El mecanismo sacrificio-redención

Re: El mecanismo sacrificio-redención

Si no se sabe el proceso de transferencia del mal de un grupo (humano) hacia un animal, no se puede entender el nuevo sacrificio celestial.

Así de claro.

Y muchos aquí ni siquiera se lo han planteado.

Ojo, llevo con esto atrapado una semana.
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

Ve usted como le da vueltas alrededor y no materializa?

Pues el pago es por agún motivo, no?

A a mi no me interesa el pago, me interesa el origen de la cuestión.

Si no ha transferencia del mal a un animal, ¿para qué matarlo? y ¿para qué sirve el Nuevo Testamento? y ¿Por qué se sacrificó Jesús?

Ve usted cómo el modelo afecta a la reproducción del modelo?

No lo tiene claro. Pues no materializa en palabras la gran verdad q hay detras de esa transferencia.

El que no lo tiene claro es usted; pero además de eso, ni siquiera sabe lo que desea saber exactamente, ... o explicarlo adecuadamente. Yo le he hablado con las Escrituras y usted critica mis respuestas.¿Qué culpa tengo yo de su ignorancia?

Intentaré otra vez:

la sangre del animal representa UNA VIDA que paga por mantener una persona viva aun después de merecer la muerte por violar la ley. Esa es la realidad: un violador de ley debe morir, pero se considera perdonable si paga un precio apropiado. Ese precio es sangre, y se ofrece a Dios. Cuando las personas deseaban granjearse el favor de Él, también podían ofrecer otro tipo de ofrendas como si fuesen comidas de comunión con Dios. La Biblia dice que con estas ofrendas Dios sentía como "un olor conducente a descanso", como si se apaciguara su carácter con respecto a la persona que ofrecía. Eran ajustes que se hacían con Dios, y los sacrificios eran el pago.

Gén.8:18*Con eso salió Noé, y con él también sus hijos y su esposa y las esposas de sus hijos. 19*Toda criatura viviente, todo animal moviente y toda criatura voladora, todo lo que se mueve sobre la tierra, según sus familias salieron del arca. 20*Y Noé empezó a edificar un altar a Jehová y a tomar algunas de todas las bestias limpias y de todas las criaturas voladoras limpias y a ofrecer ofrendas quemadas sobre el altar. 21Y Jehová empezó a oler un olor conducente a descanso, de modo que dijo Jehová en su corazón: “Nunca más invocaré el mal sobre el suelo a causa del hombre, porque la inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud; y nunca más asestaré un golpe a toda cosa viviente tal como he hecho. 22*Durante todos los días que continúe la tierra, nunca cesarán siembra y cosecha, y frío y calor, y verano e invierno, y día y noche”.

Eze.20:40*”‘Porque en mi santa montaña, en la montaña de la altura de Israel —es la expresión del Señor Soberano Jehová—, allí es donde ellos, toda la casa de Israel por entero, me servirá, en el país. Allí me complaceré en ellos, y allí requeriré las contribuciones de ustedes y las primicias de sus presentaciones en todas sus cosas santas. 41*Debido al olor conducente a descanso me complaceré en ustedes, cuando los saque de los pueblos y realmente los junte de las tierras a las cuales han sido esparcidos, y ciertamente seré santificado en ustedes delante de los ojos de las naciones.’
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

Hermano Valenzuela la ley era solo una sombra no la imagen de la verdad

HEBREOS 10:1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.

Aquellos sacrificios no eran la verdad sino una pedagogía que enseñaban o señalaban al verdadero cordero que quita el pecado del mundo.

Recien he explicado que una cosa es remisión y otra cosa el perdon, para el cual por cierto, no tenemos que afanarnos en el arrepentimiento porque hasta eso lo da Dios como un don

2 Corintios 7:9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.

2 Timoteo 2:25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

El que no lo tiene claro es usted; pero además de eso, ni siquiera sabe lo que desea saber exactamente, ... o explicarlo adecuadamente. Yo le he hablado con las Escrituras y usted critica mis respuestas.¿Qué culpa tengo yo de su ignorancia?

Intentaré otra vez:

la sangre del animal representa UNA VIDA que paga por mantener una persona viva aun después de merecer la muerte por violar la ley. Esa es la realidad: un violador de ley debe morir, pero se considera perdonable si paga un precio apropiado. Ese precio es sangre, y se ofrece a Dios. Cuando las personas deseaban granjearse el favor de Él, también podían ofrecer otro tipo de ofrendas como si fuesen comidas de comunión con Dios. La Biblia dice que con estas ofrendas Dios sentía como "un olor conducente a descanso", como si se apaciguara su carácter con respecto a la persona que ofrecía. Eran ajustes que se hacían con Dios, y los sacrificios eran el pago.

Gén.8:18*Con eso salió Noé, y con él también sus hijos y su esposa y las esposas de sus hijos. 19*Toda criatura viviente, todo animal moviente y toda criatura voladora, todo lo que se mueve sobre la tierra, según sus familias salieron del arca. 20*Y Noé empezó a edificar un altar a Jehová y a tomar algunas de todas las bestias limpias y de todas las criaturas voladoras limpias y a ofrecer ofrendas quemadas sobre el altar. 21Y Jehová empezó a oler un olor conducente a descanso, de modo que dijo Jehová en su corazón: “Nunca más invocaré el mal sobre el suelo a causa del hombre, porque la inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud; y nunca más asestaré un golpe a toda cosa viviente tal como he hecho. 22*Durante todos los días que continúe la tierra, nunca cesarán siembra y cosecha, y frío y calor, y verano e invierno, y día y noche”.

