Cuando la gente se maravilló del milagro de Pentecostés, Pedro les dijo que esto era el cumplimiento de la profecía de Joel 2:28-32.. Veamos los dichos del profeta: "Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo ser humano. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre los siervos y las siervas. En el cielo y en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del SEÑOR, día grande y terrible. Y todo el que invoque el nombre del Señor escapará con vida, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá escapatoria, como lo ha dicho el Señor. Y entre los sobrevivientes estarán los llamados del SEÑOR."
Aunque esa manifestación del Espíritu Santo fue maravillosa y 300 almas se convirtieron al Señor, parte de esa profecía aun no se ha cumplido. Habrá un NUEVI PENTECOSTES. Si con sólo 120 mensajeros suyos Dios hizo tanto, ¿qué será en estos últimos días, cuando Dios cuenta con millones desplegados por todo el mundo? Ese es el día que todos ansiosamente esperamos.
Aunque esa manifestación del Espíritu Santo fue maravillosa y 300 almas se convirtieron al Señor, parte de esa profecía aun no se ha cumplido. Habrá un NUEVI PENTECOSTES. Si con sólo 120 mensajeros suyos Dios hizo tanto, ¿qué será en estos últimos días, cuando Dios cuenta con millones desplegados por todo el mundo? Ese es el día que todos ansiosamente esperamos.