Re: EL PROTESTANTISMO UNO DE LOS CAMINO AL INFIERNO
Una de las características por las cuales el protestantismo se muestra claramente falso es su divisionismo, 34000 interpretaciones distintas y distantes de lo que es el misterio de Cristo. Lejos están de tener una sola Fe, sus cinco solas son interpretadas de manera distinta según cada secta. pero carecen de una sola doctrina una sola comunión de bienes. Por eso el catecismo de la Iglesia es categórico en afirmar que la Iglesia de Cristo es Una Sola. No 34000.
Del Catecismo de la Iglesia Católica
III UNA SOLA FE
172 Desde siglos, a través de muchas lenguas, culturas, pueblos y naciones, la Iglesia no
cesa de confesar su única fe, recibida de un solo Señor, transmitida por un solo bautismo,
enraizada en la convicción de que todos los hombres no tienen más que un solo Dios y
Padre (Cf. Ef 4,4-6). S. Ireneo de Lyon, testigo de esta fe, declara:
173 "La Iglesia, en efecto, aunque dispersada por el mundo entero hasta los confines de la
tierra, habiendo recibido de los apóstoles y de sus discípulos la fe... guarda (esta
predicación y esta fe) con cuidado, como no habitando más que una sola casa, cree en ella
de una manera idéntica, como no teniendo más que una sola alma y un solo corazón, las
predica, las enseña y las transmite con una voz unánime, como no poseyendo más que una
sola boca" (haer. 1, 10,1-2).
174 "Porque, si las lenguas difieren a través del mundo, el contenido de la Tradición es
uno e idéntico. Y ni las Iglesias establecidas en Germania tienen otro fe u otra Tradición, ni
las que están entre los Iberos, ni las que están entre los Celtas, ni las de Oriente, de Egipto,
de Libia, ni las que están establecidas en el centro el mundo..." (Ibíd.). "El mensaje de la
Iglesia es, pues, verídico y sólido, ya que en ella aparece un solo camino de salvación a
través del mundo entero" (Ibíd. 5,20,1).
175 "Esta fe que hemos recibido de la Iglesia, la guardamos con cuidado, porque sin cesar,
bajo la acción del Espíritu de Dios, como un contenido de gran valor encerrado en un vaso
excelente, rejuvenece y hace rejuvenecer el vaso mismo que la contiene" (Ibíd., 3,24,1).