LA MUJER SAMARITANA ................

nube33

0
26 Noviembre 2009
5.630
1
En S.Juan 4 esta la historia de la mujer samaritana ¿que opinas de este pasaje?
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

v:7 - Vino una mujer de Samaria a sacar agua ;y Jesus le dijo :- Dame de beber.
v:9 - La mujer Samaritana le dijo: -¿como tu , siendo judio, me pides a mi de beber , qe soy mujer samaritana ? porque judios y samaritanos no se tratan entre si.
¿de que te habla a ti , este pasaje Biblico?
 
Apreciada hermana Nube:

Apreciada hermana Nube:

De un libro que estoy escribiendo (EL EVANGELIO VIVO) te mando la primera escena sobre Jesús y la mujer samaritana. Como el capítulo lleva ocho páginas, no quise ponerlo completo para no aburrir a lectores del epígrafe quizás no tan interesados como tú en el tema. Si tras esta lectura quieres todo lo que sigue, puedes escribirme a mi dirección y yo te lo enviaré como Archivo Adjunto.
Saludos cordiales.
Ricardo
[email protected]

Dos montes y una fuente

Lectura bíblica: Juan 4: 1-42

Escena primera
El mismo camino de siempre


La mujer salía de la pequeña ciudad de Sicar, dejando a la derecha y a sus espaldas al peñascoso monte Ebal, mientras al frente se extendía el monte Gerizim, erizado de grandes piedras en sus estribaciones, pero poblado de árboles que ascendían por las laderas hacia la roma cumbre.
Como tantas otras veces que el sol del mediodía caía a pique, había dejado un espejo de agua en el fondo del cántaro que llevaba sobre su cabeza, proporcionándose algún frescor. Apenas su cara y manos quedaban expuestas, pero su piel ya había cobrado la textura y coloración que la hacían inmune a cualquier daño.
Cada tanto, sacudía uno u otro pie expulsando de su sandalia alguna intrusa piedrecilla del camino.
Si aquel viaje cotidiano se iba haciendo cada vez más rutinario y tedioso, también lo eran sus meditaciones sugeridas por el paisaje de siempre. La profundidad del cielo y la altura de las blancas nubes solían inspirarle promisorias expectativas, pero no tenía como evadir el mensaje que una y otra vez parecía infundirle la visión de las imponentes moles de ambos montes. Varias veces había escuchado explicar al sacerdote de su religión, como Moisés había puesto al Gerizim como emblema de bendición, y al Ebal de la maldición. Era como si día tras día, ella caminara desde la cercanía de la maldición a la proximidad de la bendición, para desandar seguidamente el camino más cargada todavía, sin más bendición que el agua que llevaba.
Para colmo de males, para evitar problemas de vecindad, no convenía que viniera cuando temprano a la mañana lo hacían las mujeres, o al declinar el sol las doncellas de la ciudad. Sabía que su reputación no era nada buena, y las señoras de Sicar temían que ella pudiera contagiar a sus hijas ciertas veleidades. En verdad, ella no hubiera querido que su vida llegara a lo que llegó, y tarde ahora comprendía que se dejaba llevar por impulsos del momento, desoyendo consejos y satisfecha por salirse siempre con la suya. Pero ahora los años pasaban, el camino se le hacía más largo, y la carga más pesada. Y lo que es peor, el monte Ebal parecía presagiarle la inminente y quizás eterna maldición, mientras que la bendición del Gerizim parecía alejársele cada vez más. El primer monte la miraba amenazadoramente, como si fuera a escupir sus piedras sobre ella, y el segundo compasivamente, inspirándole el verdor de su follaje mecido por la brisa, una caricia de ánimo y esperanza.
-¡De seguro me ve cada vez más gastada y más cansada! –se decía.
Aunque la distancia de su casa a la fuente era menor al camino de un sábado, con todo, de ida y vuelta, casi dos kilómetros debía recorrer diariamente por aquella senda solitaria. Pero aprovechaba a airearse y librarse así de los ingratos recuerdos que le traían los muebles y trastos de su casa. Las cumbres de los montes y las nubes sobre ellos le parecía tan altas y lejanas, que al tiempo de andar es como si su corazón se alojara en aquellas alturas y lejanías.
Con el pozo de Jacob ya a la vista, y en un recodo del sendero que conduce a la cercana Siquem, más al sur, distinguió un grupo de personas que parecían dirigirse hacia allá, aunque uno de ellos se separó y echó a andar cansinamente hacia la fuente. Seguramente que llegaría antes que ella, pues se hallaba más cerca.
-Probablemente son peregrinos judíos que vienen a visitar el sepulcro de José –pensó.
Por precaución, sin embargo, aflojó el paso, haciéndose más cansada de lo que estaba, para observar mejor al forastero.
-¡Huy! – exclamó tapándose la boca con la mano libre -¡Si estará cansado que se dejó
caer sobre el brocal!
Al aproximarse, el viajero se enderezó y le pidió de beber.
-Parece amigable, –se dijo– pero ¡qué extraño! De seguro que es judío, aunque por su
acento, de Galilea. ¿Es que no se ha dado cuenta que soy samaritana?
 
Re: Apreciada hermana Nube:

Re: Apreciada hermana Nube:

De un libro que estoy escribiendo (EL EVANGELIO VIVO) te mando la primera escena sobre Jesús y la mujer samaritana. Como el capítulo lleva ocho páginas, no quise ponerlo completo para no aburrir a lectores del epígrafe quizás no tan interesados como tú en el tema. Si tras esta lectura quieres todo lo que sigue, puedes escribirme a mi dirección y yo te lo enviaré como Archivo Adjunto.
Saludos cordiales.
Ricardo
[email protected]

Dos montes y una fuente

Lectura bíblica: Juan 4: 1-42

Escena primera
El mismo camino de siempre


La mujer salía de la pequeña ciudad de Sicar, dejando a la derecha y a sus espaldas al peñascoso monte Ebal, mientras al frente se extendía el monte Gerizim, erizado de grandes piedras en sus estribaciones, pero poblado de árboles que ascendían por las laderas hacia la roma cumbre.
Como tantas otras veces que el sol del mediodía caía a pique, había dejado un espejo de agua en el fondo del cántaro que llevaba sobre su cabeza, proporcionándose algún frescor. Apenas su cara y manos quedaban expuestas, pero su piel ya había cobrado la textura y coloración que la hacían inmune a cualquier daño.
Cada tanto, sacudía uno u otro pie expulsando de su sandalia alguna intrusa piedrecilla del camino.
Si aquel viaje cotidiano se iba haciendo cada vez más rutinario y tedioso, también lo eran sus meditaciones sugeridas por el paisaje de siempre. La profundidad del cielo y la altura de las blancas nubes solían inspirarle promisorias expectativas, pero no tenía como evadir el mensaje que una y otra vez parecía infundirle la visión de las imponentes moles de ambos montes. Varias veces había escuchado explicar al sacerdote de su religión, como Moisés había puesto al Gerizim como emblema de bendición, y al Ebal de la maldición. Era como si día tras día, ella caminara desde la cercanía de la maldición a la proximidad de la bendición, para desandar seguidamente el camino más cargada todavía, sin más bendición que el agua que llevaba.
Para colmo de males, para evitar problemas de vecindad, no convenía que viniera cuando temprano a la mañana lo hacían las mujeres, o al declinar el sol las doncellas de la ciudad. Sabía que su reputación no era nada buena, y las señoras de Sicar temían que ella pudiera contagiar a sus hijas ciertas veleidades. En verdad, ella no hubiera querido que su vida llegara a lo que llegó, y tarde ahora comprendía que se dejaba llevar por impulsos del momento, desoyendo consejos y satisfecha por salirse siempre con la suya. Pero ahora los años pasaban, el camino se le hacía más largo, y la carga más pesada. Y lo que es peor, el monte Ebal parecía presagiarle la inminente y quizás eterna maldición, mientras que la bendición del Gerizim parecía alejársele cada vez más. El primer monte la miraba amenazadoramente, como si fuera a escupir sus piedras sobre ella, y el segundo compasivamente, inspirándole el verdor de su follaje mecido por la brisa, una caricia de ánimo y esperanza.
-¡De seguro me ve cada vez más gastada y más cansada! –se decía.
Aunque la distancia de su casa a la fuente era menor al camino de un sábado, con todo, de ida y vuelta, casi dos kilómetros debía recorrer diariamente por aquella senda solitaria. Pero aprovechaba a airearse y librarse así de los ingratos recuerdos que le traían los muebles y trastos de su casa. Las cumbres de los montes y las nubes sobre ellos le parecía tan altas y lejanas, que al tiempo de andar es como si su corazón se alojara en aquellas alturas y lejanías.
Con el pozo de Jacob ya a la vista, y en un recodo del sendero que conduce a la cercana Siquem, más al sur, distinguió un grupo de personas que parecían dirigirse hacia allá, aunque uno de ellos se separó y echó a andar cansinamente hacia la fuente. Seguramente que llegaría antes que ella, pues se hallaba más cerca.
-Probablemente son peregrinos judíos que vienen a visitar el sepulcro de José –pensó.
Por precaución, sin embargo, aflojó el paso, haciéndose más cansada de lo que estaba, para observar mejor al forastero.
-¡Huy! – exclamó tapándose la boca con la mano libre -¡Si estará cansado que se dejó
caer sobre el brocal!
Al aproximarse, el viajero se enderezó y le pidió de beber.
-Parece amigable, –se dijo– pero ¡qué extraño! De seguro que es judío, aunque por su
acento, de Galilea. ¿Es que no se ha dado cuenta que soy samaritana?

