¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Pido perdon por el error en el post de arriba , pues donde puse Filipenses quise poner 1 Tesalonicenses .

Despues que Pablo habla del arrebatamiento 4:17 en el 5:3 dice que la destruccion vendra de improviso sobre ellos ( los incredulos ) y que de ninguna
manera podran escapar . Si la Iglesia tiene que pasar por esto ¿ por que se habla de un arrebatamiento previo para la Iglesia ?

gracia y paz

No se por que hermano, lo que si se es que no podemos construir doctrinas de una serie de suposiciones.
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Estimado Johnnyhaumer:

¿Está de acuerdo que es hasta el siglo XIX, que se establece la doctrina del rapto?
¿Ni los apóstoles, los padres de la iglesia, los teologos medievales, los primeros reformadores protestantes hablan de ese arrebato de la iglesia?
¿Que opina?

Saludos amado.

Estoy de acuerdo con usted 100%.

Ahora bien, Mat 24:4 Jesús les contestó: Tengan cuidado de que nadie los engañe. (DHH).

Jesús dice que cuando venga por " segunda ves" habrá una resurrección física, el mismo Día; resucitan justos e injustos Jua 5:28 y saldrán de las tumbas. Los que hicieron el bien, resucitarán para tener vida; pero los que hicieron el mal, resucitarán para ser condenados(DHH).

Ahora bien, Pablo aclara esto así: 1Co 15:51-52 Pero quiero que conozcan el designio secreto de Dios: No todos moriremos, pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene el último toque de trompeta. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados para no volver a morir. Y nosotros seremos transformados (DHH). estos muertos son los creyentes de todas las épocas.
1Ts 4:14 Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios va a resucitar con Jesús a los que murieron creyendo en él.
1Ts 4:15 Por esto les decimos a ustedes, como enseñanza del Señor, que nosotros, los que quedemos vivos hasta la venida del Señor, no nos adelantaremos a los que murieron.
1Ts 4:16 Porque se oirá una voz de mando, la voz de un arcángel y el sonido de la trompeta de Dios, y el Señor mismo bajará del cielo. Y los que murieron creyendo en Cristo, resucitarán primero;
1Ts 4:17 después, los que hayamos quedado vivos seremos llevados, juntamente con ellos, en las nubes, para encontrarnos con el Señor en el aire; y así estaremos con el Señor para siempre.
1Ts 4:18 Anímense, pues, unos a otros con estas palabras.(DHH)

De Acuerdo por boca de Jesús nuestro Señor y el apóstol Pablo su Discípulo; encontramos que:la resurrección física y corporal ( el arrebatamiento) tomara lugar en el Día final, cuando Cristo venga.

Bendiciones en el nombre de Jesús.
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Esto trae a colacion un punto impportante, la 1ra y la segunda resurreccion, las dos trompetas.

la ultima la de los injustos, sin embargo cuando empiezo la 1ra de resurreccion segun:
R-V 1995 Mateo 27: 51, 52,53

“51 Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron, 52 los sepulcros se abrieron y muchos cuerpos de santos que habían dormido se levantaron; 53 y después que él resucitó, salieron de los sepulcros, entraron en la santa ciudad y se aparcieron a muchos.”.
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Fredy:

Es extraño lo que planteas. Cristo viene con las nubes y su iglEsia sube a recibirlo. Los pentecostales y la mayorÍa de los evangélicos enseñan que esa venida no srerá visible y los que se van se harán transparentes lo mismo que los que resucitan. Tú, como otros grupas enseñan que Cristo bajará a la tierra y reinará aquí en la Jerusalem terrerstre. ¡Qué te parece! Cristo reinando en una tierra desolada y en una Jerusalewm destruida por la séptima plaga. Eso es absurdo. Cristo sí reinará en la tierra luego del milenio, cuando esta sea transformada.

Cristo se hará visible a todos (Mateo 24:30). Según expresa Pablo en 2 Tesalonicenses 1:6-10, los malos serán destruidos por la gloria de Cristo. . Entonces los justos se levantarán a los aires para ir con Jesús al cielo a la Nueva Jerusalem que está allí.

Decir que Cristo viene y los justos se levantan a recibirlo para luego bajar a la tierra es un magno disparate, Sólo estúdialo, amigo.

Dios te bendiga y te ayude a ver la verdad.
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Esta discusión empieza por el hecho que algunos creen que no hay una "venida" de Cristo sino una "presencia". ¿Será cierto esto?¿Qué muestran los estudios realizados sobre el uso que se daba a la palabra del griego koiné "parousía"? ¿En qué sentido usaron los apóstoles en los relatos evangélicos y en las epístolas esta palabra: como "presencia" o "venida"?
El conocer esto en realidad es vital pues del mal uso o mala traducción (interpretación) de este término se han creado diversas doctrinas que no tienen sustento bíblico real y -en el caso de algunas- fuerzan interpretaciones muy sacadas de contexto que envuelven interpretaciones errónes de otros términos del griego koiné.
Voy a mostrar un resumen sobre el uso de este término. Las referencias que se muestran son perfectamanete verificables por todos los eruditos actuales.


