¿Cristo contrario a la religión?

2 Octubre 2010
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Pasaba Jesús por los sembradíos con Sus discípulos en día sábado. Los discípulos, al ver las espigas, empezaron a comer porque tenían hambre. Cuando los fariseos vieron esto, dijeron: “He aquí Tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado” (12:2). Como podrán ver, guardar el sábado de esta manera es realmente una carga pesada. Jesús ha dicho: “Venid a Mí todos los que trabajáis arduamente y estáis cargados”. Cualquier reglamento o norma es una carga pesada; sin embargo, con Cristo no existe ningún reglamento ni norma.

Consideremos la situación: los discípulos hambrientos estaban, posiblemente, en la sinagoga, y el Señor Jesús los sacó de allí; El los sacó de lo religioso y los condujo a los sembradíos. ¿Cree usted que lo hizo sin ningún propósito? Puedo asegurarles que el Señor Jesús hizo esto intencionalmente, a propósito. El quebrantó deliberadamente la observancia del sábado para satisfacer a aquellos que tenían hambre. La religión les imponía una carga, pero el Señor Jesús los satisfizo.

Los religiosos siempre ponen cargas sobre los demás, por ejemplo, les prohiben comer. Ellos suelen decir: “No es lícito, no es fundamental, no es conforme a las Escrituras”. Sin embargo, el Señor Jesús dijo: “¿No habéis leído?” En realidad les estaba diciendo: “Ustedes son tan fundamentalistas, tan bíblicos. ¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la presencia [lit.], que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿No lo habéis leído, vosotros fariseos? Según vuestra ley no era lícito que David y los que lo acompañaban comieran, pero lo hicieron”. Aquellas personas tan bíblicas y fundamentalistas quedaron calladas. Esto es muy significativo.

Efectivamente existía un reglamento el cual estipulaba que sólo los sacerdotes podían comer el pan de la presencia en la casa de Dios. No obstante, la misma Biblia que menciona este reglamento, también relata cómo David entró en el templo y junto con sus seguidores comió el pan de la presencia. Pero Dios no los condenó. Al hablar así, el Señor Jesús daba a entender a los fariseos: “Yo Soy el verdadero David, y Mis discípulos son los verdaderos seguidores de David. Si antiguamente David y sus seguidores comieron el pan de la presencia sin ser condenados, pues a ellos no les estaba permitido comerlo, ¿cómo pueden ustedes condenarme?.

Cristo es incompatible con los religiosos... ¿Que opinan?
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Pasaba Jesús por los sembradíos con Sus discípulos en día sábado. Los discípulos, al ver las espigas, empezaron a comer porque tenían hambre. Cuando los fariseos vieron esto, dijeron: “He aquí Tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado” (12:2). Como podrán ver, guardar el sábado de esta manera es realmente una carga pesada. Jesús ha dicho: “Venid a Mí todos los que trabajáis arduamente y estáis cargados”. Cualquier reglamento o norma es una carga pesada; sin embargo, con Cristo no existe ningún reglamento ni norma.

Consideremos la situación: los discípulos hambrientos estaban, posiblemente, en la sinagoga, y el Señor Jesús los sacó de allí; El los sacó de lo religioso y los condujo a los sembradíos. ¿Cree usted que lo hizo sin ningún propósito? Puedo asegurarles que el Señor Jesús hizo esto intencionalmente, a propósito. El quebrantó deliberadamente la observancia del sábado para satisfacer a aquellos que tenían hambre. La religión les imponía una carga, pero el Señor Jesús los satisfizo.

Los religiosos siempre ponen cargas sobre los demás, por ejemplo, les prohiben comer. Ellos suelen decir: “No es lícito, no es fundamental, no es conforme a las Escrituras”. Sin embargo, el Señor Jesús dijo: “¿No habéis leído?” En realidad les estaba diciendo: “Ustedes son tan fundamentalistas, tan bíblicos. ¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la presencia [lit.], que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿No lo habéis leído, vosotros fariseos? Según vuestra ley no era lícito que David y los que lo acompañaban comieran, pero lo hicieron”. Aquellas personas tan bíblicas y fundamentalistas quedaron calladas. Esto es muy significativo.

Efectivamente existía un reglamento el cual estipulaba que sólo los sacerdotes podían comer el pan de la presencia en la casa de Dios. No obstante, la misma Biblia que menciona este reglamento, también relata cómo David entró en el templo y junto con sus seguidores comió el pan de la presencia. Pero Dios no los condenó. Al hablar así, el Señor Jesús daba a entender a los fariseos: “Yo Soy el verdadero David, y Mis discípulos son los verdaderos seguidores de David. Si antiguamente David y sus seguidores comieron el pan de la presencia sin ser condenados, pues a ellos no les estaba permitido comerlo, ¿cómo pueden ustedes condenarme?.

Cristo es incompatible con los religiosos... ¿Que opinan?[/QUOTE]

Toda tu exposición para lanzar una afirmación y una pregunta.

... ¿Buscas la verdad o reafirmarte en una excusa?... venga ¡Tú mismo!.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Pasaba Jesús por los sembradíos con Sus discípulos en día sábado. Los discípulos, al ver las espigas, empezaron a comer porque tenían hambre. Cuando los fariseos vieron esto, dijeron: “He aquí Tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado” (12:2). Como podrán ver, guardar el sábado de esta manera es realmente una carga pesada. Jesús ha dicho: “Venid a Mí todos los que trabajáis arduamente y estáis cargados”. Cualquier reglamento o norma es una carga pesada; sin embargo, con Cristo no existe ningún reglamento ni norma.

Consideremos la situación: los discípulos hambrientos estaban, posiblemente, en la sinagoga, y el Señor Jesús los sacó de allí; El los sacó de lo religioso y los condujo a los sembradíos. ¿Cree usted que lo hizo sin ningún propósito? Puedo asegurarles que el Señor Jesús hizo esto intencionalmente, a propósito. El quebrantó deliberadamente la observancia del sábado para satisfacer a aquellos que tenían hambre. La religión les imponía una carga, pero el Señor Jesús los satisfizo.

Los religiosos siempre ponen cargas sobre los demás, por ejemplo, les prohiben comer. Ellos suelen decir: “No es lícito, no es fundamental, no es conforme a las Escrituras”. Sin embargo, el Señor Jesús dijo: “¿No habéis leído?” En realidad les estaba diciendo: “Ustedes son tan fundamentalistas, tan bíblicos. ¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la presencia [lit.], que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿No lo habéis leído, vosotros fariseos? Según vuestra ley no era lícito que David y los que lo acompañaban comieran, pero lo hicieron”. Aquellas personas tan bíblicas y fundamentalistas quedaron calladas. Esto es muy significativo.

Efectivamente existía un reglamento el cual estipulaba que sólo los sacerdotes podían comer el pan de la presencia en la casa de Dios. No obstante, la misma Biblia que menciona este reglamento, también relata cómo David entró en el templo y junto con sus seguidores comió el pan de la presencia. Pero Dios no los condenó. Al hablar así, el Señor Jesús daba a entender a los fariseos: “Yo Soy el verdadero David, y Mis discípulos son los verdaderos seguidores de David. Si antiguamente David y sus seguidores comieron el pan de la presencia sin ser condenados, pues a ellos no les estaba permitido comerlo, ¿cómo pueden ustedes condenarme?.

Cristo es incompatible con los religiosos... ¿Que opinan?

En el caso de la lepra Cristo pide presentar la ofrenda solicitada por Moisés, San Mateo 8,4 "Jesús le dijo: «Mira, no se lo digas a nadie; pero ve a mostrarte al sacerdote y ofrece la ofrenda ordenada por la Ley de Moisés, pues tú tienes que hacerles una declaración.»

