¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

17 Septiembre 2010
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Un amigo me lo ha dicho y me he quedado con la duda de que tan cierto es esto, ya que me parece interesante.

¿Podrian facilitarme textos e informacion donde se hable al respecto o simplemente decirme lo que conocen referente a esto?

Gracias :)
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

son corrientes politicas que practican el ateismo ,le gusta controlar todo aun la religion,(Cuba, Rusia comunista,
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

La Iglesia Católica se ha opuesto al comunismo y al socialismo (que son lo mismo) debido a diferentes razones.
  1. Ateismo. El comunismo basa su doctrina a partir del materialismo histórico, esta doctrina ve el desarrollo de la historia tomando en cuenta solo elementos materiales descartando cualquier participación de un ser sobrenatural (que se encuentre por encima de todo). En otras palabras para la materialismo histórico el motor de la historia ha sido la lucha de clases y que sus causas siempre han sido económicas. Hombres intentando imponerse sobre otros hombres a fin de conseguir un beneficio material. A los ojos del magisterio de la Iglesia el materialismo puede explicar ciertos episodio de la historia pero falla al querer aplicarla como regla para todo. En la encíclica Spe Salvi el papa Benedicto XVI dice sobre Marx:

    "Con precisión puntual, aunque de modo unilateral y parcial, Marx ha descrito la situación de su tiempo y ha ilustrado con gran capacidad analítica los cambios hacia la revolución, y no sólo teóricamente: con el partido comunista, nacido del manifiesto de 1848, dio inicio también concretamente a la revolución. Su promesa, gracias a la agudeza de sus análisis y a la clara indicación de los instrumentos para el cambio radical, fascinó y fascina todavía de nuevo. Después, la revolución se implantó también de manera más radical en Rusia"

    "Con su victoria se puso de manifiesto también el error fundamental de Marx. Él indicó con exactitud cómo lograr el cambio total de la situación. Pero no nos dijo cómo se debería proceder después. Suponía simplemente que, con la expropiación de la clase dominante, con la caída del poder político y con la socialización de los medios de producción, se establecería la Nueva Jerusalén. En efecto, entonces se anularían todas las contradicciones, por fin el hombre y el mundo habrían visto claramente en sí mismos. Entonces todo podría proceder por sí mismo por el recto camino, porque todo pertenecería a todos y todos querrían lo mejor unos para otros"

    "El error de Marx -sostiene Ratzinger- no consiste sólo en no haber ideado los ordenamientos necesarios para el nuevo mundo; en éste, en efecto, ya no habría necesidad de ellos. Que no diga nada de eso es una consecuencia lógica de su planteamiento. Su error está más al fondo. Ha olvidado que el hombre es siempre hombre. Ha olvidado al hombre y olvidado su libertad. Creyó que, una vez solucionada la economía, todo quedaría solucionado. Su verdadero error es el materialismo: en efecto, el hombre no es sólo el producto de condiciones económicas y no es posible curarlo desde fuera, creando condiciones económicas favorables"

    Como es previsible que un hombre tenga condiciones económicas favorables no significa que haya encontrado la felicidad. Este punto da mucho material para cortar porque al negarse la existencia de Dios los principios éticos y morales solo dependen de las "leyes sociales" las cuales se basan en el bienestar del hombre. Caemos en materialismo y terminamos colocando como principios éticos y morales elementos que buscan satisfacer placeres materiales, caemos de esta manera en el autoritarismo. El escritor ruso Feodor Dostoievsky profundiza mucho mas el problema del materialismo en sus obras.
  2. La lucha de Clases. Considerada el motor de la historia en el comunismo es un paso necesario para lograr pasar del individualismo al colectivismo. Para el magisterio de la Iglesia la lucha de clases puede y debe ser evitada en aras de encontrar una solución por medio de la reconcialiación.
3) La propiedad privada. La Iglesia reconoce la propiedad privada como un derecho pero no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto debido al destino universal de los bienes como bien lo dice la Constitución Pastoral Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II

Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad. Sean las que sean las formas de la propiedad, adaptadas a las instituciones legítimas de los pueblos según las circunstancias diversas y variables, jamás debe perderse de vista este destino universal de los bienes. Por tanto, el hombre, al usarlos, no debe tener las cosas exteriores que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás. Por lo demás, el derecho a poseer una parte de bienes suficiente para sí mismos y para sus familias es un derecho que a todos corresponde. Es éste el sentir de los Padres y de los doctores de la Iglesia, quienes enseñaron que los hombres están obligados a ayudar a los pobres, y por cierto no sólo con los bienes superfluos. Quien se halla en situación de necesidad extrema tiene derecho a tomar de la riqueza ajena lo necesario para sí. Habiendo como hay tantos oprimidos actualmente por el hambre en el mundo, el sacro Concilio urge a todos, particulares y autoridades, a que, acordándose de aquella frase de los Padres: Alimenta al que muere de hambre, porque, si no lo alimentas, lo matas, según las propias posibilidades, comuniquen y ofrezcan realmente sus bienes, ayudando en primer lugar a los pobres, tanto individuos como pueblos, a que puedan ayudarse y desarrollarse por sí mismos.