El uso técnico de "parousía"
Durante las excavaciones efectuadas en el siglo diecinueve en los antiguos emplazamientos de las colonias del mundo grecorromano, salieron a la luz cientos de miles de inscripciones en piedra y metal, y textos escritos en papiro, pergamino y fragmentos de cerámica.
Estos nuevos descubrimientos revolucionaron el estudio de la lengua griega original del Nuevo Testamento. Se descubrió que el Griego del Nuevo Testamento no era ni un "Griego Bíblico" especial, como algunos creían, ni tampoco el griego literario y arcaico que usaron los autores contemporáneos, sino un griego influenciado en gran parte por el Griego vernáculo usado por la gente corriente en sus casas y en otros lugares, el lenguaje común de la vida diaria, la forma hablada del Griego Koiné.
Las consecuencias que este descubrimiento tuvo en la comprensión de la lengua Griega original de la Biblia fueron examinadas por vez primera en detalle por Adolf Deissmann, que más tarde llegó a ser profesor de la Universidad de Heidelberg (y posteriormente también de la Universidad de Berlín), y que comenzó a publicar sus hallazgos en 1895. Otros eruditos, que se dieron cuenta de la importancia del descubrimiento, pronto tomaron parte en examinar los nuevos textos. Nueva luz se arrojó sobre la forma en que muchas palabras griegas se usaban y entendían en el tiempo en que se escribió el Nuevo Testamento.
Una de las palabras cuyo significado fue iluminado por los nuevos textos fue la palabra parousía. Esta nueva luz fue resumida por el Profesor Deissmann en 1908 en su ahora clásica obra Licht vom Osten (Luz del Este). Su consideración de la palabra parousía, que abarca varias páginas, comienza con la siguiente declaración:
Pero hay otra idea central de la antigua adoración Cristiana que recibe luz de los nuevos textos, a saber, parousia [parousía], ‘advenimiento, venida’, una palabra que expresa las más ardientes esperanzas de San Pablo. Podemos decir ahora que la mejor interpretación de la esperanza cristiana primitiva de la parousía es el antiguo texto del advenimiento, ‘He aquí, tu Rey viene a ti’ [Mateo 21:5]. Desde el periodo Tolemaico hasta el siglo II d.C., podemos trazar el uso de esta palabra en Oriente como una expresión técnica para designar la llegada o la visita del Rey o del emperador.
A continuación el profesor Deissmann pasa a dar muchos ejemplos de este uso del término. Con motivo de una de estas visitas reales oficiales, como por ejemplo aquella en la que el emperador Romano hizo una parousía a las provincias del Este, "las calles fueron reparadas, las multitudes se congregaron para rendir homenaje, hubieron procesiones de súbditos vestidos de blanco, toques de trompeta, aclamaciones, discursos, regalos y festejos". A menudo una nueva era se computaba a partir de la parousía del rey o del emperador, y se acuñaban monedas para conmemorarla. En la visita o parousía del emperador Nerón, por ejemplo, en cuyo reinado Pablo escribió sus cartas a Corinto, las ciudades de Corinto y Patras acuñaron "monedas conmemorativas". Estas monedas llevan la inscripción Adventus Aug(usti) Cor(inthi), lo cual demuestra
que la palabra latina adventus se usaba como equivalente del término griego parousía en estas ocasiones.
Desde entonces, investigación adicional llevada a cabo por numerosos eruditos, como los Profesores George Milligan, James Hope Moulton y otros, han confirmado las conclusiones de Deissmann, que fue el primero en demostrar este uso técnico de parousía. Este uso explica claramente por qué las primeras versiones del Nuevo testamento tradujeron el término por palabras que significaban "venida" en los pasajes que tratan de la parousía de Jesucristo. Todos los léxicos y diccionarios de Griego actuales señalan a este sentido de la palabra además de su significado principal ("presencia"), y existe un consenso general entre los eruditos modernos en el sentido de que parousía, cuando se usa en el Nuevo Testamento en relación con la segunda venida de Cristo, se usa en el sentido técnico de una visita real.
¿Será la venida de Cristo "la visita de un Rey"? Sin duda que sí. La Biblia presenta repetidamente la parousía de Cristo como una venida "con poder y gran gloria", en la que él se sentará "sobre su glorioso trono" y vendrá acompañado de "todos sus ángeles" (Mateo 24.30; 25:31). Una fuerte "voz de arcángel", "un gran sonido de trompeta", y otras notables señales, contribuyen a la descripción de la parousía de Cristo como una visita real y oficial, percibida por todos y resultando en que "todas las tribus de la tierra se golpeen en lamento" a su vista. De ninguna manera se presenta su venida como una presencia secreta e invisible que pase desapercibida para la mayor parte de la humanidad.—Mateo 24:27, 29–31; 1 Tesalonicenses 4:15, 16; Revelación 1:7.
Supuesto apoyo erudito
En apoyo de su insistencia sobre "presencia" como el único significado aceptable de parousía en la Biblia, la Sociedad Watch Tower cita a veces algunas traducciones de la Biblia y también un erudito del Griego. Es significativo, no obstante, el hecho de que la mayoría de estas referencias son obsoletas, pues datan de una fecha en la cual el uso técnico del término se desconocía aún.
Así, la más reciente consideración de la palabra parousía, publicada en 1984 en la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras con Referencias, páginas 1576 y 1577, apéndice 5b (edición en inglés), comienza citando cuatro traducciones de la Biblia que vierten parousía como "presencia" en el versículo tres del capítulo veinticuatro de Mateo, tres de las cuales (The Emphatic Diaglott de Wilson, The Emphasized Bible de Rotherdam, y The Holy Bible in Modern English de Fenton) fueron producidas antes del descubrimiento de Deissmann y sus colegas. ¡La cuarta es la propia Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras de la Sociedad de 1950! El artículo que sigue es en su mayor parte una cita de la obra The Parousía escrita por el Dr. Israel P. Warren, que argumenta en defensa de "presencia" como el significado Bíblico correcto de parousía. ¡Desafortunadamente, la obra del Dr. Warren data de 1879!.
El artículo, sin embargo, también hace referencia a tres léxicos modernos del Griego. Señala que tanto A Greek-English Lexicon, de Liddell y Scott, como el TDNT (Theological Dictionary of the New Testament), de Kittel/Friedrich, dan "presencia" como significado de parousía. Pero, ¿por qué no se dice a los lectores que estos mismos léxicos a continuación explican que parousía también se usaba en el sentido técnico de "la visita de un Rey"? ¿Por qué no se les dice que estos mismos léxicos enfatizan que es así como la palabra se usa en el Nuevo Testamento cuando se refiere a la parousía de Jesucristo? El último de los dos léxicos, de hecho, dedica sólo algunas frases al significado principal de la palabra (presencia). ¡El resto del artículo, que abarca un total de 14 páginas, es una consideración del uso técnico del término, demostrando que es así como se usa la palabra en los versículos del Nuevo Testamento que tratan de la parousía de Jesucristo!. El lector de la publicación de la Watch Tower probablemente nunca sabrá esto, y difícilmente dispondrá alguna vez de los medios que le permitan descubrirlo. Una argumentación que necesita de un uso tan obviamente sesgado de la evidencia ciertamente tiene poco de recomendable.
Finalmente, se cita el léxico de Bauer diciendo que parousía "llegó a ser el término oficial para una visita de una persona de alto rango, esp[ecialmente] de reyes y emperadores que visitaban una provincia". Curiosamente, esta declaración se cita como si diera apoyo adicional a la afirmación de que la Biblia usa parousía sólo en el sentido de "presencia", a pesar de que aquí el léxico de Bauer está dando el uso técnico del término, la visita oficial de un rey o de un emperador (o de una persona de alto rango).
Sin embargo, hay un moderno diccionario Griego-Inglés que parece prestar algún apoyo a la idea de la Sociedad Watch Tower de que la parousía de Cristo es un periodo de una "presencia invisible" seguido de una "revelación" final de esa presencia en la batalla de Armagedón. Es el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento de W. E. Vine, que define el término parousía de la siguiente manera:
PAROUSÍA [...] denota tanto una llegada como una consiguiente presencia con. [...] Cuando se usa del retorno de Cristo, en el Arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente Su llegada momentánea a por Sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta Su revelación y manifestación al mundo.
Esta descripción de parousía suena mucho como la de la Sociedad Watch Tower. No es sorprendente, por lo tanto, hallar una extensa cita de la definición de Vine de esta palabra en la página 710 del diccionario Bíblico de la Sociedad Perspicacia para comprender las Escrituras (tomo II). Lo que sí puede sorprender a algunos es saber que Vine fue uno de los más firmes defensores de la doctrina de "rapto secreto" del siglo veinte. Esto, al parecer, provocó que él definiese la palabra parousía de una manera que apoyase sus puntos de vista teológicos. Sin embargo, esto sólo sirvió para ponerle en conflicto con los resultados de la erudición moderna.
Como se ha señalado anteriormente, la idea del "rapto secreto" encontró sus defensores más celosos entre los seguidores de John Nelson Darby, los Hermanos. En 1847, un cisma entre Darby y George Müller, el dirigente de un grupo de Hermanos de Bristol, Inglaterra, provocó la escisión del movimiento en dos grupos: los Hermanos Exclusivos, encabezados por Darby, y los Hermanos Abiertos, que se situaron en el bando de Müller. Aunque Müller mismo rechazó el concepto del "rapto secreto", el movimiento de los Hermanos Abiertos se aferró a esta idea y continuó predicándola. W.E. Vine, que nació en 1873, estuvo asociado con los Hermanos Abiertos y al parecer lo estuvo desde su juventud. Él fue un gran erudito, y su Diccionario es de un valor incalculable como manual para el estudio del Nuevo Testamento. Su definición de la palabra parousía, sin embargo, fue claramente influenciada por su adherencia a la doctrina del "rapto secreto", una doctrina que posiblemente fue muy querida por él desde su juventud. Él la defendió en varios libros escritos con un correligionario suyo, C.F. Hogg, tales como The Epistles of Paul and the Apostle to the Thessalonians (1914), Touching the Coming of the Lord (1919), y The Church and the Tribulation (1938). El último de estos libros fue publicado como respuesta al ataque del Reverendo Alexander Reese en contra de la idea del "rapto secreto", The Approaching Advent of Christ, publicado el año anterior (1937). El conocido exegeta y comentarista Bíblico F.F. Bruce, aunque del mismo trasfondo religioso que el Dr. Vine, hace los siguientes comentarios críticos sobre el uso de Vine y Hogg de la palabra parousía en su sistema escatológico:
Quizás el rasgo más distintivo de Touching the Coming fue su tratamiento de la palabra parousía. Los autores insistieron en el significado principal de ‘presencia’ y entendieron que la palabra en su uso escatológico significaba la presencia de Cristo con su Iglesia arrebatada en el intervalo que precedería a su manifestación en gloria ...
Se podría cuestionar si esta interpretación de parousía hace justicia al sentido que la palabra tiene en el Griego Helenístico. Es cierto que los escritores apelan al léxico de Cremer en apoyo de su punto de vista; pero Cremer escribió mucho tiempo antes de que el estudio de los papiros vernaculares revolucionasen nuestro conocimiento del habla común Helenística.