Cristo no es contrario a la religión. Lo que sucede es que los escribas y fariseos querían acusarlo y buscaban motivos.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Pasaba Jesús por los sembradíos con Sus discípulos en día sábado. Los discípulos, al ver las espigas, empezaron a comer porque tenían hambre. Cuando los fariseos vieron esto, dijeron: “He aquí Tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado” (12:2). Como podrán ver, guardar el sábado de esta manera es realmente una carga pesada. Jesús ha dicho: “Venid a Mí todos los que trabajáis arduamente y estáis cargados”. Cualquier reglamento o norma es una carga pesada; sin embargo, con Cristo no existe ningún reglamento ni norma.
Mat 5:17

(AF) No penséis que yo he venido a anular la ley de Moisés o las enseñanzas de los profetas. No he venido a anularlas, sino a darles su verdadero significado.

(BAD) »No penséis que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento.

(BJ1976) «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.

(BJ2) "No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.

(BL95) No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacer cosa alguna, sino para llevarla a la forma perfecta.

(BLS) "No crean que vine a quitar la ley ni a decir que la enseñanza de los profetas ya no vale. Al contrario: vine a darles su verdadero valor.

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir. Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las co­sas sean hechas. De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado gran­de en el reino de los cielos. Porque os digo, que si vuestra jus­ticia no fuere mayor que la de los escribas y de los Fariseos no entraréis en el reino de los cielos (Mateo 5: 17-20).

Consideremos la situación: los discípulos hambrientos estaban, posiblemente, en la sinagoga, y el Señor Jesús los sacó de allí; El los sacó de lo religioso y los condujo a los sembradíos. ¿Cree usted que lo hizo sin ningún propósito? Puedo asegurarles que el Señor Jesús hizo esto intencionalmente, a propósito. El quebrantó deliberadamente la observancia del sábado para satisfacer a aquellos que tenían hambre. La religión les imponía una carga, pero el Señor Jesús los satisfizo.
No, Jesús no quebrantó o ¿acaso él hizo lo mismo que sus discípulos?... Jesús lo que hizo fue confrontar a los fariseos al recordarles que ellos circuncidaban a un niño en sábado. Poniéndoles en claro que en sábado [día sagrado dedicado a Dios] no estaba prohibido ni practicar el bien ni hacer actos de misericordia.

Los religiosos siempre ponen cargas sobre los demás, por ejemplo, les prohiben comer. Ellos suelen decir: “No es lícito, no es fundamental, no es conforme a las Escrituras”. Sin embargo, el Señor Jesús dijo: “¿No habéis leído?” En realidad les estaba diciendo: “Ustedes son tan fundamentalistas, tan bíblicos. ¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la presencia [lit.], que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿No lo habéis leído, vosotros fariseos? Según vuestra ley no era lícito que David y los que lo acompañaban comieran, pero lo hicieron”. Aquellas personas tan bíblicas y fundamentalistas quedaron calladas. Esto es muy significativo.
Efectivamente existía un reglamento el cual estipulaba que sólo los sacerdotes podían comer el pan de la presencia en la casa de Dios. No obstante, la misma Biblia que menciona este reglamento, también relata cómo David entró en el templo y junto con sus seguidores comió el pan de la presencia. Pero Dios no los condenó. Al hablar así, el Señor Jesús daba a entender a los fariseos: “Yo Soy el verdadero David, y Mis discípulos son los verdaderos seguidores de David.
Si antiguamente David y sus seguidores comieron el pan de la presencia sin ser condenados, pues a ellos no les estaba permitido comerlo, ¿cómo pueden ustedes condenarme?.
No te precupes que "la misma Biblia" también relata muchos otros pecados, pero que estén escritos no implica que dejen de serlo. Y, no, Jesús no les preguntó ¿cómo pueden Vds. condenarme?... Él lo que dijo es: "Yo soy Señor del sábado... y vuestra ley indica guardar el sábado en santidad. Señores maestros de la ley: El rigor de la ley no prohibe practicar misericordia... No, hacer el bien no es incompatible con la ley de Dios... ¿Ahora entiendes?.

Cristo es incompatible con los religiosos... ¿Que opinan?
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Pues aquello fue sólo el primer sábado. Después de eso, vemos otro sábado en el capítulo doce. Después del primer sábado, el Señor Jesús entró en la sinagoga el día de reposo, y se encontraba allí un hombre que tenía una mano seca. Entonces los religiosos aprovecharon la oportunidad para tentar nuevamente al Señor Jesús, y le preguntaron: “¿Es lícito sanar en sábado?” (v. 10). Aquí vemos el caso de un hombre que tenía la mano seca; no es el caso de un hombre completo, sino el caso de una mano, de un miembro del cuerpo. Esto es muy significativo. En el primer sábado, el Señor Jesús se ocupó de Sí mismo como Cabeza del Cuerpo. Ahora, en el segundo sábado, El debía cuidar de Sus miembros. Aquí vemos una mano seca, un miembro seco, casi muerto. El Señor contestó a los fariseos: “¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cae en un hoyo en sábado, no le echa mano y la levanta? Pues ¡cuánto más vale un hombre que una oveja!" (12:11-12). En otras palabras El dijo: “¿Entonces que hay de malo si sano a este miembro seco?” La mano es un miembro del cuerpo, y la oveja es un miembro del rebaño. ¿Puede ver esto? Ese sábado el Señor indicó que El haría todo lo necesario para sanar a Sus miembros, para rescatar a Sus ovejas caídas. Sea sábado o no, el Señor está interesado en sanar a los miembros muertos de Su Cuerpo. Al Señor no le importan los reglamentos; a Sus ojos el rescate de Sus ovejas caídas tiene primordial importancia. El primer sábado aprendimos la lección siguiente: Cristo, la Cabeza, lo es todo; El es David, es mayor que el templo, y es Señor del sábado. Pero el segundo sábado nos enseña otra lección: el Señor Jesús se interesa por Sus miembros secos, Sus ovejas caídas. Esto es muy significativo.

Hoy muchos se preocupan por los reglamentos, pero no se interesan por Cristo, la Cabeza. Muchos hoy se preocupan más por sus formalidades, doctrinas y normas que por los miembros secos del Cuerpo de Cristo; no se preocupan por las ovejas del rebaño.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

:Originalmente enviado por Creyentes>> Pues aquello fue sólo el primer sábado. Después de eso, vemos otro sábado en el capítulo doce. Después del primer sábado, el Señor Jesús entró en la sinagoga el día de reposo, y se encontraba allí un hombre que tenía una mano seca. Entonces los religiosos aprovecharon la oportunidad para tentar nuevamente al Señor Jesús, y le preguntaron: “¿Es lícito sanar en sábado?” (v. 10). Aquí vemos el caso de un hombre que tenía la mano seca; no es el caso de un hombre completo, sino el caso de una mano, de un miembro del cuerpo. Esto es muy significativo. En el primer sábado, el Señor Jesús se ocupó de Sí mismo como Cabeza del Cuerpo. Ahora, en el segundo sábado, El debía cuidar de Sus miembros. Aquí vemos una mano seca, un miembro seco, casi muerto. El Señor contestó a los fariseos: “¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cae en un hoyo en sábado, no le echa mano y la levanta? Pues ¡cuánto más vale un hombre que una oveja!" (12:11-12). En otras palabras El dijo: “¿Entonces que hay de malo si sano a este miembro seco?” La mano es un miembro del cuerpo, y la oveja es un miembro del rebaño. ¿Puede ver esto? Ese sábado el Señor indicó que El haría todo lo necesario para sanar a Sus miembros, para rescatar a Sus ovejas caídas. Sea sábado o no, el Señor está interesado en sanar a los miembros muertos de Su Cuerpo. Al Señor no le importan los reglamentos;​

Lo que pasa es que rescatar a una oveja caída no consiste tan solo en sanar su pierna rota, lo cual no requiere mucho más que vendarle con una tablilla o una escayola... Pero sabiduría y
disciplina de Dios serán necesarias para convencer a la oveja de no continuar optando por el camino escabroso...

Dices que al Señor no le importan los reglamentos, pues entonces no los daría... Recuerda "El principio de la sabiduría es el temor de Dios"... Otra cosa es que ellos no sean para Dios ni planteen para sus hijos un impedimento al amor y a la misericordia [Según el concepto de Dios; no el del mundo].

