Gobierno apostólico de la Iglesia en el siglo I

2 Septiembre 2012
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La autoridad de la Iglesia, durante el siglo I, fue ejercida por los apóstoles mientras estos vivieron. En Jerusalén, tal como cuenta el Libro de los Hechos, los Doce iban resolviendo los problemas bajo la guía de Pedro. Éste gozaba ya desde el inicio de una función preminente, y así lo vemos que visita las comunidades de Samaría (Hch 8,14) y más tarde recorre las ciudades costeras de Lida, Jope y Cesarea (Hch 9,32-10,48). Posterirmente es Pablo quien, tras su conversión, predica en Damasco y Antioquía, y se lanza a una serie de viajes durante los cuales va fundando diversas iglesias locales: Corinto, Tesalónica, Éfeso, etc. En todas ellas Pablo ejerce la autoridad apostólica, pero para ayudarse consagra a Tito y Timoteo. Incluso les ordena que vayan consagrando a otras personas dignas para ponerlas al frente, como obispos, de las comunidades. Tal fue el encargo de Tito en Creta.
El hecho es que los apóstoles, queridos por Cristo como pastores con autoridad en el seno de su Iglesia, consagraron a otros por medio de la invocación del Espíritu Santo y la imposición de las manos, y éstos consagraron a otros. Era la forma de perpetuar en la Iglesia la autoridad apostólica con que Cristo había querido enriquecerla. El resultado es que en cada comunidad o iglesia local había «obispos» o «presbíteros», y que a inicios del siglo I —según ya dijimos— la jerarquía en una iglesia local estaba compuesta de un obispo, al que ayudaban varios presbíteros y diáconos.
En estas comunidades no todo era agua de rosas, como podemos ver por los problemas a los que debía hacer frente san Pablo en sus cartas, e incluso surgían herejías como se aprecia por las cartas de san Juan y por el libro del Apocalipsis. Pero había entre ellas la conciencia de la unidad, de formar la Iglesia de quienes creían en Jesús y habían recibido su Espíritu. Y de esta conciencia brotaba la búsqueda de la comunión.
Esta comunión se alimentaba de la eucaristía, pues «aun siendo muchos, somos un solo cuerpo, pues todos participamos del mismo pan» (1Co 10,17), y en la adhesión al propio obispo. Dice san Ignacio de Antioquía: «El obispo no ha obtenido el ministerio de regir la comunidad por sí mismo o por medio de los hombres, sino de Nuestro Señor Jesucristo...Seguid dondequiera que esté a vuestro pastor, como hacen las ovejas; todos los que pertenecen a Dios y a Cristo están unidos con el obispo...No participéis sino en la única eucaristía, no hay más que un altar, no hay más que un solo obispo rodeado del presbiterio y de los diáconos» (A los de Filadelfia 1, 1-2; 3, 2-5).
También buscaban la comunión y cohesión entre las diversas comunides. Se manifestaba ese empeño en las colectas por las comunidades pobres, en las cartas que se enviaban mutuamente, y en la lucha por mantenerse adheridas a la doctrina de los apóstoles[San Juan apóstol, en la carta primera, en media docena de renglones, cuatro veces habla de vivir en comunión (cf. 1 Jn 1, 1-8)].
 
