A continuación expondré algunas ideas de lo que a mi juicio son los primeros dias de la creación, ya que este es un tema largo.
Por cuestiones de trabajo no me encontraré en disposición de tener acceso a internet. Hasta después de las fiestas navideñas y de fin de año y de milenio. Por ello pido que los mensajes me sean mandados a mi dirección electrónica [email protected]
Para un manejo apropiado del tema precisaré algunas de las acepciones de las palabras que utilizaré. Este marco de referencia inicial es para comparar el enfoque científico experimental con la fe.
Hay que tener claro que la ciencia también es una busqueda de la verdad. Esta busqueda nace de la observación, que es el primer paso. Después vienen los cuestionamientos y una explicación anticipada de lo que está ocurriendo, a lo cual se le llama hipótesis de trabajo.
Esta hipótesis de trabajo tiene que ser confrontado con la observación reiterada (evento) de lo que provocó el cuestionamiento (fenómeno).
Antes de seguir adelante hay que puntualizar:
1 . Sin observación no se puede iniciar un enfoque científico. (¿Quien ha visto a Dios, cual es el principio de la fe, lo que se ve o lo que no se ve?). Por eso el sr. Co no puede aceptar los planteamientos de la fe, porque es científico y necesita la observación, y lo que vé son numerosas versiónes antigüas a las que llama “mitos”, no en el sentido coloquial, donde significa mentira, sino en el ámbito científico, donde se denomina así a lo que no se puede demostrar. Estos mitos, que además difieren entre sí en mayor o menor grado aunque ninguno es original en el sentido estricto de la palabra (que sea inédito para el tiempo específico de estudio)
2 . Esta observación debe ser reiterada.
En la ciencia es de esperar que estímulos semejantes provoquen respuestas semejantes, medibles o al menos palpables, libre de subjetivismos en la medida posible.
La fé no funciona así, el equivalente a la observación son manifestaciones de júbilo y de paz que no encuentran siquiera palabras para ser expresadas y el vehículo es siempre la oración hecha con fé, aunque esta oración, hecha por la misma persona provoca respuestas muy diferentes en función de las necesidades que Dios percibe en quien se le adhiere con su oración. Una dificultad adicional es que la fé tampoco es medible. Esto hace que no se pueda aplicar el método científico. Solo si fuera posible medir la fé de alguna manera y las respuestas también, sería mas facil llegar a una conclusión científicamente válida.
Ahora vamos a la interpretación Católica de las escrituras, para ello citaré documentos del Concilio Vaticano II.
Dios invisible (cf. Col., 1, 15; 1 Tim., 1, 17), movido por su gran amor, habla a los hombres como amigos (cf. Ex., 33, 11; Jn., 15, 14-15) y trata con ellos (cf. Bar., 3, 38), para invitarlos y recibirlos a la comunión con El. Este plan de la revelación se realiza con palabras y hechos intrínsecamente conexos entre sí, de modo que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas. (DV 2).
Es por esta razón por la que aseguramos que no se puede tomar una sola fracción de la escritura para entender el sentido del mensaje divino. La interpretación fraccionada de la revelación potencialmente puede generar tantas ramas como versículos tiene, en mi opinión personal, todas las religiones tienen un porcentaje de verdad, y esta es proporcional al ajuste que tienen en una interpretación global. La Iglesia Católica, en mi particular opinión, es la que mas se ajusta a la escritura, y será evidente esta conclusión personal en la totalidad de los mensajes compartidos con ustedes.
La santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y del Nuevo Testamento con todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo (cf. Jn., 20, 31; 2 Tim., 3, 16; 2 Pe., 1, 19-20; 3, 15-16), tienen a Dios como autor, y como tales se le han confiado a la misma Iglesia. Pero en la redacción de los libros sagrados Dios eligió a hombres, y se valió de ellos que usaban sus propias facultades y fuerzas, de forma que, obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que El quería. (DV 11)........ Habiendo, pues, hablado Dios en la Sagrada Escritura por medio de hombres y a la manera humana, el intérprete de la Sagrada Escritura debe investigar con atención qué pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y plugo a Dios manifestar por sus palabras, para comprender lo que El quiso comunicarnos.
Para descubrir la intención de los hagiógrafos, entre otras cosas hay que atender a "los géneros literarios", porque la verdad se propone y se expresa de una manera o de otra en los textos de diverso modo históricos, proféticos, poéticos o en otras formas de hablar. Conviene, además, que el intérprete investigue el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo en cada circunstancia, según la condición de su tiempo y de su cultura, por medio de los géneros literarios usados en su época. Pues para entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en sus escritos, hay que atender cuidadosamente tanto a las acostumbradas formas nativas de pensar, de hablar o de narrar vigentes en los tiempos del hagiógrafo, como a las que en aquella época solían usarse en el trato mutuo de los hombres. Además se debe leer e interpretar la Sagrada Escritura con el mismo Espíritu (Santo) con que se escribió. (Dei Verbum 12)
¿Cómo podemos interpretar esto?. Asi como nosotros, padres terrenos les explicamos a nuestros hijos pequeños las cosas de manera sencilla y que la entiendan, asi nuestro Padre les ha explicado al pueblo de la antigüa alianza sus intervenciones con palabras que los antígüos pudieran entender. ¿Cómo le explicarías tu a tu hijo de dos años la manera en que fue concebido?