A Sus ojos el rescate de Sus ovejas caídas tiene primordial importancia. El primer sábado aprendimos la lección siguiente: Cristo, la Cabeza, lo es todo; El es David, es mayor que el templo, y es Señor del sábado. Pero el segundo sábado nos enseña otra lección: el Señor Jesús se interesa por Sus miembros secos, Sus ovejas caídas. Esto es muy significativo.
Eso lo puedes apostar y además que vela, como buen pastor que és y dueño del rebaño, también por sus ovejas sanas... Está también por ellas y no se espanta por muy furioso y hambriento que venga el lobo.
Hoy muchos se preocupan por los reglamentos, pero no se interesan por Cristo, la Cabeza. Muchos hoy se preocupan más por sus formalidades, doctrinas y normas que por los miembros secos del Cuerpo de Cristo; no se preocupan por las ovejas del rebaño
... Ésto es tu opinión.

Un saludo,

Isle.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Cuando Juan el Bautista vino, no comía ni bebía. Su comportamiento era totalmente opuesto a la religión y a la cultura humana. Por esta razón, los fariseos y los escribas, o sea, los religiosos, juzgaron que él tenía un demonio. Ciertamente nadie entendía a Juán; por tanto, ellos decidieron que tenía un demonio. Pero entonces vino Jesús, que comía y bebía, y los religiosos dijeron: “Miren, este hombre no parece hacer otra cosa que comer y beber”.

Si algún reglamento nos prohibiera comer y beber, resultaría una carga muy gravosa. Por otra parte, si otro reglamento nos obligara a comer y a beber más de lo necesario, esto también representaría una carga muy gravosa. Sin embargo, para nosotros, los hijos de sabiduría, este no es un asunto concerniente a comer y beber, ni de abstenerse de ello, sino absolutamente un asunto de vida. Prestemos atención a las palabras del Señor en el versículo diecinueve de este capítulo: “La sabiduría es justificada por sus hijos”. Aquí debe impresionarnos la palabra “hijos”, la cual nos muestra que éste es un asunto de vida. No somos estudiantes de la sabiduría, sino hijos de ella. No nos preocupa tanto el conocimiento de la sabiduría, pero sí nos interesa llevar una vida de sabiduría. ¿Qué es la sabiduría? ¡Cristo! Somos los hijos de Cristo; tenemos Su vida, por tanto, tenemos la vida de sabiduría. Para nosotros la vida cristiana no es un asunto de reglamentos, de hacer esto y aquello o de no hacerlo; más bien, es un asunto de vida. Si tengo sed, puedo beber; puedo beber poco a poco o beber una gran cantidad de agua de una vez. No existe ninguna ley al respecto, todo depende de la vida. No me pregunte por qué tomo agua; pues mi respuesta será: simplemente porque tengo sed. Cuando tengo sed, no me prohiba saciarla. Cuando no tengo sed, no me obligue a beber. No me pregunte por qué como, pues lo hago simplemente porque tengo hambre. Tampoco me pregunte por qué no como; no lo hago sencillamente porque no tengo hambre. ¿De qué depende esto? Depende absolutamente de la vida. Esta es la manera de obtener descanso. Las normas y reglas son sólo cargas pesadas de llevar, y Jesucristo dijo: “Venid a Mí todos los que trabajáis arduamente y estáis cargados, y Yo os haré descansar”.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Cuando Juan el Bautista vino, no comía ni bebía. Su comportamiento era totalmente opuesto a la religión y a la cultura humana. Por esta razón, los fariseos y los escribas, o sea, los religiosos, juzgaron que él tenía un demonio. Ciertamente nadie entendía a Juán; por tanto, ellos decidieron que tenía un demonio. Pero entonces vino Jesús, que comía y bebía, y los religiosos dijeron: “Miren, este hombre no parece hacer otra cosa que comer y beber”.

Si algún reglamento nos prohibiera comer y beber, resultaría una carga muy gravosa. Por otra parte, si otro reglamento nos obligara a comer y a beber más de lo necesario, esto también representaría una carga muy gravosa. Sin embargo, para nosotros, los hijos de sabiduría, este no es un asunto concerniente a comer y beber, ni de abstenerse de ello, sino absolutamente un asunto de vida. Prestemos atención a las palabras del Señor en el versículo diecinueve de este capítulo: “La sabiduría es justificada por sus hijos”. Aquí debe impresionarnos la palabra “hijos”, la cual nos muestra que éste es un asunto de vida. No somos estudiantes de la sabiduría, sino hijos de ella. No nos preocupa tanto el conocimiento de la sabiduría, pero sí nos interesa llevar una vida de sabiduría. ¿Qué es la sabiduría? ¡Cristo! Somos los hijos de Cristo; tenemos Su vida, por tanto, tenemos la vida de sabiduría. Para nosotros la vida cristiana no es un asunto de reglamentos, de hacer esto y aquello o de no hacerlo; más bien, es un asunto de vida. Si tengo sed, puedo beber; puedo beber poco a poco o beber una gran cantidad de agua de una vez. No existe ninguna ley al respecto, todo depende de la vida. No me pregunte por qué tomo agua; pues mi respuesta será: simplemente porque tengo sed. Cuando tengo sed, no me prohiba saciarla. Cuando no tengo sed, no me obligue a beber. No me pregunte por qué como, pues lo hago simplemente porque tengo hambre. Tampoco me pregunte por qué no como; no lo hago sencillamente porque no tengo hambre. ¿De qué depende esto? Depende absolutamente de la vida. Esta es la manera de obtener descanso. Las normas y reglas son sólo cargas pesadas de llevar, y Jesucristo dijo: “Venid a Mí todos los que trabajáis arduamente y estáis cargados, y Yo os haré descansar”.

¿Tratas de decir que te guías por la fórmula más aliviada para tí?... ¿Como si las decisiones a la hora de la vida las optases enfocadas a cubrir una necesidad que surge natural y momentánea?

Hmmm... pero también recuerdo: "Mi cuerpo es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida... Al que cree en mí de su interior correrás ríos de agua viva y ya no tendrá sed jamás"... Guiarnos por nuestra propia sed... depende si nuestra vida está debidamente sincronizada con Dios. Creo que el punto consiste en si en realidad hemos asimildado a Cristo como el verdadero alimento de nuestra existencia.

Un saludo.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Entonces el Señor Jesús añadió algo. El dijo: “¿O no habéis leído... ?” (12:5). No crea que usted entiende la Biblia mejor que el Señor Jesús. Nuevamente el Señor Jesús les preguntó: “¿O no habéis leído en la ley que en los sábados los sacerdotes en el templo profanan el sábado, y son sin culpa?” Incluso es lícito que los sacerdotes profanen el día de sábado. Mientras están en el templo no hay obligación, son libres de la ley. Si están fuera del templo, deben observar el sábado, pero si están en el templo, son libres de tal observancia. El templo es su emancipación. El Señor Jesús dijo: “Pues os digo que hay aquí algo mayor que el templo” (v. 6). En realidad el Señor Jesús estaba diciendo de alguna manera a los fariseos: “Mis discípulos comían en el templo. Quebrantaron el precepto sabático estando en Mí, en el templo real. Mientras estén en Mí, todo lo que hagan está bien. ¿Qué pueden contestar a esto? ¿Creen que realmente conocen la Biblia? Les aseguro, fariseos y escribas, que la conocen muy poco. En realidad, no la conocen bien. ¿O no habéis leído? A los sacerdotes se les permitía quebrantar el precepto sabático en el templo. Ahora, Yo soy el Templo verdadero, y Mis discípulos son los sacerdotes que están en Mí. Todo lo que hacen, aún cuando se oponga a la ley, no va en contra de ella, porque ellos están en el Templo. Por lo tanto, son libres”.
Si usted se encuentra fuera del Templo, está atado, pero si se halla en el Templo, es libre. Si usted está fuera de Cristo, se encuentra bajo la esclavitud, pero si está en Cristo, es libre. ¡Esto es maravilloso! Hoy en día, Cristo no es solamente el templo, sino que es el Templo verdadero. ¿No es esto bueno? Usted nunca podría aventajar al Señor Jesús. No venga ante El con la intención de ganar su argumento. Dicho de otra manera, su argumento no tiene base. No diga que ha perdido; porque de todos modos, nunca tuvo un argumento válido. Jesús tiene toda la razón.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Entonces el Señor Jesús añadió algo. El dijo: “¿O no habéis leído... ?” (12:5). No crea que usted entiende la Biblia mejor que el Señor Jesús. Nuevamente el Señor Jesús les preguntó: “¿O no habéis leído en la ley que en los sábados los sacerdotes en el templo profanan el sábado, y son sin culpa?” [Mateo 12:5] Incluso es lícito que los sacerdotes profanen el día de sábado. Mientras están en el templo no hay obligación, son libres de la ley. Si están fuera del templo, deben observar el sábado, pero si están en el templo, son libres de tal observancia. El templo es su emancipación. El Señor Jesús dijo: “Pues os digo que hay aquí algo mayor que el templo” (v. 6). En realidad el Señor Jesús estaba diciendo de alguna manera a los fariseos: “Mis discípulos comían en el templo. Quebrantaron el precepto sabático estando en Mí, en el templo real.

