De pequeña veía pasar a la gente caminando al son de campana de la capilla catolica cercana pues ésto anunciaba la misa. Entre mí pensaba ¿irán por gusto?, por quedar bien con los demás o porque tienen miedo de Dios? y lo pensaba porque realmente yo caía en lo tercero, decía nosotros nunca acudimos a ése llamado... quizás Dios se esté enojando por no ir a su misa y le preguntaba a mi papá : ¿Por qué nosotros no vamos? y su respuesta siempre variaba pero el resultado era el mismo: ¿Tu vas a lavar toda la ropa entonces?, Allí es puro chisme e hipocresía...si lees la Biblia vas a ser más tentada... eso es pura repetidera, si quieres al rato pasamos por el misal, es lo mismo... en resumen no ibamos... y por las tardes las invitaciones a los rezos en las que como siempre salía mi mamá a recibirlas apenada con la cara roja, porque sabía que en realidad ni nos pararíamos por allí... y ya en la escuela, los compañeros que se preparaban para la confirmación preguntándome ¿Tú ya te confirmaste? y como siempre mi cabeza imaginando mil excusas, hasta que decía, ¿necesito estar bautizada para éso? y la cara de pánico de los demás ¡¡¡No estas bautizada!!! (era como si dijeran NO TIENES LA VACUNA DE LA POLIO, TE QUEDARÁS COJA!!!) El fallar tanto a Dios por no cumplir con éstos requisitos me daba miedo... sobre todo la idea de morir e irme al infierno, y más aún que alguien de mi familia muriera y fuera al infierno... y pensaba cuando venga la muerte le diré que me lleve a mi primero. Pero cuando llegaban los quinces de alguna prima allá ibamos a la misa (bueno mi mamá, mis hermanas y yo, porque mi papá ni así entraba) y raramente, hablaban de tantas cosas allí y decían tantas palabras que no podía comprender nada, oculta llevaba una biblia de bolsillo que regalaban fuera de la escuela, ésta sólo contenia el Nuevo Testamento y los Salmos, pero nada de lo que hablaban lo encontraba allí... o quizás no era un instrumento muy útil porque no veía que nadie lo llevaraa excepción del sacerdote y las ancianas, sólo una cosa podía mi cabeza de adolescente entender :que yo tenía la culpa y que debía pegarme en el pecho por ello, entre las risas de mis hermanas y los llantos de los bebés cercanos, ésto era lo único que mi cabeza podía memorizar "por mi culpa, por mi gran culpa"... y la salida nuevamente peleando el lugar de la ventana del auto de mi tío y mi máma tratando de controlarnos diciendonos, acabamos de ir a misa y ya están peliando... nunca entendiamos qué tenía que ver una cosa con la otra, nosotras queríamos la ventana y punto.