Eze.20:40*”‘Porque en mi santa montaña, en la montaña de la altura de Israel —es la expresión del Señor Soberano Jehová—, allí es donde ellos, toda la casa de Israel por entero, me servirá, en el país. Allí me complaceré en ellos, y allí requeriré las contribuciones de ustedes y las primicias de sus presentaciones en todas sus cosas santas. 41*Debido al olor conducente a descanso me complaceré en ustedes, cuando los saque de los pueblos y realmente los junte de las tierras a las cuales han sido esparcidos, y ciertamente seré santificado en ustedes delante de los ojos de las naciones.’

Si no se sabe el proceso de transferencia del mal de un grupo (humano) hacia un animal, no se puede entender el nuevo sacrificio celestial.

Así de claro.

Y muchos aquí ni siquiera se lo han planteado.

Ojo, llevo con esto atrapado una semana.

Mi pregunta es escueta, clara y aparentemente sencilla, pues no alcanza usted a comprenderla ¿por qué?

el que "Jehová empezó a oler un olor conducente a descanso" indica una consecuencia, pero no la razón del por qué de dicho olor a descanso.

se lo vuelvo a repetir y ya perdí la cuenta:

Cuál es el proceso en el cual se transfiere el mal de un grupo a un animalito?
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

En qué consiste?

Y no me vale si le es agradable a Jehová, o es olor conducente, o los adjetivos q se les quieran poner.

Cómo se transmite el mal de un grupo a un único ser vivo y después matarlo y con él los males. he aquí el asunto.
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

Por que sobre esto está construida toda la Biblia, desde el antiguo testamento hasta el apocalipsis.
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

No hay transferencia. El animal ofrecido es como un pago; el sacrificio lo hace el que sacrifica, dando algo que le ha costado dinero y que es de su propiedad. La sangre animal representaba la sangre que ofrecería Jesús posteriormente. Para Dios, la sangre es el pago para expiación; ya le cité el texto antes:

Lev.17:11*Porque el alma de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes para hacer expiación por sus almas, porque la sangre es lo que hace expiación en virtud del alma [en ella].

... no hay magia en la liberación, es solamente un pago que se hace.
Lo demás es brujería... así que no se imagine lo divino relacionado con lo diabólico.

admite q no hay magia pero sí liberación.
Y si hay liberación es que ha ocurrido algo.

Qué es lo que ha ocurrido?
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

En qué consiste?

Y no me vale si le es agradable a Jehová, o es olor conducente, o los adjetivos q se les quieran poner.

Cómo se transmite el mal de un grupo a un único ser vivo y después matarlo y con él los males. he aquí el asunto.

Ya se lo he dicho: es solo un acto representativo, no un traspaso literal. Debe ver el asunto con ojos espirituales en el sentido que no puede pretender que exista algo que sale de un lado y entra al otro. Tampoco debe significar el "olor grato" o "... conducente a descanso" que Jehová se emborracha con el olor carne cocinada, sino que Jehová se siente satisfecho cuando recibe la demostración de ofrecimiento y arrojo que muestra la persona que ofrece.

En una ocasión Jehová incluso dijo que la obediencia es lo que Él desea, no los sacrificios; y otra vez dijo que si Él es dueño de todo en la tierra ¿qué sentido tendría que deseara recibir de vuelta lo que es de Él? Eso demuestra que todo es simbólico.

Pablo incluso habló de otro tipo de ofrendas que agradan a Dios y se refería a hablar acerca de Él y de la verdad bíblica. De modo que la esencia de una ofrenda o sacrificio humano, está dada en la representación... pues el verdadero y único válido sacrificio llegó a ser el de la sangre perfecta de su Hijo.

Is.1:11*“¿De qué provecho me es la multitud de sus sacrificios? —dice Jehová—. Suficiente he tenido ya de holocaustos de carneros y de la grasa de animales bien alimentados; y en la sangre de toros jóvenes y corderos y machos cabríos no me he deleitado. 12*Cuando ustedes siguen entrando para ver mi rostro, ¿quién es el que ha requerido esto de la mano de ustedes, para hollar mis patios? 13*Cesen de traer más ofrendas de grano que nada valen. El incienso... me es algo detestable. Luna nueva y sábado, el convocar una convocación... no puedo soportar el [uso de] poder mágico junto con la asamblea solemne. 14*Sus lunas nuevas y sus períodos de fiesta mi alma ha odiado. Para mí han llegado a ser una carga; me he cansado de llevar[los]. 15*Y cuando ustedes extienden las palmas de las manos, escondo de ustedes los ojos. Aunque hagan muchas oraciones, no escucho; sus mismas manos se han llenado de derramamiento de sangre. 16*Lávense; límpiense; quiten la maldad de sus tratos de enfrente de mis ojos; cesen de hacer lo malo. 17*Aprendan a hacer lo bueno; busquen la justicia; corrijan al opresor; dicten fallo para el huérfano de padre; defiendan la causa de la viuda.”
18*“Vengan, pues, y enderecemos los asuntos  entre  nosotros  —dice  Jehová—. Aunque los pecados de ustedes resulten ser como escarlata, se les hará blancos justamente como la nieve; aunque sean rojos como tela de carmesí, llegarán a ser aun como la lana. 19*Si ustedes muestran buena disposición y de veras escuchan, comerán lo bueno de la tierra. 20*Pero si rehúsan y realmente son rebeldes, por una espada serán comidos; porque la mismísima boca de Jehová [lo] ha hablado.”


