“No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la cuidad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.”
... “Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios , y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.” Lucas 2:1-14
¿Cómo pudieron los ángeles declarar estas cosas siendo que todavía el hombre vivía en pecado?. ¿Siendo que todavía el mundo estaba bajo la maldición y todavía existían los sacrificios?.¿Siendo que todavía el hombre vivía una vida de angustia y temor y que todavía los gentiles se encontraban sin Dios, sin pacto y sin esperanza en el mundo?.
Aún así, Dios tuvo la fe para mandar a Su Hijo como un bebé al mundo caído. No fue posible mandar a Su Hijo ya maduro, ya hombre lleno de poder porque no habría sido el "Hijo del hombre".
No fue posible mandar a su hijo como el Rey de Reyes. No tenía el derecho legal de entrar en el mundo así. El mundo estaba bajo el reino de las tinieblas y el ‘dios de este siglo’….. Satanás.
El hijo de Dios tenía que nacer como cualquier hombre; como un bebé. Un bebé dependiente de Su mamá, expuesto a los peligros del mundo. Un bebé buscado por Satanás.
Los peligros todavían existían cuando los ángeles hicieron su proclamación. Todavía el rey Herodes no había mandado sus soldados para matarle a Jesús. Todavía la familia de Jesús no había viajado a Egypto, un viaje peligroso y largo. Todavía no había crecido como hijo y no había trabajado como carpintero.
Todavía no había recibido el poder del Espíritu Santo. Todavía no había experimentado las tentaciones de Satanás. No había vencido al enemigo y el pecado. No había sanado a ningún enfermo o echado fuera a ningún demonio. Todavía no había sido rechazado por su propio pueblo de Nazaret.
Todavía no había sufrido tanta angustia en el huerto, sudando hasta gotas de sangre. Todavía no había sufrido la traición de Judás, el juicio ilegal, los golpes, la llaga y la cruz.
Todavía no fue hecho pecado y maldición para nosostros. Todavía no había bajado las partes más bajas de la tierra. Todavía no había sentado a la diestra de Dios, victorioso.
Todavía no había pasado nada. Un bebé nació. Aún así Dios por fe declaró
“paz, buena voluntad para con los hombres”
Por eso es que el nacimiento de Jesús representa la máxima expresión de fe de parte de Dios.
¿Cómo manifestó Su fe?
“Dios . . . llama las cosas que no son, como si fuesen” Romanos 4:17
Dios mismo tiene fe en Su Palabra.
La Palabra, El Verbo, Jesús, es la máxima expresión de la fe de Dios; es Dios en la carne.
Un bebé nació, y desde el primer momento de Su vida entre nosotros, Dios ya había declarado “paz, buena voluntad para con los hombres".
FELIZ NAVIDAD!
... “Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios , y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.” Lucas 2:1-14
¿Cómo pudieron los ángeles declarar estas cosas siendo que todavía el hombre vivía en pecado?. ¿Siendo que todavía el mundo estaba bajo la maldición y todavía existían los sacrificios?.¿Siendo que todavía el hombre vivía una vida de angustia y temor y que todavía los gentiles se encontraban sin Dios, sin pacto y sin esperanza en el mundo?.
Aún así, Dios tuvo la fe para mandar a Su Hijo como un bebé al mundo caído. No fue posible mandar a Su Hijo ya maduro, ya hombre lleno de poder porque no habría sido el "Hijo del hombre".
No fue posible mandar a su hijo como el Rey de Reyes. No tenía el derecho legal de entrar en el mundo así. El mundo estaba bajo el reino de las tinieblas y el ‘dios de este siglo’….. Satanás.
El hijo de Dios tenía que nacer como cualquier hombre; como un bebé. Un bebé dependiente de Su mamá, expuesto a los peligros del mundo. Un bebé buscado por Satanás.
Los peligros todavían existían cuando los ángeles hicieron su proclamación. Todavía el rey Herodes no había mandado sus soldados para matarle a Jesús. Todavía la familia de Jesús no había viajado a Egypto, un viaje peligroso y largo. Todavía no había crecido como hijo y no había trabajado como carpintero.
Todavía no había recibido el poder del Espíritu Santo. Todavía no había experimentado las tentaciones de Satanás. No había vencido al enemigo y el pecado. No había sanado a ningún enfermo o echado fuera a ningún demonio. Todavía no había sido rechazado por su propio pueblo de Nazaret.
Todavía no había sufrido tanta angustia en el huerto, sudando hasta gotas de sangre. Todavía no había sufrido la traición de Judás, el juicio ilegal, los golpes, la llaga y la cruz.
Todavía no fue hecho pecado y maldición para nosostros. Todavía no había bajado las partes más bajas de la tierra. Todavía no había sentado a la diestra de Dios, victorioso.
Todavía no había pasado nada. Un bebé nació. Aún así Dios por fe declaró
“paz, buena voluntad para con los hombres”
Por eso es que el nacimiento de Jesús representa la máxima expresión de fe de parte de Dios.
¿Cómo manifestó Su fe?
“Dios . . . llama las cosas que no son, como si fuesen” Romanos 4:17
Dios mismo tiene fe en Su Palabra.
La Palabra, El Verbo, Jesús, es la máxima expresión de la fe de Dios; es Dios en la carne.
Un bebé nació, y desde el primer momento de Su vida entre nosotros, Dios ya había declarado “paz, buena voluntad para con los hombres".
FELIZ NAVIDAD!