es presioso este pasaje de la mujer samaritana, hermano le invito a que lo siga en este post , si gusta hacerlo , porque realmente es presioso el tema, DIOS TE BENDIGA
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Le presento la forma en que este pasaje se vierte en la TNM:

Juan 4:7*Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dijo: “Dame de beber”. 8*(Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar víveres.) 9*Por lo tanto, la mujer, la samaritana, le dijo: “¿Cómo es que tú, a pesar de ser judío, me pides de beber a mí, que soy mujer samaritana?”. (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10*En respuesta, Jesús le dijo: “Si hubieras conocido la dádiva gratuita de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido, y él te*habría dado agua viva”. 11*Ella le dijo: “Señor, ni siquiera tienes un cubo para sacar agua, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes esta agua viva? 12*Tú no eres mayor que nuestro antepasado Jacob, que nos dio el pozo y que bebió de él él mismo junto*con*sus hijos y su ganado vacuno,*¿verdad?”. 13*En respuesta, Jesús le dijo: “A todo el que bebe de esta agua le dará sed otra vez. 14*A cualquiera que beba del agua que yo le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”. 15*La mujer le dijo: “Señor, dame esta agua, para que ni tenga sed ni siga viniendo acá a este lugar a sacar agua”.
16*Él le dijo: “Ve, llama a tu esposo y ven a este lugar”. 17*En respuesta, la mujer dijo: “No tengo esposo”. Jesús le dijo: “Bien dijiste: ‘No tengo esposo’. 18*Porque has tenido cinco esposos, y el que ahora tienes no es tu esposo. Esto lo has dicho verazmente”. 19*Le dijo la mujer: “Señor, percibo que eres profeta. 20*Nuestros antepasados adoraron en esta montaña; pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar”. 21*Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 22*Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos. 23*No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. 24*Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”. 25*La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo. Cuando llegue ese, él nos declarará todas las cosas abiertamente”. 26*Jesús le dijo: “Yo, el que habla contigo, soy ese”.
27*En esto, pues, llegaron sus discípulos, y se admiraban de que hablara con una mujer. Por supuesto, nadie dijo: “¿Qué buscas?”, o: “¿Por qué hablas con ella?”. 28*La mujer, por lo tanto, dejó su cántaro de agua y se fue a la ciudad y dijo a los hombres: 29*“Vengan acá, vean a un hombre que me ha dicho todas las cosas que hice. ¿Acaso no es este el Cristo?”. 30*Ellos salieron de la ciudad y empezaron a venir a él.
31*Entretanto, los discípulos estaban instándole, diciendo: “Rabí, come”. 32*Pero él les dijo: “Yo tengo alimento para comer del cual ustedes no saben”. 33*Por lo tanto, los discípulos empezaron a decirse unos a otros: “Nadie le ha traído de comer, ¿verdad?”. 34*Jesús les dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra. 35*¿No dicen ustedes que todavía hay cuatro meses antes que venga la siega? ¡Miren! Les digo: Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega. Ya 36*el segador está recibiendo salario y recogiendo fruto para vida eterna, a fin de que el sembrador y el segador se regocijen juntos. 37*En este sentido, realmente, es verdadero el dicho: Uno es el sembrador y otro el segador. 38*Yo los despaché a segar aquello en que ustedes no han hecho labor. Otros han labrado, y ustedes han entrado en el provecho de la labor de ellos”.
39*Ahora bien, muchos de los samaritanos de aquella ciudad pusieron fe en él a causa de la palabra de la mujer que había dicho en testimonio: “Me dijo todas las cosas que hice”. 40*Por eso, cuando los samaritanos vinieron a él, se pusieron a pedirle que se quedara con ellos; y él se quedó allí dos días. 41*Por consiguiente, muchos más creyeron a causa de lo que él dijo, 42*y empezaron a decir a la mujer: “Ya no creemos a causa de tu habla; porque hemos oído por nosotros mismos y sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo”.

La zona norte de Israel era conocida como Samaria. Esta parte del país también pertenecía a los judíos durante los reyes de Israel; era esa parte que se dividió de Judá con su propio rey durante el cisma o división de Israel con la rebelión del hijo de Salomón. Desde ese tiempo en adelante, cada parte tuvo su propio rey y forma de adorar a Jehová, pues el rey del norte con el propósito de que sus súbditos no acudieran al templo en el sur y dejaran de servirle, creó una forma de adorar separada a la forma sacerdotal levita que se practicaba en el templo de Jerusalén, que pertenecía a Judá al sur.

Pero con el tiempo, el juicio de Jehová se realizó primeramente en la parte norte del país. De modo que los asirios se llevaron cautivos a los judíos que allí vivían y repoblaron la zona con extranjeros. Luego estos extranjeros le exigieron al rey conquistador que les permitiera la presencia de algún sacerdote judío de los exportados para que los guiara en la religión del Dios de la tierra, pues les estaban sucediendo muchas desgracias. Así sucedió entonces, que a pesdar de todo, en aquella zona al norte nombrada Samaria, se creó una raza mixta con una religión mixta que creía en Jehová y esperaba igualmente un Mesías. Al tiempo de Jesucristo, los habitantes de esa parte de Israel (los samaritanos) eran odiados por los habitantes de la parte sur.

La mujer que habló con Jesús era de esa región. De hecho, Jesús estaba de pasada por esa zona:

Juan 4:4*Pero era necesario que pasara por Samaria. 5*Por consiguiente, vino a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca del campo que Jacob había dado a José su hijo. 6*De hecho, allí estaba la fuente de Jacob. Ahora Jesús, cansado del viaje, estaba sentado junto a la fuente tal como estaba. La hora era a eso de la sexta.

Los samaritanos no fueron aceptados como discípulos de Jesús originalmente, pues Jesús había sido enviado primeramente a los judíos; pero aun así tuvieron el privilegio de escuchar el mensaje directamente del Hijo de Dios que tanto esperaban como sus vecinos del sur. Después de la muerte de Jesús, una de las aperturas del reino de Dios fue para permitir que los samaritanos junto a los prosélitos fueran también incluídos en la congregación de cristianos recién fundada. Más tarde, además de ellos se aceptó incluso a otros gentiles que no tenían relación alguna con el pueblo de Israel.

Hech.15:12*Ante aquello, toda la multitud calló, y empezaron a escuchar a Bernabé y a Pablo contar las muchas señales y portentos presagiosos que Dios había hecho mediante ellos entre las naciones. 13*Después que cesaron de hablar, Santiago contestó, y dijo: “Varones, hermanos, óiganme. 14*Symeón ha contado cabalmente cómo Dios por primera vez dirigió su atención a las naciones para sacar de entre ellas un pueblo para su nombre. 15*Y con esto convienen las palabras de los Profetas, así como está escrito: 16*‘Después de estas cosas volveré y reedificaré la cabaña de David que está caída; y reedificaré sus ruinas y la erigiré de nuevo, 17*para que los que queden de los hombres busquen solícitamente a Jehová, junto con gente de todas las naciones, personas que son llamadas por mi nombre, dice Jehová, que está haciendo estas cosas, 18*conocidas desde la antigüedad’.
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Le presento la forma en que este pasaje se vierte en la TNM:

Juan 4:7*Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dijo: “Dame de beber”. 8*(Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar víveres.) 9*Por lo tanto, la mujer, la samaritana, le dijo: “¿Cómo es que tú, a pesar de ser judío, me pides de beber a mí, que soy mujer samaritana?”. (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10*En respuesta, Jesús le dijo: “Si hubieras conocido la dádiva gratuita de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido, y él te*habría dado agua viva”. 11*Ella le dijo: “Señor, ni siquiera tienes un cubo para sacar agua, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes esta agua viva? 12*Tú no eres mayor que nuestro antepasado Jacob, que nos dio el pozo y que bebió de él él mismo junto*con*sus hijos y su ganado vacuno,*¿verdad?”. 13*En respuesta, Jesús le dijo: “A todo el que bebe de esta agua le dará sed otra vez. 14*A cualquiera que beba del agua que yo le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”. 15*La mujer le dijo: “Señor, dame esta agua, para que ni tenga sed ni siga viniendo acá a este lugar a sacar agua”.
16*Él le dijo: “Ve, llama a tu esposo y ven a este lugar”. 17*En respuesta, la mujer dijo: “No tengo esposo”. Jesús le dijo: “Bien dijiste: ‘No tengo esposo’. 18*Porque has tenido cinco esposos, y el que ahora tienes no es tu esposo. Esto lo has dicho verazmente”. 19*Le dijo la mujer: “Señor, percibo que eres profeta. 20*Nuestros antepasados adoraron en esta montaña; pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar”. 21*Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 22*Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos. 23*No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. 24*Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”. 25*La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo. Cuando llegue ese, él nos declarará todas las cosas abiertamente”. 26*Jesús le dijo: “Yo, el que habla contigo, soy ese”.
27*En esto, pues, llegaron sus discípulos, y se admiraban de que hablara con una mujer. Por supuesto, nadie dijo: “¿Qué buscas?”, o: “¿Por qué hablas con ella?”. 28*La mujer, por lo tanto, dejó su cántaro de agua y se fue a la ciudad y dijo a los hombres: 29*“Vengan acá, vean a un hombre que me ha dicho todas las cosas que hice. ¿Acaso no es este el Cristo?”. 30*Ellos salieron de la ciudad y empezaron a venir a él.
31*Entretanto, los discípulos estaban instándole, diciendo: “Rabí, come”. 32*Pero él les dijo: “Yo tengo alimento para comer del cual ustedes no saben”. 33*Por lo tanto, los discípulos empezaron a decirse unos a otros: “Nadie le ha traído de comer, ¿verdad?”. 34*Jesús les dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra. 35*¿No dicen ustedes que todavía hay cuatro meses antes que venga la siega? ¡Miren! Les digo: Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega. Ya 36*el segador está recibiendo salario y recogiendo fruto para vida eterna, a fin de que el sembrador y el segador se regocijen juntos. 37*En este sentido, realmente, es verdadero el dicho: Uno es el sembrador y otro el segador. 38*Yo los despaché a segar aquello en que ustedes no han hecho labor. Otros han labrado, y ustedes han entrado en el provecho de la labor de ellos”.
39*Ahora bien, muchos de los samaritanos de aquella ciudad pusieron fe en él a causa de la palabra de la mujer que había dicho en testimonio: “Me dijo todas las cosas que hice”. 40*Por eso, cuando los samaritanos vinieron a él, se pusieron a pedirle que se quedara con ellos; y él se quedó allí dos días. 41*Por consiguiente, muchos más creyeron a causa de lo que él dijo, 42*y empezaron a decir a la mujer: “Ya no creemos a causa de tu habla; porque hemos oído por nosotros mismos y sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo”.

La zona norte de Israel era conocida como Samaria. Esta parte del país también pertenecía a los judíos durante los reyes de Israel; era esa parte que se dividió de Judá con su propio rey durante el cisma o división de Israel con la rebelión del hijo de Salomón. Desde ese tiempo en adelante, cada parte tuvo su propio rey y forma de adorar a Jehová, pues el rey del norte con el propósito de que sus súbditos no acudieran al templo en el sur y dejaran de servirle, creó una forma de adorar separada a la forma sacerdotal levita que se practicaba en el templo de Jerusalén, que pertenecía a Judá al sur.

Pero con el tiempo, el juicio de Jehová se realizó primeramente en la parte norte del país. De modo que los asirios se llevaron cautivos a los judíos que allí vivían y repoblaron la zona con extranjeros. Luego estos extranjeros le exigieron al rey conquistador que les permitiera la presencia de algún sacerdote judío de los exportados para que los guiara en la religión del Dios de la tierra, pues les estaban sucediendo muchas desgracias. Así sucedió entonces, que a pesdar de todo, en aquella zona al norte nombrada Samaria, se creó una raza mixta con una religión mixta que creía en Jehová y esperaba igualmente un Mesías. Al tiempo de Jesucristo, los habitantes de esa parte de Israel (los samaritanos) eran odiados por los habitantes de la parte sur.

La mujer que habló con Jesús era de esa región. De hecho, Jesús estaba de pasada por esa zona:

Juan 4:4*Pero era necesario que pasara por Samaria. 5*Por consiguiente, vino a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca del campo que Jacob había dado a José su hijo. 6*De hecho, allí estaba la fuente de Jacob. Ahora Jesús, cansado del viaje, estaba sentado junto a la fuente tal como estaba. La hora era a eso de la sexta.

Los samaritanos no fueron aceptados como discípulos de Jesús originalmente, pues Jesús había sido enviado primeramente a los judíos; pero aun así tuvieron el privilegio de escuchar el mensaje directamente del Hijo de Dios que tanto esperaban como sus vecinos del sur. Después de la muerte de Jesús, una de las aperturas del reino de Dios fue para permitir que los samaritanos junto a los prosélitos fueran también incluídos en la congregación de cristianos recién fundada. Más tarde, además de ellos se aceptó incluso a otros gentiles que no tenían relación alguna con el pueblo de Israel.

Hech.15:12*Ante aquello, toda la multitud calló, y empezaron a escuchar a Bernabé y a Pablo contar las muchas señales y portentos presagiosos que Dios había hecho mediante ellos entre las naciones. 13*Después que cesaron de hablar, Santiago contestó, y dijo: “Varones, hermanos, óiganme. 14*Symeón ha contado cabalmente cómo Dios por primera vez dirigió su atención a las naciones para sacar de entre ellas un pueblo para su nombre. 15*Y con esto convienen las palabras de los Profetas, así como está escrito: 16*‘Después de estas cosas volveré y reedificaré la cabaña de David que está caída; y reedificaré sus ruinas y la erigiré de nuevo, 17*para que los que queden de los hombres busquen solícitamente a Jehová, junto con gente de todas las naciones, personas que son llamadas por mi nombre, dice Jehová, que está haciendo estas cosas, 18*conocidas desde la antigüedad’.

gracias amigo ,ke bonito este pasaje ,pero digame ¿que le dice a usted este pasaje personalmente ,? un saludo DIOS TE BENDIGA.
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Esta es la parte del pasaje que más me aclara cosas espirituales:

Juan 4:21*Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 22*Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos. 23*No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. 24*Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”.

Jesús mismo se incluye entre los adoradores de Jehová, y dice que a Dios hay que adorarlo en espíritu y verdad. Dice que el Padre está buscando esa clase de adoradores ... pero bien sabemos que no todos los seguidores de Jesucristo creen en esas palabras, pues lo que menos les interesa es conocer la verdad ni adorar al Padre...

En cuanto a otras enseñanzas, me muestran a Jesús que no tiene prejuicio alguno contra nadie, a pesar de que la persona que tenía al frente era una mujer, y para colmo samaritana... En este foro hay muchas personas llenas de prejuicios contra los testigos de Jehová. Jesús nunca aprobaría a nadie con ese tipo de actitud dentro del grupo de sus hermanos, pues ese no fue su ejemplo.
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Esta es la parte del pasaje que más me aclara cosas espirituales:

Juan 4:21*Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 22*Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos. 23*No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. 24*Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”.

Jesús mismo se incluye entre los adoradores de Jehová, y dice que a Dios hay que adorarlo en espíritu y verdad. Dice que el Padre está buscando esa clase de adoradores ... pero bien sabemos que no todos los seguidores de Jesucristo creen en esas palabras, pues lo que menos les interesa es conocer la verdad ni adorar al Padre...

En cuanto a otras enseñanzas, me muestran a Jesús que no tiene prejuicio alguno contra nadie, a pesar de que la persona que tenía al frente era una mujer, y para colmo samaritana... En este foro hay muchas personas llenas de prejuicios contra los testigos de Jehová. Jesús nunca aprobaría a nadie con ese tipo de actitud dentro del grupo de sus hermanos, pues ese no fue su ejemplo.

cuanta verdad dices , un saludo DIOS TE BENDIGA ,y gracias.
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Es muy difícil que una persona sea objeto de desprecio por seguir lo que entiende como verdadera forma de adorar a Dios. Aquella mujer se sintió algo temerosa por su raza frente a Jesús, e incluso los discípulos suyos se sorprendieron de que hablaba con una mujer. Para rematar, los mismos samaritanos que la mujer avisó a que vinieran, le restregaron en su cara que ellos no le debían nada a ella, pues ellos habían comprobado las cosas por sí mismos. Eso me recuerda la primera aparición de Jesús después de resucitado: fue a María Magdalena (y quizás otras mujeres más). Jesús le mandó un mensaje a los varones con ella; ella misma había sido anteriormente una prostituta, sin embargo tuvo ese grandísimo privilegio de ser la primera en verlo resucitado. Jesús es un Rey que favorece a las minorías oprimidas en sentido espiritual. De hecho, eso no es más que un reflejo de lo que aprendió de su propio Padre:

Luc.10:21*En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo, y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti.