Heb.10:4*porque no es posible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados.

... aquí Pablo dice que el efecto real de los sacrificios es nulo, era solo representativo; aunque temporalmente limpiaran la conciencia. Tanto es así, que habían pecados que seguían siendo de muerte, y no existía sacrificio que los limpiara a grado cabal.

Sal.49:6*Los que están confiando en sus medios de mantenimiento,
y que siguen jactándose acerca de la abundancia de sus riquezas,
*7*ni uno de ellos puede de manera alguna redimir siquiera a un hermano,
ni dar a Dios un rescate por él

*8*(y el precio de redención del alma de ellos es tan precioso
que ha cesado hasta tiempo indefinido);


Heb.9:13*Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de novilla rociadas sobre los que se han contaminado, santifica al grado de limpieza de la carne, 14*¿cuánto más la sangre del Cristo, que por un espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado a[l] Dios vivo?
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

Fijate en este aporte , algo esconden con la fotografias , leelo , igual no es lo que buscas pero esta interezante .
La fea costumbre del chivo expiatorio
©Antonio Bustamante
Prevenir la inclinación al daño

Creo que en la Prevención de Riesgos Laborales no tenemos en cuenta suficientemente la atracción que la persona que trabaja pueda sentir por el riesgo: el deseo oculto que pueda tener de que le ocurran desgracias: el posible amor al martirio de las personas a las que tratamos de ayudar a protegerse de daños.
El elevado número de montañeros que han perecido intentando subir al Montblanc sin las razonables garantías de seguridad, o que –al intentarlo- han debido ser rescatados en helicóptero, nos hace pensar en los imprudentes que han de asumir en lo venidero semejantes riesgos. Vistas las dramáticas estadísticas, los que van, de ahora en adelante, a iniciar el ascenso sin asegurarse de la idoneidad de las condiciones, van a hacerlo atraídos en buena parte por el riesgo de acabar mal o peor. Y de alguna manera, atraídos también por el placer del montañismo.
Quiero delimitar de qué voy a tratar aquí: el poco interés por la prevención del riesgo no es lo mismo que la inclinación por el daño, y dentro de ésta debemos descartar el masoquismo -la complacencia en sentirse maltratado- de manera que nos quede aislado el concepto de inclinación "heroica" al daño, sin autocomplacencia por el sufrimiento. Los flagelantes que se autolesionan en nuestras procesiones de Semana Santa no me parecen masoquistas, sino disciplinantes, y éstos llevan el sufrimiento como un deber, no como un placer: el deber de soportar un fuerte dolor físico o moral como una prueba de respeto a divinidades. Así es que voy a tratar de la atracción que pueda ejercer el riesgo como una posibilidad remota de martirio para quien considere que el martirio es una cosa buena y no una cosa mala.
Que las tres grandes religiones monoteístas brillen por sus aspectos flajelantes me parece una circunstancia a tener en cuenta por los que tratamos de que los paisanos de culturas con fuerte influencia monoteísta no se lastimen.
La influencia de la religión en la sociedad que llamamos occidental es tan palmaria que el jefe de la Iglesia Católica pide que conste en la Constitución Europea el papel fundamental del catolicismo en la construcción de lo que pueda ser Europa. Yo, por mi parte, sugiero que se erradiquen de nuestra cultura los rasgos que tienden a forzar al individuo a aceptar que pueda ser bueno el daño propio o el ajeno y que se ensalcen los rasgos contrarios: los que provocan la prevención del daño que pueda ser evitado.
De entre los múltiples quebrantos que acechan a la persona que trabaja, hay algunos –como el acoso moral- que pueden tener una fuerte relación con el efecto chivo expiatorio, que intento presentar a continuación.
Antecedentes filogenéticos

El Dr Rober M. Sapolsky, de la Universidad de Stanford observó a un grupo de papiones oliváceos, simios cuya estructura social es piramidal y basada en la dominancia de los más fuertes. Sapolsky andaba detrás de explicar el concepto de "stress" o tensión y publicó, sobre este tema, un artículo<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]-->, utilizando el término ingenieril de “tensión” para nombrar la respuesta no específica del organismo ante una agresión, o ante la probabilidad de una agresión. Este término, en inglés, ha venido a nombrar un fenómeno psicofísico y se ha generalizado y castellanizado: estrés.
En el artículo se analizaba la tensión -o estrés- en el grupo de papiones oliváceos, relacionándola con el papel del individuo en el grupo, ya fuera éste dominante o subordinado.
Sapolsky señaló, entre otras características de los monos menos vulnerables al estrés, una que se evidenció cuando observaba su comportamiento después de perder en un enfrentamiento entre congéneres. Tras una lid perdida, suelen descargar su agresividad en un tercer individuo más débil y así, uno de estos machos poco vulnerables al estrés, al salir huyendo de otro que le impone a golpes su voluntad, no deja de mandar un pescozón al primer congénere, más débil que él, que se cruce en su camino de huida. Parece que ese castigo inmerecido del tercero más débil desahoga al que está siendo castigado por el otro más fuerte: he aquí un comportamiento producto del efecto "chivo expiatorio".
El hombre no es como el mono: su organización social es más compleja y en ella, el efecto "chivo expiatorio" se da, no sólo a escala individual, sino también a escala social: el cordero de Diosque quita los pecados del mundo es el equivalente del mono más débil que recibe todos los capones que cualquier individuo del grupo no puede dar a monos más fuertes -que los merecerían- por temor a las probables represalias. El sacrificio de animales con fines no nutritivos tiene por finalidad hacer purgar a un inocente las faltas de un culpable que dispone del destino del limpio de culpa. En el alma humana, pues, parece como si existiera un mecanismo que la predispusiera a aceptar la legalidad de la injusticia que representa el que paguen justos por pecadores, mientras los justos no estén en disposición de tomar venganza.
Esta necesidad de descargar la ira se manifiesta también en el fenómeno de los celos: el celoso puede tender a agredir a la persona que origina sus celos, como si ésta fuera culpable por no amarlo sobre todas las cosas y, si esta persona es más débil, puede recibir del celoso fuerte el mismo pescozón que el papión oliváceo prodiga a sus inferiores, o desaires todavía mayores que el celoso se cree autorizado a cometer al sentirse agredido por el desamor tal como sucede en culturas como la que produce el tango, cuando la mujer no corresponde a las ansias totalitarias de su enamorado: la diosa pasa a ser ramera rea de muerte (no consigo convencerme, cómo pude contenerme y ahí no más no la maté<!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]-->). No la mató, pero la deja tildada de prostituta por el hecho de haberse “envilecido” por estar “ a otros brazos entregada”<!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]-->, en vez de no tener a otro dios más que al que canta el tango y adorarle y servirle sólo a él.
La fea costumbre del chivo espiatorio está enraizada en nuestra cultura occidental