Con respecto al capitalismo tambien hay duras críticas y observaciones
Por ejemplo la encíclica Evangelium Vitae afirma:

"Una auténtica y verdadera estructura de pecado caracterizada por la difusión de una cultura contraria a la solidaridad que en muchos casos se configura como una auténtica cultura de muerte. Esta estructura esta activamente promovida por fuertes corrientes culturales, económicas y políticas portadoras de una concepción de la sociedad basada en la eficacia: Mirando las cosas desde este punto de vista se puede hablar de una auténtica guerra de los fuertes contra los débiles." (E.V., 12)

"Hoy las amenazas contra la vida no disminuyen sino que adquieren dimensiones enormes […]. Se trata de amenazas programadas de manera científica y sistemática [...], de ataques masivos contra la vida, de una serie de ataques contra la vida, de una serie de ataques interminables, de guerras y de una destrucción de vidas humanas inocentes […]. Estamos en realidad ante una objetiva "conjura contra la vida" en la que están implicadas instituciones internacionales […]. No se puede negar que los medios de comunicación son con frecuencia cómplices de esta conjura." (E.V. ,17)

La Iglesia no solo se queda en críticas y condenas si no que ha propuesto un conjunto de leyes morales a fin de desarrollar sistemas acordes a las realidades y necesidades de cada zona que presenten alternativas y soluciones al complejo problema social que aqueja a nuestro mundo.

Si quieres profundizar puedes leer algún resumen, explicación o análisis de la Doctrina Social de la Iglesia para que tengas una idea general y despues puedes ir profundizando en los distintos aspectos que se tocan.

Saludos
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

Un amigo me lo ha dicho y me he quedado con la duda de que tan cierto es esto, ya que me parece interesante.

¿Podrian facilitarme textos e informacion donde se hable al respecto o simplemente decirme lo que conocen referente a esto?

Gracias :)

El Cristianismo es incompatible con el marxismo (y sus desarrollos: comunismo, socialismo real...) entre muchas razones por:

1) Materialismo histórico: Creen que las causas del cambio en la Historia son los modos de producción y la tecnología y todo lo demás son efectos, o superestructuras que dependen de ésto. Este determinismo científico es además materialista de modo que no deja lugar a lo sobrenatural, a la intervención de Dios en la Historia, reduciendo a Dios y a la fe a fenómenos explicables materialmente en lo humano, en la cultura humana. Esto implica una negación del Dios cristiano y de cualquier realidad sobrenatural como: alma, espíritu, salvación, pecado, cielo, vida eterna, resurrección que pasan a ser inventos o realidades culturales originadas en el pensamiento humano.

2) La antropología humana del marxismo es incompatible con la creencia de un hombre creado por Dios bueno y corrompido por el pecado, de modo que sólo Dios puede liberarlo de éste mal mediante la acción de su Gracia salvadora. El marxismo concibe al hombre fuera de categorías morales como pecado, santidad y niega la necesidad de la Gracia divina en la redención, que por otro lado es innecesaria en el plano religioso o espiritual, ya que también niega la existencia real de dichos ámbitos.

3) La lucha de clases como una fase necesaria en el marxismo no es aceptada en el cristianismo que no cree necesaria ninguna lucha, igual que no cree necesaria la guerra, el odio, la discriminación ni ningún pecado, es más cree en lo contrario, en la reconciliación, el amor, la solidaridad y en suma la santidad, vocación universal.

4) La sociedad no hallará paz ni armonía perfecta mientras existan hombres alejados de Dios, la reforma de la economía y la sociedad en clave materialista no soluciona ni solucionará jamás los verdaderos problemas del hombres que son más profundos y habitan en su dimensión espiritual y de relación con Dios. Esto es así en la fe cristiana y ha sido así en este siglo de comunismo en el cual no se consiguió más que guerra, hambre e injusticia y con todo la caída uno tras otro de casi todos los estados comunistas y socialistas.
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

La sociedad no hallará paz ni armonía perfecta mientras existan hombres alejados de Dios,

este es un muy cierto.....pero nada tiene q ver con el socialismo...( q no tiene por q ser a rajatabla marxista)

el socialismo entraña....la busqueda del bienestar social en general...y no de unas cuantas familias...

