En esta pagina se habla del libro que "colmó el vaso" y me hizo decidirme a declarar abiertamente que no creía en el dogma romano de la trinidad. Es la pagina de un Jesuita que, con total honestidad para con él y para con Dios, habla del libro "la metáfora del Dios encarnado. Cristología en una epoca pluralista" de John Hik. Aunque yo, por ejemplo, y como muestra botón de que no estoy totalmente de acuerdo con Hik, si creo en la encarnación de nuestro señor y en su preexistencia, como creo en la preexistencia de todos nosotros los seres humanos.
Este Jesuita hace una sintesis de ese libro que considero muy aceptable y sabiendo transmitir lo que indica el autor del libro:
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=text vAlign=bottom>Nuestros conceptos sobre Dios son construcciones humanas.</TD></TR></TBODY></TABLE>
La teología es creación humana: es el producto de hombres y mujeres devotos -casi siempre han sido hombres-, algunos de los cuales eran grandes intelectuales y pensadores -otros no lo eran tanto-, que estaban -como todo el mundo- tanto capacitados y limitados por presupuestos y por los recursos cognitivos de un tiempo y lugar determinados.
El Jesús histórico no reivindicó para sí el atributo de la divinidad (algo que sí sucedió con el pensamiento cristiano posterior) y es extremadamente improbable que Jesús se hubiera concebido como ser eternamente preexistente encarnado como un ser humano. Jesús no tuvo la pretensión de ser el Dios encarnado.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>3</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Debe ser rechazada la idea de encarnación que implica </TD></TR></TBODY></TABLE>
http://www.tinet.cat/~fqi_sp04/tesis_hick_sp.htm
Este Jesuita hace una sintesis de ese libro que considero muy aceptable y sabiendo transmitir lo que indica el autor del libro:
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=text vAlign=bottom>Nuestros conceptos sobre Dios son construcciones humanas.</TD></TR></TBODY></TABLE>
La teología es creación humana: es el producto de hombres y mujeres devotos -casi siempre han sido hombres-, algunos de los cuales eran grandes intelectuales y pensadores -otros no lo eran tanto-, que estaban -como todo el mundo- tanto capacitados y limitados por presupuestos y por los recursos cognitivos de un tiempo y lugar determinados.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>2</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Jesús mismo no enseñó que él fuera Dios encarnado y esta importante idea es invención de la Iglesia.</TD></TR></TBODY></TABLE>
El Jesús histórico no reivindicó para sí el atributo de la divinidad (algo que sí sucedió con el pensamiento cristiano posterior) y es extremadamente improbable que Jesús se hubiera concebido como ser eternamente preexistente encarnado como un ser humano. Jesús no tuvo la pretensión de ser el Dios encarnado.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>3</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Debe ser rechazada la idea de encarnación que implica </TD></TR></TBODY></TABLE>
- que Jesús personalmente pre-existe a su nacimiento en la tierra en alguna forma divina, o cuasi divina.
- una total interacción de lo divino y humano en Cristo.
- que Jesús ha sido y será la única encarnación y que está en una categoría distinta de cualquier forma de revelación (exclusiva y final).
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>4</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>El lenguaje de la filiación divina poseía un uso difundido en el mundo antiguo: el concepto de divinidad era definido de manera mucho menos clara que ahora, y las</TD></TR></TBODY></TABLE>condiciones para su uso eran marcadas por exigencias mucho menores.
Puede presumirse con seguridad, que si el medio en el cual la teología cristiana se desarrolló hubiese sido hebraico y no griego, ella no habría producido una doctrina de la encarnación tal como ésta es tradicionalmente comprendida.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>5</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>En el Concilio de Nicea (325), convocado por Constantino, la Iglesia, por primera vez, adoptó oficialmente, de la cultura griega, el concepto no bíblico de "ousía" </TD></TR></TBODY></TABLE>
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>5</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>En el Concilio de Nicea (325), convocado por Constantino, la Iglesia, por primera vez, adoptó oficialmente, de la cultura griega, el concepto no bíblico de "ousía" </TD></TR></TBODY></TABLE>
([SIZE=+1]ouvsi,a[/SIZE]) declarando que Jesús, como el Dios Hijo encarnado, era "homoousios to patri" ([SIZE=+1]ovmoou,sion tw/| patri,[/SIZE]), de la misma sustancia que el Padre.