El Cristianismo propone la redención del género humano por el sacrificio del Cordero de Dios, pero advierte que el Cordero de Dios resucitará y juzgará a los vivos y a los muertos, y que los que sean condenados en este juicio universal, serán arrojados a los infiernos, de donde no saldrán nunca, así que podemos preguntarnos en qué ha consistido la redención, si luego los malos le pagan al Cordero de Dios la factura de la limpieza que hizo de sus pecados en el mundo. El Cordero de Dios se comporta aquí como un celoso que se sacrifica por su amada (la Humanidad) pero que necesita del amor de ésta para seguir siendo feliz; si los hombres no corresponden a su amor, el cordero abandona su mansedumbre y se convierte en un Cristo vengador de la maldad de su amada, a la que arroja a los infiernos sin ningún miramiento. La reacción del Cordero de Dios es más parecida a la del amante no correspondido que a la del chivo expiatorio.
Así pues, el efecto chivo expiatorio, que es más viejo que el hombre, no ennoblece ni a los papiones oliváceos ni los humanos, y resulta poco claro para los fieles el que una religión se base en este concepto, asumiendo su fundador el papel de cordero expiatorio mundial, que se sacrifica para quitar todos los pecados del mundo; los quita del mundo pero se los lleva a un juzgado celestial para pasar cuentas y condenar severamente a todo el que tenga más de malo que de bueno.
Hay que señalar la incoherencia que representa anunciar una redención que sólo vale para los buenos: eso quiere decir que siendo bueno no se tiene derecho a la salvación, que el hombre, por sí sólo, puede condenarse, pero por sí sólo no puede salvarse, y eso es tratar al ser humano de malo, aunque sea bueno: con esa doctrina, el hombre es tratado como chivo expiatorio, porque sin haber hecho nada malo, ya está condenado: todo eso para que pueda venir luego un mesías y ejerza de salvador, al precio de hacer él también de chivo expiatorio: un verdadero laberinto de horrores.
Un monumento que ejemplariza el concepto de chivo espiatorio

La discutible idea de que paguen justos por pecadores se encuentra celebrada y exaltada en el políptico de los hermanos Van Eyck titulado "El Cordero Místico". Este cuadro múltiple fue objeto de adoración por primera vez en el año 1432, en una capilla de la iglesia de San Juan, la catedral de Gante, conocida como la capilla Vyd, del nombre de donante Judocus Vyd, rico financiero gantés que remató su pía acción sufragando los gastos de esta gran obra de propaganda de la fe católica, auténtica maravilla del arte de todos los tiempos.
El tema de esta obra es múltiple, pues en ella aparecen 24 cuadros, 24 obras maestras, organizados según el sistema de los trípticos, en una especie de armario de dos puertas pintadas que, al abrirse, muestra el fondo pintado de un armario sin profundidad, encajado entre las dos caras interiores de las puertas abiertas, que también están pintadas. En "El Cordero", cada una de estas superficies está dividida en diversos cuadros: cada una de las caras exteriores de los armarios tiene seis cuadros , las interiores: cuatro, y el fondo del armario: cuatro. Por eso: por tener tantos cuadros, a este tríptico lo llaman "políptico".

El asunto -diana de los múltiples temas de esta obra es el que le da título: el Cordero Místico. Ya el título es algo hermético: la mística es la parte de la teología dogmática y moral que se refiere a la perfección de la vida cristiana en las relaciones más íntimas que tiene la humana inteligencia con Dios. Pero por lo que se ve en la obra, el título más claro sería "El Cordero de Dios que quita los pecados del mundo": lo más parecido a un chivo expiatorio universal. La obra es muy narrativa: nos cuenta cómo Judocus Vyd y su esposa pagan los gastos, que San Juan Evangelista - que acuñó el nombre de "Cordero Místico"-, siempre ha sido representado con un cordero, que profetas y sibilas ya anunciaron la venida de ese Cordero, que fue concebido por obra del Espíritu Santo para limpiar con su sangre el pecado de Adán y Eva, que éstos generaron una población de seres malos que en seguida empezaron a matarse entre sí. Y que para salvar a los descendientes de los primeros pecadores, Dios Padre envía a Dios Espíritu Santo para engendre en María Virgen a Dios Hijo; este aparece en forma de cordero que -subido a un altar y mirando al espectador- derrama su sangre, en certero chorro, en un cáliz de oro mientras es jaleado e inciensado por un corro de ángeles. El incienso nos certifica que, bajo la apariencia del cordero, está Dios. Ángeles músicos ocupan dos cuadros de la obra, tocando y cantando, y en cinco cuadros más aparecen, clasificados, santos y santas que han alcanzado la gloria por medios diversos: son los beneficiarios de la sangre derramada por el Cordero: son un ejemplo a seguir: los que han correspondido al amor si límites del Cordero. Los que no han correspondido a esta entrega también son protagonistas -aunque ausentes- de esta obra en que sólo aparecen los santos: a los que no están en esta pintura podemos encontrarlos en cualquier otra que tenga como tema el Juicio Universal: allí los veremos, arrojados a los infiernos para sufrir eternamente por sus pecados, es decir por no haber correspondido -como Dios manda- al amor del Cordero.
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Parte central del interior del políptico "El Cordero Místico" de Van Eyck. Catedral de Gante