1- Mira hijo, tu eres el fruto del amor que tu mamá y yo nos tenemos, yo puse la mitad de una semilla en el vientre de tu mamá, tu mamá tenia la otra mitad, y Dios quiso que del fruto de ese amor nacieras tu. Por eso es que tienes los ojos de tu mama y los labios mios........
2- Mira hijo, Yo soy hombre, tengo gónadas del sexo masculino y en ella se producen los esperamatozoides que se originan a partir de células gametogénicas germinales........... Tu mamá es de sexo femenino, sus gónadas... Te pareces un poco a ambos y a familiares por cuestiones genéticas ya que según la ley de Mendel de la herencia, .....
Evidentemente las dos explicaciones son ciertas, solo que hay en ellas una diferencia abismal en cuanto a la persona que los puede comprender. Dios nos habla para que le entendamos, a nuestros antepasados les habló en su propio lengüaje y de acuerdo a la situación en que estaban viviendo y con cosas que conocían y entendían. ¿Cómo podía hablarles de un Big-bang si aquello estaba tan lejos de la comprensión que tenían? ¿Cómo podía haberles hablado de la expansión del universo, que es una prueba, aunque indirecta, confiable, de que esto ocurrió hace mas de 15 mil millones de años? No hay que despreciar los conocimientos de la ciencia, sino interpretarlos a la luz de la fe. La iglesia católica actualmente no aprueba ni reprueba la hipótesis del origen de las especies, ni la teoría evolutiva porque estos son conocimientos científicos. Una de las maneras de interpretación mas clara del evento de la creación tomando la evidencia científica se halla al inicio de la Biblia Latinoaericana de letra grande. Te recomiendo esta lectura. La principal consecuencia de un estudio profundo de las Sagradas escrituras hechas por un hombre de fe es que las leyes de la naturaleza también estan dictadas por ese Dios amoroso y todopoderoso en que creemos. En consecuencia Dios sigue actuando en nuestros dias, no es cosa del pasado.
Compara la cronología de la creación con los eventos cosmogónicos y la evidencia geológica y estratigrafica y mira con beneplácito como en lo mas íntimo coinciden. El big-bang (o gran PUMM) como dicen en broma los científicos, la formación de estrellas y planetas, la aparición de mares y continentes, la cronología de la aparición de las especies, todo coincide. Dios tomó de los mitos (en sentido científico) de aquellos tiempos, las explicaciones, demasiado sencillas para nuestra época, pero apropiadas a su pueblo hace más de 3,000 años, de lo que realizó por amor y a favor nuestro.
Jesús, El Señor, ESTA VIVO. El es dueño y Señor de todas las cosas, incluyendo las leyes naturales. De todas sus leyes, El es el más respetuoso. Por ello es que hizo bautizarse aunque estaba libre de pecado. Nos enseñó también hasta donde debe llegar el amor, y por eso murió en la cruz. Con el ejemplo predica y con su Espíritu, el mismo Espíritu que en un principio se movía sobre las aguas, EL TODO LO PUEDE. Sana almas, cuerpos y corazones el dia de hoy. Este tipo de manifestaciones que son calificadas de milagrosas las hace cuando los hijos del Padre Celestial se unen en el amor y la oración guiada por su Espíritu para rescatar a aquel que clama a su Santo Nombre con fe.
¿Qué es lo que enseña la Iglesia Católica de otras religiones? A continuación transcribo de manera prácticamente integral 2 puntos de la declaración Nostra Aetate, contenida en el libro Concilio Vaticano II.
La Iglesia católica reconoce desde la antigüedad y hasta nuestros días, que en todos los diversos pueblos hay una cierta percepción de aquella fuerza misteriosa que se halla presente en la marcha de las cosas y en los acontecimientos de la vida humana, y a veces también el reconocimiento de la Suprema Divinidad e incluso del Padre. Esta percepción y reconocimiento penetra toda la vida de un íntimo sentido religioso. Las religiones, en contacto con el progreso de la cultura, se esfuerzan por responder a dichos problemas con nociones más precisas y con un lenguaje más elaborado. Así, en el Hinduismo los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición ya sea mediante las modalidades de la vida ascética, ya sea a través de profunda meditación, ya sea buscando refugio en Dios con amor y confianza. En el Budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres, con un espíritu devoto y confiado, pueden adquirir, el estado de perfecta liberación, o llegar a la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos o apoyados en un auxilio superior. Así también las demás religiones que se encuentran en todo el mundo, se esfuerzan por responder de varias maneras a la inquietud del corazón humano, proponiendo caminos, es decir, doctrinas, normas de vida y ritos sagrados.
