conflicto sobre la Ley surgió cuando la comunidad aceptó incluir a los gentiles prosélitos y al mundo gentil. En Hch 15.29 y 21.25 se especifican los requisitos mínimos que la iglesia impuso a los gentiles cristianos para que pudiesen participar en el culto y compañerismo hebreo sin ofensa.
 
Muchos judaizantes dicen que todo lo escrito en el Antiguo Testamento es Palabra de Dios, pero el profeta Jeremías no está de acuerdo con ellos, pues así les dijo a los judíos: "¿Cómo podéis decir: Sabios somos, tenemos con nosotros la Ley de Yavé? Ciertamente la convirtieron en mentira las mentirosas plumas de los escribas". (Jeremías 8,8).

Ese no es un argumento muy feliz.

Los escribas son los intérpretes de la Ley, que surgieron después de que la Ley estuviera escrita.

Y una cosa es que la Biblia no sea la Palabra de Dios y otra cosa es que lo que está escrito sea mentira.

Entre ambas cosas tercia un abismo insalvable... ¿entiende usted lo que le digo?

Salud!!
 

Hola Son, este forista le niega validez al Antiguo Testamento y a las cartas de Pablo, seguro que más adelante te dirá que lo que valen son las cartas de Moisés David, ‘Mo’ para los amigos.

Por ahí hay otro hablando en otro epígrafe de los besos y la masturbación para lograr el éxito o que te excitan, no me queda claro qué quiere decir el otro forista, de lo que sí estoy seguro es que nos hará del sexo un sacramento.

Creo que se han venido para acá los antiguos “Niños de Dios” ahora “La Familia”.

Ambos hablarán que las iglesias son del sistema, suena bien, pero no les hagas caso, aunque alguna iglesia fuera de eso que ellos llaman sistema, siempre es peor una secta que también es del sistema.

Cuídate.

Bart
 
Maripaz, dices:........ "Sin embargo, Jesús no abrogaba la Ley al negar que podría dar vida (Mt 5.17)". El siguiente versículo, además de algún otro que podemos encontrar en las escrituras, demuestran que Jesucristo abolió la ley judía.... Col 2,14. "Canceló la nota de cargo que había contra nosotros, la de las prescripciones con sus cláusulas desfavorables, y la suprimió clavándola en la cruz.

Tu misma vienes a dar la razón a Juan cuando escribes......." levantó la carga externa de «las obras de la Ley» e impuso su propio yugo de obediencia por amor sobre sus discípulos. Exigió de ellos Justicia mayor que la de los fariseos "(Mt 11.29).

La justicia mayor que la de los fariseos, es la justicia del Evangelio que no se sujeta a leyes de hombres y que se rige por la caridad. Las leyes del Antiguo testamento, de matar y de hacer pagar ojo por ojo y diente por diente, además de muchas otras, van en contra de la enseñanza de Jesucristo de que no devolvamos mal por mal y que pongamos la otra mejilla. Estas falsas leyes, que están por doquier en el A. T., son las que abolió el Señor. Por supuesto que Él no había venido a abolir la verdadera ley que Dios le había dado a Moisés en el Sinaí. El vino a abolir las falsas leyes, que los hombres en su codicia, habían añadido prevaricando a las verdaderas, para llevar a los ignorantes a su camino de perdición y abusar de su confianza.

Tu dices........"Siguiendo la actitud de Cristo, la comunidad primitiva de la iglesia observó la Ley y vivió sustancialmente de acuerdo con ella".

Efectivamente lo hizo. Observó el Evangelio y teniendo caridad con las viudas y los huérfanos, así como con todos los perseguidos y necesitados, compartieron los bienes, como puedes ver en Hechos de los apóstoles.

No pudieron haber observado la ley Judía, pues de haberlo hecho, no se habrían visto perseguidos, encarcelados y asesinados por los mismos que antes habían asesinado al Señor, acusándole de violar la Ley.

Creo que para alguien que piense un poco, ha de estar bien claro que si Jesucristo hubiera venido a observar la ley Judía, y a traernos de nuevo la misma basura que los hombres en su ceguera y su codicia habian estado metiendo en las escrituras, insistiendo en hacerla pasar como ley de Dios, no le habrían matado los celosos observantes de esas leyes de muerte y de desigualdad.
 
Licia


Jesús no abolió la Ley, sino que criticó duramente LAS INTERPRETACIONES a esa Ley que habían hecho los hombres y denunció de forma pública la interpretación que hacían los religiosos de Su época; si conoce un poco del entorno judío, sabrá que para un judío ortodoxo, está al mismo nivel, la Torah que el Talmud (Mishná, Gemará y Baraitot); y Jesús vino a poner en su sitio a los fariseos , escribas e intérpretas de la Ley.



Jesús afirmó:




Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.(Lucas 16:17)

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. (Mateo 5:17-20)




De todas formas es muy fácil : usted pruebe lo que afirma, diganos usted, cuáles son las leyes que Cristo abolió, y nos da usted las cítas bíblicas correspondientes.
 
Jesucristo no cumplio con leyes de hombres...

Jesucristo no cumplio con leyes de hombres...

JESUCRISTO CUMPLIO CON LA VERDADERA LEY DE DIOS

Según algunas traducciones de la Biblia, Jesucristo nos dijo así: "No penséis que vine a destruir la Ley o los Profetas; no vine a destruir, sino a completar" (Mateo 5,17).

Según las biblias que escriben así este versículo, podemos entender que Jesucristo viene a enseñarnos la verdadera Ley de Dios, y además a entregarnos algún mandamiento nuevo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". (Juan 13:34-35).

Otras biblias nos dicen: "No penséis que he venido a derogar la Ley y los Profetas; no he venido a derogarla, sino a perfeccionarla".

Aquí podemos entender que Dios había dado su Ley a Moisés, pero que los escribas a través de los tiempos no habían guardado perfectamente la Palabra de Dios y habían escrito mandamientos imperfectos.

La palabra en griego "plerosai", que se escribe en este versículo (Mateo 5,17), y que algunos traducen por "completar" o "perfeccionar", también significa "restaurar plenamente", y esto nos recuerda la escritura cuando nos dice:
"Después de esto volveré
Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído;
Y repararé sus ruinas,
Y lo volveré a levantar" (Hechos 15:16).

De esta forma, podemos entender que la Ley que Dios había dado a Moisés estaba en ruinas porque los escribas habían cambiado en falsedad la Ley de Dios. Pues Jeremías les dijo a los judíos, refiriéndose a la Ley: "Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).

Otras biblias, sin embargo, nos dicen: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir". (MATEO 5:17)

Y ésta es la forma que más prefieren la mayoría de las religiones, y especialmente los "cristianos judaizantes", pues estos interpretan que Jesucristo en ese versículo está diciendo que Él vino a cumplir con todos los preceptos del Antiguo Testamento. Pero el caso es que lo que ellos interpretan no está escrito en ese versículo, pues lo que en ese versículo se está diciendo únicamente es que el Señor no vino a abolir la Ley y los Profetas, sino a cumplir. Pero ¿qué Ley vino a cumplir el Señor?...

Aquí podemos entender que si Jesucristo vino a cumplir con la Ley, es que Él vino a cumplir con la verdadera Ley de Dios, que Él mismo nos enseña en su Evangelio. El Señor nos dice así: "Haced con los hombres todo lo que queráis que ellos hagan con vosotros; porque ésta es la Ley y los Profetas" (Mateo 7,12)... Y esta es La Ley con la que cumplió el Señor. Eso de que Jesucristo vino a cumplir con todos los mandamientos del Antiguo Testamento no está documentado en el Evangelio, sólo son interpretaciones judaizantes.
 
Las leyes que Jesucristo abolió...

Las leyes que Jesucristo abolió...