La referencia de la Sociedad Watch Tower a la definición de parousía del Dr. Vine, por lo tanto, no tiene mucho peso. Cuando se examina más de cerca, demuestra ser básicamente tan obsoleta como sus otras referencias.
¿Qué muestra el contexto Bíblico?
Cuando una palabra tiene más de un significado, siempre debe considerarse el contexto para determinar como debe entenderse. ¿Indica el contexto de Mateo 24:3 que Pablo usó parousía en su sentido técnico o en su sentido principal? La Sociedad Watch Tower afirma que el contexto apunta hacia el último sentido, "presencia". La Atalaya del 1 de julio de 1949, en la página 197, dice:
El hecho de que la llegada o la visita de un Rey o de un emperador fuese uno de los significados técnicos de parousía, no niega ni refuta el hecho de que en las Santas Escrituras tenga el significado de presencia cuando se usa con relación a Cristo Jesús. Para determinar el sentido de la palabra, el contexto Bíblico es más importante que cualquier uso técnico de la palabra en papiros externos.
Estamos de acuerdo en que el contexto Bíblico es más importante en estos casos. La pregunta es: ¿muestra realmente el contexto de Mateo 24:3 que los discípulos preguntaron por una señal que indicaría que Cristo estaba presente, y no por una señal que indicaría que iba a venir? ¿Hay alguna razón para creer que ellos realmente pensaban en la venida de Cristo como una "presencia invisible" que sólo podría reconocerse por medio de una señal visible?
Cuando se le hizo esta pregunta a la Sociedad Watch Tower, ésta tuvo que admitir que los discípulos "no tenían idea alguna de que él [Cristo] gobernaría como espíritu glorioso desde los cielos y por lo tanto no sabían que su segunda presencia sería invisible". Si los discípulos no sabían que Cristo vendría en el futuro para estar presente invisiblemente, ¿cómo podían preguntarle acerca de una señal de dicha "presencia invisible"? Sólo esto ya probaría que Mateo no pudo haber usado parousía en el sentido de "presencia". Evidentemente lo que ellos pidieron a Jesús fue una señal que anunciase que su prometida venida o llegada era inminente. Ellos deseaban una señal, no que les informase de algo que ya estaba sucediendo, sino una señal que les diera aviso previo de que el deseado suceso estaba a punto de ocurrir, que de hecho estaba cerca. El lenguaje y las palabras que usaron para expresar su pregunta estarían en armonía con ese deseo.
Que éste es el entendimiento correcto, se demuestra claramente por la forma en que Marcos registró la pregunta de los discípulos. En la versión de Marcos, la pregunta acerca de una "señal" se refiere sólo a la destrucción del templo. Desde luego no sería posible pensar que los discípulos necesitasen alguna "señal" que les convenciese de que el templo había sido destruido o de que su destrucción estaba teniendo lugar. ¡Lo que ellos querían era alguna indicación por adelantado de ese acontecimiento!
La manera en que Jesús respondió a su pregunta confirma plenamente esto. Después de su descripción acerca de algunos acontecimientos futuros, entre los cuales estaba también la destrucción de Jerusalén, él, en los versículos 29 y 30, describió la señal que acompañaría a su futura venida "en las nubes", y añadió:
Ahora bien, aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Asimismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas.—Mateo 24:32-33
Debe notarse que Jesús no dice que cuando ellos vieran las ramas nuevas de la higuera ponerse tiernas y brotar hojas sabrían que "el verano estaba presente". Dichas señales precederían al verano y probarían que estaba cerca. De forma similar, la señal de la venida del Hijo del hombre probaría que "él estaba cerca, a las puertas", no presente invisiblemente. La comparación es entre la cercanía del verano y la cercanía de Cristo. Es evidente que Jesús les dijo a sus discípulos que esperasen una señal que precedería a su llegada o "visita real", no una señal que seguiría a su venida y mostraría que él estaba presente invisiblemente. El contexto de Mateo 24:3, por lo tanto, evidencia claramente que los discípulos preguntaron por la señal de la venida inminente de Cristo, no por una señal de su presencia. El contexto, por lo tanto, apoya fuertemente la conclusión de que Mateo usó la palabra parousía en su sentido técnico, dando a entender la llegada o la visita de un Rey o de un alto dignatario.
Es significativo, además, el hecho de que de los cuatro evangelistas, sólo Mateo usa la palabra parousía, y sólo en el capítulo veinticuatro. Los cuatro versículos que contienen el término (3, 27, 37 y 39) tienen paralelos en Lucas, pero en lugar de parousía Lucas normalmente dice "día" o "días". Cuando Jesús compara su venida al relámpago, que alumbra inmediatamente todo el cielo desde Oriente hasta Occidente, y añade, según el versículo 27, "así será la venida (parousía) del Hijo del hombre", Lucas, en el capítulo 17, versículo 24, dice en su lugar: "así será el Hijo del hombre en su día". Así, las expresiones ‘la parousía de Cristo’ y ‘el día (heméra) de Cristo’ se usan de forma intercambiable para designar el tiempo de la aparición o revelación de Cristo. Esto se deja ver aún más claramente por la comparación que hace Cristo entre su venida y la venida del diluvio en los días de Noé, cuando los hombres "no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos". Inmediatamente después de estas palabras Jesús añadió: "así será la venida [parousía] del Hijo del hombre" (Mateo 24:37, 39). La versión de Lucas añade también la destrucción de Sodoma en los días de Lot y dice: "De la misma manera será en aquel día en que el Hijo del hombre sea revelado".—Lucas 17:26-30.
Es evidente que aquí Jesús no está comparando su parousía con los periodos que precedieron al Diluvio y a la destrucción de Sodoma. Así es como explica estos versículos la Sociedad Watch Tower, refiriéndose a la expresión "los días del Hijo del hombre" de Lucas 17:26. Por el contrario, Jesús compara claramente su futura venida con la sorprendente venida del diluvio y con la repentina destrucción de Sodoma. Al igual que aquellos dos eventos, su parousía será un acontecimiento revolucionario, una intervención divina que cambiará inmediatamente la situación para toda la humanidad de una forma sumamente perceptible. La comparación entre Mateo 24:39 y Lucas 17:30 muestra claramente que la parousía se refiere al "día en que el Hijo del hombre sea revelado". La conexión que se hace en Lucas 17:26 entre los "días de Noé" y "los días del Hijo del hombre", por lo tanto, simplemente significa que, de la misma manera que en los días de Noé los hombres fueron repentinamente cogidos por sorpresa en mitad de sus ocupaciones diarias, así será también en los días en que el Hijo del hombre sea revelado. Su repentina intervención vendrá de forma totalmente inesperada, sorprendiendo a la gente en la realidad de la situación.
A primera vista se podría concluir que la pregunta "¿Qué será la señal de tu venida (parousía)? de Mateo 24:3, no tiene un paralelo claro en el evangelio de Lucas. La pregunta de los discípulos, como se reproduce en Lucas 21:7, parece referirse sólo a la destrucción del templo: "¿Qué será la señal cuando estas cosas [la destrucción del templo, versículos 5 y 6] estén destinadas a suceder?". Sin embargo, uno de los manuscritos más importantes del texto primitivo de los evangelios, el Códice D (Códice de Beza Cantabrigense), formula la pregunta de forma diferente, poniéndola en estrecha armonía con la lectura de Mateo 24:3, con una importante diferencia:
Mateo 24:3: "¿Qué será la señal de tu venida [parousía]?"
Lucas 21:7: "¿Qué será la señal de tu venida [eleuseos]?"
Como se ve, la única diferencia es que Lucas, según este manuscrito, no usa parousía, sino éleusis, la palabra Griega que normalmente se usa para "venida". El Dr. Schoonheim, después de un examen detallado de estos paralelos, concluye incluso que "Lucas 21:7, según D, presenta una tradición más original", pues es una traducción de la palabra Siriaca y Aramea me’thitha’ ("venida").
El contexto Bíblico, pues, no da ningún apoyo a la afirmación de que parousía tiene que traducirse como "presencia" en el capítulo veinticuatro de Mateo. El hecho de que los discípulos no imaginaban la venida de Cristo como una "presencia invisible", la manera en que Jesús respondió a su pregunta, y los textos paralelos en el Evangelio de Lucas, demuestran que esta traducción es insostenible. En Lucas, se habla de la parousía de Cristo como el "día" de Cristo o como "el día en que el Hijo del hombre sea revelado". Y, como muestra el Códice D, la palabra parousía también es intercambiable por el sustantivo normalmente usado en Griego para "venida", éleusis. Paralelos similares se pueden hallar en otros textos que tratan de la parousía de Cristo en los que se emplean términos relativos a la manifestación o revelación de Cristo. Así, el apóstol Juan, en
1 Juan 2:28, exhorta a los Cristianos a "permanecer en él, para que cuando se manifieste [Griego: phaneróo] tengamos confianza, para que en su venida [Griego: parousía] no nos avergoncemos delante de él". Aquí Juan establece claramente un paralelo entre la parousía de Cristo y el día de su aparición o manifestación. De forma similar, el apóstol Pablo ora a favor de los Cristianos de Tesalónica para que sus corazones estén firmes, "irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida [Griego: parousía] de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos" (1 Tesalonicenses 3:13). De esta venida del Señor con todos sus santos o ángeles se habla también en Judas 14 y en Mateo 16:27, 28, pero en lugar de parousía, Judas y Mateo usan formas del verbo érchomai, el verbo que con más frecuencia se usa en griego para "venir", un verbo emparentado con el sustantivo éleusis. Los tres versículos se refieren a una misma ocasión, a la venida del Señor con todos sus santos para ejecutar juicio, y traducir parousía por "presencia" en 1 Tesalonicenses 3:13, como hace la Sociedad Watch Tower, ignora esta interrelación con otros pasajes paralelos.
En las parábolas de Jesús en las que él enfatiza la necesidad de que sus siervos estén alerta y vigilantes, podemos notar que él presenta su juicio como algo que sigue al regreso del amo a su casa. Lo que él describe en esas parábolas es la venida o llegada del amo, no una "presencia invisible". No dice que el amo entre desapercibido en el área e invisiblemente proceda a emitir juicio sobre lo que están haciendo sus siervos, dejándoselo saber después a ellos. Por el contrario, el regreso del amo, aunque inesperado, es rápidamente evidente para todos sus siervos, fieles e infieles, manifiesto desde el principio, y su juicio no se lleva a cabo desde algún lugar oculto e invisible, sino de la manera más abierta.—Compárese con Mateo 24:45-51; 25:14-30; Marcos 13:32-37; Lucas 12:35-48; 19:12-27.
La evidencia, pues, tanto de las traducciones más antiguas, como de traducciones y léxicos del Griego modernos, y particularmente del contexto y de pasajes relacionados, testifica que el uso de parousía en Mateo 24:3 no puede referirse a una "presencia invisible" de una "venida en dos etapas", sino que se refiere a la futura llegada y aparición de Cristo para ejecutar juicio como Rey, "con poder y gran gloria", y acompañado de sus santos ángeles.