Y ¿Por qué crees que dice ésto?... Mmmmm... fíjate en lo siguiente:
Exo 20:9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
Exo 20:10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
Exo 20:11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.

Jer 17:21 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Cuiden de sus almas, y no lleven en día de sábado carga alguna que tengan que introducir por las puertas de Jerusalén.
Jer 17:22 Y no deben sacar carga alguna de sus hogares en día de sábado; y no deben hacer ningún trabajo. Y tienen que santificar el día de sábado, tal como mandé a sus antepasados;

Joh 5:5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
Joh 5:6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
Joh 5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
Joh 5:8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
Joh 5:9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

Mientras estén en Mí, todo lo que hagan está bien. ¿Qué pueden contestar a esto? ¿Creen que realmente conocen la Biblia? Les aseguro, fariseos y escribas, que la conocen muy poco. En realidad, no la conocen bien. ¿O no habéis leído? A los sacerdotes se les permitía quebrantar el precepto sabático en el templo. Ahora, Yo soy el Templo verdadero, y Mis discípulos son los sacerdotes que están en Mí. Todo lo que hacen, aún cuando se oponga a la ley, no va en contra de ella, porque ellos están en el Templo. Por lo tanto, son libres”.
Si usted se encuentra fuera del Templo, está atado, pero si se halla en el Templo, es libre. Si usted está fuera de Cristo, se encuentra bajo la esclavitud, pero si está en Cristo, es libre. ¡Esto es maravilloso! Hoy en día, Cristo no es solamente el templo, sino que es el Templo verdadero.
Aquí es donde no estamos de acuerdo... ¿Acaso nunca te has preguntado cómo quebrantaban el sábado los sacerdotes sinó haciendo el bien?... Porque su trabajo consistía en hacer el bien; y prestando servicio en sábado en el templo [que era ílicito trabajar en sábado], pues son sin culpa porque su labor de amar y servir a Dios no era ni es incompatible con el mandamiento de guardar el sábado y, claro está tampoco con ningún otro.

Dices: "Todo lo que hacen, aún cuando se oponga a la ley, no va en contra de ella", si es que amas, como mínimo a tí mismo, no apuestes por ello; y te lo digo de corazón, estás interpretando mal: Hacer el bien que es conforme al amor de Dios está por encima de la ley y no es opuesto a la ley... eso de "todo..." piensalo, es un gol que con tus pies, se está apuntando el enemigo.
Los hijos de Dios, todos los hijos de Dios somos sacerdotes, por lo tanto no estamos fuera del templo para estar "atados". No estar en esclavitud significa que permaneces en el amor de Dios y si vives dentro de ese amor, es un amor que no te lleva a hacer el mal. Así que eres tú quien no ha entendido lo que significa ser libre.

¿No es esto bueno? Usted nunca podría aventajar al Señor Jesús. No venga ante El con la intención de ganar su argumento. Dicho de otra manera, su argumento no tiene base. No diga que ha perdido; porque de todos modos, nunca tuvo un argumento válido. Jesús tiene toda la razón.
No te preocupes, no le quiero aventajar... por eso me someto a Él. Y si mi argumento tiene o no tiene base o cualquier otra cosa que se te ocurra decir con respecto de mí, pues me da igual, por un lado porque tú no me conoces y por el otro porque para mí lo más importante es lo que piense Dios.

Un saludito.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Mateo siempre pone en evidencia la condición de los religiosos. Todo lo que Mateo narra acerca de Cristo aconteció fuera de la religión. En la primera sección de Mateo 16, leemos: “Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo...” (v.13). Si usted observa en un mapa, descubrirá que Cesarea de Filipo estaba lejos, al norte, aún más al norte que Galilea. En realidad se encuentra en el extremo más lejano de Palestina. Isaías 9:1 nos dice que Galilea era de los gentiles. Pero este lugar estaba aun más lejos que Galilea; por lo tanto, era tierra aún más pagana. Se encontraba casi fuera de la tierra santa, o por lo menos en el límite territorial. En aquel tiempo había un lugar santo, el templo santo, la ciudad santa y la tierra santa: una esfera cuatro veces santa. Jesús se mantuvo apartado de todos estos lugares santos. En aquel tiempo las cosas santas eran las cosas religiosas. La expresión “cuatro veces santo” significa cuatro veces religioso. La tierra era religiosa, la ciudad era religiosa, y el templo con todo lo que contenía, eran cosas religiosas. Jesús se fue a la región de Cesarea de Filipo y se apartó de todo eso.
Jesús no introdujo a Sus discípulos a la ciudad de Cesarea de Filipo, sino que permaneció fuera de la ciudad, en esa región. Y en ese lugar completamente gentil, el Señor preguntó a Sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” En otras palabras, El les estaba preguntando: “¿Quién dicen las personas de la esfera religiosa que soy Yo?"

Si queremos ver o aprender algo del Señor Jesús, debemos salir de la religión. Si usted permanece en la religión, difícilmente recibirá revelación. Debe abandonar todo lo religioso. En el templo los sacerdotes seguían orando, ofreciendo sacrificios, quemando incienso, encendiendo el candelero, etc. Todo lo que ellos hacían y reflejaban era religioso. Pero el Señor Jesús apartó a Sus discípulos del sacerdocio, del templo, de la ciudad santa y de la región santa. El les preguntó: “¿Quien dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” Y ellos le contestaron: “Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o uno de los profetas” (16:14). Respondieron con los nombres de todos los personajes religiosos más importantes, los “peces gordos”. Así hablaban los religiosos acerca de Jesús. La comprensión que tenían del Señor Jesús era completamente religiosa. El Señor nunca ha apreciado esa clase de entendimiento.

Entonces el Señor Jesús se dirigió a Sus discípulos y prácticamente les pidió que abandonaran la manera religiosa de entender las cosas. El les preguntó: “¿Y vosotros, quién decís que soy Yo?” Y Simón Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (v. 16). Los cuatro evangelios muestran que Pedro casi siempre se equivocaba. En una sola ocasión acertó, precisamente en esta ocasión. Pedro siempre tomaba la iniciativa, y una persona así de precipitada siempre comete muchos errores. No obstante, aunque Pedro por lo general erraba al blanco, esta vez acertó. El dijo que Jesús era “el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Esa fue una revelación
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Pasaba Jesús por los sembradíos con Sus discípulos en día sábado. Los discípulos, al ver las espigas, empezaron a comer porque tenían hambre. Cuando los fariseos vieron esto, dijeron: “He aquí Tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado” (12:2). Como podrán ver, guardar el sábado de esta manera es realmente una carga pesada. Jesús ha dicho: “Venid a Mí todos los que trabajáis arduamente y estáis cargados”. Cualquier reglamento o norma es una carga pesada; sin embargo, con Cristo no existe ningún reglamento ni norma.
Consideremos la situación: los discípulos hambrientos estaban, posiblemente, en la sinagoga, y el Señor Jesús los sacó de allí; El los sacó de lo religioso y los condujo a los sembradíos. ¿Cree usted que lo hizo sin ningún propósito? Puedo asegurarles que el Señor Jesús hizo esto intencionalmente, a propósito. El quebrantó deliberadamente la observancia del sábado para satisfacer a aquellos que tenían hambre. La religión les imponía una carga, pero el Señor Jesús los satisfizo.