NI UNA JOTA NI UNA TILDE PASARÁ DE LA VERDADERA LEY DE DIOS.

Después del versículo de Mateo 5,17, Jesucristo dice: " Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido" (MATEO 5:18).

Y la Ley que Él dice que no pasará "HASTA QUE TODO SE CUMPLA" es la verdadera Ley que Dios dio a Moisés... Entonces todos los mandamientos crueles del antiguo testamento que Jesucristo cambia es porque no eran mandamientos de Dios..., porque la Ley de Dios no pasará hasta que todo se cumpla.

Ahora veremos algunos mandamientos escritos en el Antiguo Testamento que Jesucristo cambia, y por este motivo quedan abolidos:

"Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego". (Mateo 5,21-22).

"Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón". (Mateo 5,27-28).

"También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio". (Mateo 5,31-32).

"Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede". (Mateo 3,33-37)

LA LEY DEL TALIÓN: "Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses". (Mateo 3,38-42)

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen" (Mateo 5,43-44)

Después de estos versículos, podemos observar que Jesucristo sigue enseñando a los judíos una nueva forma de entender la Ley en cuanto a: LA ORACIÓN (Mateo 6,5-15)... LOS JUICIOS (Mateo 7,1)... LA VERDADERA LEY (Mateo 7,12)... LOS FALSOS RELIGIOSOS (Mateo 7,21)... LOS AYUNOS (Mateo 9,14-15)...

Estad firmes en la libertad (GALATAS)

5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
5:2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.
5:3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.
5:4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
5:5 Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia;
5:6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.
5:7 Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?
5:8 Esta persuasión no procede de aquel que os llama.
5:9 Un poco de levadura leuda toda la masa.

EL ANTIGUO PAZTO ABOLIDO...

Pues bien, si la perfección estuviera en poder del sacerdocio levítico - pues sobre él descansa la Ley dada al pueblo -, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, y no «a semejanza de Aarón»? 12. Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambia la Ley. (HEBREOS 7. 11)

Y también Pablo así nos dice: "Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia". (Hebreos 7:18)

Y hablándonos de Jesucristo, Pablo nos dice: "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo". (HEBREOS 8:6-7).

Muchos religiosos dicen que todo lo escrito en el Antiguo Testamento es palabra de Dios, pero que el Evangelio venia a perfeccionarlo. Pero esto no es así ni tiene sentido. El pacto verdadero que guarda la palabra de Dios es eterno y nunca será abolido: "Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,9)

El viejo Pacto que tenían los judíos se había hecho viejo porque era defectuoso como nos dice Pablo en sus cartas (HEBREOS 8:6-7). pues los escribas habían escrito muchos preceptos en él que no eran palabra de Dios. Y esto es lo que realmente coincide con la enseñanza del Evangelio:

Jesucristo les dijo a los judíos: «Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres». (MATEO 15:7-9)

El profeta Isaías dijo: «Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas, para apartar del tribunal a los pobres....» (Isaías 10,1-2).

Y también Jeremías nos dice: «¿Cómo podéis decir sabios somos, tenemos con nosotros la Ley de Yahvé? Ciertamente la ha cambiado en falsedad la pluma mentirosa de los escribas.» (Jeremías 8,8).
 
señor juan30


almenos yo, ya me sé de memoria el escrito que usted corta y pegfa donde le parece.

usted JAMAS RESPONDE, simplemente pega una y otra vez su escrito....¿sabe lo que pienso? USTED ES UN FARSANTE....y no tiene arguemntos bíblicos , ni mucho menos propios, ya que solo copia el mismo escrito una y otra vez.


Por cierto, :



La palabra en griego "plerosai", que se escribe en este versículo (Mateo 5,17), y que algunos traducen por "completar" o "perfeccionar", también significa "restaurar plenamente",



Esa afirmación ES TOTALMENTE FALSA, el verbo "pleroo", tiene estas acepciones,según mi diccionaro Griego-español Vox:

llenar, cubrir (una necesidad); equipar (un navio); satisfacer (la cólera); saciar; completar; realizar; llegar; acabarse; cumplirse


así que ESA TRADUCCIÓN ES FALSA; mire mejor sus fuentes de información, y si no sabe griego, busque alguien que se lo explique.



3. pleroo (plhroo, 4137), llenar; en la voz pasiva, ser llenado. Se traduce «completad», del gozo del apóstol, en Flp 2.2 (rv: «cumplid»; «completos», Col 2.10; 4.12; rv: «cumplidos»). Véanse ANUNCIAR, CUMPLIR, LLENAR.

Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.
 
Pues bien, si la perfección estuviera en poder del sacerdocio levítico - pues sobre él descansa la Ley dada al pueblo -, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, y no «a semejanza de Aarón»? 12. Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambia la Ley. (HEBREOS 7. 11)

Y también Pablo así nos dice: "Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia". (Hebreos 7:18)

Y hablándonos de Jesucristo, Pablo nos dice: "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo". (HEBREOS 8:6-7).


Estos versículos, sacados de contexto, pueden decir lo que cualquier sectario quiera:

1- El Pacto Eterno de Dios NO ES NUEVO, SINO QUE ES UNA RENOVACION DEL ANTIGUO PACTO. Basta mirar la palabra que se usa para "nuevo", es decir, se usa "kainos", en lugar de "neos"


NUEVO

A. Adjetivos

1. kainos (kainov", 2537), denota nuevo, de aquello que es no acostumbrado, desusado; no nuevo en tiempo, sino nuevo en forma o cualidad, de diferente naturaleza de aquello con lo que se contrasta como viejo. ««Las nuevas lenguas», kainos, de Mc 16.17 son las «otras lenguas», jeteros, de Hch 2.4. Estos lenguajes, sin embargo, eran «nuevos» y «diferentes» no en el sentido de que nunca hubieran sido oídos con anterioridad, ni a que fueran nuevos para los oyentes, porque es evidente, en base del v. 8, que no es así; eran nuevas lenguas para los que hablaban, diferentes de aquellas en las que estaban acostumbrados a hablar.
»Las cosas nuevas que el evangelio introduce para la presente obediencia y realización son: un nuevo pacto (Mt 26.28, tr); un nuevo mandamiento (Jn 13.34); un nuevo acto creativo (Gl 6.15); una nueva criatura (2 Co 5.17); un nuevo hombre, esto es, un nuevo carácter de humanidad, espiritual y moral, en conformidad a la pauta de Cristo (Ef 4.24); un nuevo hombre, esto es, «la iglesia que es su Cuerpo (el de Cristo)» (Ef 2.15).
»Las cosas nuevas que se han de recibir y disfrutar en el más allá son: un nombre nuevo, del creyente (Ap 2.17); un nuevo nombre, del Señor (Ap 3.12); un cántico nuevo (Ap 5.9); un cielo nuevo y una tierra nueva (Ap 21.1); la nueva Jerusalén (Ap 3.12; 21.2); «Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas» (Ap 21.5)» (de Notes on Galatians, por Hogg y Vine, pp. 337-338).

2. neos (nevo", 3501), significa nuevo con respecto al tiempo, lo que es reciente. Se usa de los jóvenes, y así se traduce, especialmente en el grado comparativo neoteros, «más joven», «menor»; así, lo que es neos puede ser una reproducción de lo viejo en cualidad o carácter. Neos y kainos se usan en ocasiones de lo mismo, pero existe una diferencia, como ya se ha indicado. Así, el «nuevo hombre» en Ef 2.15 (kainos) es nuevo en cuanto a que difiere de carácter; lo mismo en 4.24 (véase Nº 1); pero el «nuevo hombre» en Col 3.10 (neos) destaca el hecho de la nueva experiencia del creyente, empezada recientemente, y aún en proceso. «El hombre viejo en él … data de tan lejos como Adán; ha nacido un hombre nuevo, que por ello recibe esta apropiada apelación» (esto es, neos), Trench, Synonyms,¶lx. El nuevo pacto en Heb 12.24 es nuevo (neos) en comparación con el pacto mosaico, casi mil quinientos años anterior; es nuevo (kainos) en comparación con el pacto mosaico, que es viejo en carácter, ineficaz (8.8, 13; 9.15).
El vino nuevo de Mt 9.17; Mc 2.2; Lc 5.37-39, es neos, como de reciente producción; el vino nuevo del reino (Mt 26.29; Mc 14.25), es kainos, por cuanto será de diferente carácter que el de este mundo. Néos se utiliza metafóricamente en 1 Co 5.7: «nueva masa». Para el comparativo neoteros, véanse JOVEN, MENOR.