Espero que les sea de utilidad
Saludos
Older
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Señor Older, este tema no abarca ese tópico. Ud ha repetido un artículo que ya citó en otro tema. Por ello me he tomado el trabajo de responder a este comentario suyo en el tema apropiado, que acabo de subir.
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Sr Eliezer el tema si abarca pues de es en esta doctrina que se origina vuestra creencia en "dos clases de cristianos", "que el naós es el patio terrestre de la organización", etc. Pero si le place, he colocado esta respuesta en su blogs referido al tema "presencia".
Saludos cordiales.
Older
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Esta discusión empieza por el hecho que algunos creen que no hay una "venida" de Cristo sino una "presencia". ¿Será cierto esto?¿Qué muestran los estudios realizados sobre el uso que se daba a la palabra del griego koiné "parousía"? ¿En qué sentido usaron los apóstoles en los relatos evangélicos y en las epístolas esta palabra: como "presencia" o "venida"?
El conocer esto en realidad es vital pues del mal uso o mala traducción (interpretación) de este término se han creado diversas doctrinas que no tienen sustento bíblico real y -en el caso de algunas- fuerzan interpretaciones muy sacadas de contexto que envuelven interpretaciones errónes de otros términos del griego koiné.
Voy a mostrar un resumen sobre el uso de este término. Las referencias que se muestran son perfectamanete verificables por todos los eruditos actuales.


