Mateo 9: 35 - 38
Todos somos ovejas perdidas pero no lo queremos reconocer, hacemos planes para el futuro, ideamos y analizamos todas las posibilidades de éxito o fracasos, y si logramos el éxito según nuestros cálculos, perdemos la vida y el que fracasa se siente como una oveja perdida, se da cuenta de su error, reconoce su equivocación y clama a gritos como el ciego de Jericó, ¡Señor! quiero ver. y se produce el milagro, el ""ciego"" comienza a ver"- porque, lo que el ojo no puede ver ni el oído puede escuchar, el Espíritu lo revelará.
35 Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando todo enfermedad y toda dolencia.
36 Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor.
Así estamos ahora, porque el pastor es asalariado y cuando ve venir al lobo, huye porque no son sus ovejas.
Hagamos entonces lo que nos pide el Señor, que nos envié pastores que lo den todo gratis .
37 Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos.
38 Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.»
Dios elige personalmente a sus obreros, entiéndanlo bien.
Todos somos ovejas perdidas pero no lo queremos reconocer, hacemos planes para el futuro, ideamos y analizamos todas las posibilidades de éxito o fracasos, y si logramos el éxito según nuestros cálculos, perdemos la vida y el que fracasa se siente como una oveja perdida, se da cuenta de su error, reconoce su equivocación y clama a gritos como el ciego de Jericó, ¡Señor! quiero ver. y se produce el milagro, el ""ciego"" comienza a ver"- porque, lo que el ojo no puede ver ni el oído puede escuchar, el Espíritu lo revelará.
35 Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando todo enfermedad y toda dolencia.
36 Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor.
Así estamos ahora, porque el pastor es asalariado y cuando ve venir al lobo, huye porque no son sus ovejas.
Hagamos entonces lo que nos pide el Señor, que nos envié pastores que lo den todo gratis .
37 Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos.
38 Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.»
Dios elige personalmente a sus obreros, entiéndanlo bien.