.en un mundo con recursos limitados, ...esto es muy egoista ..el socialismo...es profundamente solidario pues toda plusvalia deber ser reinvertida

pero ..el hombre..es su codicia...no encontrara motivacion...para producir, desarrollar nuevas tecnologias..si no recibe a cambio algo, "lucro", "multiplicar el capital" "riqueza" por eso siempre...se preferira el capitalismo.
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

Aqui en Venezuela hay cristianos que son socialistas, marxistas comunistas, y todo lo que termine en istas.

El gobierno no dice una sola palabra de Cristo, pero si pone a Chavez como un redentor, no obstante a estos cristianos parece no importarle.
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

este es un muy cierto.....pero nada tiene q ver con el socialismo...( q no tiene por q ser a rajatabla marxista)

el socialismo entraña....la busqueda del bienestar social en general...y no de unas cuantas familias...

.en un mundo con recursos limitados, ...esto es muy egoista ..el socialismo...es profundamente solidario pues toda plusvalia deber ser reinvertida

pero ..el hombre..es su codicia...no encontrara motivacion...para producir, desarrollar nuevas tecnologias..si no recibe a cambio algo, "lucro", "multiplicar el capital" "riqueza" por eso siempre...se preferira el capitalismo.

Si el socialismo fuera la reivindicación justa que satisface los principios cristianos ¿por que Jesucristo no lo instauró y apareció 1900 años después?

En primer lugar porque nuestro DIOS es un lider religioso, no un lider político, "Dale al Cesar lo que es del Cesar y a DIOS lo de DIOS" "Mi reino no es de este mundo".

Empezando por ahí debemos aprender a separar el mesianismo de cualquier régimen político. No hay un esquema de gobierno "de DIOS" y uno "del diablo" a menos que se contradiga algún principio cristiano abiertamente, aunque nuestro SEÑOR lo domina todo desde arriba.

En efecto a los apóstoles les parecía que el imperio Romano y sus autoridades eran amparados y puestos por DIOS, y bien sabes que de socialistas tenían bien poco:

Rom 13:1-7
Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas.
De modo que, quien se opone a la autoridad, se resiste al orden divino, y los que resisten se atraerán sobre sí mismos la condenación.
En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal. ¿Quieres no temer la autoridad? Obra el bien, y obtendrás de ella elogios,
pues es un servidor de Dios para tu bien. Pero, si obras el mal, teme; pues no en vano lleva espada; pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal.
Por tanto, es preciso someterse, no sólo por temor al castigo, sino también en conciencia.
Por eso precisamente pagáis los impuestos, porque son funcionarios de Dios, ocupados en ese oficio.
Dad a cada cual lo que se le debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor.

Y vemos a Jesús defendiendo la elección de DIOS para el mismo Pilatos:

Jua 19:11-12
Respondió Jesús: "No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba; por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado."
Desde entonces Pilato trataba de librarle. Pero los judíos gritaron: "Si sueltas a ése, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se enfrenta al César."



Daniel 2:20-21
diciendo: "Bendito sea el Nombre de Dios por los siglos de los siglos, pues suyos son la sabiduría y el poder.
Él hace alternar años y estaciones, destrona y entroniza a los reyes, da sabiduría a los sabios y ciencia a los expertos.


Ahora, si es DIOS quien quita y pone reyes ¿por que no se lo ocurrió el socialismo antes?
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

Si el socialismo fuera la reivindicación justa que satisface los principios cristianos ¿por que Jesucristo no lo instauró y apareció 1900 años después?

En primer lugar porque nuestro DIOS es un lider religioso, no un lider político, "Dale al Cesar lo que es del Cesar y a DIOS lo de DIOS" "Mi reino no es de este mundo".

Empezando por ahí debemos aprender a separar el mesianismo de cualquier régimen político. No hay un esquema de gobierno "de DIOS" y uno "del diablo" a menos que se contradiga algún principio cristiano abiertamente, aunque nuestro SEÑOR lo domina todo desde arriba.

En efecto a los apóstoles les parecía que el imperio Romano y sus autoridades eran amparados y puestos por DIOS, y bien sabes que de socialistas tenían bien poco:

Rom 13:1-7
Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas.
De modo que, quien se opone a la autoridad, se resiste al orden divino, y los que resisten se atraerán sobre sí mismos la condenación.
En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal. ¿Quieres no temer la autoridad? Obra el bien, y obtendrás de ella elogios,
pues es un servidor de Dios para tu bien. Pero, si obras el mal, teme; pues no en vano lleva espada; pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal.
Por tanto, es preciso someterse, no sólo por temor al castigo, sino también en conciencia.
Por eso precisamente pagáis los impuestos, porque son funcionarios de Dios, ocupados en ese oficio.
Dad a cada cual lo que se le debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor.