El uso técnico de "parousía"
Durante las excavaciones efectuadas en el siglo diecinueve en los antiguos emplazamientos de las colonias del mundo grecorromano, salieron a la luz cientos de miles de inscripciones en piedra y metal, y textos escritos en papiro, pergamino y fragmentos de cerámica.
Estos nuevos descubrimientos revolucionaron el estudio de la lengua griega original del Nuevo Testamento. Se descubrió que el Griego del Nuevo Testamento no era ni un "Griego Bíblico" especial, como algunos creían, ni tampoco el griego literario y arcaico que usaron los autores contemporáneos, sino un griego influenciado en gran parte por el Griego vernáculo usado por la gente corriente en sus casas y en otros lugares, el lenguaje común de la vida diaria, la forma hablada del Griego Koiné.
Las consecuencias que este descubrimiento tuvo en la comprensión de la lengua Griega original de la Biblia fueron examinadas por vez primera en detalle por Adolf Deissmann, que más tarde llegó a ser profesor de la Universidad de Heidelberg (y posteriormente también de la Universidad de Berlín), y que comenzó a publicar sus hallazgos en 1895. Otros eruditos, que se dieron cuenta de la importancia del descubrimiento, pronto tomaron parte en examinar los nuevos textos. Nueva luz se arrojó sobre la forma en que muchas palabras griegas se usaban y entendían en el tiempo en que se escribió el Nuevo Testamento.
Una de las palabras cuyo significado fue iluminado por los nuevos textos fue la palabra parousía. Esta nueva luz fue resumida por el Profesor Deissmann en 1908 en su ahora clásica obra Licht vom Osten (Luz del Este). Su consideración de la palabra parousía, que abarca varias páginas, comienza con la siguiente declaración:
Pero hay otra idea central de la antigua adoración Cristiana que recibe luz de los nuevos textos, a saber, parousia [parousía], ‘advenimiento, venida’, una palabra que expresa las más ardientes esperanzas de San Pablo. Podemos decir ahora que la mejor interpretación de la esperanza cristiana primitiva de la parousía es el antiguo texto del advenimiento, ‘He aquí, tu Rey viene a ti’ [Mateo 21:5]. Desde el periodo Tolemaico hasta el siglo II d.C., podemos trazar el uso de esta palabra en Oriente como una expresión técnica para designar la llegada o la visita del Rey o del emperador.
A continuación el profesor Deissmann pasa a dar muchos ejemplos de este uso del término. Con motivo de una de estas visitas reales oficiales, como por ejemplo aquella en la que el emperador Romano hizo una parousía a las provincias del Este, "las calles fueron reparadas, las multitudes se congregaron para rendir homenaje, hubieron procesiones de súbditos vestidos de blanco, toques de trompeta, aclamaciones, discursos, regalos y festejos". A menudo una nueva era se computaba a partir de la parousía del rey o del emperador, y se acuñaban monedas para conmemorarla. En la visita o parousía del emperador Nerón, por ejemplo, en cuyo reinado Pablo escribió sus cartas a Corinto, las ciudades de Corinto y Patras acuñaron "monedas conmemorativas". Estas monedas llevan la inscripción Adventus Aug(usti) Cor(inthi), lo cual demuestra
que la palabra latina adventus se usaba como equivalente del término griego parousía en estas ocasiones.
Desde entonces, investigación adicional llevada a cabo por numerosos eruditos, como los Profesores George Milligan, James Hope Moulton y otros, han confirmado las conclusiones de Deissmann, que fue el primero en demostrar este uso técnico de parousía. Este uso explica claramente por qué las primeras versiones del Nuevo testamento tradujeron el término por palabras que significaban "venida" en los pasajes que tratan de la parousía de Jesucristo. Todos los léxicos y diccionarios de Griego actuales señalan a este sentido de la palabra además de su significado principal ("presencia"), y existe un consenso general entre los eruditos modernos en el sentido de que parousía, cuando se usa en el Nuevo Testamento en relación con la segunda venida de Cristo, se usa en el sentido técnico de una visita real.
¿Será la venida de Cristo "la visita de un Rey"? Sin duda que sí. La Biblia presenta repetidamente la parousía de Cristo como una venida "con poder y gran gloria", en la que él se sentará "sobre su glorioso trono" y vendrá acompañado de "todos sus ángeles" (Mateo 24.30; 25:31). Una fuerte "voz de arcángel", "un gran sonido de trompeta", y otras notables señales, contribuyen a la descripción de la parousía de Cristo como una visita real y oficial, percibida por todos y resultando en que "todas las tribus de la tierra se golpeen en lamento" a su vista. De ninguna manera se presenta su venida como una presencia secreta e invisible que pase desapercibida para la mayor parte de la humanidad.—Mateo 24:27, 29–31; 1 Tesalonicenses 4:15, 16; Revelación 1:7.
Supuesto apoyo erudito
En apoyo de su insistencia sobre "presencia" como el único significado aceptable de parousía en la Biblia, la Sociedad Watch Tower cita a veces algunas traducciones de la Biblia y también un erudito del Griego. Es significativo, no obstante, el hecho de que la mayoría de estas referencias son obsoletas, pues datan de una fecha en la cual el uso técnico del término se desconocía aún.
Así, la más reciente consideración de la palabra parousía, publicada en 1984 en la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras con Referencias, páginas 1576 y 1577, apéndice 5b (edición en inglés), comienza citando cuatro traducciones de la Biblia que vierten parousía como "presencia" en el versículo tres del capítulo veinticuatro de Mateo, tres de las cuales (The Emphatic Diaglott de Wilson, The Emphasized Bible de Rotherdam, y The Holy Bible in Modern English de Fenton) fueron producidas antes del descubrimiento de Deissmann y sus colegas. ¡La cuarta es la propia Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras de la Sociedad de 1950! El artículo que sigue es en su mayor parte una cita de la obra The Parousía escrita por el Dr. Israel P. Warren, que argumenta en defensa de "presencia" como el significado Bíblico correcto de parousía. ¡Desafortunadamente, la obra del Dr. Warren data de 1879!.
El artículo, sin embargo, también hace referencia a tres léxicos modernos del Griego. Señala que tanto A Greek-English Lexicon, de Liddell y Scott, como el TDNT (Theological Dictionary of the New Testament), de Kittel/Friedrich, dan "presencia" como significado de parousía. Pero, ¿por qué no se dice a los lectores que estos mismos léxicos a continuación explican que parousía también se usaba en el sentido técnico de "la visita de un Rey"? ¿Por qué no se les dice que estos mismos léxicos enfatizan que es así como la palabra se usa en el Nuevo Testamento cuando se refiere a la parousía de Jesucristo? El último de los dos léxicos, de hecho, dedica sólo algunas frases al significado principal de la palabra (presencia). ¡El resto del artículo, que abarca un total de 14 páginas, es una consideración del uso técnico del término, demostrando que es así como se usa la palabra en los versículos del Nuevo Testamento que tratan de la parousía de Jesucristo!. El lector de la publicación de la Watch Tower probablemente nunca sabrá esto, y difícilmente dispondrá alguna vez de los medios que le permitan descubrirlo. Una argumentación que necesita de un uso tan obviamente sesgado de la evidencia ciertamente tiene poco de recomendable.
Finalmente, se cita el léxico de Bauer diciendo que parousía "llegó a ser el término oficial para una visita de una persona de alto rango, esp[ecialmente] de reyes y emperadores que visitaban una provincia". Curiosamente, esta declaración se cita como si diera apoyo adicional a la afirmación de que la Biblia usa parousía sólo en el sentido de "presencia", a pesar de que aquí el léxico de Bauer está dando el uso técnico del término, la visita oficial de un rey o de un emperador (o de una persona de alto rango).