La figura del Dios Padre que aparece en el lugar principal del interior del políptico, merece especial atención, pues tiene atributos de la figura del Dios Hijo, como son la edad y el hecho de estar señalado por San Juan Bautista; este siempre anunció la venida del Hijo, no la del Padre. En efecto, lo que se nos presenta es la imagen de Cristo en su papel de juez. Al no aparecer explícitamente la figura del Padre, se evita así la alusión a la discutible decisión del Padre de enviar a su Hijo al sacrificio; presentada así, la Trinidad queda reducida a Dualidad: sólo queda Cristo y el Espíritu Santo, y el Cristo-juez se sacrifica a sí mismo (el Cristo-cordero), no siendo sacrificado por su Padre. Este apaño en la presentación de la Trinidad pone de manifiesto el papel pasado de moda de un Jehová a la manera del Antiguo testamento, sin sensibilidad para amar a su Hijo como a Sí mismo, y hay que reconocerle a los autores de este recital teológico que es "El Cordero Místico", la sutileza de haber sabido borrar el rasgo más terrible del Dios Padre: mandar a su Hijo a la cruz. Si la máxima jerarquía divina hace eso con su propio hijo, no es extraño que los fieles tiendan a hacer apología del daño.
Lo que retenemos aquí de esta pintura tan rica en conceptos narrativos es la exaltación del tema del chivo expiatorio -e indirectamente, de los celos- tratados como algo que practica el propio Dios: esta obra, que diviniza la injusticia y legitima el castigo del inocente, también justifica y da apoyo moral al celoso vengativo. Debido a su enorme valor artístico, este políptico, por su sola existencia, es testimonio de lo muy enraizado y de lo muy aceptado que está en nuestra cultura el efecto chivo expiatorio. No debería parecernos normal el hecho de que los buenos paguen por los malvados; lo que se anuncia en esta obra maestra debería ser para nosotros tan ajeno y condenable como los sacrificios humanos de la América Precolombina.
consecuencias nefastas de La fea costumbre del chivo espiatorio

Unamuno criticaba la justicia militar acusándola de contentarse con un castigo indiscriminado para purgar una falta concreta, no importando para ella si el transgresor y el castigado eran la misma persona. El que las faltas hayan de ser lavadas con sacrificio, sin importar si se castiga a justos o a pecadores no es un invento militar: la religión judía llevaba siglos martirizando animales para que lavaran los pecados de los hombres, antes de que los romanos difundieran su cultura a punta de lanza de sus falanges y mucho antes de que la fundieran con el cristianismo cuando las lanzas no alcanzaron a imponer imperio. Don Miguel de Unamuno, al acusar a los militares de castigar a chivos expiatorios, los utiliza como chivo expiatorio de una fea costumbre es de origen religioso –que no militar-.
Desde el punto de vista de la Sociología, es importante el efecto "chivo expiatorio" por lo fácilmente que funciona el mecanismo que se pone en marcha cuando un grupo desplaza sus propios problemas e imagina un responsable -no necesariamente culpable- al que castiga sin razón real. El hecho de que un grupo humano reconozca un enemigo común, hace que aumente la cohesión del grupo. Cuando el líder desea cohesionar a su grupo fuertemente, puede buscar un enemigo común con estos fines; si no lo encuentra, puede inventarlo y para ello podrá escoger entre los posibles enemigos, a aquel que tenga alguna característica que pueda ser negativa a los ojos del grupo y tratar de magnificar la negatividad encontrada en el chivo expiatorio con el fin inmediato de que el grupo lo odie, y el fin remoto de que el grupo se cohesione alrededor del líder que -vigía de su rebaño- ha denunciado al enemigo común. El chivo expiatorio, pues, no siempre es aceptado como bueno e inocente por la comunidad que lo inmola: a veces esta comunidad se esfuerza en condenarlo imputándole la responsabilidad de algo, antes de sacrificarlo.
También es de destacar que el efecto chivo expiatorio funciona en comunidades de diversos tamaños: desde un pequeño grupo a una nación grande. La apreciación del presidente de los Estados Unidos estaba muy baja cuando, antes del 11 de septiembre, ese hombre daba una imagen de gandul poco afecto al trabajo; la desgracia de aquel día –que ponía de relieve la importancia de un enemigo común- hizo que esa nación cerrara filas alrededor del ocioso presidente que, a fin de cuentas era el que había. La necesidad de chivo expiatorio es tan acuciante, que el bulo de asociar al atacante Bin Laden con otro sujeto que no les había atacado, funcionó: Sadam Husein pagó por Bin Laden y sus perseguidores no se sonrojan en reconocer -una vez el chivo expiatorio capturado y encarcelado- que se equivocaron al decir al mundo que uno y otro eran la misma cosa, alegando que, de todas formas, el mundo está mejor sin Sadam. Yo opino que el mundo estaría mejor si los sujetos que son capaces de oficiar tales desaguisados con chivos expiatorios, no tuvieran la capacidad de llevarlos a cabo. El talante bíblico que el evangelista Bush le da su guerra, dividiendo torpemente el mundo en buenos y malos y declarando evangélicamente que quien no está con él está contra él, se basa en los aspectos más negativos de la tradición judeo-cristiana, de la misma tradición de la que alguien más instruido podría sacar conceptos como "paz, amor, caridad, solidaridad, etc.", más positivos y esperanzadores. La necedad de oponer el Cristianismo al Islam, entrando al trapo de la provocación terrorista y haciendo gala del mismo desprecio del valor de la vida humana que hacen los provocadores, es cuando menos, impropia de un buen prevencionista de riesgos internacionales.
En esta carrera de ineptitud hemos de reflexionar sobre el hecho de que los que Bush llama "malos" utilizan el martirio como arma. Hasta no hace muchos años yo sólo conocía la existencia de los mártires de la Cristiandad: personajes históricos o de ficción que daban su vida por el dios de los cristianos. Actualmente el número de mártires del Islam crece cada día. Y unos y otros se inmolaron y se inmolan heroicamente con la convicción de que su suicidio será bien visto por su dios respectivo.
No hemos de extrañarnos si una tradición tan fuertemente enraizada en la sociedad, que produce en algunos sujetos la necesidad de suicidarse brutalmente en condiciones extremas, produzca en condiciones menos graves, la inclinación de la mayoría a descuidar la prevención del daño y, por lo tanto a no tomar en consideración los riesgos, sea a escala personal, nacional o mundial.
Puestos a tener fe en algo, haríamos bien en creer que el daño no es necesario.
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Re: El mecanismo sacrificio-redención