Los religiosos siempre ponen cargas sobre los demás, por ejemplo, les prohiben comer. Ellos suelen decir: “No es lícito, no es fundamental, no es conforme a las Escrituras”. Sin embargo, el Señor Jesús dijo: “¿No habéis leído?” En realidad les estaba diciendo: “Ustedes son tan fundamentalistas, tan bíblicos. ¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la presencia [lit.], que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿No lo habéis leído, vosotros fariseos? Según vuestra ley no era lícito que David y los que lo acompañaban comieran, pero lo hicieron”. Aquellas personas tan bíblicas y fundamentalistas quedaron calladas. Esto es muy significativo.

Efectivamente existía un reglamento el cual estipulaba que sólo los sacerdotes podían comer el pan de la presencia en la casa de Dios. No obstante, la misma Biblia que menciona este reglamento, también relata cómo David entró en el templo y junto con sus seguidores comió el pan de la presencia. Pero Dios no los condenó. Al hablar así, el Señor Jesús daba a entender a los fariseos: “Yo Soy el verdadero David, y Mis discípulos son los verdaderos seguidores de David. Si antiguamente David y sus seguidores comieron el pan de la presencia sin ser condenados, pues a ellos no les estaba permitido comerlo, ¿cómo pueden ustedes condenarme?.

Cristo es incompatible con los religiosos... ¿Que opinan?


(1729.2) <SUP>155:5.7</SUP> Luego el Maestro, en su hora de enseñanza, aclaró así estas verdades:

(1729.3) <SUP>155:5.8</SUP> Hasta que las razas se vuelvan altamente inteligentes y más plenamente civilizadas, persistirán muchas de esas ceremonias infantiles y supersticiosas que son tan características de las prácticas religiosas evolucionarias de los pueblos primitivos y atrasados. Hasta que la raza humana progrese al nivel de un reconocimiento más alto y más general de las realidades de la experiencia espiritual, gran número de hombres y mujeres continuarán mostrando una preferencia personal por esas religiones autoritarias que requieren tan sólo consentimiento intelectual, en contraste con la religión del espíritu, que presupone la participación activa de la mente y del alma en la aventura de fe de luchar cuerpo a cuerpo con las realidades rigurosas de la progresiva experiencia humana.

(1729.4) <SUP>155:5.9</SUP> La aceptación de las religiones tradicionales autoritarias presenta el camino más fácil para el impulso humano de buscar la satisfacción de los deseos de su naturaleza espiritual. Las religiones establecidas, cristalizadas y monolíticas de autoridad permiten un refugio inmediato, al que puede acogerse el alma distraída y afligida del hombre, cuando la atormenta el miedo y la aflige la inseguridad. Tal religión requiere de sus devotos, como precio por sus satisfacciones y garantías, sólo un consentimiento pasivo y puramente intelectual.

(1729.5) <SUP>155:5.10</SUP> Por mucho tiempo vivirán en la tierra esos individuos temerosos, miedosos y titubeantes que preferirán asegurarse de esta manera sus consuelos religiosos, aunque, al unirse a las religiones de autoridad, comprometan la soberanía de su personalidad, rebajen la dignidad del autorrespeto, y abandonen completamente el derecho a participar en la más conmovedora e inspiradora de todas las experiencias humanas posibles: la búsqueda personal de la verdad, la alegría de enfrentar los peligros del descubrimiento intelectual, la determinación de explorar las realidades de la experiencia religiosa personal, la satisfacción suprema de experimentar el triunfo personal de la comprensión real de la victoria de la fe espiritual sobre las dudas intelectuales, ganada honestamente en la suprema aventura de toda existencia humana —el hombre buscando a Dios, para sí y como tal, y encontrándolo.

(1729.6) <SUP>155:5.11</SUP> La religión del espíritu significa esfuerzo, lucha, conflicto, fe, determinación, amor, lealtad, y progreso. La religión de la mente —la teología de la autoridad— requiere poco o nada de estos esfuerzos de sus creyentes formales. La tradición es un refugio seguro y un camino fácil para esas almas temerosas e indiferentes que instintivamente evitan las luchas espirituales y las incertidumbres mentales asociadas con esos viajes de osada aventura de la fe, a los altos mares de la verdad no explorada, en búsqueda de las orillas más lejanas de las realidades espirituales, como pueden ser descubiertas por la progresiva mente humana y experimentadas por el alma humana en evolución.


(1730.5) <SUP>155:6.1</SUP> Así pues, mientras pausaban a la sombra de la colina, Jesús continuó enseñándoles sobre la religión del espíritu, diciendo en substancia:

(1730.6) <SUP>155:6.2</SUP> Habéis salido de entre aquellos de vuestros semejantes que se quedan satisfechos con una religión de la mente, ansían la seguridad y prefieren el conformismo. Habéis elegido cambiar vuestros sentimientos de seguridad autoritaria por la seguridad del espíritu de fe progresiva y aventurosa. Habéis osado protestar contra la esclavitud abrumadora de la religión institucional y rechazar la autoridad de las tradiciones registradas que ahora se consideran la palabra de Dios. Nuestro Padre en efecto habló a través de Moisés, Elías, Isaías, Amós y Oseas. Pero no cesó de ministrar palabras de verdad al mundo cuando estos profetas de la antigua edad dejaron de pronunciarlas. Mi Padre no hace acepción de razas ni de generaciones, no vierte la palabra de la verdad sobre una era y se niega a concederla a otra. No cometáis la locura de llamar divino lo que es completamente humano, y no dejéis de discernir las palabras de la verdad que no vienen a través de los oráculos tradicionales de la supuesta inspiración.

(1731.1) <SUP>155:6.3</SUP> Os he llamado para que renazcáis, para que nazcáis del espíritu. Os he llamado de las tinieblas de la autoridad y de la letargia de la tradición a la luz trascendental de la comprensión de la posibilidad de hacer por vosotros mismos el más grande descubrimiento posible para el alma humana —la excelsa experiencia de encontrar a Dios por vosotros mismos, en vosotros mismos y de vosotros mismos, y de hacer todo esto como un hecho de vuestra experiencia personal. Así pues podréis pasar desde la muerte a la vida, desde la autoridad de la tradición a la experiencia de conocer a Dios; así pasaréis de las tinieblas a la luz, de la fe racial heredada a una fe personal alcanzada por experiencia real; y así progresaréis de una teología de la mente traspasada por vuestros antepasados a una verdadera religión del espíritu que será construida en vuestras almas como dote eterna.

(1731.2) <SUP>155:6.4</SUP> Vuestra religión cambiará de la mera creencia intelectual en la autoridad tradicional a la experiencia real de esa fe viviente que es capaz de alcanzar la realidad de Dios y todo lo que se relaciona con el espíritu divino del Padre. La religión de la mente os vincula sin esperanzas al pasado; la religión del espíritu consiste en la revelación progresiva y os llama constantemente a alcances más altos y santos en ideales espirituales y en realidades eternas.

(1731.3) <SUP>155:6.5</SUP> Aunque la religión de autoridad pueda impartir un sentimiento inmediato de seguridad establecida, pagáis por esa satisfacción pasajera el precio de la pérdida de vuestra libertad espiritual y religiosa. Mi Padre no requiere de vosotros como precio para entrar al reino del cielo que os forcéis a suscribiros a una creencia en cosas que son espiritualmente repugnantes, profanas y falsas. No se os requiere que vuestro propio sentido de la misericordia, justicia y verdad sea ofendido por la sumisión a un sistema desgastado de formas y ceremonias religiosas. La religión del espíritu os deja por siempre libres para seguir la verdad, dondequiera os lleve la guía del espíritu. ¿Quién puede juzgar —tal vez este espíritu tenga algo que impartir a esta generación que otras generaciones se han negado a escuchar?