3. prosfatos (provsfato", 4372), que originalmente significaba recién muerto, recibió el sentido general de nuevo, aplicado a flores, aceite, desgracia, etc. Se utiliza en Heb 10.20, del «camino … vivo» que Cristo «nos abrió a través del velo, esto es, de su carne» (lo cual significa su muerte expiatoria mediante la ofrenda de su cuerpo, v. 10).¶ En la lxx, Nm 6.3; Dt 32.17; Sal 81.9; Ec 1.9.¶ Cf. el adverbio prosfatos, «recién» (Hch 18.2).¶
4. agnafos (a[gnafo", 46), sin cardar (a, privativo; knapto, cardar lana). Se traduce «nuevo» en Mt 9.16 y Mc 2.21 (rvr); rv traduce más acertadamente como «recio», al igual que vm y Besson; nvi traduce «burdo». Estas traducciones, «recio» o «burdo», dan el verdadero sentido del vocablo original.¶
Notas: (1) El verbo anastauroo se usa en Heb 6.6, «crucificando de nuevo»; véase CRUCIFICAR, A, Nº 2; (2) neomenia o noumenia, se utiliza en Col 2.16: «luna nueva»; véase LUNA, Nº 2; (3) palin, adverbio que significa «otra vez», «de nuevo», se traduce de esta última forma en varios pasajes, como p.ej., Mt 21.36; 26.44, etc.; véase , Nº 2, y también ASIMISMO, OTRA VEZ; (4) xenos es un adjetivo que significa ajeno, extranjero, y, utilizado de dioses ajenos, se traduce «nuevos dioses» en Hch 17.18 (rv, rvr; rvr77, vha: «divinidades extrañas»; vm: «dioses extranjeros»); véanse EXTRANJERO, FORASTERO, AJENO, DESCONOCIDO, EXTRAÑO.

Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.



La característica del "nuevo pacto" o "pacto renovado" es que ya no es mediante la sangre de los corderos, sino con la sangre de Jesucristo. A eso es lo que hace alusión una y otra vez el autor de Hebreos, y por eso dice que Jesus es Mediador de un mejor pacto, elque fue sellado con Su Sangre



Alguien honesto, y que no solo haga propaganda con el mismo panfleto una y otra vez, leería de forma honesta el capítulo 7 y 8 de Hebreos, y vería la realidad
 
PLENA RESTAURACION....

PLENA RESTAURACION....

Maripaz, tú eres de esas personas que cuando no tienen respuesta en cualquier discusión se inflama de ira y arremete contra los demás insultándoles y levantando falso testimonio contra ellos.

Tú me pedías pruebas de que el Antiguo Testamento había sido abolido por Jesucristo, y yo te las he dado sobradamente. Y me ajusto a los textos escritos, y esos textos están ahí y todo el mundo los puede comprobar. El que tú, por odio y por querer salirte con la tuya, quieras decir que esos textos no dicen lo que dicen, sino que dicen lo que tú quieras que digan, eso ya es tu problema. Pues el que lee entiende y sabe que lo que está escrito está diciendo lo está escrito, filosofías aparte.Pues bien, si la perfección estuviera en poder del sacerdocio levítico - pues sobre él descansa la Ley dada al pueblo -, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, y no «a semejanza de Aarón»? 12. Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambia la Ley. (HEBREOS 7. 11)

Y también Pablo así nos dice: "Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia". (Hebreos 7:18)

Y hablándonos de Jesucristo, Pablo nos dice: "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo". (HEBREOS 8:6-7).

Muchos religiosos dicen que todo lo escrito en el Antiguo Testamento es palabra de Dios, pero que el Evangelio venia a perfeccionarlo. Pero esto no es así ni tiene sentido. El pacto verdadero que guarda la palabra de Dios es eterno y nunca será abolido: "Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,9)
El viejo Pacto que tenían los judíos se había hecho viejo porque era defectuoso como nos dice Pablo en sus cartas, pues los escribas habían escrito muchos preceptos en él que no eran palabra de Dios. Y esto es lo que realmente coincide con la enseñanza del Evangelio:

Jesucristo les dijo a los judíos: «Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres». (MATEO 15:7-9)

El profeta Isaías dijo: «Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas, para apartar del tribunal a los pobres....» (Isaías 10,1-2).

Y también Jeremías nos dice: «¿Cómo podéis decir sabios somos, tenemos con nosotros la Ley de Yahvé? Ciertamente la ha cambiado en falsedad la pluma mendaz de los escribas.» (Jeremías 8,8).

¿CON QUÉ LEY CUMPLIÓ EL SEÑOR?.

Vosotros los judaizantes os empeñáis en decir que Jesucristo cumplió con todos los mandamientos del Antiguo Testamento, y si leemos los capítulos de Mateo 5, 6 y 7, descubrimos perfectamente que no cumplió con muchos de ellos, sino que los abolió.

LA PALABRA PLEROSAI.

Tú también te aferras a que la palabra "plerosai" solamente significa "cumplir", sin embargo, el griego interlineal traduce esa palabra por "completar". La biblia paulina que traduce de los textos originales, la palabra "plerosai" la traduce por "pefeccionar". Y la palabra "pleroma", que tiene la misma raíz que "plerosai", es traducida en Romanos 11,12 por "plena restauración".

Tú, acostumbrada a la monserga religiosa de las religiones judaizantes, quieres hacer juegos malabares con las palabras de la escritura..., pero lo que está escrito, escrito está..., y todo lo que no corresponde con la Misericordia es que no está bien interpretado según el significado de la enseñanza de Jesucristo.

Tú lo que te tienes que preguntar es que si Jesucristo viene a cumplir con todos los mandamientos del Antiguo Testamento, como vosotros los judaizantes decís, entonces ¿cómo es que Jesucristo les dijo a los judíos: "Oísteis que fue dicho.... pero yo os digo"?, y así varias veces refiriéndose a varias leyes (Mateo 5,17).

Y si Jesucristo cumplió la antigua ley, ¿por qué no lapidó Él mismo a la mujer adúltera?... Y si Él cumplió con la antigua ley, ¿por qué le condenaron los judíos para que le crucificaran..., y por qué decían los judíos que los discípulos de Jesús faltaban a la ley?...

También tienes que hacerte la siguiente pregunta: ¿por qué en el Concilio de Jerusalén (Hechos 15) los judaizantes decían a los cristianos que tenían que cumplir con las leyes del Antiguo Testamento, y los Apóstoles contestaron que los cristianos estaban libres de cumplir con aquellas leyes?.

Tú y los judaizantes como tú, estáis en vuestro derecho de adorar las leyes del Antiguo Testamento, pero por favor, no os llaméis cristianos, sino judíos. Porque con vuestros testamentos (interpretaciones abrumadoras y cargas pesadísimas) sólo lográis engañar a los ignorantes y a los inocentes, pero nada podéis contra Jesucristo ni contra sus pequeños llenos de revelación.
 
Re: PLENA RESTAURACION....

Re: PLENA RESTAURACION....