Y vemos a Jesús defendiendo la elección de DIOS para el mismo Pilatos:

Jua 19:11-12
Respondió Jesús: "No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba; por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado."
Desde entonces Pilato trataba de librarle. Pero los judíos gritaron: "Si sueltas a ése, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se enfrenta al César."



Daniel 2:20-21
diciendo: "Bendito sea el Nombre de Dios por los siglos de los siglos, pues suyos son la sabiduría y el poder.
Él hace alternar años y estaciones, destrona y entroniza a los reyes, da sabiduría a los sabios y ciencia a los expertos.


Ahora, si es DIOS quien quita y pone reyes ¿por que no se lo ocurrió el socialismo antes?

que Dios permita..gobiernos injustos, sistemas corruptos...no quiere decir..que aplauda lo que hacen, ni que no les vaya a juzgar .....en el juicio final cada cual recibira lo suyo.

Dios es un lider politico...es el gobernante del universo.....otra cosa es que la mision del Hijo de Dios en la tierra...no era establecer un regimen politico...sino mas bien revelar a su Padre....por que antes de eso...tiene que TRANSFORMAR EL CORAZON PERVERSO DEL HOMBRE.

este mundo es una oveja descarriada...que debe ser llevada de nuevo al redil....a ese gobierno unico y universal.


yo no digo que el Socialismo sea la panacea.....hablamos de un mundo en pecado, con recursos limitados, ...por lo q lo mas justo es que se distribuyan lo mas equitativamente posible, .... donde todos en lo posible tengan para satisfacer sus necesidades.... y no hayan esas brechas descomunales...y de clases sociales

que produce el capitalismo, .......es decir..el socialismo es una renuncia a la riqueza personal .por el bien del otro
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=20123

PONENCIA CENSURADA DE CÉSAR VIDAL*

1.- El Consejo Evangélico de Madrid decide organizar un congreso en la capital de España.
2.- Sabiendo que es, de largo, el protestante más conocido y con más influencia social de España, le piden a César Vidal que les haga el favor de hablar con la presidenta de la Comunidad autónoma de Madrid, doña Esperanza Aguirre, para que sea ella quien inaugure el congreso.
3.- César accede a la petición, habla con Esperanza y la misma cumple con el deseo de los organizadores.
4.- Vidal prepara una ponencia para el congreso. Como ese fin de semana viaja a Jerusalén para realizar desde la Ciudad Santa su programa durante dos días, le pide al pastor de la iglesia donde se congrega que le haga el favor de leer su ponencia.
5.- Los organizadores censuran la ponencia e impiden que los asistentes la escuchen.

He aquí la ponencia censurada:

EL COMPROMISO POLÍTICO DEL CREYENTE

César Vidal


Los organizadores del Congreso Evangélico me pidieron hace unos meses que elaborara una ponencia sobre el compromiso político del creyente. Debo reconocer que la propuesta me provocó un cierto estupor al que debo referirme de manera obligada. A diferencia de otros creyentes que, históricamente, me han antecedido y que vendrán después de mí, yo no milito en ningún partido político. Se trata de una circunstancia que respeto, pero confieso que no tengo la menor intención de militar nunca en una formación de ese tipo y, si se me permite confesarlo, tendría serias dudas sobre un colectivo que se dedicara a esos menesteres y que aceptara integrarme en sus filas como militante. Dada esa circunstancia, pedirme que hablara del compromiso político no podía sino causarme sorpresa.

En segundo lugar, la propia formulación ahondó mi estupor. El término compromiso político no sólo no aparece en la Biblia sino que es, históricamente hablando, de muy reciente creación. Lo inventaron los partidos socialistas en un intento de convencer a determinadas personas poseedoras de cierto peso social para que les entregaran un respaldo estimable, como si, de esa manera, cumplieran con una ineludible obligación. Así, del escritor se esperaba que tuviera un compromiso político aunque como tal se entendía que apoyara con su nombre y su prestigio determinadas causas y campañas propagandísticas. Fue el caso, por ejemplo, de Anatole France que, a la vez, que escribía una novela justificando la rebelión de Lucifer contra Dios defendía este tipo de causas. Durante décadas los cristianos estuvieron excluidos de ese denominado compromiso porque el cristianismo era uno de los enemigos que había que abatir y resultaba absurdo pedir a sus miembros siquiera que se convirtieran en compañeros de viaje. La situación comenzó a experimentar un cambio a partir de los años treinta del siglo XX y, sobre todo, tras la segunda guerra mundial. De hecho, ya en los años veinte del siglo pasado, el italiano Antonio Gramsci comprendió, tras visitar la URSS, que el socialismo no lograría imponerse sobre una sociedad ni siquiera aunque el mecanismo de represión fuera tan despiadado como el de los bolcheviques rusos. No podría a menos que lograra llevar a cabo un adoctrinamiento que cambiara las mentes y corazones de millones de personas. Para alcanzar esa meta – señaló Gramsci - resultaba indispensable implicar en la lucha final a sectores como los cristianos. No es que a éstos les fuera a esperar un papel importante – si es que iban a tener alguno – tras la victoria, pero, de momento, se pedía que tuvieran un compromiso político. En realidad, se les instaba con un eufemismo a convertirse en instrumentos del camino hacia el socialismo, camino, por cierto, que le costó al género humano durante el pasado siglo la pavorosa cifra de más de cien millones de muertos.

