¡Los testis no pueden decir "Shibolet"! jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
¿Alguien recuerda este relato?
Del mismo modo, en la convulsión de este mundo, la gente que quiera huir debe tomar en cuenta que solamente hay una palabra para garantizar su salvación:
Y no, no es solamente decir "Yo creo en Cristo" porque también los rebeldes lo creen, con la única diferencia de que ellos tiemblan de miedo.
Pero se preguntará alguien quizá ¿por qué es tan importante reconocer de corazón y de labios a Cristo? ¿Por qué debo hacer eso, si en mi religión me dicen que me porte bien, y así estaré en un mundo donde todo es alegría?
No es solamente por tener un buen comportamiento o por tener credenciales que presumir ante nadie. Se trata de que conozcas a Quien tomó el castigo de la paz sobre Sus hombros, y que puedas corresponder al amor inmerecido de Dios para contigo.
Quienes hemos sido hechos hijos de Dios, podemos reconocer a Cristo como la única salida posible a la inminente condenación que ha de ser dada a la gente que no quiere reconocer voluntariamente al Señor y Su gran poder y sabiduría, la cual reside en Cristo. Y no, en ningún modo se deja de lado -como argumentan los testigos- la adoración que se le da al Padre por adorar más a Cristo.
En repetidas ocasiones vemos que Cristo tiene una unidad espiritual perfecta con el Padre, lo que implica una unidad de pensamiento y de propósito. La honra dada al Hijo es la misma honra dada al Padre porque ambos pueden hacer las mismas cosas (y, de hecho, así es), comparten lo mismo y, lo mejor de todo, ambos recibirán la misma adoración, así digan algunos que a Cristo se le da homenaje y al Padre se le adora.
¡Tontos! ¡El proskineo implica adoración también! ¿O qué se dirá delante del Señor que ha de juzgar al mundo? ¿Que fue en vano lo dicho sobre quien recibe a un seguidor de Cristo, recibe a Cristo, y quien recibe a Cristo, recibe también al Padre?
¿Alguien recuerda este relato?
Los hombres de la tribu de Efraín se reunieron y cruzaron el Jordán en dirección a Safón, y le dijeron a Jefté:
-¿Por qué te lanzaste a atacar a los amonitas, sin avisarnos para que fuéramos contigo? ¡Ahora vamos a quemar tu casa contigo dentro!
Jefté les contestó:
- Mi gente y yo tuvimos un pleito con los amonitas, y yo los llamé a ustedes, pero ustedes no vinieron a defendernos. Como vi que ustedes no venían en nuestra ayuda, arriesgué mi propia vida y ataqué a los amonitas, y el Señor me dio la victoria. ¿Por qué vienen ustedes ahora a pelear conmigo?
Entonces Jefté reunió a todos los hombres de Galaad, y peleó con los de Efraín y los derrotó. Los de Efraín decían que los de Galaad, que vivían entre Efraín y Manasés, eran gente que había abandonado a Efraín. Los de Galaad les quitaron a los de Efraín los vados del Jordán, y cuando alguno de Efraín que llegaba huyendo les pedía paso, ellos le preguntaban si era de Efraín. Si aquel respondía que no, le pedían que dijera "Shibolet", y si decía "Sibolet", porque no podía pronunciarlo de otro modo, lo agarraban y lo mataban allí mismo, junto a los vados del Jordán. En aquella ocasión los muertos de Efraín fueron cuarenta y dos mil hombres.
Del mismo modo, en la convulsión de este mundo, la gente que quiera huir debe tomar en cuenta que solamente hay una palabra para garantizar su salvación:
...De la justicia basada en la ley, Moisés escribió esto: "La persona que cumpla la ley, vivirá por ella." Pero de la justicia basada en la fe, se dice: "No pienses: '¿Quién subirá al cielo?' --esto es, para hacer que Cristo baje--; o '¿Quién bajará al abismo?' " --esto es, para hacer que Cristo suba de entre los muertos. ¿Qué es, pues, lo que dice?: "La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón." Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos. Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación.
Y no, no es solamente decir "Yo creo en Cristo" porque también los rebeldes lo creen, con la única diferencia de que ellos tiemblan de miedo.
Pero se preguntará alguien quizá ¿por qué es tan importante reconocer de corazón y de labios a Cristo? ¿Por qué debo hacer eso, si en mi religión me dicen que me porte bien, y así estaré en un mundo donde todo es alegría?
No es solamente por tener un buen comportamiento o por tener credenciales que presumir ante nadie. Se trata de que conozcas a Quien tomó el castigo de la paz sobre Sus hombros, y que puedas corresponder al amor inmerecido de Dios para contigo.
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.-Jesucristo.
...Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por los israelitas es que alcancen la salvación. En su favor puedo decir que tienen un gran deseo de servir a Dios; solo que ese deseo no está basado en el verdadero conocimiento. Pues no reconocen que es Dios quien hace justos a los hombres, y pretenden ser justos por sí mismos; y así no se han sometido a lo que Dios estableció para hacernos justos. Porque la ley llega a su término con Cristo, y así todos por la fe pueden llegar a ser justos.
Quienes hemos sido hechos hijos de Dios, podemos reconocer a Cristo como la única salida posible a la inminente condenación que ha de ser dada a la gente que no quiere reconocer voluntariamente al Señor y Su gran poder y sabiduría, la cual reside en Cristo. Y no, en ningún modo se deja de lado -como argumentan los testigos- la adoración que se le da al Padre por adorar más a Cristo.
En repetidas ocasiones vemos que Cristo tiene una unidad espiritual perfecta con el Padre, lo que implica una unidad de pensamiento y de propósito. La honra dada al Hijo es la misma honra dada al Padre porque ambos pueden hacer las mismas cosas (y, de hecho, así es), comparten lo mismo y, lo mejor de todo, ambos recibirán la misma adoración, así digan algunos que a Cristo se le da homenaje y al Padre se le adora.
¡Tontos! ¡El proskineo implica adoración también! ¿O qué se dirá delante del Señor que ha de juzgar al mundo? ¿Que fue en vano lo dicho sobre quien recibe a un seguidor de Cristo, recibe a Cristo, y quien recibe a Cristo, recibe también al Padre?