La definición de "nombre" es utilizado y entendido en español como el título por medio del cual una persona se identifica. En hebreo era más habitual usar el vocablo correspondiente para referirse a una "reputación" o la "identidad" de lo que es algo o alguien. Por ejemplo, Génesis 6 dice que los hijos de Elohim tuvieron vástagos con las humanas y dichos descendientes fueron "varones de renombre". En hebreo es la misma definición: "shem". Shem es una palabra de origen acadio que luego pasó al arameo. Shem (SH.M) es también escrito como "Sham", que significa "allá", refiriéndose a un destino. Los acadios pasaron esta palabra al arameo como referencia a un "propósito", "peso" o "valor". Los israelitas daban "shemot" a sus hijos con relación a su objetivo, destino o algo característico: Esaú (Edom), del hebreo "adom", que es "rojo"; Jacob (Yakof), es "tramposo"; Jerusalén (Yerushalaím) es "paz lanzada a los muchos"; Zorobabel (Tzer-babel) es "opositor a la confusión"; Abel (Hebel) es "frivolidad" o "vanidad" (dependiendo si se lee en hebreo o en arameo)... etc. Cada nombre designaba a la persona, no era dado como hoy por dar un apelativo de identificación a alguien.
El "shem" sobre todo "shem" dado a Jesús es un "título", "designación" y "nombramiento" por encima de todos los existentes.
Shalom.