Por supuesto, llegué a la conclusión de que no podía ser que los responsables de este congreso me pidieran desarrollar este punto de vista. Llegué así, pues, a la conclusión de que puesto que no pertenezco a ningún partido ni tampoco soy un defensor del concepto gramsciano de compromiso político, los organizadores tan sólo pretendían invitarme en calidad de dos circunstancias que se corresponden – esta vez sí – con mi realidad, las de que soy evangélico e historiador.

Lo cierto es que si repasamos histórica y actualmente la relación de los cristianos con la política hay que reconocer que las posiciones al respecto han sido muy variadas. Por supuesto, ha existido siempre un núcleo variable numéricamente, pero nada escaso que sostiene que la política no es ocupación para un creyente y que incluso abogaría por abstenerse en unas elecciones. Argumentos – justo es decirlo – no les faltan. En Lucas 4, 5ss se nos enseña, por ejemplo, que Satanás tiene poder sobre los gobiernos de este mundo, tanto que puede ofrecérselos al que, postrado, le adore. No debería sorprendernos por ello que muchos hayan considerado que hay que mantenerse lo más alejados posible de esas esferas de acción diabólica.

Esa posición ha existido codo a codo con otras más participativas en las que los cristianos acababan dejando su impronta en la configuración política de una sociedad. Al respecto, el papel de los puritanos ingleses en las revoluciones inglesas del s. XVII y, sobre todo, en la norteamericana del siglo XVIII me parece extraordinariamente relevante. He dedicado una parte de mi trabajo como historiador a dejar de manifiesto que la democracia es un resultado directo de esas revoluciones que, a diferencia de la francesa o de las socialistas del s. XX, tenían un concepto pesimista del ser humano, pero que, precisamente partiendo de esa base bíblica, dieron lugar a sistemas de una notable libertad, justicia y solidez.

Sin embargo, la propia postura de los puritanos no fue la línea general. No debería sorprendernos porque la democracia es una forma de gobierno que fracasó estrepitosamente en el mundo clásico, que volvió a aparecer ayer por la noche en términos históricos y que, en buena medida, está ausente de la vida de la mayoría de los creyentes en el globo. Si se tiene en cuenta tan elementales principios no sorprende, por ejemplo, que nuestro Juan Pérez en pleno siglo XVI no soñara con una división de poderes y una toma democrática de decisiones. De hecho, en su Suplicazión a don Felipe II se conformaba con poder adorar a Dios de acuerdo con los principios contenidos en la Biblia y en poder enseñar a otros a hacerlo. En otras palabras, la libertad religiosa era el derecho primordial y de manera nada sorprendente, encontramos esa misma visión en Lutero, en Calvino y, si se me permite recordarlo, en la declaración de los representantes de las iglesias evangélicas españolas que nada más concluir la guerra civil saludaban la victoria de Franco en términos extraordinariamente positivos. La lectura de tan singular documento indica dos cosas. Primero, que nuestros hermanos de antaño se sentían muy felices de haberse librado de una experiencia como la soviética en territorio español y, segundo, que lo único que esperaban era que se les permitiera vivir libremente de acuerdo con su fe. La buena fe y el diálogo con las autoridades políticas – como se ve – no dan como suma necesaria la infalibilidad.

Todo lo dicho hasta ahora me permite aterrizar finalmente – y supongo que con alivio de los presentes – en la materia más perfilada de esta exposición. Una exposición que, a mi juicio, debería enunciarse como ¿qué debería esperarse políticamente de un cristiano? La respuesta, en términos bíblicos, en términos históricos y en términos prácticos, me parece – ahora sí – que resulta relativamente fácil de enunciar.

1) Lo que el Señor espera de un cristiano es que sea un buen ciudadano.

Quizá no sea suficiente para los que creen en la revolución, en la llegada de la utopía o en otras esperanzas políticas, pero la Biblia al respecto es muy clara.

