Desde que el Vaticano fue declarado estado autónomo en Roma por Musolini n el 1929, el mundo ha visto un papado diferente; ¿será así? Apocalipsis 13, al hablar de a bestia, menciona el acontecimiento de la sanidad de la herida que le infligió el imperio de Napoleón con el apresamiento de Pío VI por el ejército capitaneado por Berthier en el 1798. "Y se maravilló toda la tierra enpos de la bestia, diciendo; ¿quiée es semejante a la bestia y quién podrá lidiar con ella?" (Apoc. 13 4)
Por oportunas, citaré palabras de Elena White, para lo que pido a los foristas enemigos de sus escritos que juzguen sus palabras en vez de negarse a ello por sus prejuicios:
"La iglesia católica le pone actualmente al mundo una cara apacible y presenta disculpas por sus horribles crueldades. Se ha puesto vestiduras comolas de Cristo; pero en realidad no ha cambiado. Todos los principios formulados por el papismo en edades pasadas subisten en nuestros días. Las doctrinas inventadas en los siglos más tenebrosos siguen profesándose aún. Nadie se engañe. El papado que los protestantes están ahora tan dispuestos a honrar, es el mismo que gobernaba al mundo en tiempos de la Reforma, cuando se levantaron hombres de Dios con peligro de sus vidas para denunciar la iniquidsad de él. El romanismo sostiene las mismas orgullosas pretenciones con que supo dominar reyes y príncipes y arrogarse las prerrogativas de Dios. Su espíritu no es hoy menos cruel ni despótico que cuando destruía la libertd humana y mataba a los santos del Altísimo."
Por oportunas, citaré palabras de Elena White, para lo que pido a los foristas enemigos de sus escritos que juzguen sus palabras en vez de negarse a ello por sus prejuicios:
"La iglesia católica le pone actualmente al mundo una cara apacible y presenta disculpas por sus horribles crueldades. Se ha puesto vestiduras comolas de Cristo; pero en realidad no ha cambiado. Todos los principios formulados por el papismo en edades pasadas subisten en nuestros días. Las doctrinas inventadas en los siglos más tenebrosos siguen profesándose aún. Nadie se engañe. El papado que los protestantes están ahora tan dispuestos a honrar, es el mismo que gobernaba al mundo en tiempos de la Reforma, cuando se levantaron hombres de Dios con peligro de sus vidas para denunciar la iniquidsad de él. El romanismo sostiene las mismas orgullosas pretenciones con que supo dominar reyes y príncipes y arrogarse las prerrogativas de Dios. Su espíritu no es hoy menos cruel ni despótico que cuando destruía la libertd humana y mataba a los santos del Altísimo."