Hay quienes dicen que la presencia de María en las escrituras es limitada y no se corresponde con la tremenda atención que a María le damos los católicos.
Veamos lo que ocurre con María. Tal vez podamos ver que no es el volumen de Escritura lo que importa sino su contenido y la importancia de éste en la historia de la Biblia.
Veamos donde aparece María. Ella está presente en casi todos los eventos más importantes de la vida de Jesús: su concepción (Lc.1,2), su desarrollo en el vientre, incluyendo el desarrollo fetal de Juan el Bautista (Lc. 1,43), su nacimiento (Lc. 2,7). su presentación y entrega a Dios (Lc. 2,22), su infancia (Lc.2,22-38). Su confirmación a los 12 años (Lc. 2,49), el comienzo de su ministerio público y el primero de sus milagros, que Ella misma promovió (Las Bodas de Caná, Jn. 2,3). Su muerte en el Calvario (Jn. 19,26) y el nacimiento de la Iglesia en Pentecostés (Hech. 1,14). ¿Cómo podemos decir que tiene un papel menor en la Biblia?
María es una cristiana "renacida" que recibió el Espíritu Santo en Pentecostés y habló en lenguas 2000 años antes que los Pentecostales recibieran este don (Hech.1,14-2,3). Ella sabe como orar (sí, incluso en lenguas)
Los católicos hacen una comparación muy interesante entre María, la Madre de Jesús y Eva en el Génesis. Eva está en el centro entre la raza humana y el pecado con la consiguiente Caída. Ella es en cierto sentido la "mediadora" del pecado original (Gen. 3,3-24). Los católicos creen que, el "sí" de María a Dios y su plan de redención opuesto a Eva, revirtió ese "no" de Eva y su rechazo a la obediencia y a cooperar con Dios. El sí de María y su cooperación con la Gracia, derrotó al "no" de Eva (Lc.1,2). Los católicos no creen que sea casual que Eva (la mujer) salga del cuerpo de Adán (el hombre) y que Jesús (el hombre-Dios) salga del cuerpo de María (la mujer). Este pensamiento fue pronunciado ya por San Justino (quien vivió en el 110-165 D.C.) y es consistente con la comparación hecha por San Pablo entre Jesús y Adán.
Veamos lo que ocurre con María. Tal vez podamos ver que no es el volumen de Escritura lo que importa sino su contenido y la importancia de éste en la historia de la Biblia.
Veamos donde aparece María. Ella está presente en casi todos los eventos más importantes de la vida de Jesús: su concepción (Lc.1,2), su desarrollo en el vientre, incluyendo el desarrollo fetal de Juan el Bautista (Lc. 1,43), su nacimiento (Lc. 2,7). su presentación y entrega a Dios (Lc. 2,22), su infancia (Lc.2,22-38). Su confirmación a los 12 años (Lc. 2,49), el comienzo de su ministerio público y el primero de sus milagros, que Ella misma promovió (Las Bodas de Caná, Jn. 2,3). Su muerte en el Calvario (Jn. 19,26) y el nacimiento de la Iglesia en Pentecostés (Hech. 1,14). ¿Cómo podemos decir que tiene un papel menor en la Biblia?
María es una cristiana "renacida" que recibió el Espíritu Santo en Pentecostés y habló en lenguas 2000 años antes que los Pentecostales recibieran este don (Hech.1,14-2,3). Ella sabe como orar (sí, incluso en lenguas)
Los católicos hacen una comparación muy interesante entre María, la Madre de Jesús y Eva en el Génesis. Eva está en el centro entre la raza humana y el pecado con la consiguiente Caída. Ella es en cierto sentido la "mediadora" del pecado original (Gen. 3,3-24). Los católicos creen que, el "sí" de María a Dios y su plan de redención opuesto a Eva, revirtió ese "no" de Eva y su rechazo a la obediencia y a cooperar con Dios. El sí de María y su cooperación con la Gracia, derrotó al "no" de Eva (Lc.1,2). Los católicos no creen que sea casual que Eva (la mujer) salga del cuerpo de Adán (el hombre) y que Jesús (el hombre-Dios) salga del cuerpo de María (la mujer). Este pensamiento fue pronunciado ya por San Justino (quien vivió en el 110-165 D.C.) y es consistente con la comparación hecha por San Pablo entre Jesús y Adán.