Las personas que se sienten oprimidas por otros religiosos, pueden tener confianza de que Jesús hará que lleguen a conocer a su Padre realmente, y los acercará al grupo de adoradores verdaderos del Padre:

Juan 17:1 Jesús habló estas cosas, y, alzando los ojos al cielo, dijo: “Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu hijo, para que tu hijo te glorifique a ti, 2*como le has dado autoridad sobre toda carne, para que, en cuanto a todo [el número de los] que le has dado, les dé vida eterna. 3*Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo. 4*Yo te he glorificado sobre la tierra, y he terminado la obra que me has dado que hiciera. 5*Así que ahora, Padre, glorifícame al lado de ti mismo con la gloria que tenía al lado de ti antes que el mundo fuera.
6*”He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo. Tuyos eran, y me los diste, y han observado tu palabra. 7*Ahora han llegado a conocer que todas las cosas que me diste vienen de ti; 8*porque los dichos que me diste se los he dado, y ellos los han recibido y ciertamente han llegado a conocer que yo salí como representante tuyo, y han creído que tú me enviaste. 9*Hago petición respecto a ellos; no hago petición respecto al mundo, sino respecto a los que me has dado; porque tuyos son, 10*y todas las cosas mías son tuyas y las tuyas son mías, y yo he sido glorificado entre ellos.
11*”Además, yo ya no estoy en el mundo, pero ellos están en el mundo y yo voy a ti. Padre santo, vigílalos por causa de tu propio nombre que me has dado, para que sean uno así como lo somos nosotros. 12*Cuando estaba con ellos yo los vigilaba por causa de tu propio nombre que me has dado; y los he guardado, y ninguno de ellos es destruido sino el hijo de destrucción, para que la escritura se cumpla. 13*Mas ahora voy a ti, y hablo estas cosas en el mundo para que ellos tengan mi gozo en sí mismos en plenitud. 14*Yo les he dado tu palabra, pero el mundo los ha odiado, porque ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.
15*”Te solicito, no que los saques del*mundo, sino que los vigiles a causa del inicuo. 16*Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. 17*Santifícalos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad. 18*Así como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. 19*Y me santifico a favor de ellos, para que ellos también sean santificados mediante la verdad.
20*”Hago petición, no respecto a estos solamente, sino también respecto a los que pongan fe en mí mediante la palabra de ellos; 21*para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. 22*Además, les he dado la gloria que me diste, para que ellos sean uno así como nosotros somos uno. 23*Yo en unión con ellos y tú en unión conmigo, para que ellos sean perfeccionados en uno, para que el mundo tenga el conocimiento de que tú me enviaste y de que tú los amaste a ellos así como me amaste a mí. 24*Padre, en cuanto a lo que me has dado, deseo que, donde yo esté, ellos también estén conmigo, para que contemplen mi gloria que me has dado, porque me amaste antes de la fundación del mundo. 25*Padre justo, el mundo, por cierto, no ha llegado a conocerte; pero yo he llegado a conocerte, y estos han llegado a conocer que tú me enviaste. 26*Y yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos, y yo en unión con ellos.”

Juan 15:17*”Estas cosas les mando: que se amen unos a otros. 18*Si el mundo los odia, saben que me ha odiado a mí antes que los odiara a ustedes. 19*Si ustedes fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia. 20*Tengan presente la palabra que les dije: El esclavo no es mayor que su amo. Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán; si ellos han observado mi palabra, también observarán la de ustedes. 21*Mas todas estas cosas las harán contra ustedes por causa de mi nombre, porque ellos no conocen al que me ha enviado. 22*Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado a ellos, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa de su pecado. 23*El que a mí me odia, odia también a mi Padre. 24*Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y también han odiado tanto a mí como a mi Padre. 25*Pero es para que se cumpla la palabra [que está] escrita en la Ley de ellos: ‘Me odiaron sin causa’. 26*Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de mí; 27*y ustedes, a su vez, han de dar testimonio, porque han estado conmigo desde que principié.
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Es muy difícil que una persona sea objeto de desprecio por seguir lo que entiende como verdadera forma de adorar a Dios. Aquella mujer se sintió algo temerosa por su raza frente a Jesús, e incluso los discípulos suyos se sorprendieron de que hablaba con una mujer. Para rematar, los mismos samaritanos que la mujer avisó a que vinieran, le restregaron en su cara que ellos no le debían nada a ella, pues ellos habían comprobado las cosas por sí mismos. Eso me recuerda la primera aparición de Jesús después de resucitado: fue a María Magdalena (y quizás otras mujeres más). Jesús le mandó un mensaje a los varones con ella; ella misma había sido anteriormente una prostituta, sin embargo tuvo ese grandísimo privilegio de ser la primera en verlo resucitado. Jesús es un Rey que favorece a las minorías oprimidas en sentido espiritual. De hecho, eso no es más que un reflejo de lo que aprendió de su propio Padre:

Luc.10:21*En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo, y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti.

Las personas que se sienten oprimidas por otros religiosos, pueden tener confianza de que Jesús hará que lleguen a conocer a su Padre realmente, y los acercará al grupo de adoradores verdaderos del Padre:

Juan 17:1 Jesús habló estas cosas, y, alzando los ojos al cielo, dijo: “Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu hijo, para que tu hijo te glorifique a ti, 2*como le has dado autoridad sobre toda carne, para que, en cuanto a todo [el número de los] que le has dado, les dé vida eterna. 3*Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo. 4*Yo te he glorificado sobre la tierra, y he terminado la obra que me has dado que hiciera. 5*Así que ahora, Padre, glorifícame al lado de ti mismo con la gloria que tenía al lado de ti antes que el mundo fuera.
6*”He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo. Tuyos eran, y me los diste, y han observado tu palabra. 7*Ahora han llegado a conocer que todas las cosas que me diste vienen de ti; 8*porque los dichos que me diste se los he dado, y ellos los han recibido y ciertamente han llegado a conocer que yo salí como representante tuyo, y han creído que tú me enviaste. 9*Hago petición respecto a ellos; no hago petición respecto al mundo, sino respecto a los que me has dado; porque tuyos son, 10*y todas las cosas mías son tuyas y las tuyas son mías, y yo he sido glorificado entre ellos.
11*”Además, yo ya no estoy en el mundo, pero ellos están en el mundo y yo voy a ti. Padre santo, vigílalos por causa de tu propio nombre que me has dado, para que sean uno así como lo somos nosotros. 12*Cuando estaba con ellos yo los vigilaba por causa de tu propio nombre que me has dado; y los he guardado, y ninguno de ellos es destruido sino el hijo de destrucción, para que la escritura se cumpla. 13*Mas ahora voy a ti, y hablo estas cosas en el mundo para que ellos tengan mi gozo en sí mismos en plenitud. 14*Yo les he dado tu palabra, pero el mundo los ha odiado, porque ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.
15*”Te solicito, no que los saques del*mundo, sino que los vigiles a causa del inicuo. 16*Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. 17*Santifícalos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad. 18*Así como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. 19*Y me santifico a favor de ellos, para que ellos también sean santificados mediante la verdad.
20*”Hago petición, no respecto a estos solamente, sino también respecto a los que pongan fe en mí mediante la palabra de ellos; 21*para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. 22*Además, les he dado la gloria que me diste, para que ellos sean uno así como nosotros somos uno. 23*Yo en unión con ellos y tú en unión conmigo, para que ellos sean perfeccionados en uno, para que el mundo tenga el conocimiento de que tú me enviaste y de que tú los amaste a ellos así como me amaste a mí. 24*Padre, en cuanto a lo que me has dado, deseo que, donde yo esté, ellos también estén conmigo, para que contemplen mi gloria que me has dado, porque me amaste antes de la fundación del mundo. 25*Padre justo, el mundo, por cierto, no ha llegado a conocerte; pero yo he llegado a conocerte, y estos han llegado a conocer que tú me enviaste. 26*Y yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos, y yo en unión con ellos.”

Juan 15:17*”Estas cosas les mando: que se amen unos a otros. 18*Si el mundo los odia, saben que me ha odiado a mí antes que los odiara a ustedes. 19*Si ustedes fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia. 20*Tengan presente la palabra que les dije: El esclavo no es mayor que su amo. Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán; si ellos han observado mi palabra, también observarán la de ustedes. 21*Mas todas estas cosas las harán contra ustedes por causa de mi nombre, porque ellos no conocen al que me ha enviado. 22*Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado a ellos, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa de su pecado. 23*El que a mí me odia, odia también a mi Padre. 24*Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y también han odiado tanto a mí como a mi Padre. 25*Pero es para que se cumpla la palabra [que está] escrita en la Ley de ellos: ‘Me odiaron sin causa’. 26*Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de mí; 27*y ustedes, a su vez, han de dar testimonio, porque han estado conmigo desde que principié.

fijate el versiculo que dice , que se amen unos a otros ,es lo que me habla a mi el pasaje de la mujer samaritana , tenemos que amarnos a pesar de nuestras diferencias , ya ves Jesus pidio a aquella mujer agua , sabiendo la diferencias , .........gracias amigo , por compartirme tu mensaje espiritual ,en este pasaje ,el cual me encanta , DIOS TE BENDIGA hermano.
 