Originalmente enviado por: juan30
Maripaz, tú eres de esas personas que cuando no tienen respuesta en cualquier discusión se inflama de ira y arremete contra los demás insultándoles y levantando falso testimonio contra ellos.


Maripaz contesta: De momento, nadie le ha autorizado a USTED a tutearme, así que por favor , llámeme de usted. Le he llamado farsante porque lo es, usted viene aquí, y solo copia y pega un mismo texto; usted NO RESPONDE A LAS OBJECIONES, simplemente copia y pega el mismo texto


Tú me pedías pruebas de que el Antiguo Testamento había sido abolido por Jesucristo, y yo te las he dado sobradamente. Y me ajusto a los textos escritos, y esos textos están ahí y todo el mundo los puede comprobar.



Maripaz contesta: Como ha quedado demostrado, el contexto de los versículos de Hebreos habla de Jesucristo y del pacto en SU SANGRE, y ese es el cambio en el Pacto Eterno, LA SEÑAL DEL PACTO y el descubrimiento de que EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY NO NOS LLEVA A DIOS



El que tú, por odio y por querer salirte con la tuya, quieras decir que esos textos no dicen lo que dicen, sino que dicen lo que tú quieras que digan, eso ya es tu problema.



Maripaz contesta: Usted se equivoca conmigo, ya que yo no le odio,sino que AMO LA VERDAD, Y AMO LA PALABRA DE DIOS, y nadie, va a venir aquí a TORCERLA


Pues el que lee entiende y sabe que lo que está escrito está diciendo lo está escrito, filosofías aparte.Pues bien, si la perfección estuviera en poder del sacerdocio levítico - pues sobre él descansa la Ley dada al pueblo -, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, y no «a semejanza de Aarón»? 12. Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambia la Ley. (HEBREOS 7. 11)



Maripaz contesta: ¿Y quien ha dicho lo contrario?. Los sacrificios levíticos eran una figura de lo que había de venir, y lo que quedó abolido fueron los sacrificios, porque fueron sustituidos POR EL UNICO Y VERDADERO SACRIFICIO DEL CORDERO DE DIOS. Pero eso, no fue un cambio de la Ley, sino el CUMPLIMIENTO, YA QUE CON CRISTO NO ES NECESARIO MÁS SACRIFICIOS DE ANIMALES


Y también Pablo así nos dice: "Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia". (Hebreos 7:18)


Maripaz contesta: Lo que quedó abrogado, fue el sacerdocio levítico, y fue sustituido por el sacerdocio de Melquisedec, pues Jesús es SACERDOTE PARA SIEMPRE porque NO MUERE, y los sacerdotes MORIAN y por lo tanto los sacrificios debían continuar (Hebreos 7:23)




Y hablándonos de Jesucristo, Pablo nos dice: "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo". (HEBREOS 8:6-7).



Maripaz contesta: Nuevamente vuelve a referirse al sacerdocio eterno de Jesucristo, y a la ineficacia de la Ley, cuyos ritos y símbolos eran solo una figura de lo que había de venir.

Usted, señor Juan30, no puede aislar los versículos para obligarles a decir lo que usted desee, usted debe tratar cada texto en su contexto.

Jesús NO ABOLIO la Ley, sino que la cumplió, y con Su sacrificio, abrió paso al Lugar Santísimo, a la presencia de Dios; por eso el autor de Hebreos (que no es Pablo) habla de la ineficacia del pacto antiguo, para testimoniar a los judíos a quienes se dirigía, que en Jesucristo YA NO ERA NECESARIO SACRIFICAR ANIMALES.

El libro de Hebreos, es precisamente un libro para judaizantes, para los que quieren obligar a los hijos de Dios a vivir bajo la Ley, en vez de vivir bajo la Gracia.

Yo, no tengo nada de judaizante, porque no obligo a nadie a vivir bajo la Ley; pero NO CREO QUE SE DEBA DESECHAR EL ANTIGUO TESTAMENTO, pues Jesús mismo dijo que "ni una jota ni una tilde pasaría de la Ley, hasta que todo se cumpliera" y hay muchas cosas del AT que TODAVIA NO SE HAN CUMPLIDO, y los apóstoles y los primeros cristianos, hasta que no tuvieron los Evangelios y las epístolas, predicaron con el ANTIGUO TESTAMENTO.

El Nuevo Testamento es el cumplimiento del Antiguo, Jesús acudía a él CONSTANTEMENTE para demostrar Sus Palabras, así que si mi Señor lo hizo y no abolió el Antiguo Testamento, si aquellos que convivieron con Él, también hicieron así, NO HAY MOTIVO PARA DESECHAR LA PALABRA DE DIOS EN SU TOTALIDAD, entrando en la maldición de quitar a la Palabra de Dios.





Muchos religiosos dicen que todo lo escrito en el Antiguo Testamento es palabra de Dios, pero que el Evangelio venia a perfeccionarlo. Pero esto no es así ni tiene sentido. El pacto verdadero que guarda la palabra de Dios es eterno y nunca será abolido: "Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,9)



Maripaz contesta: Ese es el sentido



El viejo Pacto que tenían los judíos se había hecho viejo porque era defectuoso como nos dice Pablo en sus cartas, pues los escribas habían escrito muchos preceptos en él que no eran palabra de Dios. Y esto es lo que realmente coincide con la enseñanza del Evangelio:



Jesucristo les dijo a los judíos: «Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres». (MATEO 15:7-9)





Maripaz contesta: Estas palabras NO ERAN PARA LOS JUDIOS, sino para los escribas y fariseos, que AÑADIAN mandamientos de hombres a la TORAH, mediante el TALMUD; si usted se fija en el verículo 1 y 2 de Mateo 15, Jesús habló directamente de leyes de hombres, como la costumbre de hacer abluciones antes de comer, imponiéndola como Palabra de Dios, cuando era una tradición de hombres, la interpretación del TALMUD; Jesús, además, criticaba la "falsa piedad" de los escribas y fariseos, al arremeter contra los discípulos, para difamarles y desacreditarles, culpando indirectamente por ello a Jesús, que era su Rabí



El profeta Isaías dijo: «Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas, para apartar del tribunal a los pobres....» (Isaías 10,1-2).

Y también Jeremías nos dice: «¿Cómo podéis decir sabios somos, tenemos con nosotros la Ley de Yahvé? Ciertamente la ha cambiado en falsedad la pluma mendaz de los escribas.» (Jeremías 8,8).




Maripaz contesta: Los escribas eran los intérpretes de la Ley, y añadían su propia interpretación; pero loque ha llegado hasta nosotros NO ES EL TALMUD, sino el texto íntegro de la Ley de Dios.


El TALMUD: La Mishná, la Gemará y Beraitot, son escritos paralelos, que no están en los manuscritos que se han tomado para hacer las traducciones que han llegado hasta nosotros; la gran cantidad de manuscritos, de origen variado que han llegado hasta nosotros, garantiza la FIDELIDAD DEL TEXTO DEFINITIVO



¿CON QUÉ LEY CUMPLIÓ EL SEÑOR?.

Vosotros los judaizantes os empeñáis en decir que Jesucristo cumplió con todos los mandamientos del Antiguo Testamento, y si leemos los capítulos de Mateo 5, 6 y 7, descubrimos perfectamente que no cumplió con muchos de ellos, sino que los abolió.



Maripaz contesta: Deje de llamarme judaizante, o le trataré con algún epíteto adecuado a su actitud ¿de acuerdo?

LA PALABRA PLEROSAI.

Tú también te aferras a que la palabra "plerosai" solamente significa "cumplir", sin embargo, el griego interlineal traduce esa palabra por "completar". La biblia paulina que traduce de los textos originales, la palabra "plerosai" la traduce por "pefeccionar". Y la palabra "pleroma", que tiene la misma raíz que "plerosai", es traducida en Romanos 11,12 por "plena restauración".