El creyente debe someterse a las autoridades superiores. En ese sentido, el texto de Pablo en Romanos 13 resulta tan obvio que no merece la pena detenerse en él. La Biblia enseña que existe un principio de orden público que, incluso en una sociedad corrompida por el pecado, siempre es mejor que la anarquía o la ausencia de orden. Un buen cristiano se someterá a él independientemente de que le guste más o menos. Independientemente, en realidad, de que se ajuste o no a su cosmovisión. Pedro, escribiendo en un contexto claramente peligroso para los cristianos, señalaba:

“Por causa del Señor, someteos a esta institución humana, ya sea el rey, como a superior, ya a los gobernadores, como enviados por él para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen el bien. porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo el bien, hagáis enmudecer la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para encubrir la malicia, sino como siervos de Dios. Honrad a todos. Amad la fraternidad. Temed a Dios. Honrad al rey” (I Pedro 2, 13-17).

Desde luego, por si alguien tiene dudas acerca de la visión cristiana de Pedro podría seguir leyendo los versículos siguientes. En ellos, el apóstol presenta una visión del mundo laboral y conyugal que horrorizaría a muchos, pero que a mi me parece políticamente incorrecta y, por lo tanto, deliciosa. Aunque eso, en realidad, resulta secundario. En realidad, lo relevante es que es cristiana.

2) El creyente debe orar por sus gobernantes.

Al respecto, Pablo – el Pablo encarcelado a la espera de que Nerón acabara con su vida – escribió a Timoteo (1ª Timoteo 2, 1ss):

“Exhorto, pues, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”.

Al respecto, resulta de interés recordar una cita de Tertuliano, escrita a inicios del s. III, en su Apología, una obra destinada a defender a sus correligionarios de la persecución imperial. Escribía Tertuliano: “Rogamos siempre por todos los emperadores, pidiendo para ellos una vida prolongada, un imperio tranquilo, una casa libre de peligros, ejércitos fuertes, un senado fiel, un pueblo leal, un mundo en paz”.

3) Lo que el Señor espera de un cristiano es que defienda la libertad religiosa.

Creo que, en buena medida, este principio queda contemplado en el anterior. Las oraciones de los creyentes persiguen el bien del reino y que ese bien incluya un disfrute tranquilo de la libertad de adorar a Dios de acuerdo a lo enseñado en la Biblia. No deja de ser significativo, al respecto, que en Hechos 4, 19-20, Pedro y Juan indicaran a las autoridades que debían juzgar si era justo que las obedecieran antes que a Dios porque no podían “menos de decir” lo que habían visto y oído.

Los apóstoles no esperaban que las autoridades del Templo o el gobernador romano les concediera un pie de igualdad con el sistema sacerdotal. Mucho menos hubieran esperado subvenciones. En realidad, ni siquiera parece que nada de eso les preocupara lo más mínimo. Lo que sí les importaba era afirmar su derecho a predicar el Evangelio. Permítaseme subrayarlo: a predicar el Evangelio. Si por alguna razón, ese derecho era conculcado, desobedecerían a las autoridades porque no podían en conciencia dejar de comunicar el mensaje de salvación por medio de la fe en el sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz.

La defensa de la libertad religiosa está relacionada, desde mi punto de vista, con algo tan elemental como el derecho a la libertad de enseñanza, pero no puedo detenerme ahora en ese aspecto. Permítaseme, sin embargo, recordar una anécdota de hace casi treinta años atrás. Sucedió en Barcelona, en casa del conocido teólogo José Grau. Cuando yo, que era un joven bastante despistado, me permití identificar laicismo con libertad religiosa – sí, lo sé, es una verdadera estupidez, pero ruego de la clemencia de los presentes que se considere un pecadillo de juventud - Grau me comentó que era mucho mejor tener clase de religión. Una de sus hijas, sin ir más lejos, sufría en la clase de ética a un docente que utilizaba como texto el “Por qué no soy cristiano” de Bertrand Russell. Me temo que cuando, en lugar de un enseñante aislado, es todo un programa el que va en esa línea, hay que llegar a la conclusión de que la libertad religiosa tendrá que defenderse en las aulas lo mismo que en las iglesias.

4) Lo que el Señor espera de un cristiano es que dé un testimonio profético.

Mencionaba hace unos instantes a Tertuliano y su Apología. Permítaseme que reincida. Hace más de milenio y medio, el conocido padre de la iglesia escribía: “Para nosotros (obviamente los cristianos), indiferentes ante el afán de la gloria y la ambición de poder, no hay necesidad alguna de partidos y ninguna cosa es más ajena que los asuntos de política; una única república, común a todos, reconocemos: el mundo”. Esta declaración de principios la indica Tertuliano, para, acto seguido, desgranar de manera profética, una verdadera diatriba de la sociedad en la que vivía. Comenzando por las diversiones de su tiempo, el autor va señalando la inmundicia de la sociedad pagana para recalar, al final, en una descripción de las iglesias de su tiempo que – lo creo sinceramente – debería servirnos de elemento de reflexión hoy en día. Lamentablemente, no podemos hacerlo ahora.