Re: Apreciada hermana Nube:

Re: Apreciada hermana Nube:

De un libro que estoy escribiendo (EL EVANGELIO VIVO) te mando la primera escena sobre Jesús y la mujer samaritana. Como el capítulo lleva ocho páginas, no quise ponerlo completo para no aburrir a lectores del epígrafe quizás no tan interesados como tú en el tema. Si tras esta lectura quieres todo lo que sigue, puedes escribirme a mi dirección y yo te lo enviaré como Archivo Adjunto.
Saludos cordiales.
Ricardo
[email protected]

Dos montes y una fuente

Lectura bíblica: Juan 4: 1-42

Escena primera
El mismo camino de siempre


La mujer salía de la pequeña ciudad de Sicar, dejando a la derecha y a sus espaldas al peñascoso monte Ebal, mientras al frente se extendía el monte Gerizim, erizado de grandes piedras en sus estribaciones, pero poblado de árboles que ascendían por las laderas hacia la roma cumbre.
Como tantas otras veces que el sol del mediodía caía a pique, había dejado un espejo de agua en el fondo del cántaro que llevaba sobre su cabeza, proporcionándose algún frescor. Apenas su cara y manos quedaban expuestas, pero su piel ya había cobrado la textura y coloración que la hacían inmune a cualquier daño.
Cada tanto, sacudía uno u otro pie expulsando de su sandalia alguna intrusa piedrecilla del camino.
Si aquel viaje cotidiano se iba haciendo cada vez más rutinario y tedioso, también lo eran sus meditaciones sugeridas por el paisaje de siempre. La profundidad del cielo y la altura de las blancas nubes solían inspirarle promisorias expectativas, pero no tenía como evadir el mensaje que una y otra vez parecía infundirle la visión de las imponentes moles de ambos montes. Varias veces había escuchado explicar al sacerdote de su religión, como Moisés había puesto al Gerizim como emblema de bendición, y al Ebal de la maldición. Era como si día tras día, ella caminara desde la cercanía de la maldición a la proximidad de la bendición, para desandar seguidamente el camino más cargada todavía, sin más bendición que el agua que llevaba.
Para colmo de males, para evitar problemas de vecindad, no convenía que viniera cuando temprano a la mañana lo hacían las mujeres, o al declinar el sol las doncellas de la ciudad. Sabía que su reputación no era nada buena, y las señoras de Sicar temían que ella pudiera contagiar a sus hijas ciertas veleidades. En verdad, ella no hubiera querido que su vida llegara a lo que llegó, y tarde ahora comprendía que se dejaba llevar por impulsos del momento, desoyendo consejos y satisfecha por salirse siempre con la suya. Pero ahora los años pasaban, el camino se le hacía más largo, y la carga más pesada. Y lo que es peor, el monte Ebal parecía presagiarle la inminente y quizás eterna maldición, mientras que la bendición del Gerizim parecía alejársele cada vez más. El primer monte la miraba amenazadoramente, como si fuera a escupir sus piedras sobre ella, y el segundo compasivamente, inspirándole el verdor de su follaje mecido por la brisa, una caricia de ánimo y esperanza.
-¡De seguro me ve cada vez más gastada y más cansada! –se decía.
Aunque la distancia de su casa a la fuente era menor al camino de un sábado, con todo, de ida y vuelta, casi dos kilómetros debía recorrer diariamente por aquella senda solitaria. Pero aprovechaba a airearse y librarse así de los ingratos recuerdos que le traían los muebles y trastos de su casa. Las cumbres de los montes y las nubes sobre ellos le parecía tan altas y lejanas, que al tiempo de andar es como si su corazón se alojara en aquellas alturas y lejanías.
Con el pozo de Jacob ya a la vista, y en un recodo del sendero que conduce a la cercana Siquem, más al sur, distinguió un grupo de personas que parecían dirigirse hacia allá, aunque uno de ellos se separó y echó a andar cansinamente hacia la fuente. Seguramente que llegaría antes que ella, pues se hallaba más cerca.
-Probablemente son peregrinos judíos que vienen a visitar el sepulcro de José –pensó.
Por precaución, sin embargo, aflojó el paso, haciéndose más cansada de lo que estaba, para observar mejor al forastero.
-¡Huy! – exclamó tapándose la boca con la mano libre -¡Si estará cansado que se dejó
caer sobre el brocal!
Al aproximarse, el viajero se enderezó y le pidió de beber.
-Parece amigable, –se dijo– pero ¡qué extraño! De seguro que es judío, aunque por su
acento, de Galilea. ¿Es que no se ha dado cuenta que soy samaritana?

Hermano Ricardo:
¡Que bella narración!
Me agradaría leerla toda, por tanto anoté su dirección de correo.

Paula
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

La samaritana va a buscar agua pero es otra su sed. No se imagina que el forastero, quien se ve cansado es el dador del agua viva y quien bebiere de ella no tendrá sed jamás. Jesús sabe la necesidad de la samaritana y se muestra suplicante para inspirarle confianza: "Dame de beber". Se establece el diálogo más largo que Jesús haya tenido con alguien. Se muestra comprensivo y misericordioso. Ella entonces abandona el cántaro, ha encontrado el Amor, el agua viva y se convierte en misionera.

Paula
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Mira Nube, y nota cuánta belleza y sabiduría hay en las predicciones de Dios con respecto a llamar a unirse a Jesús a todo tipo de personas, lo cual se cumplió en los samaritanos como te dije antes durante aquella misma época, otros más de muchas naciones ajenas a Israel incluso, y también hasta en algunas personas de todas las naciones de hoy día. El mismo profeta Jeremías, que vivió cuando el reino del norte aun no había sido desolado, ya sabía que en el futuro, los habitantes del país verían un alivio por parte del Mesías de Dios, tal como de igual manera sabía muy bien la samaritana:

Juan 4:25*La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo. Cuando llegue ese, él nos declarará todas las cosas abiertamente”.


Jer.31:31 “En aquel tiempo —es la expresión de Jehová— yo llegaré a ser Dios para todas las familias de Israel; y en cuanto a ellas, llegarán a ser mi pueblo.”
2*Esto es lo que ha dicho Jehová: “El pueblo compuesto de sobrevivientes de la espada halló favor en el desierto, cuando Israel andaba para conseguir su reposo”. 3*Desde lejos se me apareció Jehová mismo [y dijo]: “Y con un amor hasta tiempo indefinido te he amado. Por eso te he atraído con bondad amorosa. 4*Todavía te reedificaré y realmente serás reedificada, oh virgen de Israel. Todavía te engalanarás con tus panderetas y realmente saldrás en la danza de los que están riéndose. 5*Todavía plantarás viñas en las montañas de Samaria. Ciertamente plantarán los plantadores y comenzarán a usar[las]. 6*Pues existe un día en que los vigías de la región montañosa de Efraín realmente clamarán: ‘Levántense, y subamos a Sión, a Jehová nuestro Dios’”.
7*Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Griten fuertemente a Jacob con regocijo, y griten agudamente a la cabeza de naciones. Publíquen[lo]. Den alabanza y digan: ‘Salva, oh Jehová, a tu pueblo, al resto de Israel’. 8*Aquí voy a traerlos de la tierra del norte, y ciertamente los juntaré de las partes más remotas de la tierra. Entre ellos estarán el ciego y el cojo, la mujer que está encinta y la que da a luz, todos juntos. Como gran congregación volverán acá. 9*Con llanto vendrán, y con [sus] súplicas de favor los traeré. Los haré andar a valles torrenciales de agua, por un camino recto en el cual no se les hará tropezar. Porque he llegado a ser para Israel un Padre; y en cuanto a Efraín, él es mi primogénito”.
10*Oigan la palabra de Jehová, oh naciones, y anúncien[la] entre las islas lejanas, y digan: “Aquel que esparció a Israel lo juntará él mismo, y ciertamente lo guardará como un pastor a su hato. 11*Porque Jehová realmente redimirá a Jacob y lo reclamará de la mano de aquel más fuerte que él. 12*Y ciertamente vendrán y clamarán gozosamente en la altura de Sión y se pondrán radiantes por la bondad de Jehová, por el grano y por el vino nuevo y por el aceite y por las crías del rebaño y la vacada. Y su alma simplemente llegará a ser como un jardín bien regado, y ya no volverán a languidecer”.
13*“En aquel tiempo se regocijará la virgen en la danza, también los jóvenes y los viejos, todos juntos. Y ciertamente cambiaré su duelo en alborozo, y de veras los consolaré y los regocijaré, librados de su desconsuelo. 14*Y ciertamente saturaré de grosura el alma de los sacerdotes, y mi propio pueblo quedará satisfecho con mi bondad”, es la expresión de Jehová.
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Está claro que el evangelio de Juan es especial, contiene pasajes unicos como este de la samaritana, el de la adultera, la visita nocturna de Nicodemo etc etc, pero es curioso que el llamado "secreto mesianico" no se mantiene en este pasaje pues a esa mujer que "además es samaritana" le dice Jesús abiertamente que Él es el Mesías (ser mujer ya estaba mal considerado en la epoca y si encima eras samaritana peor aún) aunque sus discípulos "se sorprendieron" de que hablara con ella sin prejuicios ni po ser mujer ni por ser samaritana
 
