Etán los cristianos obligados a cumplir la ley mosaica?
Hoy se piensa que la ley mosaica es algo anticuado, una ley de tiempos pasados, que caducó con la muerte de Jesús y el comienzo de sus nuevas enseñanzas, y que, por lo tanto, no hay por qué tomarla en cuenta para nada. Sin embargo, Jesús dijo en cierta ocasión: “No piensen que vine a destruir la Ley o los Profetas. No vine a destruir, sino a cumplir; porque en verdad les digo que antes pasarían el cielo y la tierra que pasar de modo alguno una letra diminuta o una pizca de una letra de la Ley sin que sucedan todas las cosas. Por eso, cualquiera que quiebre uno de estos mandamientos más pequeños y enseñe así a la humnidad, será llmado más pequeño con relación al reino de los cielos. En cuanto a cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado “grande” con relación al reino de los cielos” (Mateo 6:17-19. Entonces, si Jesucristo cumplió cabalmente esta Ley, y enseñó a sus discípulos que hicieran lo mismo, debe estar claro que todos los cristianos tienen la misma obligación de cumplir hasta el más pequeño de los mandamientos que allí se citan si es que les interesa llegar a ser admitido en el reino mesiánico.
Estas palabras de Cristo suscitan otras preguntas de no menos importancia que podríamos hacernos: ¿Estaba él enseñando cosas contrarias a lo que anteriormente habia enseñados la Ley o los Profetas en el Antiguo Testamento, leyes y principios establecidos por Dios e inspirado a los profetas para que las escribieran? Por ejemplo, la Ley establecía “ojo por ojor, diente por diente, vida por vida”, es decir, que cada uno tenía que pagar cualquier daño o perjuicio que cometiera contra su semejantes o pagar un precio equivalente, y si el daño era mortal, pagaría con su propia vida, En cambio, Jesús enseñó que tenemos que perdonar cualquier mal que se nos haga, e incluso no solo perdonar, sino que tenemos que amar a nuestros enemigos y hacerles el mayor bien posible, esto es, pagar bien por mal, no devolver mal por mal a nadie, combatir el mal con el bien (Mateo 5:38,44). ¿hay alguna concordancia entre esta enseñanza y la anterior, o estaba Jesús contradiciendo lo enseñado por su Padre celestial? Deberíamos meditar detenidamente en estas cosas, y sacar conclusiones acertadas que armonicen con el conjunto del memsaje bíblico.
Hoy se piensa que la ley mosaica es algo anticuado, una ley de tiempos pasados, que caducó con la muerte de Jesús y el comienzo de sus nuevas enseñanzas, y que, por lo tanto, no hay por qué tomarla en cuenta para nada. Sin embargo, Jesús dijo en cierta ocasión: “No piensen que vine a destruir la Ley o los Profetas. No vine a destruir, sino a cumplir; porque en verdad les digo que antes pasarían el cielo y la tierra que pasar de modo alguno una letra diminuta o una pizca de una letra de la Ley sin que sucedan todas las cosas. Por eso, cualquiera que quiebre uno de estos mandamientos más pequeños y enseñe así a la humnidad, será llmado más pequeño con relación al reino de los cielos. En cuanto a cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado “grande” con relación al reino de los cielos” (Mateo 6:17-19. Entonces, si Jesucristo cumplió cabalmente esta Ley, y enseñó a sus discípulos que hicieran lo mismo, debe estar claro que todos los cristianos tienen la misma obligación de cumplir hasta el más pequeño de los mandamientos que allí se citan si es que les interesa llegar a ser admitido en el reino mesiánico.
Estas palabras de Cristo suscitan otras preguntas de no menos importancia que podríamos hacernos: ¿Estaba él enseñando cosas contrarias a lo que anteriormente habia enseñados la Ley o los Profetas en el Antiguo Testamento, leyes y principios establecidos por Dios e inspirado a los profetas para que las escribieran? Por ejemplo, la Ley establecía “ojo por ojor, diente por diente, vida por vida”, es decir, que cada uno tenía que pagar cualquier daño o perjuicio que cometiera contra su semejantes o pagar un precio equivalente, y si el daño era mortal, pagaría con su propia vida, En cambio, Jesús enseñó que tenemos que perdonar cualquier mal que se nos haga, e incluso no solo perdonar, sino que tenemos que amar a nuestros enemigos y hacerles el mayor bien posible, esto es, pagar bien por mal, no devolver mal por mal a nadie, combatir el mal con el bien (Mateo 5:38,44). ¿hay alguna concordancia entre esta enseñanza y la anterior, o estaba Jesús contradiciendo lo enseñado por su Padre celestial? Deberíamos meditar detenidamente en estas cosas, y sacar conclusiones acertadas que armonicen con el conjunto del memsaje bíblico.