¿Cristo contrario a la religión?

Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Quiero decir algo acerca de las hermanas y de sus faldas. No sé cuán largas o cortas deben ser las faldas de ustedes. Mejor vayan a la presencia del Señor y pregúntele. El está dentro de ustedes; escuchen lo que El dice. Entonces lo sabrán con certeza, pues el Jesús vivo les responderá. Si consultan los sesenta y seis libros de la Biblia, no encontrarán ni un versículo que especifique cuán largas deben ser sus faldas. Deben ir al Jesús vivo. No argumenten ni razonen, sólo vayan a Jesús.

A muchos les gusta establecer leyes para sí mismos, y otros las establecen para los demás. Al hacerlo, cada uno de ellos se convierte en el Moisés actual. No formulen leyes, ni para ustedes ni para los demás. ¡A El oíd!

En la aplicación, Pedro no sólo se olvidó de Cristo, sino también de sus hermanos. Cuando llegaron los cobradores de impuestos, si yo hubiera sido Pedro y hubiera aprendido mi lección, habría llamado al Señor y a los otros hermanos, Jacobo y Juan, y les habría pedido que resolvieran este asunto con los cobradores de impuestos. Entonces hubiera recibido la ayuda necesaria. Como podrán ver, ésta es la vida del Cuerpo. Pedro recibió la visión, pero pronto se olvidó de ella. En este caso particular de Pedro, no vemos ni a Cristo ni a la iglesia, ni a la Cabeza ni al Cuerpo; sólo vemos a Pedro. Este es también nuestro problema. Hoy, en todas nuestras situaciones, debemos tener presente tanto a la Cabeza como a los miembros del Cuerpo. No diga ni sí ni no, no diga nada, ni tome ninguna decisión hasta haber consultado a la Cabeza y también al Cuerpo. Nuestro problema es que estamos muy acostumbrados a ser individualistas
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Totalmente. La religión y la creencia son cosas bien diferentes. No tienen nada que ver.
La religión es una falsificación de las cosas de Dios. Es lo que el hombre hace supuestamente "para agradar a Dios", pero no hacen lo que Él quiere, sino que hacen lo que ellos deciden hacer por su cuenta.
El primer religioso fue Caín, que no ofreció su ofrenda de acuerdo a lo que Dios había indicado, sino que hizo otra cosa (como hacen ahora los religiosos).
Caín no era un ateo, era alguien que en lugar de ir por el camino (figurativamente) que Dios dijo, hizo su propio camino hacia Dios. Y lo único que logró fue apartarse de Dios.
Eso hace la religión, busca agradar a "Dios a su manera", pero no con lo que Dios dice que le agrada.
La razón por la cual hay tanta gente religiosa, es porque es mucho más sencillo hacer observancias externas como lo plantea la religión, en vez de cuidar el corazón, amarlo a Él, a su prójimo y creer su Palabra.
Es más fácil prender una vela, no comer cierto alimento, repetir una oración, ir un día de la semana a un lugar de liturgia, y hay muchas actitudes religiosas que son más sutiles, pero son iguales de religiosas.
totalmente de acuerdo estimado CreyenteX!!! es nuestro deber explicar siempre estas cosas hoy en día ya que las tradiciones y los preceptos de hombres se han arraigado tanto que muchos creyentes incautos hasta piensan que son verdades absolutas todo lo que les dicen equivocadamente, siendo que muchos no estudian ni revisan las escrituras para confirmar las cosas.

la PAZ a ti!
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Totalmente. La religión y la creencia son cosas bien diferentes. No tienen nada que ver.
La religión es una falsificación de las cosas de Dios. Es lo que el hombre hace supuestamente "para agradar a Dios", pero no hacen lo que Él quiere, sino que hacen lo que ellos deciden hacer por su cuenta.
El primer religioso fue Caín, que no ofreció su ofrenda de acuerdo a lo que Dios había indicado, sino que hizo otra cosa (como hacen ahora los religiosos).
Caín no era un ateo, era alguien que en lugar de ir por el camino (figurativamente) que Dios dijo, hizo su propio camino hacia Dios. Y lo único que logró fue apartarse de Dios.
Eso hace la religión, busca agradar a "Dios a su manera", pero no con lo que Dios dice que le agrada.
La razón por la cual hay tanta gente religiosa, es porque es mucho más sencillo hacer observancias externas como lo plantea la religión, en vez de cuidar el corazón, amarlo a Él, a su prójimo y creer su Palabra.
Es más fácil prender una vela, no comer cierto alimento, repetir una oración, ir un día de la semana a un lugar de liturgia, y hay muchas actitudes religiosas que son más sutiles, pero son iguales de religiosas.

totalmente de acuerdo estimado CreyenteX!!! es nuestro deber explicar siempre estas cosas hoy en día ya que las tradiciones y los preceptos de hombres se han arraigado tanto que muchos creyentes incautos hasta piensan que son verdades absolutas todo lo que les dicen equivocadamente, siendo que muchos no estudian ni revisan las escrituras para confirmar las cosas.

la PAZ a ti!

Estamos de acuerdo; la diferencia entre ambos adoradores está, como dicen, desde Caín y Abel; El primero basado en la justicia propia para ser vistos o comprar favores a Dios, y el segundo sustentado en la fe.

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
(Mat 6:1)
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Algunos versículos:

Col 2:20 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
Col 2:21 tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques
Col 2:22 (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?
Col 2:23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.


Sal 119:11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.