Escenas segunda, tercera y cuarta

Escenas segunda, tercera y cuarta

Escena segunda
La mujer, Jesús y el agua

Acostumbrada a sufrir menosprecios de su propia gente, y conociendo que los judíos trataban a los samaritanos como a paganos –aunque a ellos mismos tampoco aquellos les simpatizaban-, sorprendida, pero desconfiando todavía, se sentó a su lado sobre el brocal, pero poniendo su cántaro entremedio.
Ella sabía como envolver a un hombre con su charla, y hasta decía que no había uno que la pudiera atrapar con sus palabras. Intentaría hacerlo entrar en conversación. Se olvidó ella de su pedido, y Él de su sed.
El viajero no se dio por aludido ante la insinuada arrogancia de sus paisanos, antes bien le habló del don de Dios, del agua viva y de su voluntad de dársela.
-Pero ¿y éste? –pensó ella-, ¿quién se cree que es? No puede bajar al pozo, ni tiene cuerda y vasija con que sacar el agua. ¡Y todavía tiene el tupé de convidarme! ¿Y por qué mete a Dios en nuestro asunto? ¿Será rabino? Por las dudas, tendré cuidado y le trataré con respeto. ¡Allá él si se siente feliz por ser hijo de Abraham! Yo, además, soy hija de Jacob, y este pozo me pertenece por herencia y vecindad. ¡Él no es quién para
ofrecerme de lo mío!
Pero la respuesta del judío no se hizo esperar, y tras aquellas palabras la mujer llevó su
mano al pecho, sintiendo un pálpito en su corazón. Torció su mirada hacia la derecha, y le pareció como que el monte Ebal se le alejaba; luego a la izquierda, y creyó que el Gerizim se le había acercado. Lo que tantas veces sentía en sus diarias caminatas sin poder definirlo, ni siquiera describirlo, aquel hombre acababa de expresarlo con las palabras de su boca.
-Quien puede hablar así –pensó–, también puede dar lo que promete. ¿Cómo rehusar?
¡Nadie jamás me hizo tamaña oferta! He sido insaciable; pero nada me satisface. Lo
que me ofrece es mucho más que si bajara a beberme toda el agua del pozo hasta
agotarla. Ser yo misma una fuente ¿será posible? Entonces, sería como una de aquellas
nubes con las que sueño y que luego veo derramarse en lluvia sobre la tierra sedienta. O
al revés, saltando de mi interior y prodigándose sobre los demás. Aunque no puedo
imaginarme como él lo hará, ¡le diré que acepto!


Escena tercera
Jesús, la mujer y sus maridos.

-¡Se equivocó! –me dice el lector– Yo sigo viendo dos personas en escena. ¿Por qué
introduce a los maridos si ellos están ausentes?
-Bueno –replico-, no me negará que Jesús la invita a que traiga a su marido.
-Cierto, para provocar su confesión. Pero no lo va a buscar pues dice no tenerlo.
-Acá a nosotros se nos hubiera terminado el rollo. Nuestro bendito Señor podría haber
desmentido a la mujer –como hubiéramos hecho nosotros de conocer la verdad-, pero
Él se apropia de su confesión dándola por veraz, pero haciéndola extensiva a otros
cinco también tenidos por maridos.
-Bueno, ella pudo haberse casado y enviudado cinco veces, y únicamente este último
sería su concubino, compañero o pareja como ahora se dice.
-No es coherente la idea. A más de la dificultad de tantas bodas y lutos, recuerde que
este es un episodio real en el ministerio de nuestro Señor, y no un hipotético caso
como el que le propusieron los saduceos, sobre los siete hermanos que se van casando
con la misma mujer cada vez que enviuda.
-No lo entiendo así –insiste el lector–, Jesús reconoce “cinco maridos” y únicamente
no reconoce al último, al presente. Por ello entiendo que aquellos cinco fueron
esposos legítimos, y que no lo es el actual.
-Si fuera así, la misma mujer se hubiera expresado de otra manera. Por ejemplo, ella
dice a los hombres de la ciudad: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo
cuanto he hecho” (v. 29). Si realmente ella se hubiera casado y enviudado cinco veces,
no hubiera confesado “todo cuanto he hecho” sino “todo lo que me ha pasado”, o sea,
la reiterada desgracia de haber perdido sus cinco maridos.
-¿Y si ese “todo cuanto he hecho” significara que fue matando por turno a cada esposo
para poderse volver a casar? –porfía el lector por no dar su brazo a torcer.
-¿De veras que quiere ver en ella a una Barba Azul femenina o matriarca de Enrique
VIII? De haber sido una asesina serial, no parece haberse beneficiado de las fortunas
de sus eventuales víctimas; no tiene una sierva a quien enviar por agua a la fuente, o
pagar a un aguatero para que la traiga a su casa.
¡A tanto puede llegar hoy día la imaginación de nuestros ilustrados lectores!

Escena cuarta
La religión y la adoración a Dios Padre

No es Jesús sino la mujer que introduce el tema religioso. No solamente sorpresa, sino algún fastidio debe haberle provocado a ella verse en tan incómoda situación. ¿Cómo un judío extraño podía llevar la cuenta de sus intimidades? Lo que a nosotros nos parece tan propio y natural en Jesús, ciertamente no lo era para ella. Así que rápidamente se evade de su pasado y presente, y salta a otro asunto tan distinto como el religioso.
Nosotros también a veces reaccionamos como aquella mujer. Cuando el Señor nos pone el dedo en la llaga, damos vuelta a la página y pasamos a otra cosa. Los aspectos religiosos son tantos y tan cuestionables, que siempre se prestan para una buena salida.
Pero en este caso, nuestro Señor sabía que ella había acusado el golpe.
Hábilmente, introduce dos montes como disputándose la legitimidad del lugar de adoración.
El Señor Jesús le explica que pronto no será ya el Gerizim de Samaria ni el monte Sión con el Templo en Jerusalén el lugar de adoración.
Esta no es la respuesta que ella esperaría oír de un judío. Él debería insistir con que Jerusalén era el lugar elegido por Dios para establecer allí su Nombre, como la misma Ley lo anticipaba. Entonces ella se le opondría defendiendo la razón que asistía a Jeroboam para hacer como hizo, estableciendo otros lugares de culto, lejos de Jerusalén, donde Roboam reinaba sobre todo Judá.
Nada frustra tanto al polemista religioso como que no se entre en la discrepancia que plantea, sino que se salga con algo tan insólito como pudiera ser la mera enunciación de la verdad.
Con lo conversadora que ella había sido, bastante había aprendido escuchando a tantos maridos, así como a viajeros que pasaban por su ciudad. Además del antagonismo que ella veía entre el culto ofrecido en el cercano Gerizim y más al sur en Jerusalén, conocía del fanatismo de los efesios que hacían de Diana, su imagen y templo, una de las maravillas del mundo. También sabía de los muchos templos, altares y dioses de Atenas, así como de los de Roma. Otros viajeros que venían del lejano oriente, también hablaban de ciudades con inmensos templos, enormes ídolos y muchísimos dioses. Ella creía lo que desde su niñez le había sido enseñando: que hay un único Dios creador de todas las cosas, y que siendo espíritu, intangible e invisible, no había como hacer de Él imagen alguna para ser adorada como la misma deidad. Así que esta competencia de distintas religiones, proclamando cada cual la superioridad de su dios, imagen, altar y templo, le parecía algo sumamente confuso que no podía reconciliar con su idea de un solo Dios verdadero.
Pero ahora este galileo, que no desaprovecha la ocasión para recordarle que la salvación viene de los judíos, le anuncia que pronto ni aquí ni allá será el lugar de adoración.
-¡Eso tiene sentido! –pensó– Pero no sé por qué con tanta familiaridad trata a Dios de Padre. Que nosotros adoramos lo que no sabemos…puede ser. Yo misma estoy llena de dudas. Mi pueblo apenas tiene la Ley de Moisés. Ellos tienen más libros sagrados con salmos de David, proverbios de Salomón y una cantidad de profetas. Sus fiestas parecen tener más significado que las nuestras. Este hombre me habla como si contestara a mis pensamientos. Pero no parece un rabino fanático y mucho menos un fariseo.
La mujer, como extasiada, pero muy atenta, escucha la enseñanza sobre la verdadera adoración, que repercute en su corazón como encontrando un eco:
-Sí –se dice-, Dios es Espíritu y no escultura de madera, piedra o metal. Siendo así, mi propio espíritu es el único lugar desde donde realmente se puede adorarle.
Con sus apretadas manos contra su corazón, la mujer sigue escuchando y se dice:
-Si Dios está buscando esta clase de adoradores ¡ya quisiera yo ser una de ellos! ¡Pero justo yo, estoy tan lejos! Le hablaré del Mesías, ¡a ver que me dice!
Tremendos ojos abre la mujer ante la declaración de Jesús de que Él mismo es el Mesías:
-No sé si creerle –piensa– pero me temo que peor haría en no creerle. Si con mi propia boca acabo de decirle que cuando venga el Cristo nos declarará todas las cosas, ¿qué es lo que Él ha estado haciendo conmigo todo este rato?
(concluye en próxima entrega)
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Me dijo todas las cosas que hice”. 40*Por eso, cuando los samaritanos vinieron a él, se pusieron a pedirle que se quedara con ellos; y él se quedó allí dos días. 41*Por consiguiente, muchos más creyeron a causa de lo que él dijo, 42*y empezaron a decir a la mujer: “Ya no creemos a causa de tu habla; porque hemos oído por nosotros mismos y sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo”.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