Tertuliano no era, desde luego, original. En su obra, resuena el Pablo que en los primeros capítulos de la Carta a los Romanos indica que conductas como la injusticia, la fornicación, la avaricia, la homosexualidad, la murmuración, la insolencia, la desobediencia a los padres o la falta de piedad son frontalmente opuestas a Dios y que además están insertas en un proceso perverso de degeneración. Se trata de un proceso en el que, primero, se perpetra el mal; luego se justifica el mal y, finalmente, se persigue a los que no se prestan a defender ese mal como si fuera un bien indiscutible. Desde luego, cuando se observa cómo nuestra sociedad ha ido, en mayor o menor medida, aceptando los presupuestos de los grupos de presión homosexuales o los principios antifamiliares de algunas utopías educativas hay que concluir que Pablo no describía sólo la realidad de mediados del s. I, sino un proceso de deterioro moral con manifestaciones en todos los tiempos.

El ejemplo paulino tiene claros paralelos en otras partes de la Biblia. Pedro, por ejemplo, indica cómo la falta de arrepentimiento acarrea el juicio de Dios (2 Pedro 3, 1ss) y no otro fue el mensaje de Jesús cuando lloraba ante Jerusalén. Todos ellos amaban a sus contemporáneos y, precisamente por eso, les habían comunicado el Evangelio. Sin embargo, también precisamente por ello, les resultaba obvio que debían anunciar a la vez el juicio profético. Una sociedad que no se arrepiente, a fin de cuentas, como cualquier individuo sólo se está colocando en el camino del juicio de Dios y, como señaló Ezequiel, aquel creyente que, debiendo hablar, calla, se coloca en una situación de responsabilidad. El principio es obvio:

“Convertíos y volveos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina” (Ezequiel 18, 30)

Me consta que la idea de que Dios ejecuta juicios no está en los primeros lugares en la escala de popularidad de la gente. El que así sea, sin embargo, no debería afectar a nuestro cumplimiento del deber. Seguramente, a Joel no le gustó anunciar una plaga de langostas por la falta de arrepentimiento, pero lo hizo. Seguramente a Ezequiel no le agradó señalar el final del sistema político judío, pero lo hizo. Seguramente a Elías no le entusiasmó anunciar una sequía terrible, pero lo hizo. Creo sinceramente que esa situación sigue estando vigente en el día de hoy.
  • Una sociedad en la que, de manera legal, se decide el asesinato de decenas de miles de criaturas en clínicas abortistas no escapará del juicio de Dios.
  • Una sociedad en la que, de manera legal, se ataca a la familia como institución de manera sistemática y programada no escapará del juicio de Dios.
  • Una sociedad en la que, de manera legal, se decide institucionalizar el matrimonio de homosexuales – una práctica que ni siquiera se dio en las encanalladas sociedades paganas – no escapará del juicio de Dios.
  • Una sociedad en la que, de manera legal, se permite la adopción de niños por parejas homosexuales no escapará del juicio de Dios.
  • Una sociedad en la que, de manera legal, la eutanasia puede convertirse en una realidad mañana no escapará del juicio de Dios.
A decir verdad – y si juzgamos por los no escasos precedentes que presentan la Biblia y la Historia – en una sociedad así lo lógico sería esperar que a la sequía siga la crisis económica y a ésta, el colapso político a menos... a menos que se vuelva hacia Dios.

Anunciar, pues, el Evangelio, las consecuencias de rechazarlo y el juicio futuro constituyen, por lo tanto, una parte esencial e irrenunciable de lo que el Señor espera de un cristiano.

La Biblia y la Historia muestran que las relaciones entre los cristianos y el poder político no siempre han sido fáciles. De manera bien significativa, en el Nuevo Testamento, no encontramos diatribas contra el imperialismo romano pronunciadas por Jesús o Pablo, tampoco referencias a la socialización de los latifundios imperiales, ni mucho menos la formación de grupos de resistentes cristianos partidarios de lograr la independencia de Roma. Sí aparecen repetidos hasta la saciedad principios esenciales.

Son los principios que dicen que:
  • Siempre debemos ser buenos ciudadanos incluso aunque los gobiernos sean pésimos.
  • Siempre obedeceremos las leyes a menos que se opongan a la ley de Dios.
  • Siempre oraremos por los gobiernos para que Dios los oriente, tengamos paz y, si fuera Su voluntad, los conduzca al arrepentimiento.
  • Siempre anunciaremos el Evangelio de la salvación por la fe en el sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz.
  • Siempre daremos un testimonio profético de juicio que le espera a una sociedad y a unos individuos que rehúsan arrepentirse y dan la espalda a Dios, y
  • Siempre seremos conscientes de que “nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transfigurará el cuerpo de nuestro estado de humillación, conformándolo al cuerpo de la gloria suya, en virtud del poder que tiene también para someter a si mismo todas las cosas”.
Muchas gracias. Que Dios les bendiga.