Re: Gobierno apostólico de la Iglesia en el siglo I

La autoridad de la Iglesia, durante el siglo I, fue ejercida por los apóstoles mientras estos vivieron. En Jerusalén, tal como cuenta el Libro de los Hechos, los Doce iban resolviendo los problemas bajo la guía de Pedro. Éste gozaba ya desde el inicio de una función preminente, y así lo vemos que visita las comunidades de Samaría (Hch 8,14) y más tarde recorre las ciudades costeras de Lida, Jope y Cesarea (Hch 9,32-10,48). Posterirmente es Pablo quien, tras su conversión, predica en Damasco y Antioquía, y se lanza a una serie de viajes durante los cuales va fundando diversas iglesias locales: Corinto, Tesalónica, Éfeso, etc. En todas ellas Pablo ejerce la autoridad apostólica, pero para ayudarse consagra a Tito y Timoteo. Incluso les ordena que vayan consagrando a otras personas dignas para ponerlas al frente, como obispos, de las comunidades. Tal fue el encargo de Tito en Creta.
El hecho es que los apóstoles, queridos por Cristo como pastores con autoridad en el seno de su Iglesia, consagraron a otros por medio de la invocación del Espíritu Santo y la imposición de las manos, y éstos consagraron a otros. Era la forma de perpetuar en la Iglesia la autoridad apostólica con que Cristo había querido enriquecerla. El resultado es que en cada comunidad o iglesia local había «obispos» o «presbíteros», y que a inicios del siglo I —según ya dijimos— la jerarquía en una iglesia local estaba compuesta de un obispo, al que ayudaban varios presbíteros y diáconos.
En estas comunidades no todo era agua de rosas, como podemos ver por los problemas a los que debía hacer frente san Pablo en sus cartas, e incluso surgían herejías como se aprecia por las cartas de san Juan y por el libro del Apocalipsis. Pero había entre ellas la conciencia de la unidad, de formar la Iglesia de quienes creían en Jesús y habían recibido su Espíritu. Y de esta conciencia brotaba la búsqueda de la comunión.
Esta comunión se alimentaba de la eucaristía, pues «aun siendo muchos, somos un solo cuerpo, pues todos participamos del mismo pan» (1Co 10,17), y en la adhesión al propio obispo. Dice san Ignacio de Antioquía: «El obispo no ha obtenido el ministerio de regir la comunidad por sí mismo o por medio de los hombres, sino de Nuestro Señor Jesucristo...Seguid dondequiera que esté a vuestro pastor, como hacen las ovejas; todos los que pertenecen a Dios y a Cristo están unidos con el obispo...No participéis sino en la única eucaristía, no hay más que un altar, no hay más que un solo obispo rodeado del presbiterio y de los diáconos» (A los de Filadelfia 1, 1-2; 3, 2-5).
También buscaban la comunión y cohesión entre las diversas comunides. Se manifestaba ese empeño en las colectas por las comunidades pobres, en las cartas que se enviaban mutuamente, y en la lucha por mantenerse adheridas a la doctrina de los apóstoles[San Juan apóstol, en la carta primera, en media docena de renglones, cuatro veces habla de vivir en comunión (cf. 1 Jn 1, 1-8)].


cuando conviertes a base de FE que ya tienes en Dios ---
...para que llegues a conocer a Cristo en Su Santa Iglesia y llegar a recibir lo que ya SABES pero no sabes expresarlo en palabras --- pero tu corazon ya sabe, y reconoce por tanto cuando te lo es antepuesto (eso fue mi caso ---) aunqe te faltan las palabras para saber explicarlo incluso ante otros y ante ti mismo...
cuando conviertes de este modo y no a base de una decision mental logica y razonal - sino a base de amar a Dios... sin estar convencido razionalmente de lo cuerdo con ser cristiano (no entiendes que lo es siquiera) sino sigues a Dios padre Vivo .... y llegas a ser llevado a Su Hijo = la Iglesia de Cristo.... sabes todo esto ya en tu FE y sabras reconocerlo seguro en tu mente tambien cuando te presentan lo que tu corazon ya sabe en palabras y en escritos de otros que TAMBIEN LO VIVIERNO si aun en tiempos remotos.... sabes reconocer la Verdad, no por haberla estudiado y recibido por palabras o por testimonio de otros --- sino porque tu corazon en Dios te lo VERIFICA.....