Maripaz contesta: Como ya le he indicado anteriormente, le he explicado las acepciones del verbo "pleroo"; la palabra "pleroma" , en el diccionario es traducida por : plenitud, acabamiento, satisfacción, hartura, cumplimiento (de la Ley); y en el Interlineal de Lacueva la traducción es CUMPLIMIENTO .

Por cierto, NO DEBE USTED MEZCLAR EL SIGNIFICADO DE UN VERBO CON EL DE UN SUSTANTIVO, aparte de que conmigo, ha dado en piedra, pues estudié griego durante tres años en mis estudios superiores, y poseo todas las herramientas para analizarlo. ¿entiende?



Tú, acostumbrada a la monserga religiosa de las religiones judaizantes, quieres hacer juegos malabares con las palabras de la escritura..., pero lo que está escrito, escrito está..., y todo lo que no corresponde con la Misericordia es que no está bien interpretado según el significado de la enseñanza de Jesucristo.



Maripaz contesta: Como usted ve, no hablo de "monsergas religiosas" y le acuso a usted de repetir como un loro, una y otra vez, lo mismo, porque no sabe defenderlo de otro modo. Usted si que es un religioso, que obedece a los escritos de los hombres, la prueba es que solo usa UN ESCRITO, que repite una y otra vez y NO SABE DEFENDERLO NI ARGUMENTAR SOBRE EL


Tú lo que te tienes que preguntar es que si Jesucristo viene a cumplir con todos los mandamientos del Antiguo Testamento, como vosotros los judaizantes decís, entonces ¿cómo es que Jesucristo les dijo a los judíos: "Oísteis que fue dicho.... pero yo os digo"?, y así varias veces refiriéndose a varias leyes (Mateo 5,17).



Maripaz contesta: Jesús dijo esas palabras, y perfeccionó la Ley, aún la endureció, para que los intérpretes tuvieran muy claro el sentido de cada mandamiento



Y si Jesucristo cumplió la antigua ley, ¿por qué no lapidó Él mismo a la mujer adúltera?... Y si Él cumplió con la antigua ley, ¿por qué le condenaron los judíos para que le crucificaran..., y por qué decían los judíos que los discípulos de Jesús faltaban a la ley?...



Maripaz contesta: Porque Jesús, vino a mostrar la Misericordia de Dios, que siempre nos da una nueva oportunidad; pero Jesús , no apedreó a la mujer, para demostrarle a los fariseos, que no eran ellos los que estaban capacitados para apedrearla,si no estaban libres de pecado. Si usted se da cuenta, Jesús endureció el concepto de ADULTERIO, y dijo que solo con mirar a una mujer para codiciarla, ya se adulteraba con ella en el corazón; descubriendo las intenciones ocultas de los fariseos


También tienes que hacerte la siguiente pregunta: ¿por qué en el Concilio de Jerusalén (Hechos 15) los judaizantes decían a los cristianos que tenían que cumplir con las leyes del Antiguo Testamento, y los Apóstoles contestaron que los cristianos estaban libres de cumplir con aquellas leyes?.



Maripaz contesta: En Hechos 15, se habla sobre LA CIRCUNCISIÓN, y se establece la diferencia entre judíos y gentiles; era la primera vez que la Iglesia naciente, en su origen NETAMENTE JUDIA , se encontraba con miembros NO JUDIOS......los principios del cristianismo y la práctica de lo enseñado por Jesús y los apóstoles, dieron paso al pleno conocimiento de la Voluntad de Dios para la Iglesia; y no era el cumplimiento de la Ley como forma de justificacion.............. y eso, fue lo que corrigieron los apóstoles, que como Pablo, enseñaron la JUSTIFICACION POR LA FE, Y NO POR LAS OBRAS DE LA LEY


Tú y los judaizantes como tú, estáis en vuestro derecho de adorar las leyes del Antiguo Testamento, pero por favor, no os llaméis cristianos, sino judíos.



Maripaz contesta: Usted está muy equivocado conmigo, así que le ruego que deje de llamarme judaizante, pues yo no obligo a nadie ni predico la justificación por las obras de la Ley.Tal y como Pablo dejó muy claro en muchas de sus epístolas, como la de Gálatas y el resto tambien






Porque con vuestros testamentos (interpretaciones abrumadoras y cargas pesadísimas) sólo lográis engañar a los ignorantes y a los inocentes, pero nada podéis contra Jesucristo ni contra sus pequeños llenos de revelación.




Maripaz contesta: No lucho contra Jesucristo; usted, aboliendo el Antiguo Testamento, es el que hace MENTIROSO A JESUS, y si usted pretende decirnos que es usted uno de esos "pequeños llenos de revelación" demuestre que puede responder a cada objeción, en lugar de pegar una y otra vez el mismo PANFLETO


 
Los verdaderos Diez Mandamientos

Los verdaderos Diez Mandamientos

Siento interrumpir la interesante discusión sobre el antiguo pacto y el nuevo, pero me gustaría mencionar un asunto que encaja aquí. ¿CUALES son los VERDADEROS Diez Mandamientos? ¿Los tradicionales (dejando aparte las incoherencias entre las distintas versiones y su desaforado machismo) o los de Exo 34?
<i>
1 Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste.
...
15 Por tanto, no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses, y te invitarán, y comerás de sus sacrificios;
16 o tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas.
17 No te harás dioses de fundición.
...
26 Las primicias de los primeros frutos de tu tierra llevarás a la casa de Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
27 Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel.
28 Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.
</i>
LEED el capítulo entero: vereis que el único mandamiento de digno de aplicación general es el que se refiere a los cabritos.
 
:D


Pues nada, a obedecer a Argos y seguir el mandamiento de los cabritos :D


Venga Juan, rebata a Argos su argumentación y explíquele...Aguardo sus interesantes comentarios :leyendo:
 
saludos a todos

saludos a todos

shalom maripaz no me habias comentado que tenias este otro foro bueno


me gusta el tema que estan tocando tengo una publicacion en otro foro de este mismo servidor donde escribo acerca de esto ´pero para que me sirva de mejor presentacion les dejo un articulo de un consiervo acerca de este tema espero les guste y a sus ordenes


¿SIGUE SIENDO LA LEY PARA NUESTROS DIAS?



"No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas. No he venido para abrogar, sino para cumplir. De cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una jota ni una tilde pasarán de la ley hasta que todo haya sido cumplido. Por lo tanto, cualquiera que quebranta el menor de estos mandamientos y así enseña a los hombres, será considerado el menor en el reino de los cielos. Pero cualquiera que los cumple y los enseña, éste será considerado grande en el reino de los cielos". (Mateo 6:17-19)

UNA EVIDENCIA FUERA DE LAS ESCRITURAS

"Los Nazarenos... aceptan al Mesías de tal manera que no han dejado de observar la antigua ley... (Jerónimo; en Isaías 8:14; siglo IV) Ellos [los nazarenos] no tienen ideas diferentes, llegando a confesar todo exactamente como lo proclama la Ley y al estilo judío, a excepción de su creencia en el Mesías... pero debido a que todavía están ligados a la Ley de la circuncisión, el Shabat y el reposo, no están de acuerdo con los cristianos." (Epifanius; Panarion 29; siglo IV).



¿QUE ES LA LEY?
La palabra "Ley" tal y como aparece en nuestras Biblias, la ha interpretado bastante mal el Cristianismo actual. Esta palabra aparece en hebreo como Torá (Strong Hebrew nº 8451), cuyo significado es "instrucción" y en griego aparece como nomos. Esta palabra griega es, de hecho, prestada de las lenguas semíticas hebreo y arameo. La palabra principal para Torá, tanto en las porciones de la Tanaj como del Nuevo Testamento del texto de la Peshita aramea es "namosa", que procede de la raíz semítica "nemus" y quiere decir "civilizar". En el hebreo moderno de Israel los padres acostumbran a decir a los niños "nemusi" ¡sé educado!