Más tarde, el Concilio de Calcedonia (451), meramente afirmó que Jesús era "verdaderamente Dios ([SIZE=+1]Qeo.n avlhqw/j[/SIZE]) y verdaderamente hombre ([SIZE=+1]kai. a;nqrwpon avlhqw/j[/SIZE])", sin tratar de decir cómo es posible semejante paradoja.
La fórmula pone ante nosotros un "misterio", pero no un misterio divino, sino un misterio que ha sido creado por un grupo de seres humanos reunidos en Calcedonia.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>6</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Todos los intentos para tratar de darle un sentido inteligible a la idea del Dios-hombre fallaron.</TD></TR></TBODY></TABLE>Hasta ahora ningún concepto literal de encarnación divina ha demostrado ser viable. Todas las tentativas de explicar la fórmula dogmática se han revelado como religiosamente inaceptables. La voluntad de encontrar sentido a toda costa a la idea de la encarnación divina lleva a un enredo de consecuencias inadmisibles, con implicaciones inaceptables.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>6</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Todos los intentos para tratar de darle un sentido inteligible a la idea del Dios-hombre fallaron.</TD></TR></TBODY></TABLE>Hasta ahora ningún concepto literal de encarnación divina ha demostrado ser viable. Todas las tentativas de explicar la fórmula dogmática se han revelado como religiosamente inaceptables. La voluntad de encontrar sentido a toda costa a la idea de la encarnación divina lleva a un enredo de consecuencias inadmisibles, con implicaciones inaceptables.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>7</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Junto con el hecho de que la doctrina de la encarnación no fue enseñada por Jesús, y el hecho de que nunca ha sido formulada de una manera viable, se debe</TD></TR></TBODY></TABLE>
añadir el reconocimiento de que está inevitablemente expuesta a ser utilizada abusivamente por causa de la naturaleza humana caída.. Antisemitismo, explotación colonial, patriarcado occidental, superioridad cristiana ante otras religiones se han validado apelando a la doctrina de la encarnación.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>8</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>El reclamar implícita o explícitamente por parte del cristianismo una superioridad única como foco central de la actividad salvadora de Dios sobre la tierra, ha</TD></TR></TBODY></TABLE>
añadir el reconocimiento de que está inevitablemente expuesta a ser utilizada abusivamente por causa de la naturaleza humana caída.. Antisemitismo, explotación colonial, patriarcado occidental, superioridad cristiana ante otras religiones se han validado apelando a la doctrina de la encarnación.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>8</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>El reclamar implícita o explícitamente por parte del cristianismo una superioridad única como foco central de la actividad salvadora de Dios sobre la tierra, ha</TD></TR></TBODY></TABLE>
llegado a ser algo cada vez menos creíble en el contexto de la conciencia mundial de nuestro tiempo. Ya no puede ser un dogma a priori que Jesús es el punto supremo de contacto entre Dios y la humanidad.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>9</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Cuestionar la idea de Jesús como encarnación literal de Dios implica también cuestionar la idea de Dios como la de literalmente tres personas en una (la</TD></TR></TBODY></TABLE>doctrina de la Trinidad se deriva de la doctrina de la encarnación).
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>9</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Cuestionar la idea de Jesús como encarnación literal de Dios implica también cuestionar la idea de Dios como la de literalmente tres personas en una (la</TD></TR></TBODY></TABLE>doctrina de la Trinidad se deriva de la doctrina de la encarnación).