Sin embargo, hay un moderno diccionario Griego-Inglés que parece prestar algún apoyo a la idea de la Sociedad Watch Tower de que la parousía de Cristo es un periodo de una "presencia invisible" seguido de una "revelación" final de esa presencia en la batalla de Armagedón. Es el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento de W. E. Vine, que define el término parousía de la siguiente manera:
PAROUSÍA [...] denota tanto una llegada como una consiguiente presencia con. [...] Cuando se usa del retorno de Cristo, en el Arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente Su llegada momentánea a por Sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta Su revelación y manifestación al mundo.
Esta descripción de parousía suena mucho como la de la Sociedad Watch Tower. No es sorprendente, por lo tanto, hallar una extensa cita de la definición de Vine de esta palabra en la página 710 del diccionario Bíblico de la Sociedad Perspicacia para comprender las Escrituras (tomo II). Lo que sí puede sorprender a algunos es saber que Vine fue uno de los más firmes defensores de la doctrina de "rapto secreto" del siglo veinte. Esto, al parecer, provocó que él definiese la palabra parousía de una manera que apoyase sus puntos de vista teológicos. Sin embargo, esto sólo sirvió para ponerle en conflicto con los resultados de la erudición moderna.
Como se ha señalado anteriormente, la idea del "rapto secreto" encontró sus defensores más celosos entre los seguidores de John Nelson Darby, los Hermanos. En 1847, un cisma entre Darby y George Müller, el dirigente de un grupo de Hermanos de Bristol, Inglaterra, provocó la escisión del movimiento en dos grupos: los Hermanos Exclusivos, encabezados por Darby, y los Hermanos Abiertos, que se situaron en el bando de Müller. Aunque Müller mismo rechazó el concepto del "rapto secreto", el movimiento de los Hermanos Abiertos se aferró a esta idea y continuó predicándola. W.E. Vine, que nació en 1873, estuvo asociado con los Hermanos Abiertos y al parecer lo estuvo desde su juventud. Él fue un gran erudito, y su Diccionario es de un valor incalculable como manual para el estudio del Nuevo Testamento. Su definición de la palabra parousía, sin embargo, fue claramente influenciada por su adherencia a la doctrina del "rapto secreto", una doctrina que posiblemente fue muy querida por él desde su juventud. Él la defendió en varios libros escritos con un correligionario suyo, C.F. Hogg, tales como The Epistles of Paul and the Apostle to the Thessalonians (1914), Touching the Coming of the Lord (1919), y The Church and the Tribulation (1938). El último de estos libros fue publicado como respuesta al ataque del Reverendo Alexander Reese en contra de la idea del "rapto secreto", The Approaching Advent of Christ, publicado el año anterior (1937). El conocido exegeta y comentarista Bíblico F.F. Bruce, aunque del mismo trasfondo religioso que el Dr. Vine, hace los siguientes comentarios críticos sobre el uso de Vine y Hogg de la palabra parousía en su sistema escatológico:
Quizás el rasgo más distintivo de Touching the Coming fue su tratamiento de la palabra parousía. Los autores insistieron en el significado principal de ‘presencia’ y entendieron que la palabra en su uso escatológico significaba la presencia de Cristo con su Iglesia arrebatada en el intervalo que precedería a su manifestación en gloria ...
Se podría cuestionar si esta interpretación de parousía hace justicia al sentido que la palabra tiene en el Griego Helenístico. Es cierto que los escritores apelan al léxico de Cremer en apoyo de su punto de vista; pero Cremer escribió mucho tiempo antes de que el estudio de los papiros vernaculares revolucionasen nuestro conocimiento del habla común Helenística.
La referencia de la Sociedad Watch Tower a la definición de parousía del Dr. Vine, por lo tanto, no tiene mucho peso. Cuando se examina más de cerca, demuestra ser básicamente tan obsoleta como sus otras referencias.
¿Qué muestra el contexto Bíblico?
Cuando una palabra tiene más de un significado, siempre debe considerarse el contexto para determinar como debe entenderse. ¿Indica el contexto de Mateo 24:3 que Pablo usó parousía en su sentido técnico o en su sentido principal? La Sociedad Watch Tower afirma que el contexto apunta hacia el último sentido, "presencia". La Atalaya del 1 de julio de 1949, en la página 197, dice:
El hecho de que la llegada o la visita de un Rey o de un emperador fuese uno de los significados técnicos de parousía, no niega ni refuta el hecho de que en las Santas Escrituras tenga el significado de presencia cuando se usa con relación a Cristo Jesús. Para determinar el sentido de la palabra, el contexto Bíblico es más importante que cualquier uso técnico de la palabra en papiros externos.
Estamos de acuerdo en que el contexto Bíblico es más importante en estos casos. La pregunta es: ¿muestra realmente el contexto de Mateo 24:3 que los discípulos preguntaron por una señal que indicaría que Cristo estaba presente, y no por una señal que indicaría que iba a venir? ¿Hay alguna razón para creer que ellos realmente pensaban en la venida de Cristo como una "presencia invisible" que sólo podría reconocerse por medio de una señal visible?
Cuando se le hizo esta pregunta a la Sociedad Watch Tower, ésta tuvo que admitir que los discípulos "no tenían idea alguna de que él [Cristo] gobernaría como espíritu glorioso desde los cielos y por lo tanto no sabían que su segunda presencia sería invisible". Si los discípulos no sabían que Cristo vendría en el futuro para estar presente invisiblemente, ¿cómo podían preguntarle acerca de una señal de dicha "presencia invisible"? Sólo esto ya probaría que Mateo no pudo haber usado parousía en el sentido de "presencia". Evidentemente lo que ellos pidieron a Jesús fue una señal que anunciase que su prometida venida o llegada era inminente. Ellos deseaban una señal, no que les informase de algo que ya estaba sucediendo, sino una señal que les diera aviso previo de que el deseado suceso estaba a punto de ocurrir, que de hecho estaba cerca. El lenguaje y las palabras que usaron para expresar su pregunta estarían en armonía con ese deseo.
Que éste es el entendimiento correcto, se demuestra claramente por la forma en que Marcos registró la pregunta de los discípulos. En la versión de Marcos, la pregunta acerca de una "señal" se refiere sólo a la destrucción del templo. Desde luego no sería posible pensar que los discípulos necesitasen alguna "señal" que les convenciese de que el templo había sido destruido o de que su destrucción estaba teniendo lugar. ¡Lo que ellos querían era alguna indicación por adelantado de ese acontecimiento!
La manera en que Jesús respondió a su pregunta confirma plenamente esto. Después de su descripción acerca de algunos acontecimientos futuros, entre los cuales estaba también la destrucción de Jerusalén, él, en los versículos 29 y 30, describió la señal que acompañaría a su futura venida "en las nubes", y añadió:
Ahora bien, aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Asimismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas.—Mateo 24:32-33
