Re: Hesed:
Re: Hesed:
1Co 11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
1Co 11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
Si el Espíritu Santo actuara ahora como en los tiempos de Ananías y Sáfira, no se mancillaría la solemnidad de la Cena del Señor con pedobautismos.
Re: Hesed:
1 - En aportes anteriores, compartí dos mensajes que entregué en mi asamblea tras la participación de la Cena del Señor. Hasta los mismos ancianos los agradecieron ya que ilustraban aspectos prácticos de un recto discernimiento del pan y el cuerpo del Señor en los que antes no habían reparado. O sea, se puede ser un hermano adulto bien formado y responsable en la iglesia, y hasta un viejecito con 70 años de congregado –como algunos hemos conocido-, y todavía no alcanzan a discernir aceptablemente la significación del pan y de la copa. La inmadurez no es excluyente para el bautismo y la recepción a la comunión en la asamblea. De hecho, nadie se bautiza ya maduro en la fe, pues el bautismo marca una etapa inicial en ese proceso de maduración.
2 – En la iglesia de Cristo y en la comunión de los santos durante la Cena del Señor, no discriminamos entre hermanos y hermanas, maduros e inmaduros, jóvenes o viejos, ricos o pobres, ya que tales accidentes no interesan sino que todos y cada uno de nosotros somos sacerdotes que traemos ante el Señor sacrificios de labios que confiesan su nombre y ascienden hacia su presencia en olor suave. Así que no nos interesa si el hermanito o hermanita a nuestro lado todavía es niño o niña, pues no es menos sacerdote que por la misma gracia de Dios lo soy yo.
3 – No conviene especular sobre si un niño es convertido y lo sacamos de los juegos propios de su edad para involucrarlo en las serias actividades de la iglesia. Yo jamás forcé a mis hijos a nada, confiando en el Señor que Él en su gracia haría la obra en ellos. Pero tampoco podía hacer lo contrario: si había en ellos una respuesta al Evangelio y asumían iniciativas espirituales, no podía echarles encima un balde de agua fría para frenar tales impulsos. A esto, sin embargo, se han sentido llamados algunos rancios y avinagrados ancianos.
4 – Otra de las malas costumbres que tuvimos que revisar fue la de tener a un candidato al bautismo en observación todo un año, como hicieron con mi esposa y mi hijo mayor. Tal práctica delata la incompetencia de los ancianos modernos, que sin don de discernimiento, no aciertan a atestiguar prontamente si efectivamente esta persona ha sido renacida de lo alto, o no. Su incertidumbre la compensan con el tiempo que se toman para bautizar a alguien o para recibirla en la comunión de la asamblea. Luego, si hay un fracaso, se excusan diciendo:
-¡Y eso que no le impusimos de ligero las manos sino que lo mantuvimos un buen tiempo observando su comportamiento!
Pero al abandonar la iglesia e irse al mundo mostrando que jamás había nacido de nuevo, comprueba que para nada sirvió el tiempo de espera al que se le tuvo sometido. En el NT a la conversión seguía el bautismo inmediato, porque la iglesia no tenía como dudar del cambio operado. Hoy día, como el cambio ni se nota, entonces se le hace esperar al mero profesante para ver si en todo un año mata a alguien, roba un Banco o cae en cualquier otro pecado grosero. De no cometer ninguna tropelía, se lo bautiza o recibe en comunión. Por más años que se sumen a la espera, tal dilación nada garantiza. La falla está en el evangelio light que hoy se predica, omitiendo el arrepentimiento. ¿Cómo podrán salvarse pecadores que jamás se vieron perdidos?
5 – Como dice el Salmo “Mis tiempos en tus manos están”. Esperar en el Señor no va con las precipitaciones pero tampoco con las postergaciones. Las dilatorias con frecuencia son excusas de la incompetencia. Recordamos que lo importante es “Si oyereis hoy su voz”. En tal caso no queda más que la obediencia inmediata. Suele ser un subterfugio espiritual aplazar para más tarde lo que ya debe ser hecho. Por supuesto que arribar a estas conclusiones nos ha llevado buen tiempo de cavilación y cabildeo, pero ahora entendemos mejor el porqué de tantos innecesarios fracasos.
Me voy a dormir. Saludos.
Ricardo.
1Co 11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
1Co 11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
Si el Espíritu Santo actuara ahora como en los tiempos de Ananías y Sáfira, no se mancillaría la solemnidad de la Cena del Señor con pedobautismos.