LA APOSTASIA ANÁRQUICA
Afrontémoslo, EL MUNDO SE SIENTE RELATIVAMENTE IMPRESIONADO POR EL CRISTIANISMO ACTUAL, que a duras penas puede ser considerado como "luz para las naciones" (Isa. 42:6; 49:6; 51:4; 60:1-3; Mat. 5:14-16). Esto es debido a la amplia difusión, por gran parte de la Cristiandad, de una de las falsas enseñanzas, según la cual "La Ley no es para nuestros días." Esta enseñanza apóstata libera al hombre de cualquier obligación frente a Dios, que vaya más allá de confesar la fe en el Mesías, pero ¡esta enseñanza tan destructiva está matando a nuestra sociedad! Las Escrituras profetizaron que los maestros de la apostasía enseñarían a la gente lo que deseaban oír (2ª Tim. 4:3-5) y la mayoría de las personas no quieren tener obligaciones. Yeshúa nos advirtió que los falsos maestros propagarían la "anarquía" (Mat. 24:11-13) y la palabra que encontramos en el Nuevo Testamento griego para "anarquía" es "anomos" (Strong griego nº 459) que une el prefijo griego "a" (no hay, sin) al término griego "nomos" (Ley). La palabra resultante quiere decir literalmente "no hay Ley" o "[estamos] sin Ley", ¡lo cual es una de las principales enseñanzas del Cristianismo moderno! Armilius (el anti Mesías) defenderá esta misma doctrina (2ª Tes. 2:3, 7-9). Dos libros completos de las Nuevas Escrituras, 2ª Pedro y Judas, se dedican a combatir esta enseñanza apóstata. Estos libros nos advierten en contra de aquellos hombres que prometen "libertad" pero que se apartan del "mandamiento sagrado" (la Ley) (2ª Ped. 2:18-21) convirtiendo "la gracia de nuestro Dios" en permiso para pecar (Judas 1:4, 14-18). Yeshúa condena a estos maestros diciendo que serán consideramos como "los más pequeños en el Reino de los Cielos." (Mat. 5:19)

UN CRISTIANISMO ANÁRQUICO
El Cristianismo ha caído profundamente en esta enseñanza apóstata, y de hecho dos de las dos propuestas teológicas más importantes, el Dispensacionalismo y la Teología del Reemplazamiento, presentan teorías detalladas para explicar por qué enseñan que la Ley no es para nuestros días. El Dispensacionalismo es una forma de Pre-Milenialismo, que reemplaza los "pactos" eternos con las "eras" finitas. Dos de ellas son "La Era de la Ley", que abarca básicamente "los tiempos del Antiguo Testamento" y "La Era de la gracia" que abarca básicamente "los tiempos del Nuevo Testamento." Según estos Dispensacionalistas, durante los "tiempos del Antiguo Testamento" los hombres se hallaban bajo la Ley, pero durante "los tiempos del Nuevo Testamento" los hombres estaban bajo la gracia. Algunos Dispensacionalistas, conocidos como "Ultra Dispensacionalistas" llegan incluso a enseñar que los hombres eran salvos por la Ley en "los tiempos del Antiguo Testamento" pero que fueron salvos por la gracia "en los tiempos del Nuevo." Como resultado de ello, los Dispensacionalistas enseñan que "la Ley no es para hoy" o que "estamos sin Ley."
Los Teólogos del Reemplazamiento enseñan que Dios ha reemplazado a Israel por la Iglesia, al Judaísmo por el Cristianismo, al Antiguo Testamento por el Nuevo, y a la Ley por la gracia. Como resultado, también enseñan que "la Ley no es para nuestros días" o que "no tenemos Ley". Puede que usted se diga a sí mismo: "Está bien, de manera que el Cristianismo enseña la anarquía. ¿Acaso los maestros, carentes de ley, de 2ª de Pedro y Judas llegan a enseñar la inmoralidad sexual? No cabe duda de que los maestros del cristianismo, que estaban sin ley, nunca enseñarían su enseñanza de que "la Ley no es para hoy" con el fin de promover la inmoralidad sexual." ¡Está usted equivocado! Algunos de los maestros de la Cristiandad ya han llevado el razonamiento de que "la Ley no es para nuestros días" a su más amplia y lógica conclusión. Una secta del Cristianismo, conocida como "La Comunión Universal de las Iglesias de la Comunidad Metropolitana" ha publicado un folleto que hace exactamente eso. El autor desconocido de dicho folleto escribe:
Otro versículo de las Escrituras que se usa para demostrar que la Biblia condena el estilo de vida gay se encuentra en el libro de Levítico, en el Antiguo Testamento, y dice en 18:22: "No te acostarás con un hombre como uno se acuesta con una mujer. Eso es una abominación". Cualquiera al que le preocupe esta prohibición debería leer el capítulo entero o todo el libro de Levítico: está prohibido comer cerdo, langosta, gambas, ostras y, además, está prohibido tener relaciones sexuales cuando la mujer está con la menstruación, no se pueden comer las carnes medio echas, no se puede comer sangre, no se pueden cruzar animales de distintas especies de ganado y otras muchas leyes, incluyendo la ley según la cual hay que matar a todas las personas divorciadas que vuelvan a casarse. Como cristianos, nuestra ley procede de Cristo. Pablo enseñó claramente que los cristianos no se encontraban ya bajo la Antigua Ley (por ejemplo en Gálatas 3:23-24), que la Antigua Ley ha tocado a su fin gracias a Cristo (Romanos 10:4) y su cumplimiento está en el amor (Romanos 13:8-10, Gálatas 5:14). La Nueva Ley de Cristo es la Ley del Amor. Pero ni Jesús, ni Pablo, ni ningún otra otras de las Escrituras del Nuevo Testamento implican que los cristianos deben aferrarse a las leyes sectarias o éticas de la Ley Mosaica. (Homosexuality; What the Bible Does and Does Not Say; Universal Fellowship Press 1984; p. 3) Por lo tanto, la enseñanza del Cristianismo, según la cual "la Ley no es para nuestros días" está ya siendo usada con el propósito de "convertir la gracia de nuestro Dios en una perversión." (Judas 1:4, ver, además, 2ª Pedro: 2:18-21).

LA CONSISTENCIA ETERNA
A pesar de los elaborados esfuerzos, por parte del Cristiano, por explicar por qué se supone que Dios ya no está haciendo las cosas como acostumbraba a hacerlas, las Escrituras nos dice que Dios es eternamente consistente (Mal. 3:6; Heb. 13:8). Los hombres de los tiempos del "Antiguo Testamento" vivían tan bajo la gracia como lo hacemos nosotros hoy (Gén. 6:8; Ex. 33:12, 17; Jue. 6:17f; Jer. 31:2) y eran igualmente justificados por la fe (Gén. 15:6; Rom. 4:1-4; Gál. 3:6; Heb. 10:38-11:40; Hab. 2:4; Rom. 1:17; Gál. 3:11) y no podrían haberse ganado la salvación (Gál. 2:16). La verdad es que el "Nuevo Testamento" contiene más mandamientos que el "Antiguo". El Nuevo Testamento contiene 1050 mandamientos [como se expone claramente en la Biblia de Referencia Anotada, en inglés, de Dake; por Finnis Jennings Dake; N.T. pp. 313-316] mientras que la Ley Mosaica del "Antiguo Testamento" solo contiene 613 leyes (b. Makkot 23b).

