La misma palabra te da la respuesta:
"...constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones." 1 Samuel 8:5
"...y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras." 1 Samuel 8:20
Esto que pidieron los ancianos de Israel es lo que desagradó tanto a Samuel como a Dios.!!!!
Israel pidió un rey como los reyes del mundo, de las demás naciones, no un Rey conforme al corazón de Dios y para el pueblo de Dios, que no era para Dios como las demás naciones.
Pero también, estos ancianos pasaron por alto la profecía que antes del nacimiento de Samuel, Ana había hecho:
"Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, Y sobre ellos tronará desde los cielos; Jehová juzgará los confines de la tierra, Dará poder a su Rey, Y exaltará el poderío de su Ungido." 1 Samuel 2:10
Ya Dios había prometido un Rey para Israel y un Ungido. Este Rey no era como los reyes de las naciones, ni juzgaría a Israel como los reyes de las naciones, sino que juzgaría desde el cielo.
Cabe decir que esta profecía se cumple en David y por ende en Cristo.
Dios te bendice!
Greivin.