Yo resaltaría este pasaje. Como la mujer y muchos otros samaritanos sólo por escuchar a Jesús pudieron aceptarle como Mesías, como salvador del mundo. ¿Cuántos judíos conocedores de la ley y el Torá no habían escuchado a Jesús y se habían escandalizados de lo que ellos juzgaban herejías, señalando a Jesús como impostor o falso Mesías? <o:p></o:p>

Y por parte de Jesús, el demuestra que es el salvador del mundo que no discrimina entre mujeres, judíos o samaritanos. El viene a salvar a la humanidad, a pecadores y no a justos, no a buscar un grupo predilecto a ser salvados y otros a ser condenados. Ni en su primer venida ni en su segunda venida….su meta siempre es la salivación de TODA la humanidad…..<o:p></o:p>

Que Dios lo bendiga <o:p></o:p>
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Mira Nube, y nota cuánta belleza y sabiduría hay en las predicciones de Dios con respecto a llamar a unirse a Jesús a todo tipo de personas, lo cual se cumplió en los samaritanos como te dije antes durante aquella misma época, otros más de muchas naciones ajenas a Israel incluso, y también hasta en algunas personas de todas las naciones de hoy día. El mismo profeta Jeremías, que vivió cuando el reino del norte aun no había sido desolado, ya sabía que en el futuro, los habitantes del país verían un alivio por parte del Mesías de Dios, tal como de igual manera sabía muy bien la samaritana:

Juan 4:25*La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo. Cuando llegue ese, él nos declarará todas las cosas abiertamente”.


Jer.31:31 “En aquel tiempo —es la expresión de Jehová— yo llegaré a ser Dios para todas las familias de Israel; y en cuanto a ellas, llegarán a ser mi pueblo.”
2*Esto es lo que ha dicho Jehová: “El pueblo compuesto de sobrevivientes de la espada halló favor en el desierto, cuando Israel andaba para conseguir su reposo”. 3*Desde lejos se me apareció Jehová mismo [y dijo]: “Y con un amor hasta tiempo indefinido te he amado. Por eso te he atraído con bondad amorosa. 4*Todavía te reedificaré y realmente serás reedificada, oh virgen de Israel. Todavía te engalanarás con tus panderetas y realmente saldrás en la danza de los que están riéndose. 5*Todavía plantarás viñas en las montañas de Samaria. Ciertamente plantarán los plantadores y comenzarán a usar[las]. 6*Pues existe un día en que los vigías de la región montañosa de Efraín realmente clamarán: ‘Levántense, y subamos a Sión, a Jehová nuestro Dios’”.
7*Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Griten fuertemente a Jacob con regocijo, y griten agudamente a la cabeza de naciones. Publíquen[lo]. Den alabanza y digan: ‘Salva, oh Jehová, a tu pueblo, al resto de Israel’. 8*Aquí voy a traerlos de la tierra del norte, y ciertamente los juntaré de las partes más remotas de la tierra. Entre ellos estarán el ciego y el cojo, la mujer que está encinta y la que da a luz, todos juntos. Como gran congregación volverán acá. 9*Con llanto vendrán, y con [sus] súplicas de favor los traeré. Los haré andar a valles torrenciales de agua, por un camino recto en el cual no se les hará tropezar. Porque he llegado a ser para Israel un Padre; y en cuanto a Efraín, él es mi primogénito”.
10*Oigan la palabra de Jehová, oh naciones, y anúncien[la] entre las islas lejanas, y digan: “Aquel que esparció a Israel lo juntará él mismo, y ciertamente lo guardará como un pastor a su hato. 11*Porque Jehová realmente redimirá a Jacob y lo reclamará de la mano de aquel más fuerte que él. 12*Y ciertamente vendrán y clamarán gozosamente en la altura de Sión y se pondrán radiantes por la bondad de Jehová, por el grano y por el vino nuevo y por el aceite y por las crías del rebaño y la vacada. Y su alma simplemente llegará a ser como un jardín bien regado, y ya no volverán a languidecer”.
13*“En aquel tiempo se regocijará la virgen en la danza, también los jóvenes y los viejos, todos juntos. Y ciertamente cambiaré su duelo en alborozo, y de veras los consolaré y los regocijaré, librados de su desconsuelo. 14*Y ciertamente saturaré de grosura el alma de los sacerdotes, y mi propio pueblo quedará satisfecho con mi bondad”, es la expresión de Jehová.

gracias ke lindo pasaje , muchas gracias DIOS TE BENDIGA hermano...
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Está claro que el evangelio de Juan es especial, contiene pasajes unicos como este de la samaritana, el de la adultera, la visita nocturna de Nicodemo etc etc, pero es curioso que el llamado "secreto mesianico" no se mantiene en este pasaje pues a esa mujer que "además es samaritana" le dice Jesús abiertamente que Él es el Mesías (ser mujer ya estaba mal considerado en la epoca y si encima eras samaritana peor aún) aunque sus discípulos "se sorprendieron" de que hablara con ella sin prejuicios ni po ser mujer ni por ser samaritana

asin es , esta es la diferencia de como JESUS nos acepta tal y como somos .......DIOS TE BENDIGA amiga
 
Re: Escenas segunda, tercera y cuarta

Re: Escenas segunda, tercera y cuarta

Escena segunda
La mujer, Jesús y el agua

Acostumbrada a sufrir menosprecios de su propia gente, y conociendo que los judíos trataban a los samaritanos como a paganos –aunque a ellos mismos tampoco aquellos les simpatizaban-, sorprendida, pero desconfiando todavía, se sentó a su lado sobre el brocal, pero poniendo su cántaro entremedio.
Ella sabía como envolver a un hombre con su charla, y hasta decía que no había uno que la pudiera atrapar con sus palabras. Intentaría hacerlo entrar en conversación. Se olvidó ella de su pedido, y Él de su sed.
El viajero no se dio por aludido ante la insinuada arrogancia de sus paisanos, antes bien le habló del don de Dios, del agua viva y de su voluntad de dársela.
-Pero ¿y éste? –pensó ella-, ¿quién se cree que es? No puede bajar al pozo, ni tiene cuerda y vasija con que sacar el agua. ¡Y todavía tiene el tupé de convidarme! ¿Y por qué mete a Dios en nuestro asunto? ¿Será rabino? Por las dudas, tendré cuidado y le trataré con respeto. ¡Allá él si se siente feliz por ser hijo de Abraham! Yo, además, soy hija de Jacob, y este pozo me pertenece por herencia y vecindad. ¡Él no es quién para
ofrecerme de lo mío!
Pero la respuesta del judío no se hizo esperar, y tras aquellas palabras la mujer llevó su
mano al pecho, sintiendo un pálpito en su corazón. Torció su mirada hacia la derecha, y le pareció como que el monte Ebal se le alejaba; luego a la izquierda, y creyó que el Gerizim se le había acercado. Lo que tantas veces sentía en sus diarias caminatas sin poder definirlo, ni siquiera describirlo, aquel hombre acababa de expresarlo con las palabras de su boca.
-Quien puede hablar así –pensó–, también puede dar lo que promete. ¿Cómo rehusar?
¡Nadie jamás me hizo tamaña oferta! He sido insaciable; pero nada me satisface. Lo
que me ofrece es mucho más que si bajara a beberme toda el agua del pozo hasta
agotarla. Ser yo misma una fuente ¿será posible? Entonces, sería como una de aquellas
nubes con las que sueño y que luego veo derramarse en lluvia sobre la tierra sedienta. O
al revés, saltando de mi interior y prodigándose sobre los demás. Aunque no puedo
imaginarme como él lo hará, ¡le diré que acepto!