SE HAN TORCIDO LAS ENSEÑANZAS DE PABLO
Son muchos los que han mal interpretado a Pablo, como si hubiese enseñado que la Ley no es para nuestros días. He conocido a muchos que se sienten incómodos con sus escritos e incluso algunos de ellos, como lo hicieron antiguamente los ebionitas, han llegado a eliminar a Pablo de su canon (Eusebio; Eccl. Hist. 3:27:4). El creer que Yeshúa no eliminó la Ley, pero que Pablo sí lo hizo, es algo que se ha venido propagando desde la antigüedad. Por ejemplo, el "Toldot Yeshua", una antigua parodia rabínica hostil de los Evangelios y de los Hechos, acusa a Pablo de contradecir a Yeshúa sobre este mismo tema (Toldot Yeshu 6:16-41; 7:3-5). Por lo menos un dispensacionalista actual, Maurice Johnson, enseñó que el Mesías no abolió la Ley, pero que Pablo lo hizo varios años después. Escribe lo siguiente:
Aparentemente, Dios permitió que se practicase este sistema de ordenanzas judías unos treinta años después de que Cristo lo satisficiese por su paciencia, pero Dios mostró gradualmente a los judíos de qué modo estaba cambiando Su programa... Así fue, cómo después de que Dios hubiese guiado a los cristianos lentamente, alejándoles de la religión judía, hizo que Pablo finalmente escribiese estas verdades gloriosas y liberadoras. (Saved by "Dry" Baptism! Un folleto por Maurice Johnson; pp. 9-10) Pedro nos advierte en las Escrituras que los escritos de Pablo eran difíciles de entender. Nos advierte diciendo: "...en la cuales hay algunas cosas que son difíciles de entender, que los indoctos e inconstantes tuercen, como lo hacen también con las otras Escrituras, para su propia destrucción." (2ª Ped. 3:15-16)
Pablo sabía que estaban torciendo sus enseñanzas, pues lo menciona en Romanos, diciendo "¿Y por qué no decir "hagamos lo malo para que venga lo bueno? De esto se nos calumnia y algunos afirman que así decimos. La condenación de los cuales es justa." (Rom. 3:8) Pablo elabora acerca de esta calumnia respecto a sus enseñanzas diciendo: "¿Qué, pues, diremos? ¿Permaneceremos en el pecado para que abunde la gracia? ¡De ninguna manera!..." (Rom. 6:1-2) y "¿Qué, pues? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!" (Rom. 6:15). Por lo tanto, vemos que a Pablo le mal interpretaron, como si hubiese enseñado que por el hecho de estar bajo la gracia, no tuviésemos que cumplir la Ley. Cuando visitó Jerusalén en Hechos 21 Pablo se encontró con esta interpretación calumniosa de sus enseñanzas. Le dijeron:
"Tú ves, hermano, cuántos miles de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley. Pero se les ha informado acerca de ti, que tú enseñas a apartarse de Moisés a todos los judíos que están entre los gentiles, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni anden según nuestras costumbres." (Hechos 21:20-21).
Con el propósito de demostrar que esto no era más que una calumnia, Pablo hace el voto nazareo y va a presentar ofrendas (sacrificios) al Templo (Hechos 21:22-27 y Núm. 6:13-21) demuestra que él mismo guardaba la Ley (Hechos 21:24). Pablo hizo y dijo muchas cosas para demostrar que guardaba y enseñaba la Ley. El:
• circuncidó a Timoteo (Hechos 16:1-3)
• hizo voto nazareo (Hechos 18:18; 21:17-26)
• enseñó y guardó las fiestas judías como: Pesaj (Hechos 20:6; 1ª Cor. 5:6-8; 11:17-34) Shavuot (Pentecostés) (Hechos 20:16; 1ª Cor. 16:8) y ayunó en Yom Kipur (Hechos 27:9)
• e incluso hizo sacrificios de animales en el Templo (Hechos 21:17-26; Núm. 6:13-21; Hechos 24:17-18)

Entre sus más notables declaraciones sobre el tema están:
• "En nada he pecado, ni contra la ley de los judíos, ni contra el pueblo, ni contra el Cesar." (Hechos 25:8)
• "hermanos, yo no he hecho ninguna cosa en contra del pueblo ni contra las costumbres de los padres." (Hechos 28:17)
• "De manera que la ley ciertamente es santa y el mandamiento es santo, justo y bueno." (Rom. 7:12)
• "Luego ¿invalidaremos la Ley por la fe? ¡De ninguna manera! Mas bien, confirmamos la Ley." (Rom. 3:31)

¿FUE PABLO UN HIPOCRITA?
Al enfrentarse con los diferentes hechos y declaraciones de Pablo, que apoyan a la Ley, muchos de los maestros, según los cuales la "Ley no es para nuestros días" acusan a Pablo de ser un hipócrita. Por ejemplo, Charles Ryrie, nos ofrece una anotación al pie de Hechos 21:24 de su estudio bíblico llamando a Pablo un "cristiano carnal" por realizan semejantes actos. Otro escritor, M.A. DeHaan escribió un libro entero titulado "Five Blunders of Paul" (Cuatro Errores Crasos Cometidos por Pablo) que caracterizan estos hechos como "errores crasos". Estos maestros de la anarquía, defienden a Pablo como el campeón de su doctrina, pero luego le condenan por no enseñar dicha doctrina. Si Pablo fue realmente un hipócrita, ¿pudo de verdad condenar tan enfáticamente la hipocresía? (Ver Gál. 2:11-15). Pensemos en algunas de sus palabras: "¿Busco ahora convencer a los hombres o a Dios? ¿Será que busco agradar a los hombres? Si yo todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo del Mesías." (Gál. 1:10) "Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, en cuanto a nuestra visita a vosotros, que no fue en vano. Al contrario, a pesar de que habíamos padecido antes y habíamos sido maltratados en Filipos, como sabéis, tuvimos valentía en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran conflicto. Pues nuestra exhortación no procedía de error ni de motivos impuros, ni fue con engaño. Mas bien, según fuimos aprobados por Dios para ser encomendados con el evangelio, así hablamos; no como quienes buscan agradar a los hombres, sino a Dios quien examina nuestros corazones. Porque como sabéis, nunca usamos palabras lisonjeras ni tampoco palabras como pretexto para la avaricia; Dios es testigo." (1ª Tes. 2:1-5) ¡Si Pablo fue un hipócrita, debió de ser uno de los mafiosos más refinados de la historia!

"LAS OBRAS DE LA LEY" Y "BAJO LA LEY"
Una gran parte de la confusión con respecto a las enseñanzas de Pablo acerca de la Ley tienen que ver con dos frases que aparecen en el Nuevo Testamento y solo en los escritos de Pablo (en Rom. Gal. & 1ª Cor.) Estas dos frases son "las obras de la Ley" y "bajo la Ley", cada una de las cuales aparece 10 veces en las Escrituras. La primera de estas frases "las obras de la Ley" como mejor se entiende es por el uso que se le da en Gál. 2:16. Aquí escribe Pablo "pero sabiendo que ningún hombre es justificado POR LAS OBRAS DE LA LEY, sino por medio de la fe en Jesucristo, hemos creído nosotros también en Jesucristo, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las OBRAS DE LA LEY." Pablo usa esta frase para describir un falso método de justificación, diametralmente opuesto a la "fe en el Mesías". Para Pablo "las obras de la Ley" no son un sistema obsoleto del Antiguo Testamento, sino una herejía que no ha sido nunca cierta.
La segunda de estas frases es "bajo la Ley". Como mejor se entiende esta frase es por lo que dice en Rom. 6:14: "Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, ya que no estáis BAJO LA LEY, sino bajo la gracia." Por lo tanto, Pablo considera "bajo la gracia" y "bajo la Ley" como diametralmente opuestos y una no puede ser las dos cosas. La verdad es que puesto que hemos estado siempre bajo la gracia (ver Gén. 6:8; Ex. 33:12, 17; Jueces 6:17f; Jer. 31:2) no hemos estado nunca "bajo la Ley." Esto es debido a que la Ley fue ideada para el hombre y no el hombre por causa de la Ley (ver Mar. 2:27). "Bajo la Ley" no es, pues, un sistema obsoleto antiguo-testamentario, sino una falsa enseñanza que no fue nunca verdad. No puede haber duda de que Pablo considera las "obras de la Ley" y "bajo la Ley" como categóricamente malas, sin embargo, Pablo habla acerca de ella como "santa, justa y buena" (Rom. 7:12) y no hay duda de que Pablo no usa estas frases para referirse a la Ley misma.

