Resumiendo y adaptando un poco la información contenida en nuestra enciclopedia bíblica "Perspicacia para comprender las Escrituras", comienzo este tema que de seguro aportará información a todos, sobre qué es la apostasía que habría del cristianismo, y otra información relacionada con este término bíblico.
"El término griego correspondiente (a‧po‧sta‧sí‧a) se deriva del verbo a‧fí‧stē‧mi, que significa literalmente “apartarse de”. La forma sustantiva tiene el sentido de “deserción, abandono o rebelión”.
En nuestra TNM con Referencias y Notas, dice sobre Hch 21:21:
“Una apostasía.” Gr.: a‧po‧sta‧sí‧an (del verbo a‧fí‧ste‧mi, “pararse lejos de”). El sustantivo tiene el sentido de deserción, abandono o rebelión. Véanse Jos 22:22; 2Cr 29:19; 2Te 2:3.
En el griego clásico esta se usaba para referirse a la defección política, y es con este sentido con el que se emplea el verbo en el pasaje de Hechos 5:37 sobre Judas el galileo, que “atrajo” (a‧pé‧stē‧se, una forma de a‧fí‧stē‧mi) seguidores. La Versión de los Setenta, escrita en griego, usa el vocablo en Génesis 14:4 con referencia a tal tipo de rebelión.
No obstante, en las Escrituras Griegas Cristianas se usa sobre todo con relación a la defección religiosa, es decir, a la renuncia o abandono de la verdadera causa, la adoración y servicio a Dios; en suma, una renuncia a lo que antes se profesaba y un abandono total de esos principios o de la fe. Los líderes religiosos de Jerusalén acusaron a Pablo de este tipo de apostasía de la ley mosaica (Hech.21:21).
Puede decirse con toda propiedad que el adversario de Dios fue el primer apóstata, según indica el nombre Satanás. Él hizo que la primera pareja humana apostatara. (Gé 3:1-15; Jn 8:44.)
... Después del Diluvio, los hombres se desviaron de las palabras del Dios de Noé. (Gé 11:1-9.)
... Más tarde, se le hizo necesario a Job defenderse de la acusación de apostasía que le lanzaron sus tres supuestos consoladores. (Job 8:13; 15:34; 20:5.) En su defensa, mostró que Dios no concede audiencia a los apóstatas (Job 13:16), y que el estado de un apóstata a quien Dios ‘corta’ es desesperanzado. (Job 27:8; compárese también con la declaración de Elihú en Job 34:30; 36:13.)
En estos casos se usa el sustantivo hebreo ja‧néf, que significa “apartado de Dios”, es decir, apóstata. El verbo relacionado, ja‧néf, significa “estar apartado de la debida relación con Dios”, o “contaminar, llevar a la apostasía”, según Lexicon in Veteris Testamenti Libros, de L. Koehler y W. Baumgartner, Leiden, 1958, pág. 317."
"El término griego correspondiente (a‧po‧sta‧sí‧a) se deriva del verbo a‧fí‧stē‧mi, que significa literalmente “apartarse de”. La forma sustantiva tiene el sentido de “deserción, abandono o rebelión”.
En nuestra TNM con Referencias y Notas, dice sobre Hch 21:21:
“Una apostasía.” Gr.: a‧po‧sta‧sí‧an (del verbo a‧fí‧ste‧mi, “pararse lejos de”). El sustantivo tiene el sentido de deserción, abandono o rebelión. Véanse Jos 22:22; 2Cr 29:19; 2Te 2:3.
En el griego clásico esta se usaba para referirse a la defección política, y es con este sentido con el que se emplea el verbo en el pasaje de Hechos 5:37 sobre Judas el galileo, que “atrajo” (a‧pé‧stē‧se, una forma de a‧fí‧stē‧mi) seguidores. La Versión de los Setenta, escrita en griego, usa el vocablo en Génesis 14:4 con referencia a tal tipo de rebelión.
No obstante, en las Escrituras Griegas Cristianas se usa sobre todo con relación a la defección religiosa, es decir, a la renuncia o abandono de la verdadera causa, la adoración y servicio a Dios; en suma, una renuncia a lo que antes se profesaba y un abandono total de esos principios o de la fe. Los líderes religiosos de Jerusalén acusaron a Pablo de este tipo de apostasía de la ley mosaica (Hech.21:21).
Puede decirse con toda propiedad que el adversario de Dios fue el primer apóstata, según indica el nombre Satanás. Él hizo que la primera pareja humana apostatara. (Gé 3:1-15; Jn 8:44.)
... Después del Diluvio, los hombres se desviaron de las palabras del Dios de Noé. (Gé 11:1-9.)
... Más tarde, se le hizo necesario a Job defenderse de la acusación de apostasía que le lanzaron sus tres supuestos consoladores. (Job 8:13; 15:34; 20:5.) En su defensa, mostró que Dios no concede audiencia a los apóstatas (Job 13:16), y que el estado de un apóstata a quien Dios ‘corta’ es desesperanzado. (Job 27:8; compárese también con la declaración de Elihú en Job 34:30; 36:13.)
En estos casos se usa el sustantivo hebreo ja‧néf, que significa “apartado de Dios”, es decir, apóstata. El verbo relacionado, ja‧néf, significa “estar apartado de la debida relación con Dios”, o “contaminar, llevar a la apostasía”, según Lexicon in Veteris Testamenti Libros, de L. Koehler y W. Baumgartner, Leiden, 1958, pág. 317."