y tu sabes del "testimonio" en ti y fuera de ti en tu propio espiritu que lo que dicen los que abrazan la Verdad - que es justamente LA VERDAD... lo aceptas por tanto sin mas ya que tu dentro y tu espiritu lo avala, tu corazon lo avala y tu mente tambien lo avala... eso lo SE de experencia en y mediante mi propia conversion... - para mi todo que se hacia y decia dentro la Iglesia era un continuo AMEN en mi corazon si aun mi mente ponia trabas para ENTENDER A FONDO y despejarse de lo "inculcado" de la cultura, el tiempo y las ensenanzas de mis padres y mis compatriotas me habian dado.... eso lo haces sin problemas = despejar tu mente y dejar atras lo que no avala tu corazon en Dios en ti - pero a la vez cuando hace esa labor tambien lleguas a la CERTEZA de tu Fe... llegas a saber CON SEGURIDAD lo que tu corazon ya sabia --- tambien en tu mente...

En Cristo
 
Re: Gobierno apostólico de la Iglesia en el siglo I

cuando conviertes a base de FE que ya tienes en Dios ---
...para que llegues a conocer a Cristo en Su Santa Iglesia y llegar a recibir lo que ya SABES pero no sabes expresarlo en palabras --- pero tu corazon ya sabe, y reconoce por tanto cuando te lo es antepuesto (eso fue mi caso ---) aunqe te faltan las palabras para saber explicarlo incluso ante otros y ante ti mismo...
cuando conviertes de este modo y no a base de una decision mental logica y razonal - sino a base de amar a Dios... sin estar convencido razionalmente de lo cuerdo con ser cristiano (no entiendes que lo es siquiera) sino sigues a Dios padre Vivo .... y llegas a ser llevado a Su Hijo = la Iglesia de Cristo.... sabes todo esto ya en tu FE y sabras reconocerlo seguro en tu mente tambien cuando te presentan lo que tu corazon ya sabe en palabras y en escritos de otros que TAMBIEN LO VIVIERNO si aun en tiempos remotos.... sabes reconocer la Verdad, no por haberla estudiado y recibido por palabras o por testimonio de otros --- sino porque tu corazon en Dios te lo VERIFICA.....

y tu sabes del "testimonio" en ti y fuera de ti en tu propio espiritu que lo que dicen los que abrazan la Verdad - que es justamente LA VERDAD... lo aceptas por tanto sin mas ya que tu dentro y tu espiritu lo avala, tu corazon lo avala y tu mente tambien lo avala... eso lo SE de experencia en y mediante mi propia conversion... - para mi todo que se hacia y decia dentro la Iglesia era un continuo AMEN en mi corazon si aun mi mente ponia trabas para ENTENDER A FONDO y despejarse de lo "inculcado" de la cultura, el tiempo y las ensenanzas de mis padres y mis compatriotas me habian dado.... eso lo haces sin problemas = despejar tu mente y dejar atras lo que no avala tu corazon en Dios en ti - pero a la vez cuando hace esa labor tambien lleguas a la CERTEZA de tu Fe... llegas a saber CON SEGURIDAD lo que tu corazon ya sabia --- tambien en tu mente...

En Cristo

Que hermoso es leer su testimonio, es edificante, hay muchos caos semejantes y cada uno de los que leemos nos deja una enseñanza especial; Dios le ha de seguir instruyendo en nuestra fe.
 
Re: Gobierno apostólico de la Iglesia en el siglo I

Constantino I el Grande orientó la Basílica Vaticana teniendo en cuenta una construcción funeraria del II creyendo que allí estaba enterrado el cuerpo del apóstol Pedro. En la realización de su proyecto tuvo presentes dificultades de tipo arquitectónico y jurídico. Todo esto sólo puede explicarse si se admite la existencia de una tradición cultural petrina en la antigua área del Vaticano.

La polis-civitas se convirtió así en el espacio vital de los creyentes locales, así como la organización administrativa del Estado sirvió de modelo a las circunscripciones eclesiásticas. Como magnitud religioso-cultual, pero también en su autogobierno político, la polis helenística representaba una especie de contraste de la comunidad local de los creyentes.Ignacio de Antioquía
fue el primero en utilizar la expresión katholike ekklesia, con lo que seremontaba de la Iglesia universal a su prototipo transcendente.

ALFAGEM
E.