Pro 4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.


1Sa 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

Heb 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Mar 7:8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.
Mar 7:9 Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.


Mat 15:3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?

Tit 1:14 no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
Tit 1:15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.


Mat 6:7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

En los capítulos veintiuno y veintidós de Mateo vemos el cumplimiento de un hecho tipológico poco conocido del Antiguo Testamento. Según el mandamiento de Dios, el pueblo de Israel debía preparar un cordero por lo menos cuatro días antes de la Pascua (Ex. 12:3, 6). Durante ese período de preparación, ellos debían examinar el cordero detalladamente para ver si le encontraban alguna mancha o defecto. Dicho cordero debía cumplir todos los requisitos para ser sacrificado en la Pascua. Todos sabemos que el cordero pascual representa al Señor Jesucristo; El es el verdadero Cordero. Antes de ir a la cruz para cumplir lo que la Pascua tipificaba, El estuvo aproximadamente seis días en Jerusalén, y lo que le sucedió allí fue el cumplimiento de la examinación tipificada por el cordero pascual. Durante ese período, la gente puso a prueba a Jesús. Mateo 21 y 22 describen el examen a que El fue sometido. Jesús fue examinado por los líderes y representantes de los distintos partidos —sociales, políticos y religiosos— de aquel tiempo. Veamos quienes eran estos partidos.

En primer lugar lo examinaron los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo (21:23). Los principales sacerdotes eran aquellos que tenían autoridad en la religión y que servían a Dios en el templo. Los ancianos eran los que tenían autoridad en el pueblo, esto es, en la comunidad. Por consiguiente, los primeros que examinaron a Jesús eran aquellos que tenían autoridad en la religión y en la comunidad, es decir, los principales sacerdotes y los ancianos. Ellos le preguntaron: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?" (21:23). El segundo examen fue efectuado por los fariseos, el partido religioso más fuerte, y por los herodianos, un partido político. Para examinar a Jesús por segunda vez, la religión se unió con la política, ¡qué extraños compañeros! El tercer examen lo llevaron a cabo los saduceos, los modernistas de aquellos días. En el cristianismo actual muchos no creen que Jesús sea el Hijo de Dios, quien murió en la cruz y derramó Su sangre por nuestra redención, y quien resucitó física y literalmente de entre los muertos. Los modernistas son los saduceos de hoy, y los saduceos eran los modernistas de antaño. Ellos no creían ni en la palabra de Dios ni en Su poder, ni en la resurrección ni en los ángeles, ni tampoco en el espíritu (Hch. 23:8). Finalmente, en el cuarto examen, uno de los fariseos más destacados, un doctor de la ley, puso a Jesús a prueba.
¿Pueden ver el cuadro? No sólo los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo, sino también los discípulos de los fariseos, los herodianos, los saduceos, y finalmente un doctor de la ley, un experto entre los fariseos, todos ellos rodearon al pequeño Jesús. Todas estas personas cultas, con grandes logros, conocimiento, posición, nombres destacados y poder, se unieron para examinar al Cristo y encontrar alguna falta en El. Jesús jamás recibió diploma alguno. El venía de una ciudad, un pueblo y una región menospreciadas, y ahora El se encontraba allí, en medio de estos líderes. Pero alabado sea el Señor que, aunque era pequeño exteriormente, no lo era así interiormente. Exteriormente El no tenía ninguna apariencia ostentosa ni pretensión alguna; no obstante, interiormente poseía un extraordinario poder. Tal vez exteriormente no tenía ningún conocimiento intelectual, pero interiormente poseía una sabiduría infinita. Así que, El contestó todas las preguntas y pasó todas las pruebas. Fue puesto a prueba y examinado por todos esos líderes, y salió triunfante.

Finalmente, fue El quien los puso a prueba a ellos, y de un solo tiro mató a todos los pájaros. Con una sola pregunta cerró todas las bocas. Ellos pusieron a prueba a Jesús cuatro veces, y el Señor los puso a prueba una sola vez. Al evaluar las preguntas provenientes de
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

El Señor Jesús era muy sabio. El dijo: “Yo también os haré una pregunta, y si me la contestáis, también Yo os diré con qué autoridad hago estas cosas. El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres?” (21:24-25). El los puso en evidencia. Entonces estos hombres cultos y prominentes, discutían entre sí, diciendo: “Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?” (21:25). Ellos temían responder, pues si respaldaban a Juan, tendrían que recibir también a Jesús, porque Juan testificó de El y era Su precursor. Así que, si aceptaban a Juan, también tenían que aceptar a Jesús; por tanto, razonaron de la siguiente manera: “No podemos contestar eso, pues si lo hacemos, caeremos en una trampa”. Ellos cavilaban: “Y si decimos, de los hombres, tememos a la multitud; porque todos tienen a Juan por profeta” (21:26). Finalmente decidieron que la mejor solución era decir una mentira. Así que, se volvieron a Jesús y le dijeron: “No sabemos”. Pero el Señor Jesús sabía que ellos sí sabían. De modo que les respondió descubriendo la realidad: “Ustedes sí saben, pero no quieren decirlo. Dicen que no saben, pero eso es una mentira. La verdad es que no lo quieren decir. Puesto que ustedes no quieren decirlo, Yo tampoco les diré. Ustedes mienten, pero Yo no mentiré”. Jesús es verdaderamente el Señor. El es realmente digno de nuestra adoración. Aparte de Jesús, ¿quién podría contestar de esta manera?