Libetad, traiga las fuentes de los textos q aporta. Please.

Destacaré esta idea del texto:

El hecho de que un grupo humano reconozca un enemigo común, hace que aumente la cohesión del grupo.

En otro sitio leí más o menos lo siguiente:

El sacrificio es la única salida de canalización de la violencia generadas por los integrantes del grupo para evitar q se rompa la convivencia del mismo grupo.

Las palabras claves son: miedo, enemigo, violencia.

Al menos estas cosas son las q hacen q generen la necesidad de un culpable para la cohesión del grupo.

Esto me da q pensar. Pues nos dice q nuestra estructura mental o conciencia o como se llame, establece divisiones en la forma de crear el mundo. La oposición bien-mal condiciona nuestra vida.
Sé de primera mano cómo hay personas q se inventan un enemigo, y desde q se levanta por la mañana hasta que se acuesta condiciona su forma de actuar y de vivir, creando mentalmente distintas estrategias para defenderse o para atacar.
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

Hubo un cambio de mentalidad en el pueblo de Israel sobre el sacrificio. Se rechaza los sacrificios de animales y se pide otro tipo de sacrificio. Esto es crucial.

Proverbios 21:3: Hacer justicia y juicio es a Jehová más agradable que sacrificio.


escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
Isaías 1:11: ¿Para qué me sirven a mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
Isaías 1:12: ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí, para hollar mis atrios?
Isaías 1:13: No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; lunas nuevas, sábados, y el convocar asambleas, no lo puedo soportar; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
Isaías 1:14: Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes aborrece mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.
Isaías 1:15: Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
Isaías 1:16: Lavaos, limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo.
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

Qué pasó para tan importante cambio de mentalidad?
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

Quizás no se pueda comprender el paso del modelo sacrificio animal al siguiente sacrificio celestial sin entender a Isaías 1:16 ó provervios 21:3.
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

Libetad, traiga las fuentes de los textos q aporta. Please.

Destacaré esta idea del texto:

El hecho de que un grupo humano reconozca un enemigo común, hace que aumente la cohesión del grupo.

En otro sitio leí más o menos lo siguiente:

El sacrificio es la única salida de canalización de la violencia generadas por los integrantes del grupo para evitar q se rompa la convivencia del mismo grupo.

Las palabras claves son: miedo, enemigo, violencia.

Al menos estas cosas son las q hacen q generen la necesidad de un culpable para la cohesión del grupo.

Esto me da q pensar. Pues nos dice q nuestra estructura mental o conciencia o como se llame, establece divisiones en la forma de crear el mundo. La oposición bien-mal condiciona nuestra vida.
Sé de primera mano cómo hay personas q se inventan un enemigo, y desde q se levanta por la mañana hasta que se acuesta condiciona su forma de actuar y de vivir, creando mentalmente distintas estrategias para defenderse o para atacar.

¿ La fuente del texto que es la pagina web o el nombre de quien lo escribio ?
 
Re: El mecanismo sacrificio-redención

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JULIO DE 2008
El chivo expiatorio y los orígenes de la cultura

por Ramón Cota Meza

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El filósofo y antropólogo francés René Girard ha analizado la violencia en las sociedades primitivas y su relación con lo sagrado. Ramón Cota Meza hace una lectura minuciosa de este pensador, centrada en el análisis de una de sus aportaciones más importantes: la figura del chivo expiatorio.