(1731.4) <SUP>155:6.6</SUP> ¡Vergüenza deberían tener esos falsos instructores religiosos que arrastran almas hambrientas de vuelta al oscuro y distante pasado y allí las dejan! Así pues estas desafortunadas personas están destinadas a asustarse de todo nuevo descubrimiento, y a desconcertarse ante toda nueva revelación de la verdad. El profeta que dijo: «Aquel cuyo pensamiento persevera en Dios será conservado en paz perfecta» no era un simple creyente intelectual en la teología autoritaria. Este ser humano conocedor de la verdad había descubierto a Dios; no estaba meramente hablando sobre Dios.

(1731.5) <SUP>155:6.7</SUP> Os advierto que abandonéis la práctica de citar constantemente a los profetas del pasado y de alabar a los héroes de Israel; aspirad más bien a tornaros profetas vivientes del Altísimo y héroes espirituales del reino venidero. Honrar a los antiguos líderes conocedores de Dios indudablemente puede ser algo que vale la pena, pero ¿por qué, al hacerlo, debéis sacrificar la experiencia suprema de la existencia humana: encontrar a Dios por vosotros mismos y conocerle en vuestra propia alma?

(1732.1) <SUP>155:6.8</SUP> Cada raza de la humanidad tiene su propio enfoque mental sobre la existencia humana; por consiguiente, la religión de la mente siempre debe ser fiel a estos varios puntos de vista raciales. Las religiones de autoridad no pueden jamás llegar a la unificación. La unidad humana y la hermandad de los mortales pueden ser alcanzadas tan sólo por la superdote de la religión del espíritu y a través de ésta. Las mentes raciales pueden diferir, pero la humanidad toda está habitada por el mismo espíritu divino y eterno. La esperanza de la hermandad humana tan sólo puede realizarse cuando y a medida que la ennoblecedora y unificante religión del espíritu —la religión de la experiencia personal espiritual— las impregne y las eclipse las religiones mentales de autoridad divergentes.

(1732.2) <SUP>155:6.9</SUP> Las religiones de autoridad tan sólo pueden dividir a los hombres y ponerlos en orden de batalla consciente, los unos contra los otros; la religión del espíritu atraerá progresivamente a los hombres unos a los otros y hará que se tornen compasivamente comprensivos los unos de los otros. Las religiones de autoridad requieren de los hombres una uniformidad en la creencia, pero esto es imposible de lograr en el presente estado del mundo. La religión del espíritu requiere tan sólo unidad de experiencia —uniformidad de destino— permitiendo la plena diversidad de la creencia. La religión del espíritu requiere solamente uniformidad de discernimiento, no uniformidad de punto de vista ni de opinión. La religión del espíritu no exige uniformidad de puntos de vista intelectuales, tan sólo unidad de sentimientos espirituales. Las religiones de autoridad se cristalizan en credos sin vida; la religión del espíritu crece en el regocijo y libertad en aumento en las acciones ennoblecedoras de servicio amante y ministración misericordiosa.

(1732.3) <SUP>155:6.10</SUP> Pero cuidaos de considerar con desdén a los hijos de Abraham, porque hayan caído en estos malos tiempos de esterilidad tradicional. Nuestros antepasados se dedicaron de lleno a la búsqueda persistente y apasionada de Dios, y lo encontraron como ninguna otra raza humana lo ha conocido desde los tiempos de Adán, quien mucho sabía de todo esto puesto que él mismo era Hijo de Dios. Mi Padre no ha dejado de apreciar la larga e incansable lucha de Israel por encontrar a Dios y conocer a Dios desde los días de Moisés. Durante largas generaciones, los judíos no han dejado de trabajar, sudar, luchar, penar y soportar los sufrimientos y experimentar las pesadumbres de un pueblo despreciado y mal comprendido, todo ello para acercarse un poco más al descubrimiento de la verdad sobre Dios. A pesar de todos los fracasos y errores de Israel, nuestros antepasados, desde Moisés hasta los tiempos de Amós y Oseas, revelaron cada vez más para todo el mundo una imagen cada vez más clara y más verdadera del Dios eterno. Así pues fue preparado el camino para la revelación aún más grande del Padre que vosotros habéis sido llamados a compartir.

(1732.4) <SUP>155:6.11</SUP> No olvidéis jamás que hay tan sólo una aventura que es más satisfactoria y emocionante que el intento de descubrir la voluntad del Dios vivo, y ésa es la experiencia suprema de tratar honestamente de hacer la voluntad divina. No dejéis de recordar que la voluntad de Dios puede cumplirse en cualquier ocupación terrenal. No hay unas vocaciones que sean santas y otras que sean seculares. Todas las cosas son sagradas en la vida de los que son conducidos por el espíritu; o sea, subordinados a la verdad, ennoblecidos por el amor, dominados por la misericordia, y controlados por la ecuanimidad —la justicia. El espíritu que mi Padre y yo enviaremos al mundo es no solamente el Espíritu de la Verdad, sino también el espíritu de la belleza idealista.

(1732.5) <SUP>155:6.12</SUP> Debéis dejar de buscar la palabra de Dios tan sólo en las páginas de los viejos libros de la autoridad teológica. Los que han nacido del espíritu de Dios de ahora en adelante discernirán la palabra de Dios sea donde fuere que ésta parezca originarse. La verdad divina no debe ser desechada porque el canal de su transmisión sea aparentemente humano. Muchos de vuestros hermanos aceptan la teoría de Dios con la mente pero espiritualmente no consiguen comprender la presencia de Dios. Ésta es justamente la razón por la cual tan a menudo os he enseñado que el reino del cielo puede ser comprendido mejor si se adquiere la actitud espiritual de un niño sincero. No es la inmadurez mental del niño la que os recomiendo, sino más bien la simpleza espiritual de un pequeño que cree con facilidad y confía plenamente. No es tan importante que conozcáis el hecho de Dios como que crezcáis cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de Dios.

(1733.1) <SUP>155:6.13</SUP> Cuando empecéis a encontrar a Dios en vuestra alma, pronto comenzaréis a descubrirlo en el alma de otros hombres y a su debido tiempo en todas las criaturas y creaciones de un poderoso universo. Pero ¿qué oportunidad tiene el Padre de aparecer como un Dios de lealtades supremas e ideales divinos en el alma de los hombres que dedican poco o ningún tiempo a la contemplación reflexiva de estas realidades eternas? Aunque la mente no es el asiento de la naturaleza espiritual, es por cierto la compuerta.

(1733.2) <SUP>155:6.14</SUP> Pero no cometáis el error de tratar de probar a otros hombres que habéis encontrado a Dios; no podéis producir conscientemente tal prueba válida, aunque existen dos demostraciones positivas y poderosas del hecho de que conocéis a Dios. Éstas son:
(1733.3) <SUP>155:6.15</SUP> 1. Los frutos del espíritu de Dios que se muestran en vuestra vida rutinaria diaria.
(1733.4) <SUP>155:6.16</SUP> 2. El hecho de que todo el plan de vuestra vida ofrece una prueba positiva de que habéis arriesgado sin reserva todo lo que sois y tenéis, en la aventura de la supervivencia después de la muerte, en perseguir la esperanza de encontrar al Dios de la eternidad, cuya presencia habéis saboreado por anticipado en el tiempo.
(1733.5) <SUP>155:6.17</SUP> Ahora bien, no os equivoquéis, mi Padre siempre responderá a la más débil llama de fe. Él presta atención a las emociones físicas y supersticiosas del hombre primitivo. Y con esas almas honestas pero temerosas, cuya fe es tan débil que no llega a ser mucho más que conformidad intelectual a una actitud pasiva de consentimiento a las religiones de autoridad, el Padre está siempre alerta para honrar y promover aun estos débiles intentos de llegar a él. Pero vosotros, que habéis sido llamados de las tinieblas a la luz, debéis creer con todo vuestro corazón; vuestra fe dominará las actitudes combinadas de cuerpo, mente y espíritu.