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*Ponencia de César Vidal censurada por el I Congreso Protestante de Madrid, convocado por el Consejo Evangélico de Madrid (CEM). Debió haber sido leída por su pastor el día 26 de noviembre de 2005, ya que César Vidal se encontraba por esas fechas en Jerusalén.

 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?





 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

que Dios permita..gobiernos injustos, sistemas corruptos...no quiere decir..que aplauda lo que hacen, ni que no les vaya a juzgar .....en el juicio final cada cual recibira lo suyo.

Dios es un lider politico...

No lo es.

Jua 18:35-36
Pilato respondió: "¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?"
Respondió Jesús: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí."

Las veces que DIOS intervino en los reinos del mundo, fué cuando estaba relacionado con el irrespeto a la fé.

Baltasar el rey de los caldeos fué entregado a sus enemigos por haber profanado los utensilios usados en el rito sagrado.
Nabucodonosor se volvió loco cuando su arrogancia le hizo creer que su poder era debido a si mismo y no a DIOS.
Y así sucesivamente.
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

No lo es.

Jua 18:35-36
Pilato respondió: "¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?"
Respondió Jesús: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí."

Las veces que DIOS intervino en los reinos del mundo, fué cuando estaba relacionado con el irrespeto a la fé.

Baltasar el rey de los caldeos fué entregado a sus enemigos por haber profanado los utensilios usados en el rito sagrado.
Nabucodonosor se volvió loco cuando su arrogancia le hizo creer que su poder era debido a si mismo y no a DIOS.
Y así sucesivamente.

se te explico.....Jesus no vino a establecer ningun gobierno....eso experaban los jUDIOS del mesias...un gobierno en un mundo terranal en pecado

..no era el proposito de su primera venida,

pero prometio que volveria de nuevo...ya sin relacion con el pecado...sera ahi cuanto juzgara a las naciones y establecera su reino....
no se como sera ese reino.....y su estructura social, ....no olvidar..q hablamos estariamos hablando de un reino donde hay Vida eterna..y los recursos son ilimitados


pero estamos hablando de como seria un sistema economico cristiano...en este mundo, ....da igual ?...o realmente hay una formula q pueda ser mas justa, mas equitativa, .?
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

Aqui en Venezuela hay cristianos que son socialistas, marxistas comunistas, y todo lo que termine en istas.

El gobierno no dice una sola palabra de Cristo, pero si pone a Chavez como un redentor, no obstante a estos cristianos parece no importarle.

Una cuerda de ignorantes en el mejor de los casos
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

este es un muy cierto.....pero nada tiene q ver con el socialismo...( q no tiene por q ser a rajatabla marxista)

el socialismo entraña....la busqueda del bienestar social en general...y no de unas cuantas familias...

.en un mundo con recursos limitados, ...esto es muy egoista ..el socialismo...es profundamente solidario pues toda plusvalia deber ser reinvertida

pero ..el hombre..es su codicia...no encontrara motivacion...para producir, desarrollar nuevas tecnologias..si no recibe a cambio algo, "lucro", "multiplicar el capital" "riqueza" por eso siempre...se preferira el capitalismo.

a rajatabla.... Puede ser nazi o facista.

el bienestar social .... hambre muerte desolacion

en un mundo de recursos ilimitados....pues debemos poner ejemplo y no drenar a la madre naturaleza - sacar petroleo

profundamente solidario....con la dictadura cubana....reinvertir........un chiste de muy mal gusto.

el socialism es el hombre.....mlavado y perverso
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

a rajatabla.... Puede ser nazi o facista.

el bienestar social .... hambre muerte desolacion

en un mundo de recursos ilimitados....pues debemos poner ejemplo y no drenar a la madre naturaleza - sacar petroleo

profundamente solidario....con la dictadura cubana....reinvertir........un chiste de muy mal gusto.

el socialism es el hombre.....mlavado y perverso


malvado y perverso ?...y el capitalismo q es ?.....tio tienes algo para proponer en vez de decir sandeces ?
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

El socialismo es idealmente bueno, el buscar el bien común era la intención de la iglesia primitiva

Hechos 4:32-36
32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,
35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.


pero como en todo, el problema es la corrupción....
 
Re: ¿Es cierto que la Iglesia Catolica condena al socialismo y al comunismo? ¿Porque?

son corrientes politicas que practican el ateismo ,le gusta controlar todo aun la religion,(Cuba, Rusia comunista,


No, nuestra iglesia es capitalista, aunque Jesus fue comunista.

El ateismo no tiene nada que ver con el comunismo, ni el socialismo, ni el capitalismo, ni ningún otro sistema, es solo no creer en una deidad o deidadeas, todos tenemos ateismos.