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>10</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Debemos encaminarnos hacia una re-comprensión de la actividad de Dios en la vida de Jesús que sea compatible con la nueva percepción del cristianismo como</TD></TR></TBODY></TABLE>
un camino de salvación entre otros. La alternativa es una fe cristiana que tome a Jesús como nuestro supremo (pero no necesariamente único) guía espiritual, como nuestro personal y común líder, ejemplo y maestro, pero no como literalmente Dios, y que vea al cristianismo como un conjunto auténtico de salvación/liberación, entre otros, que no se opone sino que interactúa de mutuas maneras creativas con los otros grandes caminos.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>11</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>El "pluralismo" reconoce la validez de la fe que se da en todas las grandes religiones, como auténticos caminos de salvación/liberación, independientes de la</TD></TR></TBODY></TABLE>
cruz de Cristo. Todas las grandes figuras religiosas han "encarnado" en diferentes maneras el ideal humano de la vida vivida de cara a la Realidad última.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>12</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Hasta ahora el discernimiento humano puede decir que las grandes tradiciones religiosas parecen ser contextos de salvación/liberación más o menos en el mismo</TD></TR></TBODY></TABLE>
grado. Dentro de las grandes tradiciones se lleva a cabo, y más o menos en la misma extensión, la transformación salvífica de la vida humana, individual, corporal, que va del destructivo egocentrismo hacia una nueva orientación centrada en la Realidad divina.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>13</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>La idea de la encarnación, como metáfora religiosa o mito, comunica algo de capital importancia sobre Jesús, algo que forma las bases que distinguen la</TD></TR></TBODY></TABLE>
experiencia cristiana y su fe. La metáfora original de la encarnación [Jesús estaba tan abierto a la presencia de Dios que "encarnaba" un amor que reflejaba el amor divino] puede expresar la respuesta distintivamente cristiana a Jesús como mediador de la presencia salvadora de Dios, formando parte de un discurso idiosincrásico familiar de la comunidad, pero que no debe ser transformada en un dogma metafísico que supuestamente debería contener una verdad objetiva y universal.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>14</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>El cristianismo es una más de entre una gran cantidad de percepciones diferentes de lo divino y Jesús era un gran profeta humano y siervo de Dios.</TD></TR></TBODY></TABLE>
Una fe cristiana no tradicional puede ser verdaderamente sencilla y al mismo tiempo profunda: creer que hay una Realidad última trascendente que es la fuente y el sostén de todo; que esa Realidad es bondadosa en relación a la vida humana; que la presencia universal de esa Realidad es reflejada ("encarnada"), humanamente hablando, en la vida de los grandes líderes espirituales del mundo; y que entre éstos encontramos que Jesús es nuestra principal revelación de lo Real y nuestra guía principal para vivir.
un camino de salvación entre otros. La alternativa es una fe cristiana que tome a Jesús como nuestro supremo (pero no necesariamente único) guía espiritual, como nuestro personal y común líder, ejemplo y maestro, pero no como literalmente Dios, y que vea al cristianismo como un conjunto auténtico de salvación/liberación, entre otros, que no se opone sino que interactúa de mutuas maneras creativas con los otros grandes caminos.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>11</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>El "pluralismo" reconoce la validez de la fe que se da en todas las grandes religiones, como auténticos caminos de salvación/liberación, independientes de la</TD></TR></TBODY></TABLE>
cruz de Cristo. Todas las grandes figuras religiosas han "encarnado" en diferentes maneras el ideal humano de la vida vivida de cara a la Realidad última.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>12</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>Hasta ahora el discernimiento humano puede decir que las grandes tradiciones religiosas parecen ser contextos de salvación/liberación más o menos en el mismo</TD></TR></TBODY></TABLE>
grado. Dentro de las grandes tradiciones se lleva a cabo, y más o menos en la misma extensión, la transformación salvífica de la vida humana, individual, corporal, que va del destructivo egocentrismo hacia una nueva orientación centrada en la Realidad divina.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>13</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>La idea de la encarnación, como metáfora religiosa o mito, comunica algo de capital importancia sobre Jesús, algo que forma las bases que distinguen la</TD></TR></TBODY></TABLE>
experiencia cristiana y su fe. La metáfora original de la encarnación [Jesús estaba tan abierto a la presencia de Dios que "encarnaba" un amor que reflejaba el amor divino] puede expresar la respuesta distintivamente cristiana a Jesús como mediador de la presencia salvadora de Dios, formando parte de un discurso idiosincrásico familiar de la comunidad, pero que no debe ser transformada en un dogma metafísico que supuestamente debería contener una verdad objetiva y universal.
<TABLE border=0 cellSpacing=0 cellPadding=0 width="80%"><TBODY><TR><TD class=vers>14</TD><TD width="5%"></TD><TD class=text vAlign=bottom>El cristianismo es una más de entre una gran cantidad de percepciones diferentes de lo divino y Jesús era un gran profeta humano y siervo de Dios.</TD></TR></TBODY></TABLE>
Una fe cristiana no tradicional puede ser verdaderamente sencilla y al mismo tiempo profunda: creer que hay una Realidad última trascendente que es la fuente y el sostén de todo; que esa Realidad es bondadosa en relación a la vida humana; que la presencia universal de esa Realidad es reflejada ("encarnada"), humanamente hablando, en la vida de los grandes líderes espirituales del mundo; y que entre éstos encontramos que Jesús es nuestra principal revelación de lo Real y nuestra guía principal para vivir.
http://www.tinet.cat/~fqi_sp04/tesis_hick_sp.htm