(1733.6) <SUP>155:6.18</SUP> Sois mis apóstoles; y para vosotros la religión no se volverá un refugio teológico al que podáis huir cuando temáis enfrentaros con las duras realidades del progreso espiritual y de la aventura idealista; sino más bien, vuestra religión se tornará el hecho de la experiencia real que atestigua que Dios os ha encontrado, os ha idealizado, ennoblecido y espiritualizado, y que os habéis embarcado en la aventura eterna de encontrar a Dios, quien así os ha encontrado y os ha hecho sus hijos.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Pasaba Jesús por los sembradíos con Sus discípulos en día sábado. Los discípulos, al ver las espigas, empezaron a comer porque tenían hambre. Cuando los fariseos vieron esto, dijeron: “He aquí Tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado” (12:2). Como podrán ver, guardar el sábado de esta manera es realmente una carga pesada. Jesús ha dicho: “Venid a Mí todos los que trabajáis arduamente y estáis cargados”. Cualquier reglamento o norma es una carga pesada; sin embargo, con Cristo no existe ningún reglamento ni norma.

Consideremos la situación: los discípulos hambrientos estaban, posiblemente, en la sinagoga, y el Señor Jesús los sacó de allí; El los sacó de lo religioso y los condujo a los sembradíos. ¿Cree usted que lo hizo sin ningún propósito? Puedo asegurarles que el Señor Jesús hizo esto intencionalmente, a propósito. El quebrantó deliberadamente la observancia del sábado para satisfacer a aquellos que tenían hambre. La religión les imponía una carga, pero el Señor Jesús los satisfizo.

Los religiosos siempre ponen cargas sobre los demás, por ejemplo, les prohiben comer. Ellos suelen decir: “No es lícito, no es fundamental, no es conforme a las Escrituras”. Sin embargo, el Señor Jesús dijo: “¿No habéis leído?” En realidad les estaba diciendo: “Ustedes son tan fundamentalistas, tan bíblicos. ¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la presencia [lit.], que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿No lo habéis leído, vosotros fariseos? Según vuestra ley no era lícito que David y los que lo acompañaban comieran, pero lo hicieron”. Aquellas personas tan bíblicas y fundamentalistas quedaron calladas. Esto es muy significativo.

Efectivamente existía un reglamento el cual estipulaba que sólo los sacerdotes podían comer el pan de la presencia en la casa de Dios. No obstante, la misma Biblia que menciona este reglamento, también relata cómo David entró en el templo y junto con sus seguidores comió el pan de la presencia. Pero Dios no los condenó. Al hablar así, el Señor Jesús daba a entender a los fariseos: “Yo Soy el verdadero David, y Mis discípulos son los verdaderos seguidores de David. Si antiguamente David y sus seguidores comieron el pan de la presencia sin ser condenados, pues a ellos no les estaba permitido comerlo, ¿cómo pueden ustedes condenarme?.

Cristo es incompatible con los religiosos... ¿Que opinan?

¿Que es religión para ti?

Para la Biblia es esto:

Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. (Stgo 1:26-27)

Para el mundo es algo diferente, por cierto.

A la religión que te menciono, Cristo no se opone; evidentemente.

El cristianismo es un Camino; y no una religión como la entendemos comúnmente.

saludos.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

La segunda sección empieza en Mateo 17:1, donde dice: “Seis días después...” En Lucas 9:28, un relato paralelo, leemos: “Aconteció como ocho días después de estas palabras...” ¿Cuál es la diferencia en cuanto al tiempo entre estos dos pasajes? En realidad no existe ninguna diferencia. Eran seis días después, pero según el calendario judío podemos decir que eran también ocho días, incluyendo la última parte del primer día y la primera parte del último día. En todo caso, el periodo aquí se refiere a una semana después del acontecimiento mencionado en el capítulo dieciseis. Una semana es un ciclo o período específico de tiempo; al igual que un día, un mes o un año con sus cuatro estaciones también constituyen ciclos o períodos específicos de tiempo. Para ver algo del Señor todos necesitamos un período específico de tiempo, eso es algo que no depende de nosotros. Supongamos que esta mañana usted se perdió la salida del sol: tendrá que esperar otro ciclo igual de tiempo, hasta la mañana siguiente, para tener otra oportunidad de verla. Supongamos que no ha visto la luna llena últimamente: no podrá verla en el momento que usted lo desee, sino que tendrá que esperar hasta el próximo ciclo lunar, hasta el mes siguiente. Quizás no haya visto los cerezos en flor este verano: pues no podrá verlos florecer hasta el siguiente verano, y no durante el otoño ni el invierno, sino que deberá esperar otro año, otro ciclo determinado de tiempo. Si deseamos ver algo del Señor, debemos aprovechar la oportunidad o período presente; no debemos desaprovechar ninguna oportunidad. Si en una reunión usted no ve algo de El, tendrá que esperar hasta la siguiente reunión. Si pierde la oportunidad en una conferencia, tendrá que esperar hasta la próxima conferencia. Así que, los tiempos y las estaciones son necesarios y muy significativos. Procure no perder ningún día, semana ni año; no desperdicie ninguna oportunidad. Si desaprovecha su oportunidad, ciertamente tendrá que esperar otro periodo.

Los discípulos recibieron la revelación, pero debían esperar otra semana, otro ciclo específico de días, para ver algo más. No dependía de ellos, sino del Creador del tiempo. Esta vez, el Señor Jesús los llevó a la cumbre del monte, no solamente lejos de todas las cosas religiosas, sino incluso fuera de la esfera terrenal. A fin de recibir la revelación, debe alejarse de las cosas, personas y circunstancias religiosas; pero si desea recibir la visión, debe estar en la cima del monte ... cuanto más elevado, mejor. Cuando estamos en la cumbre tenemos una visión clara y vemos el panorama completo. Fue allí, no únicamente lejos de la esfera religiosa, sino incluso fuera de las cosas terrenales, que Jesús se transformó en otro Jesús. El Jesús que usted ve en la cima no es el Jesús que ve al nivel del mar. El Jesús en la cima es un Jesús transfigurado. Debemos estar en la cumbre para recibir la visión, para ver al Jesús transfigurado.

Sin embargo, cuando tenemos una visión, a menudo surge alguna persona extraordinaria. No puedo explicar por qué sucede esto, pero conozco muy bien el hecho. Cuando Jesús se transfiguró, y mientras Pedro, Jacobo y Juan lo contemplaban, dos personajes extraordinarios aparecieron en el escenario: Moisés y Elías. Como ya sabemos, se desconoce el paradero de Moisés después de su muerte. Cuando Moisés murió, el Señor escondió su cuerpo. Nadie sabe en dónde fue sepultado (Dt. 34:5-6). Pero de repente, apareció. Mientras Jesús se transfiguraba, apareció esta persona extraordinaria. Al mismo tiempo apareció también otra personalidad sobresaliente: Elías. En cierto sentido, él también era un misterio, ya que fue arrebatado en un carro de Dios, y nadie sabe a dónde fue llevado (2 R. 2:11-12). Pero aquí, repentinamente aparecieron estas dos personas misteriosas.
¡Tenga cuidado! Pues cuando usted reciba una visión, pueden aparecer Moisés y Elías. ¿Por qué sucede esto? No lo puedo explicar, pero tenga cuidado, esté en guardia. Cuando Pedro recibió la revelación, tenía claridad y entendía perfectamente; pero ahora, al recibir la visión, él estaba totalmente confundido. Estaba tan confundido que empezó a hablar insensateces. Primero dijo: “Señor, bueno es que nosotros estemos aquí”. Todo estaba bien hasta ese momento. Estar con el Señor para ver la visión es algo verdaderamente bueno, y no debemos añadir nada. Pero Pedro continuó: “Si quieres...” Pedro era muy religioso; él no haría nada por sí mismo sino que siempre lo haría por la voluntad de Dios. “Si quieres, haré aquí tres tiendas: una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías”. El pensaba que su proposición era maravillosa. Lo que Pedro estaba diciendo parecía bastante razonable, desde el punto de vista religioso. Sin embargo, mientras él aún hablaba, una nube los cubrió, y una voz del cielo sobresaltó a Pedro: “Este es Mi Hijo, el Amado, en quien me complazco; a El oíd”. Dios le amonestó: “No digas que quieres hacer una tienda para Moisés y otra para Elías; existe una sola Persona ante Mí. Es Mi Hijo, el Amado ... a El oíd”. Debido a que Jesús había llegado, ya no era necesaria la presencia de Moisés ni de Elías, ni de lo que ellos representaban. Moisés representaba a la ley y Elías a los profetas. Ya no había ni ley ni profetas; sólo quedó el Amado, el Hijo de Dios. La voz dijo: “Pedro, a El oíd. Deja de hablar”. Pedro se quedó atónito y cayó al suelo con gran temor. Entonces a nadie vieron, sino a Jesús solo; a nadie más.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Cristo es incompatible con los religiosos... ¿Que opinan?

