Sucede que muchos de nosotros aunque hemos sido perdonados,nos olvidamos de pedir a Dios la PERSEVERANCIA EN EL BIEN HASTA EL FINAL,por eso se necesita frecuente oraciòn y cumplir aquello que decìa Jesùs :" Conviene orar siempre y no desfallecer ni cansarse de orar"(Lucas 28:1).
Hoy tenemos 24 horas menos de vida pero estamos 24 horas màs cerca de la eternidad. Todo tendrà un final,y si en la muerte perdemos el alma todo estarà perdido para siempre.
El apostol Santiago nos dice "Somos como un vapor de humo que aparece por un poquito de tiempo y luego desaparece"(Santiago 4,15) por eso mismo es que debemos dedicarnos a "buscar la salvaciòn con temor y temblor,con serenidad y gran respeto"(Filipenses 2,12)
Es necesario empezar desde ahora a alejarnos de aquèl o de aquello que nos aleja de Dios o que nos separa de Èl,dejar esos afectos a los goces terrenales indebidos antes de que por fuerza tengamos que dejarlos por la muerte.
El libro del Apocalipsis nos dice :"Dichosos los muertos que mueren en el señor"(Apocalipsis 14,13) o sea dichosos, los que antes de morir su muerte fisica,ya habìan muerto afectivamente a lo que se oponìa a su eterna salvaciòn.Estos no temen la muerte,sino que mas bien la esperan con alegrìa,porque ella los aparta de unos bienes materiales que ya no aman con exageraciòn y los lleva al inmenso y soberano bien,el mismo Dios,que los harà para siempre felices.
Todos sabemos que hemos de morir pero muchas veces nos hemos engañado imaginandonos a la muerte tan lejana como si jamàs hubiese de llegar.El patriarca Job nos dice :"El ser humano tiene una vida breve.Brota como una flor y luego se marchita y desaparece como una sombra"(Job 14,2).
Dios le mandò a Isaìas que dijera en voz muy alta:"Todo ser humano es como hierba,y todo su esplendor es como flor del campo:se seca la hierba,se marchita la flor"(Isaìas 40:6)
Asì que nuestra vida es como la de las plantas
ronto se seca la hierba de la vida,pronto se marchitan las flores de las grandezas humanas y de los bienes terrenos.
¿De què nos serviràn las riquezas,poderes y honores del mundo cuando ya no tengamos sino un ataùd de madera que nos acompañe al cementerio? ¿De què servirà que nos hagan honores o canten solemnes funerales si el alma se ha perdido para siempre?¿De què servirà haber tenido hermosura de cuerpo y haber cuidado demasiado esta carne si luego no nos queda sino podredumbre,gusanos y unos restos malolientes?.
Convenzàmonos por tanto de que para poner remedio a los desòrdenes que van en contra de nuestra sana conciencia no hay que dejar para cuando llegue el tiempo de la muerte,sino aprovechar ya desde ahora el tiempo que todavìa tenemos.
El apostol Pablo nos recomienda "Que los que gozan de este mundo recuerden que todo pasa muy pronto" ( 1 Corintios7,31)
Tenemos que esforzarnos por obtener que todo lo que hagamos,pensemos y decimos sirva para nuestro provecho en la vida eterna.
No dejemos para mañana el prepararnos para una santa muerte,porque este dia pasa y no vuelve.Y en el dia de mañana podrìa la muerte presentarse a llevarnos y entonces ya nada podrìamos remediar.
Hoy tenemos 24 horas menos de vida pero estamos 24 horas màs cerca de la eternidad. Todo tendrà un final,y si en la muerte perdemos el alma todo estarà perdido para siempre.
El apostol Santiago nos dice "Somos como un vapor de humo que aparece por un poquito de tiempo y luego desaparece"(Santiago 4,15) por eso mismo es que debemos dedicarnos a "buscar la salvaciòn con temor y temblor,con serenidad y gran respeto"(Filipenses 2,12)
Es necesario empezar desde ahora a alejarnos de aquèl o de aquello que nos aleja de Dios o que nos separa de Èl,dejar esos afectos a los goces terrenales indebidos antes de que por fuerza tengamos que dejarlos por la muerte.
El libro del Apocalipsis nos dice :"Dichosos los muertos que mueren en el señor"(Apocalipsis 14,13) o sea dichosos, los que antes de morir su muerte fisica,ya habìan muerto afectivamente a lo que se oponìa a su eterna salvaciòn.Estos no temen la muerte,sino que mas bien la esperan con alegrìa,porque ella los aparta de unos bienes materiales que ya no aman con exageraciòn y los lleva al inmenso y soberano bien,el mismo Dios,que los harà para siempre felices.
Todos sabemos que hemos de morir pero muchas veces nos hemos engañado imaginandonos a la muerte tan lejana como si jamàs hubiese de llegar.El patriarca Job nos dice :"El ser humano tiene una vida breve.Brota como una flor y luego se marchita y desaparece como una sombra"(Job 14,2).
Dios le mandò a Isaìas que dijera en voz muy alta:"Todo ser humano es como hierba,y todo su esplendor es como flor del campo:se seca la hierba,se marchita la flor"(Isaìas 40:6)
Asì que nuestra vida es como la de las plantas
¿De què nos serviràn las riquezas,poderes y honores del mundo cuando ya no tengamos sino un ataùd de madera que nos acompañe al cementerio? ¿De què servirà que nos hagan honores o canten solemnes funerales si el alma se ha perdido para siempre?¿De què servirà haber tenido hermosura de cuerpo y haber cuidado demasiado esta carne si luego no nos queda sino podredumbre,gusanos y unos restos malolientes?.
Convenzàmonos por tanto de que para poner remedio a los desòrdenes que van en contra de nuestra sana conciencia no hay que dejar para cuando llegue el tiempo de la muerte,sino aprovechar ya desde ahora el tiempo que todavìa tenemos.
El apostol Pablo nos recomienda "Que los que gozan de este mundo recuerden que todo pasa muy pronto" ( 1 Corintios7,31)
Tenemos que esforzarnos por obtener que todo lo que hagamos,pensemos y decimos sirva para nuestro provecho en la vida eterna.
No dejemos para mañana el prepararnos para una santa muerte,porque este dia pasa y no vuelve.Y en el dia de mañana podrìa la muerte presentarse a llevarnos y entonces ya nada podrìamos remediar.