Ignorada en los claustros académicos por muchos años, la teoría antropológica de René Girard (Aviñón, 1923) empieza a ser considerada la única explicación convincente sobre los orígenes de la cultura. Michel Serres llama a Girard “el Darwin de las ciencias humanas” porque “propone una dinámica, pone de manifiesto una evolución y suministra una explicación universal”. El concepto central de su teoría es el “deseo mimético”, motor de todo lo malo y todo lo bueno en la cultura, cuya consecuencia directa es el chivo expiatorio o el sacrificio humano como salida a la escalada de violencia desatada por la rivalidad mimética. No es sino hasta los Evangelios y el cristianismo cuando la especie empieza a tomar conciencia de que esa rivalidad es la causa de la violencia homicida, y el sacrificio humano empieza a ser sustituido por rituales incruentos.

Rivalidad mimética es la propensión extrema de los seres humanos a entrar en conflicto con el prójimo al que se toma como modelo, y surge del deseo de apropiarse de sus bienes, pareja o fortuna. Deseo mimético no es sinónimo de apetito fisiológico o sexual. Para que surja tiene que haber un modelo al que se quiere imitar. La violencia consecuente es disparada por la frustración del deseo no consumado; su contexto generalmente es una crisis en la comunidad a causa de hambrunas, catástrofes naturales, epidemias, etc. Esta dinámica empieza con la mutua observación de dos grupos; en cuanto uno de ellos desea apropiarse de un objeto, el otro lo imita. Muy pronto se hallan en presencia de dos deseos en vez de uno, deseos que rivalizan, pues se dirigen al mismo objeto, el cual pasa a un plano secundario en cuanto la violencia aumenta.

La escalada de violencia sólo es frenada por la unánime elección de un chivo expiatorio al que se considera la causa del desorden. El sacrificio del chivo expiatorio pone fin a la crisis por el hecho de que su elección es unánime. Ahora bien, si las rivalidades vuelven a empezar después de cada conclusión sacrificial es porque siempre aparecen nuevos objetos que suscitan nuevos deseos, los cuales provocan a su vez nuevas rivalidades que son calmadas a través de nuevos sacrificios, práctica que puede permanecer indecisa durante mucho tiempo, pero que siempre acaba inclinando la balanza a favor de los dioses.

Cuando el deseo mimético se vuelve oportunista, es decir, cuando pasa a proyectarse sobre cualquier otra cosa que encuentra, las personas a las que atormenta se enfocan paradójicamente sobre modelos y adversarios sustitutivos. La era de los escándalos en la que vivimos constituye justamente un desplazamiento de este tipo. Pero hay que diferenciar a las sociedades actuales de las primitivas. El mundo moderno puede definirse como una serie de crisis miméticas cada vez más intensas, pero no susceptibles de resolución mediante el mecanismo cruento del chivo expiatorio. Sin embargo, cuanto más indiferenciadas se vuelven las personas, más fácil es decidir que cualquiera de ellas es culpable.

El proceso de hominización es darwiniano en el sentido de que la teoría de Darwin presenta a la naturaleza como una máquina hipersacrificial donde la muerte pesa más que la adaptación. Si el hombre es una especie, experimentará pulsiones miméticas y reaccionará a la violencia y a las crisis más o menos de la misma forma que otras especies. En su lenta evolución, el hombre encuentra en el mecanismo victimario un instrumento eficaz para controlar la escalada mimética, que podría expandir la violencia hasta el paroxismo. Canalizar la violencia colectiva y enfocarla en un solo individuo considerado responsable de una determinada crisis social permite a la comunidad reducir el caos al que periódicamente se ve arrastrada. De la ritualización de este “protoacontecimiento” surgirán todos los mecanismos de estructuración social: tabúes, normas e instituciones. Sin el descubrimiento accidental de este mecanismo, los grupos sociales primitivos, dominados por estallidos de múltiples rivalidades miméticas, habrían corrido un grave peligro de autodestrucción.

La desviación de la agresividad en los animales es un primer paso en esta evolución, una especie de infrarritual del chivo expiatorio, como lo hacen las ocas estudiadas por Konrad Lorenz. Cuando dos ocas inician una aproximación de mutua hostilidad, la mayoría de las veces su agresión se desvía hacia un tercer objeto, germen del mecanismo del chivo expiatorio. El proceso es complejo, pero no cabe duda de que el grupo animal, la manada y la jauría constituyen una fase previa absolutamente necesaria para el desarrollo total del mecanismo, el cual ha funcionado como un modo de presión evolutiva, un factor de selección natural.

El nacimiento de la cultura suele ser considerado como un punto que se desvanece en el horizonte al pretender alcanzarlo, pero la postura de Girard es que en el origen hay un asesinato colectivo en el que la comunidad entera da muerte a una víctima inocente. La cuestión es cómo se desarrolla la cultura, y la respuesta es que lo hace a través del ritual. Para intentar impedir los episodios imprevisibles y frecuentes de violencia mimética, las culturas organizan momentos de violencia planificada, controlada, ritualizada. Repitiendo sin cesar el mecanismo del chivo expiatorio, el ritual se convirtió en una forma de aprendizaje. Las instituciones han sido creadas con los ladrillos proporcionados por las reconstrucciones ritualizadas del crimen original.

El origen del conocimiento es el mismo que el del orden, es decir, que el de la clasificación simbólica. Para tener un símbolo hace falta una totalidad, la cual es suministrada por la religión; y la religión, como institución, emerge a través del mecanismo victimario. El primer símbolo, el chivo expiatorio, es la fuente de la totalidad que organiza las relaciones sociales de una forma nueva. Luego, gracias al ritual, el sistema se transforma en un proceso de aprendizaje. Obviamente, las sociedades primitivas no repiten los actos para aprender, sino para que no haya más violencia, pero a fin de cuentas viene a ser lo mismo. Se trata de un proceso de aprendizaje cuya raíz se encuentra en una determinada experiencia tomada como modelo.

