Más allá de tantas y largas discusiones dogmáticas y teóricas, si Dios o no Dios, etc... Hay algo cierto, nadie practica lo que dice.
¿Qué tan amigos y que ejemplo de amarse hemos dado? Pues algunos seguramente, pero la humanidad en pocas y raras veces se ha comportado como una familia.
Quizás cuando se ha levantado luego de guerras y momentos difíciles, son muestra de que las lecciones duras dejan buenas enseñanzas y buenos valores.
Pero últimamente el egoísmo ha ganado fuertemente en los corazones en estos tiempos, lo vemos a diario, y hasta en este foro podemos comprobarlo, el ego tremendo con el que con prepotencia demostramos, cerramos el corazón y queremos llevarnos el trofeo de la razón.
El mundo soñado por Jesús es un mundo donde reina el amor, la amistad, donde no hay diferencias entre las personas, donde somos una verdadera familia, y que tan lejos nos vemos!
¡Qué hacemos! Vivimos en la superficialidad, no hay Dios en nosotros, en ninguno, nuestra boca habla llenamente de él, pero no existe en nuestras vidas. El dinero, la indiferencia, el rencor, el odio, son nuestros dioses.
¿Y qué hay de los que vienen? Pobrecillos, desconocidos de la bondad y del amor.
Quizás no cueste tanto traer ese Reino del que Jesús nos habla, solo baste con pequeños aportes, una guitarra, salmos y rondas en las plazas, unas visitas a los ancianos, compartir y obsequiarles un buen momento al pobre y al mendigo de la calle, unos buenos consejos, visitar a la naturaleza, salirse unos momentos de la vida sedentaria, del sistema, del ruido, salir a pescar, escalar una montaña, contemplar la naturaleza. No todo es servir dentro de la Misa, y dejar a Jesús detrás del telón. Jesús camina, nos invita, salgamos, caminemos que hay muchos esperando. No todo es sacar la Biblia y ganar la razón, basta con buenos gestos, ese es el verdadero Evangelio que todos conocen y nadie lo lleva a la vida.
¿Qué tan amigos y que ejemplo de amarse hemos dado? Pues algunos seguramente, pero la humanidad en pocas y raras veces se ha comportado como una familia.
Quizás cuando se ha levantado luego de guerras y momentos difíciles, son muestra de que las lecciones duras dejan buenas enseñanzas y buenos valores.
Pero últimamente el egoísmo ha ganado fuertemente en los corazones en estos tiempos, lo vemos a diario, y hasta en este foro podemos comprobarlo, el ego tremendo con el que con prepotencia demostramos, cerramos el corazón y queremos llevarnos el trofeo de la razón.
El mundo soñado por Jesús es un mundo donde reina el amor, la amistad, donde no hay diferencias entre las personas, donde somos una verdadera familia, y que tan lejos nos vemos!
¡Qué hacemos! Vivimos en la superficialidad, no hay Dios en nosotros, en ninguno, nuestra boca habla llenamente de él, pero no existe en nuestras vidas. El dinero, la indiferencia, el rencor, el odio, son nuestros dioses.
¿Y qué hay de los que vienen? Pobrecillos, desconocidos de la bondad y del amor.
Quizás no cueste tanto traer ese Reino del que Jesús nos habla, solo baste con pequeños aportes, una guitarra, salmos y rondas en las plazas, unas visitas a los ancianos, compartir y obsequiarles un buen momento al pobre y al mendigo de la calle, unos buenos consejos, visitar a la naturaleza, salirse unos momentos de la vida sedentaria, del sistema, del ruido, salir a pescar, escalar una montaña, contemplar la naturaleza. No todo es servir dentro de la Misa, y dejar a Jesús detrás del telón. Jesús camina, nos invita, salgamos, caminemos que hay muchos esperando. No todo es sacar la Biblia y ganar la razón, basta con buenos gestos, ese es el verdadero Evangelio que todos conocen y nadie lo lleva a la vida.