Debe notarse que Jesús no dice que cuando ellos vieran las ramas nuevas de la higuera ponerse tiernas y brotar hojas sabrían que "el verano estaba presente". Dichas señales precederían al verano y probarían que estaba cerca. De forma similar, la señal de la venida del Hijo del hombre probaría que "él estaba cerca, a las puertas", no presente invisiblemente. La comparación es entre la cercanía del verano y la cercanía de Cristo. Es evidente que Jesús les dijo a sus discípulos que esperasen una señal que precedería a su llegada o "visita real", no una señal que seguiría a su venida y mostraría que él estaba presente invisiblemente. El contexto de Mateo 24:3, por lo tanto, evidencia claramente que los discípulos preguntaron por la señal de la venida inminente de Cristo, no por una señal de su presencia. El contexto, por lo tanto, apoya fuertemente la conclusión de que Mateo usó la palabra parousía en su sentido técnico, dando a entender la llegada o la visita de un Rey o de un alto dignatario.
Es significativo, además, el hecho de que de los cuatro evangelistas, sólo Mateo usa la palabra parousía, y sólo en el capítulo veinticuatro. Los cuatro versículos que contienen el término (3, 27, 37 y 39) tienen paralelos en Lucas, pero en lugar de parousía Lucas normalmente dice "día" o "días". Cuando Jesús compara su venida al relámpago, que alumbra inmediatamente todo el cielo desde Oriente hasta Occidente, y añade, según el versículo 27, "así será la venida (parousía) del Hijo del hombre", Lucas, en el capítulo 17, versículo 24, dice en su lugar: "así será el Hijo del hombre en su día". Así, las expresiones ‘la parousía de Cristo’ y ‘el día (heméra) de Cristo’ se usan de forma intercambiable para designar el tiempo de la aparición o revelación de Cristo. Esto se deja ver aún más claramente por la comparación que hace Cristo entre su venida y la venida del diluvio en los días de Noé, cuando los hombres "no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos". Inmediatamente después de estas palabras Jesús añadió: "así será la venida [parousía] del Hijo del hombre" (Mateo 24:37, 39). La versión de Lucas añade también la destrucción de Sodoma en los días de Lot y dice: "De la misma manera será en aquel día en que el Hijo del hombre sea revelado".—Lucas 17:26-30.
Es evidente que aquí Jesús no está comparando su parousía con los periodos que precedieron al Diluvio y a la destrucción de Sodoma. Así es como explica estos versículos la Sociedad Watch Tower, refiriéndose a la expresión "los días del Hijo del hombre" de Lucas 17:26. Por el contrario, Jesús compara claramente su futura venida con la sorprendente venida del diluvio y con la repentina destrucción de Sodoma. Al igual que aquellos dos eventos, su parousía será un acontecimiento revolucionario, una intervención divina que cambiará inmediatamente la situación para toda la humanidad de una forma sumamente perceptible. La comparación entre Mateo 24:39 y Lucas 17:30 muestra claramente que la parousía se refiere al "día en que el Hijo del hombre sea revelado". La conexión que se hace en Lucas 17:26 entre los "días de Noé" y "los días del Hijo del hombre", por lo tanto, simplemente significa que, de la misma manera que en los días de Noé los hombres fueron repentinamente cogidos por sorpresa en mitad de sus ocupaciones diarias, así será también en los días en que el Hijo del hombre sea revelado. Su repentina intervención vendrá de forma totalmente inesperada, sorprendiendo a la gente en la realidad de la situación.
A primera vista se podría concluir que la pregunta "¿Qué será la señal de tu venida (parousía)? de Mateo 24:3, no tiene un paralelo claro en el evangelio de Lucas. La pregunta de los discípulos, como se reproduce en Lucas 21:7, parece referirse sólo a la destrucción del templo: "¿Qué será la señal cuando estas cosas [la destrucción del templo, versículos 5 y 6] estén destinadas a suceder?". Sin embargo, uno de los manuscritos más importantes del texto primitivo de los evangelios, el Códice D (Códice de Beza Cantabrigense), formula la pregunta de forma diferente, poniéndola en estrecha armonía con la lectura de Mateo 24:3, con una importante diferencia:
Mateo 24:3: "¿Qué será la señal de tu venida [parousía]?"
Lucas 21:7: "¿Qué será la señal de tu venida [eleuseos]?"
Como se ve, la única diferencia es que Lucas, según este manuscrito, no usa parousía, sino éleusis, la palabra Griega que normalmente se usa para "venida". El Dr. Schoonheim, después de un examen detallado de estos paralelos, concluye incluso que "Lucas 21:7, según D, presenta una tradición más original", pues es una traducción de la palabra Siriaca y Aramea me’thitha’ ("venida").
El contexto Bíblico, pues, no da ningún apoyo a la afirmación de que parousía tiene que traducirse como "presencia" en el capítulo veinticuatro de Mateo. El hecho de que los discípulos no imaginaban la venida de Cristo como una "presencia invisible", la manera en que Jesús respondió a su pregunta, y los textos paralelos en el Evangelio de Lucas, demuestran que esta traducción es insostenible. En Lucas, se habla de la parousía de Cristo como el "día" de Cristo o como "el día en que el Hijo del hombre sea revelado". Y, como muestra el Códice D, la palabra parousía también es intercambiable por el sustantivo normalmente usado en Griego para "venida", éleusis. Paralelos similares se pueden hallar en otros textos que tratan de la parousía de Cristo en los que se emplean términos relativos a la manifestación o revelación de Cristo. Así, el apóstol Juan, en
1 Juan 2:28, exhorta a los Cristianos a "permanecer en él, para que cuando se manifieste [Griego: phaneróo] tengamos confianza, para que en su venida [Griego: parousía] no nos avergoncemos delante de él". Aquí Juan establece claramente un paralelo entre la parousía de Cristo y el día de su aparición o manifestación. De forma similar, el apóstol Pablo ora a favor de los Cristianos de Tesalónica para que sus corazones estén firmes, "irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida [Griego: parousía] de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos" (1 Tesalonicenses 3:13). De esta venida del Señor con todos sus santos o ángeles se habla también en Judas 14 y en Mateo 16:27, 28, pero en lugar de parousía, Judas y Mateo usan formas del verbo érchomai, el verbo que con más frecuencia se usa en griego para "venir", un verbo emparentado con el sustantivo éleusis. Los tres versículos se refieren a una misma ocasión, a la venida del Señor con todos sus santos para ejecutar juicio, y traducir parousía por "presencia" en 1 Tesalonicenses 3:13, como hace la Sociedad Watch Tower, ignora esta interrelación con otros pasajes paralelos.
En las parábolas de Jesús en las que él enfatiza la necesidad de que sus siervos estén alerta y vigilantes, podemos notar que él presenta su juicio como algo que sigue al regreso del amo a su casa. Lo que él describe en esas parábolas es la venida o llegada del amo, no una "presencia invisible". No dice que el amo entre desapercibido en el área e invisiblemente proceda a emitir juicio sobre lo que están haciendo sus siervos, dejándoselo saber después a ellos. Por el contrario, el regreso del amo, aunque inesperado, es rápidamente evidente para todos sus siervos, fieles e infieles, manifiesto desde el principio, y su juicio no se lleva a cabo desde algún lugar oculto e invisible, sino de la manera más abierta.—Compárese con Mateo 24:45-51; 25:14-30; Marcos 13:32-37; Lucas 12:35-48; 19:12-27.
La evidencia, pues, tanto de las traducciones más antiguas, como de traducciones y léxicos del Griego modernos, y particularmente del contexto y de pasajes relacionados, testifica que el uso de parousía en Mateo 24:3 no puede referirse a una "presencia invisible" de una "venida en dos etapas", sino que se refiere a la futura llegada y aparición de Cristo para ejecutar juicio como Rey, "con poder y gran gloria", y acompañado de sus santos ángeles.