PASAJES NORMALMENTE MAL INTERPRETADOS
Existen varios pasajes del Nuevo Testamento que con frecuencia se han interpretado mal como si enseñasen que la Ley no es para nuestros días. Los siguientes son algunos de los más corrientes: Col. 2:14. "El anuló el acta que había contra nosotros, que por sus decretos nos era contraria y la ha quitado de en medio al clavarla en su cruz." No se trata más que de una traducción deficiente. Si se traduce literalmente del arameo de la Peshita este pasaje dice: "y él ha anulado, por sus mandamientos, la escritura de nuestras deudas que estaban en contra nuestra y la ha quitado de en medio de nosotros, atándola al madero." Ef. 2:15a: "Y abolió de la ley los mandamientos formulado en ordenanzas..."
De nuevo, esto no se debe más que a una mala traducción, porque si se traduce literalmente del arameo de la Peshita este pasaje dice: "y la enemistad, por su carne y por la ley, es por causa de mandamientos en los mandamientos, que él ha abolido." Rom. 10:4 dice: "Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree." Otra vez nos encontramos con una mala traducción. La palabra "fin" qué se usa en este caso es el texto griego "telos" que puede significar "fin" en el sentido de "terminación", pero también quiere decir "fin", en el sentido "propósito" o "meta". La palabra en arameo es "saka" que también quiere decir "propósito" o "meta". Como mejor se traduce es: "porque el Mesías es la meta de la ley para justicia a todo aquel que confía."
Heb. 8-10. Existen varios pasajes en Hebreos, del capítulo 8 al 10, que no se han entendido bien y que se han interpretado en el sentido de que la ley no es para nuestros días. Aquí no nos es posible tratar el tema a fondo, pero se trata de un modo mas completo en "Semitic Light on Hebrews" de la dirección que aparece al pie de este artículo.

LO QUE DICEN LAS ESCRITURAS ACERCA DE LA LEY
¿Qué tiene la Ley de malo como para que Dios quisiera destruirla? A pesar del hecho de que David fue salvo solo por la fe (Rom. 4:5-8) amaba la Ley y se deleitaba en ella (Sal. 119:97, 113, 163). Pablo también se deleitaba en la Ley (Rom. 7:22) y se refería a ella como "santa, justa y buena" (Rom. 7:12) No hay nada de malo en la Ley, como para que Dios quisiera abolirla o destruirla y, de hecho, tanto en la Tanaj como en las Nuevas Escrituras se refieren a la Ley como "perfecta" (Sal. 19:7; Santiago 1:25). Es un hecho que Dios no abolió la Ley, sino todo lo contrario, la Ley es eterna. No son pocos los pasajes de la Tanaj que nos dicen que la Ley es "eterna" y "para todas las generaciones" (Ex. 27:21; 28:43; 29:28; 30:21; 31:17; Lev. 6:18, 22; 7:34, 36; 10:9, 15; 17:7; 23:14, 21, 41; 24:3; Núm. 10:8; 15:15; 18:8, 11, 19, 23; 19:10; Deut. 5:29; Sal. 119:160) y no debe ser cambiada o eliminada (Deut. 4:2; 12:32). Las Nuevas Escrituras se hacen eco de esta enseñanza (Mat. 5:18; Luc. 16:17). El Mesías no abolió la Ley (Mat. 5:17 ver además b.Shab. 116a) ni la reemplazo por la fe (Rom. 3:31) Sino que incluso la llama en las Nuevas Escrituras "la Ley del Mesías" (Gál. 6:2).
Por lo tanto, si se supone que la Ley es buena y eterna, es de cajón que debiéramos de cumplirla. Pablo nos dice que no debiéramos usar la gracia como excusa para pecar (Rom. 6:1-2, 15) y que la única manera de reconocer el pecado es a través de la Ley (Rom. 7:7) Yeshúa nos dice que si le amamos guardaremos sus mandamientos (Juan 14:15, 21, 23-25; 15:10). El hecho de que seamos salvos por la fe es un motivo adicional por el que debemos cumplir la Ley como nos dicen las Escrituras. "Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Y esto, para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Fiel es esta palabra." (Tito 3:5-8)
"En esto sabemos que nosotros le hemos conocido; en que guardamos sus mandamientos. El que dice: 'Yo le conozco' y no guarda sus mandamientos es mentiroso y la verdad no está en él. Pero en el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado. Por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él debe andar como él anduvo. Amados, no os escribo un mandamiento nuevo sino el mandamiento antiguo que teníais desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído." (1ª Juan 2:3-7) [Ver, además, Santiago 2:14-26]
Así que, por favor, no use la antigua excusa: "No puedo guardar la Ley de todos modos, así que ¿por qué molestarse?" Yeshúa fue tentado en todas las cosas, de la misma manera que lo somos nosotros y él guardó la Ley (Heb. 4:15) Las escrituras son muy claras acerca de lo inválido de esta excusa. "Ciertamente este mandamiento que os mando hoy [es decir, la Ley (ver versículos 9-11) no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: '¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo tomará para nosotros y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos? Tampoco está al otro lado del mar, para que digas: '¿quién cruzará el mar por nosotros y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?" (Deut. 30:11-14)

A estas alturas, se puede sentir muy a la defensiva, puede estar diciéndose. "No estoy obligado a la Ley, soy libre." Recuerde, que los falsos maestros prometerán "libertad" pero se apartan del "mandamiento santo." (2ª Pedro 2:19). De hecho, no hay conflicto entre la Ley y la libertad (Salmo 119:44-45). Santiago llama a la Ley “la Ley de la Libertad” (Santiago 1:25; 2:12) la verdadera libertad no lleva incluido una licencia para pecar (Romanos 3:8; 6:1-2, 15). Puede preguntar, "Bien, si no guardamos la Ley para la salvación, entonces, ¿para qué guardamos la Ley? En primer lugar, el guardar la Ley MUESTRA nuestra fe (Tito 3:5-8; 1ª Juan 2:3-7; Santiago 2:14-26). En segundo lugar, hay recompensas por guardar la Ley (Tito 3:8). Los Salmos nos dicen que 'restaura el alma' (Salmo 19:7). Yeshúa promete que aquellos que guardan la Ley y la enseñan a otros a hacerlo, estos serán llamados grandes en el Reino de los Cielos (Mateo 5:19). Además, a los judíos que guardan la Ley de Moisés, les es dada una larga lista de otras promesas (Deuteronomio 28)
 
salmo 111:9

salmo 111:9

Hola Juan.

Me ha hecho pensar, las cosas que escribes.

El Salmo 111:9, dice "El envia a su pueblo redención, RATIFICA SU ALIANZA para siempre".

Siempre me preguntaba cuando y como era eso de "Ratifica".

Ahora, después de haber leido tus explicaciones, entiendo que Cristo fué el que trajo la Alianza ratificada y pienso que al versículo que Dice: "Yo no he venido a abolir la Ley"...., le cuadra perfectamente: Yo he venido a ratificarla.

Leyendo los versículos que siguen a los anteriormente citados, entiendo que si ni una jota ni una tilde pasará, y Jesucristo dijo. "Oisteis que se dijo......pero yo os digo", quiere decir que no valían esos preceptos que los judíos tenían como Ley y que así estan escritos en el Antiguo Testamento.