El mecanismo sacrificial podría explicar también el nacimiento de la domesticación de animales y la agricultura. Contra la interpretación económica y funcional, es lógico que las primeras domesticaciones fueran obra de comunidades humanas que no podían saber a priori qué especies eran domesticables y ni siquiera podían imaginar que la domesticación era posible. Es razonable pensar que las primeras domesticaciones tuvieron fines sacrificiales. Por supuesto que los seres humanos tienen que comer, igual que los animales, pero lo que los hace humanos no es la necesidad, sino la dimensión religiosa. ¿Qué cosa es más esencial que la agricultura? Cabe pensar que cuando los hombres empezaron a enterrar semillas, como lo hacían ya con los cadáveres de sus deudos a la espera de la resurrección, semejante acción se reveló eficaz, ya que se vio que el grano renacía a la vida más tarde.

En algunos lugares en los que no había animales domésticos, como en el México precolombino, tenían lugar matanzas rituales masivas de seres humanos. La sustitución de éstos por los animales es algo que nunca llegó a darse ahí, como lo ha demostrado Davíd Carrasco en City of Sacrifice: The Aztec Empire and the Role of Violence in Civilization. Respecto del carácter ambivalente del sacrificio ritual, Roberto Calasso observa que la palabra náhuatl quechcotona significa cortar la cabeza a alguien y, a la vez, arrancar una espiga con la mano (La ruina de Kash).

Girard insiste en la rivalidad y conflicto asociados a la mimesis porque descubrió el tema analizando tragedias griegas, novelas y el teatro de Shakespeare, donde lo esencial es la representación de las relaciones conflictivas. Sin embargo, aclara, en las relaciones humanas predomina la mimesis “buena”. Sin ella no habría conocimiento, educación, transmisión cultural ni relaciones pacíficas. La imitación lleva al conflicto, pero también es el fundamento de toda transmisión cultural. El otro es a la vez modelo y rival. El chivo expiatorio es lo inmundo y lo puro a la vez, el mal que hay que expulsar y, al mismo tiempo, el elemento trascendente, ya que el equilibrio social únicamente se recupera a través de su muerte, que viene seguida de su divinización, como ocurre en el panteón prehispánico, pletórico de divinidades descuartizadas y degolladas.

Para la evolución cultural de la humanidad, el cristianismo representa lo mismo que representó la cultura para el proceso de selección natural, cuando el hombre dejó de ser víctima del mecanismo selectivo ciego y empezó a liberarse de él. La secuencia histórica del nacimiento del cristianismo a partir de los Evangelios representa el proceso en que el ser humano se libera de la necesidad de recurrir a la inmolación de chivos expiatorios para cerrar los conflictos y crisis de las comunidades, el momento en que el hombre se hace consciente de la inocencia de las víctimas. “No desearás nada de cuanto pertenece a tu prójimo. No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No hablarás falso testimonio” (Éxodo 20, 13-16). Así, la noción de deseo mimético es claramente sugerida en el Antiguo Testamento.

El Dios del monoteísmo está totalmente “desvictimizado”, mientras que el del politeísmo es resultado del hecho de existir muchas fundaciones victimarias, a partir de las cuales se revelan más y más dioses inexistentes, divinidades falsas pero también protectoras a pesar de todo y en razón del orden cuyo respeto sacrificial imponen. El judaísmo es el rechazo absoluto de la máquina de fabricar dioses porque en él Dios deja definitivamente de ser víctima y las víctimas ya no se divinizan. Esto es lo que llamamos Revelación.

Antes del judaísmo y el cristianismo, el mecanismo del chivo expiatorio era legitimado porque no se era consciente de él. Lo que hace el cristianismo, en la figura de Jesús, es denunciar tal mecanismo, dejando al descubierto lo que realmente es: un simple asesinato de una víctima inocente. Jesús nos recomienda imitarle a él más que al prójimo para protegernos de las rivalidades miméticas. Los textos más importantes de cara a la comprensión del mecanismo mimético son justamente los Evangelios. Esto no tiene nada que ver con el carácter redentor de la muerte de Cristo o el dogma de la Santísima Trinidad. “Son los resultados de mi trabajo de investigación [...] los que me han orientado hacia el cristianismo y me han convencido de su verdad. No pienso como pienso por ser cristiano, sino que me he hecho cristiano porque mis investigaciones me han llevado a pensar las cosas que ahora pienso.”

Respecto del mecanismo victimario, Girard no hace sino repetir lo que dijo Nietzsche, pero con una actitud muy distinta. Nietzsche tomó partido por los perseguidores de Jesús, creyendo que así se oponía a la masa. No se da cuenta de que la unanimidad dionisíaca es justamente la voz de la masa. No hay más que seguir la letra de los Evangelios para ver que Cristo no tenía de su parte más que a una docena de apóstoles y que hasta éstos vacilaban.

La obra de Girard es vasta pero toda ella se concentra en desarrollar el argumento que hemos intentado presentar en esta síntesis. Su libro más completo es Los orígenes de la cultura / Conversaciones con Pierpaolo Antonello y Joao Cezar de Castro Rocha (Trotta, 2006) porque las preguntas apuntan hacia el núcleo de su teoría de acuerdo con un orden y emplazan al entrevistado a responder a sus críticos. ~