Espero que les sea de utilidad
Saludos
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Amado bendiciones en el nombre de Jesús.

tanto y tanto copiar no lleva a nada, se hace aburridor, por favor hagamos de este tema algo interesante, sin prejuicios sino solo Biblia por favor, nada de teología (prejuicios).
PERDÓN, NO QUIERO OFENDER A NADIE, VALE.

Saludos.
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Esto trae a colacion un punto impportante, la 1ra y la segunda resurreccion, las dos trompetas.

la ultima la de los injustos, sin embargo cuando empiezo la 1ra de resurreccion segun:
R-V 1995 Mateo 27: 51, 52,53

“51 Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron, 52 los sepulcros se abrieron y muchos cuerpos de santos que habían dormido se levantaron; 53 y después que él resucitó, salieron de los sepulcros, entraron en la santa ciudad y se aparcieron a muchos.”.

Sobre este asunto hay un tema abierto en http://forocristiano.iglesia.net/sh...-de-los-santos-fueron-levantados’-(Mat.27-52)

Cuando una enseñanza o doctrina es debatible bíblicamente (de modo que no puede demostrarse a cabalidad por falta de pruebas escriturales) no puede ser usada como argumento para demostrar otra tesis. En este caso, nadie puede demostrar bíblicamente que el evento narrado en Mat.27:51-53 pruebe algún tipo de resurrección, mucho menos identificarlo como la primera resurrección (como pretenden algunos intérpretes particulares de la Biblia. Ninguno de estos intérpretes tienen prueba bíblica suficiente para asociar ese evento con la enseñanza de la primera resurrección, que sí es bíblica y abarca otro asunto no relacionado con este relato.

Existen muchos contraargumentos que refutan esa conexión totalmente: por ejemplo, en ningún otro pasaje bíblico se menciona el suceso de los cadáveres salidos de las tumbas durante el terremoto. Otro es que tales cadáveres (o cuerpos) no ascendieron arriba como supuestamente se esperaría de los que resuciten en la primera resurrección, según los pasajes bíblicos que se relacionan realmente con ella.

En fin, que es mejor que se eviten argumentos basados en suposiciones de intérpretes particulares que no tienen pruebas bíblicas suficientes para sus interpretaciones particulares; y que por favor, toquen cada tópico en su tema, para que no se entrelacen los asuntos antes de que sean completamente demostrados a partir de la palabra de Dios primeramente.
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Sobre este asunto hay un tema abierto en http://forocristiano.iglesia.net/sh...-de-los-santos-fueron-levantados’-(Mat.27-52)

Cuando una enseñanza o doctrina es debatible bíblicamente (de modo que no puede demostrarse a cabalidad por falta de pruebas escriturales) no puede ser usada como argumento para demostrar otra tesis. En este caso, nadie puede demostrar bíblicamente que el evento narrado en Mat.27:51-53 pruebe algún tipo de resurrección, mucho menos identificarlo como la primera resurrección (como pretenden algunos intérpretes particulares de la Biblia. Ninguno de estos intérpretes tienen prueba bíblica suficiente para asociar ese evento con la enseñanza de la primera resurrección, que sí es bíblica y abarca otro asunto no relacionado con este relato.

Existen muchos contraargumentos que refutan esa conexión totalmente: por ejemplo, en ningún otro pasaje bíblico se menciona el suceso de los cadáveres salidos de las tumbas durante el terremoto. Otro es que tales cadáveres (o cuerpos) no ascendieron arriba como supuestamente se esperaría de los que resuciten en la primera resurrección, según los pasajes bíblicos que se relacionan realmente con ella.

En fin, que es mejor que se eviten argumentos basados en suposiciones de intérpretes particulares que no tienen pruebas bíblicas suficientes para sus interpretaciones particulares; y que por favor, toquen cada tópico en su tema, para que no se entrelacen los asuntos antes de que sean completamente demostrados a partir de la palabra de Dios primeramente.

De acuerdo 100% con usted amado, por favor acatemos esta sugerencia.

Saludos a todos en el nombre de Jesús.
 
Re: ¿Qué enseña realmente la Biblia sobre el tal "RAPTO" de creyentes?

Como se ha podido analizar a partir de razonamiento bíblico, hay varios puntos sobre la resurrección al cielo de los hermanos de Cristo que muchos "cristianos" ignoran. Recordemos algunos de los que ya se han analizado:

-lo que la Biblia llama "ARREBATAMIENTO" o "RAPTO" es una resurrección especial de los hermanos de Cristo restantes...
-ya esa resurrección comenzó con una gran parte de los hermanos ungidos de Cristo desde que comenzó su "presencia" invisible en los cielos...
-no es un acontecimiento público, pues se trata de una esperanza especial solo para los verdaderos hermanos de Cristo; y es un evento solo para los ojos de los seleccionados tal como la resurrección y ascención de Jesús resucitado a los cielos...
-no incluye a todos los cristianos, pues los sobrevivientes de la Gran Tribulación en su casi totalidad, no pertenecerán a la clase de los reyes, sino a los súbditos de ese reino...
-el propósito de ese "arrebatamiento" a los cielos es la conformación de la Jerusalén celestial, desde donde gobernará el reino de Cristo y sus corregentes; no es mudar a la humanidad al cielo...
-el "arrebatamiento" no termina antes de la Gran Tribulación, sino solamente el "sellado" de los hermanos de Cristo...
-los hermanos de Cristo deberán morir físicamente antes de tomar sus cuerpos espirituales para unirse con Cristo, si no, no podrían vivir en las regiones celestiales. Sus nuevos cuerpos serán invisibles a los ojos humanos.

Las citas bíblicas que apoyan las afirmaciones anteriores se pueden encontrar en el desarrollo de este tema, que invito a estudiar profundamente a quienes no lo hayan hecho hasta este momento.

Este es un resumen sintetizado de lo que enseña la Biblia sobre el rapto o arrebatamiento. Este tema vuelve a debatirse una y otra vez, por ello lo subo; ... para que los interesados puedan encontrar algunos datos interesantes que han quedado plasmados en este epígrafe.