Totalmente. La religión y la creencia son cosas bien diferentes. No tienen nada que ver.
La religión es una falsificación de las cosas de Dios. Es lo que el hombre hace supuestamente "para agradar a Dios", pero no hacen lo que Él quiere, sino que hacen lo que ellos deciden hacer por su cuenta.
El primer religioso fue Caín, que no ofreció su ofrenda de acuerdo a lo que Dios había indicado, sino que hizo otra cosa (como hacen ahora los religiosos).
Caín no era un ateo, era alguien que en lugar de ir por el camino (figurativamente) que Dios dijo, hizo su propio camino hacia Dios. Y lo único que logró fue apartarse de Dios.
Eso hace la religión, busca agradar a "Dios a su manera", pero no con lo que Dios dice que le agrada.
La razón por la cual hay tanta gente religiosa, es porque es mucho más sencillo hacer observancias externas como lo plantea la religión, en vez de cuidar el corazón, amarlo a Él, a su prójimo y creer su Palabra.
Es más fácil prender una vela, no comer cierto alimento, repetir una oración, ir un día de la semana a un lugar de liturgia, y hay muchas actitudes religiosas que son más sutiles, pero son iguales de religiosas.
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

Los cobradores de impuestos dijeron a Pedro: “¿Vuestro Maestro no paga el impuesto para el templo?” Hermano Pedro, no debes olvidar lo que aprendiste en Mateo 16: Cristo y la iglesia. ¿Lo recuerdas? No te olvides de la revelación que recibiste. Además, no se te olvide la dura lección que aprendiste en la cima del monte: Cristo y Su Cuerpo. No obstante, Pedro lo olvidó todo cuando se enfrentó a la prueba. El se olvidó de la revelación, de la visión, de Cristo y de la iglesia, de la Cabeza y del Cuerpo. Se olvidó de todo; sólo se acordó de sí mismo. Los recaudadores le preguntaron: ”¿Vuestro Maestro no paga el impuesto para el templo?" Y él contestó inmediatamente: “¡Sí!” Pedro, ¿cómo puedes olvidar tan fácilmente? No oíste la voz en el monte, la cual te exhortó a “oírle a El”? Debes ir a El y preguntarle. No debes contestar ni sí ni no: “¡a El oíd!” Si le habláramos a Pedro de esta manera, tal vez él argumentaría: “Hermano, usted no conoce la Biblia. Yo puedo enseñarle el capítulo y el versículo preciso donde muestra claramente que en el pueblo de Israel, todo varón debe pagar el impuesto, y Jesús es uno de esos varones. ¿Por qué no habría de pagarlo? Indudablemente tengo la razón en contestar que sí”. Pedro se apegaba a las Escrituras y era muy fundamentalista; así que contestó conforme a las instrucciones que dio Moisés en Exodo 30. Pedro contestó a los cobradores según la ley, escuchando a Moisés, oyéndole a él. Pero su respuesta fue totalmente contraria a la revelación que había recibido, a la visión que había tenido, y a las palabras de la voz celestial que le habían dicho: “a El oíd”. No hay más Moisés, ni la ley, ni Elías ni los profetas; sólo queda Jesús: a El oíd. ¿Por qué Pedro, después de haber recibido la visión, aún conservaba su antiguo conocimiento, su tradición y su religión? Este es un gran problema. Después de recibir la visión, todavía permanecen en nosotros las antiguas tradiciones, enseñanzas y la religión. “¿Vuestro Maestro no paga el impuesto?” “¡Sí!” Este “sí” proviene de nuestro conocimiento bíblico tradicional. Procede de las enseñanzas de la Biblia. Ciertamente es una respuesta correcta, bíblica y fundamentalista, pero es totalmente contraria a la visión y a Cristo mismo.
Después de esa contestación, Pedro entró en la casa. Yo pienso que volvió con la intención de contar al Señor Jesús lo que había hecho, y con el fin de recibir el dinero. Pero el Señor, anticipándose a lo que Pedro iba a decir, lo interrumpió y no permitió que hablara más. El Señor parecía decir: “No digas que esa contestación es bíblica ni fundamentalista; más bien, es una insensatez. La respuesta que diste concuerda con tu Biblia, pero no con el Cristo viviente y actual”.

Amén hermanos!
 
Re: ¿Cristo contrario a la religión?

El Señor Jesús es muy sabio, y aunque nuestras palabras son siempre insensatas, El habla en un tono muy sencillo y suave. El no reprendió a Pedro por haber contestado “sí” a los cobradores del impuesto. Nuestro Señor no era tan tosco, como lo somos nosotros. El se encontraba fuera de la tradición y de la religión, pero su actitud hacia ellos seguía siendo dulce. Jesús preguntó a Pedro: “¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños?” (17:25). El se dirigió a Pedro con amabilidad. Entonces Pedro contestó: “De los extraños”. El Señor Jesús respondió: “Luego los hijos están exentos”. Lo que en realidad estaba diciendo era: “Ya escuchaste en la cima del monte que Yo soy el Hijo de Dios; por tanto, quedo libre de este tributo. Tal tributo se cobra para la casa de Mi Padre, y Yo Soy el Hijo del Padre; por tanto, estoy exento”.
Pienso que Pedro debía haber contestado algo como esto: “Oh, lo siento, Señor; no debí haber dicho sí; más bien, debí haber dicho no. Pero ahora, ¿qué debo hacer?” Cuando Pedro dijo sí, el Señor encontró la manera de convencerlo de que la respuesta debía ser no. Pero después de convencerlo de que la respuesta correcta era no, Jesús le dijo: “Sin embargo...” (v. 27). Usted nunca podrá superar la manera de hablar del Señor. “Sin embargo, para no ofenderles ... tómalo, y dáselo por Mí y por ti”. Cuando nosotros decimos sí, el Señor dice no; y luego, cuando quedamos convencidos de que la respuesta es no, El dice sí. El Señor es verdaderamente "problemático". Finalmente, ¿qué es lo correcto y lo incorrecto? ¿Debe ser sí, o debe ser no? A fin de cuentas, no existe lo correcto ni lo incorrecto, tampoco el sí ni el no ... ¡sólo existe Jesús! Muy a menudo nos enfrentamos al mismo caso: cuando usted dice sí, El puede decir no, y cuando usted dice no, quizás El diga sí. Lo que El dice es lo correcto. “¡A El oíd!” “¡Sólo a Jesús!” El es el Moisés actual, el legislador de hoy, y El es la ley actual. No hay más Moisés; sólo existe Jesús. No escuche lo que dice el Antiguo Testamento; a El oíd. ¿Qué es lo que diría usted? En todo caso, lo que usted diga está equivocado. Incluso si usted es fundamentalista, todavía está equivocado. No es un asunto de ser fundamentalista, sino que se trata absolutamente de Cristo, del Jesús viviente, actual y presente. Todo depende de esta persona maravillosa. No queda ninguna ley, ninguna enseñanza, ni ningún reglamento; sólo queda Jesús. Y no un Jesús en doctrina sino un Jesús instantáneo, vivo y actual.
Algunos hermanos se preocupan mucho por su corte de pelo. ¿Desean saber cómo deben cortarse el cabello? ¿Qué estilo deben usar? Vayan a Jesús y pregúntenle. Escuchen lo que les diga su Jesús viviente. Si hacen esto, no permanecerán en la religión, en la cultura, ni en los reglamentos; sólo quedará Jesús.