Escena tercera
Jesús, la mujer y sus maridos.

-¡Se equivocó! –me dice el lector– Yo sigo viendo dos personas en escena. ¿Por qué
introduce a los maridos si ellos están ausentes?
-Bueno –replico-, no me negará que Jesús la invita a que traiga a su marido.
-Cierto, para provocar su confesión. Pero no lo va a buscar pues dice no tenerlo.
-Acá a nosotros se nos hubiera terminado el rollo. Nuestro bendito Señor podría haber
desmentido a la mujer –como hubiéramos hecho nosotros de conocer la verdad-, pero
Él se apropia de su confesión dándola por veraz, pero haciéndola extensiva a otros
cinco también tenidos por maridos.
-Bueno, ella pudo haberse casado y enviudado cinco veces, y únicamente este último
sería su concubino, compañero o pareja como ahora se dice.
-No es coherente la idea. A más de la dificultad de tantas bodas y lutos, recuerde que
este es un episodio real en el ministerio de nuestro Señor, y no un hipotético caso
como el que le propusieron los saduceos, sobre los siete hermanos que se van casando
con la misma mujer cada vez que enviuda.
-No lo entiendo así –insiste el lector–, Jesús reconoce “cinco maridos” y únicamente
no reconoce al último, al presente. Por ello entiendo que aquellos cinco fueron
esposos legítimos, y que no lo es el actual.
-Si fuera así, la misma mujer se hubiera expresado de otra manera. Por ejemplo, ella
dice a los hombres de la ciudad: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo
cuanto he hecho” (v. 29). Si realmente ella se hubiera casado y enviudado cinco veces,
no hubiera confesado “todo cuanto he hecho” sino “todo lo que me ha pasado”, o sea,
la reiterada desgracia de haber perdido sus cinco maridos.
-¿Y si ese “todo cuanto he hecho” significara que fue matando por turno a cada esposo
para poderse volver a casar? –porfía el lector por no dar su brazo a torcer.
-¿De veras que quiere ver en ella a una Barba Azul femenina o matriarca de Enrique
VIII? De haber sido una asesina serial, no parece haberse beneficiado de las fortunas
de sus eventuales víctimas; no tiene una sierva a quien enviar por agua a la fuente, o
pagar a un aguatero para que la traiga a su casa.
¡A tanto puede llegar hoy día la imaginación de nuestros ilustrados lectores!

Escena cuarta
La religión y la adoración a Dios Padre

No es Jesús sino la mujer que introduce el tema religioso. No solamente sorpresa, sino algún fastidio debe haberle provocado a ella verse en tan incómoda situación. ¿Cómo un judío extraño podía llevar la cuenta de sus intimidades? Lo que a nosotros nos parece tan propio y natural en Jesús, ciertamente no lo era para ella. Así que rápidamente se evade de su pasado y presente, y salta a otro asunto tan distinto como el religioso.
Nosotros también a veces reaccionamos como aquella mujer. Cuando el Señor nos pone el dedo en la llaga, damos vuelta a la página y pasamos a otra cosa. Los aspectos religiosos son tantos y tan cuestionables, que siempre se prestan para una buena salida.
Pero en este caso, nuestro Señor sabía que ella había acusado el golpe.
Hábilmente, introduce dos montes como disputándose la legitimidad del lugar de adoración.
El Señor Jesús le explica que pronto no será ya el Gerizim de Samaria ni el monte Sión con el Templo en Jerusalén el lugar de adoración.
Esta no es la respuesta que ella esperaría oír de un judío. Él debería insistir con que Jerusalén era el lugar elegido por Dios para establecer allí su Nombre, como la misma Ley lo anticipaba. Entonces ella se le opondría defendiendo la razón que asistía a Jeroboam para hacer como hizo, estableciendo otros lugares de culto, lejos de Jerusalén, donde Roboam reinaba sobre todo Judá.
Nada frustra tanto al polemista religioso como que no se entre en la discrepancia que plantea, sino que se salga con algo tan insólito como pudiera ser la mera enunciación de la verdad.
Con lo conversadora que ella había sido, bastante había aprendido escuchando a tantos maridos, así como a viajeros que pasaban por su ciudad. Además del antagonismo que ella veía entre el culto ofrecido en el cercano Gerizim y más al sur en Jerusalén, conocía del fanatismo de los efesios que hacían de Diana, su imagen y templo, una de las maravillas del mundo. También sabía de los muchos templos, altares y dioses de Atenas, así como de los de Roma. Otros viajeros que venían del lejano oriente, también hablaban de ciudades con inmensos templos, enormes ídolos y muchísimos dioses. Ella creía lo que desde su niñez le había sido enseñando: que hay un único Dios creador de todas las cosas, y que siendo espíritu, intangible e invisible, no había como hacer de Él imagen alguna para ser adorada como la misma deidad. Así que esta competencia de distintas religiones, proclamando cada cual la superioridad de su dios, imagen, altar y templo, le parecía algo sumamente confuso que no podía reconciliar con su idea de un solo Dios verdadero.
Pero ahora este galileo, que no desaprovecha la ocasión para recordarle que la salvación viene de los judíos, le anuncia que pronto ni aquí ni allá será el lugar de adoración.
-¡Eso tiene sentido! –pensó– Pero no sé por qué con tanta familiaridad trata a Dios de Padre. Que nosotros adoramos lo que no sabemos…puede ser. Yo misma estoy llena de dudas. Mi pueblo apenas tiene la Ley de Moisés. Ellos tienen más libros sagrados con salmos de David, proverbios de Salomón y una cantidad de profetas. Sus fiestas parecen tener más significado que las nuestras. Este hombre me habla como si contestara a mis pensamientos. Pero no parece un rabino fanático y mucho menos un fariseo.
La mujer, como extasiada, pero muy atenta, escucha la enseñanza sobre la verdadera adoración, que repercute en su corazón como encontrando un eco:
-Sí –se dice-, Dios es Espíritu y no escultura de madera, piedra o metal. Siendo así, mi propio espíritu es el único lugar desde donde realmente se puede adorarle.
Con sus apretadas manos contra su corazón, la mujer sigue escuchando y se dice:
-Si Dios está buscando esta clase de adoradores ¡ya quisiera yo ser una de ellos! ¡Pero justo yo, estoy tan lejos! Le hablaré del Mesías, ¡a ver que me dice!
Tremendos ojos abre la mujer ante la declaración de Jesús de que Él mismo es el Mesías:
-No sé si creerle –piensa– pero me temo que peor haría en no creerle. Si con mi propia boca acabo de decirle que cuando venga el Cristo nos declarará todas las cosas, ¿qué es lo que Él ha estado haciendo conmigo todo este rato?
(concluye en próxima entrega)

DIOS te BENDIGA MUCHISIMOOOOOOO , pues te agradecere por siempre lo que expones , me encanta..............
 
Re: LA MUJER SAMARITANA ................

Me dijo todas las cosas que hice”. 40*Por eso, cuando los samaritanos vinieron a él, se pusieron a pedirle que se quedara con ellos; y él se quedó allí dos días. 41*Por consiguiente, muchos más creyeron a causa de lo que él dijo, 42*y empezaron a decir a la mujer: “Ya no creemos a causa de tu habla; porque hemos oído por nosotros mismos y sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo”.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

Yo resaltaría este pasaje. Como la mujer y muchos otros samaritanos sólo por escuchar a Jesús pudieron aceptarle como Mesías, como salvador del mundo. ¿Cuántos judíos conocedores de la ley y el Torá no habían escuchado a Jesús y se habían escandalizados de lo que ellos juzgaban herejías, señalando a Jesús como impostor o falso Mesías? <o:p></o:p>

Y por parte de Jesús, el demuestra que es el salvador del mundo que no discrimina entre mujeres, judíos o samaritanos. El viene a salvar a la humanidad, a pecadores y no a justos, no a buscar un grupo predilecto a ser salvados y otros a ser condenados. Ni en su primer venida ni en su segunda venida….su meta siempre es la salivación de TODA la humanidad…..<o:p></o:p>

Que Dios lo bendiga <o:p></o:p>

AMEN ,amigo , DIOS TE BENDIGA