La Iglesia Católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas, que, por más que discrepen en muchas cosas de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. Anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es "el camino, la verdad y la vida" (Jn., 14, 7), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas.
Por consiguiente, exhorta a sus hijos a que, con prudencia y caridad, mediante el diálogo y a colaboración con los adeptos de otras religiones, dando testimonio de la fe y la vida cristiana, reconozcan, guarden y promuevan aquellos bienes espirituales y morales, así como los valores socio-culturales que en ellos existen.
(N. A. 2).
No podemos invocar a Dios Padre de todos, si nos negamos a conducirnos fraternalmente con algunos hombres, creados a imagen de Dios. La relación del hombre para con Dios Padre y con los demás hombres sus hermanos están de tal forma unidas, que dice la Escritura: "el que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor" (I Jn., 4, 8).
Así se elimina el fundamento de toda teoría o práctica que introduce discriminación entre los hombres y entre los pueblos, en lo que toca a la dignidad humana y a los derechos que de ella dimanan.
La Iglesia, por consiguiente, reprueba, como ajena al espíritu de Cristo cualquier discriminación o vejación realizada por motivos de raza o color, de condición o religión. Por esto, el Sagrado Concilio, siguiendo las huellas de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, ruega ardientemente a los fieles que, "observando en medio de las naciones una conducta ejemplar" (I Ped., 2, 12), si es posible, en cuanto de ellos depende, tengan paz con todos los hombres, para que sean verdaderamente hijos del Padre que está en los cielos.
Por último he de declarar que soy biólogo y que mi conversión vino después de mi formación profesional. Seguramente esto ha influido en mis criterios y pido que lo ponderen al formar un criterio.
El tema es demasiado largo y solo he hablado de los primeros dias de la creación, que según mi interpretación muy personal, no ha terminado todavía.
Aprovecho para desearles a todos ustedes, que esta navidad reciban a Jesús renovado en el pesebre de sus corazones.
QDLB+
Por cuestiones de trabajo no me encontraré en disposición de tener acceso a internet. Hasta después de las fiestas navideñas y de fin de año y de milenio. Por ello pido que los mensajes me sean mandados a mi dirección electrónica [email protected]
Para un manejo apropiado del tema precisaré algunas de las acepciones de las palabras que utilizaré. Este marco de referencia inicial es para comparar el enfoque científico experimental con la fe.
Hay que tener claro que la ciencia también es una busqueda de la verdad. Esta busqueda nace de la observación, que es el primer paso. Después vienen los cuestionamientos y una explicación anticipada de lo que está ocurriendo, a lo cual se le llama hipótesis de trabajo.
Esta hipótesis de trabajo tiene que ser confrontado con la observación reiterada (evento) de lo que provocó el cuestionamiento (fenómeno).
Antes de seguir adelante hay que puntualizar:
1 . Sin observación no se puede iniciar un enfoque científico. (¿Quien ha visto a Dios, cual es el principio de la fe, lo que se ve o lo que no se ve?). Por eso el sr. Co no puede aceptar los planteamientos de la fe, porque es científico y necesita la observación, y lo que vé son numerosas versiónes antigüas a las que llama “mitos”, no en el sentido coloquial, donde significa mentira, sino en el ámbito científico, donde se denomina así a lo que no se puede demostrar. Estos mitos, que además difieren entre sí en mayor o menor grado aunque ninguno es original en el sentido estricto de la palabra (que sea inédito para el tiempo específico de estudio)
2 . Esta observación debe ser reiterada.
En la ciencia es de esperar que estímulos semejantes provoquen respuestas semejantes, medibles o al menos palpables, libre de subjetivismos en la medida posible.
La fé no funciona así, el equivalente a la observación son manifestaciones de júbilo y de paz que no encuentran siquiera palabras para ser expresadas y el vehículo es siempre la oración hecha con fé, aunque esta oración, hecha por la misma persona provoca respuestas muy diferentes en función de las necesidades que Dios percibe en quien se le adhiere con su oración. Una dificultad adicional es que la fé tampoco es medible. Esto hace que no se pueda aplicar el método científico. Solo si fuera posible medir la fé de alguna manera y las respuestas también, sería mas facil llegar a una conclusión científicamente válida.
Ahora vamos a la interpretación Católica de las escrituras, para ello citaré documentos del Concilio Vaticano II.
Dios invisible (cf. Col., 1, 15; 1 Tim., 1, 17), movido por su gran amor, habla a los hombres como amigos (cf. Ex., 33, 11; Jn., 15, 14-15) y trata con ellos (cf. Bar., 3, 38), para invitarlos y recibirlos a la comunión con El. Este plan de la revelación se realiza con palabras y hechos intrínsecamente conexos entre sí, de modo que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas. (DV 2).
Es por esta razón por la que aseguramos que no se puede tomar una sola fracción de la escritura para entender el sentido del mensaje divino. La interpretación fraccionada de la revelación potencialmente puede generar tantas ramas como versículos tiene, en mi opinión personal, todas las religiones tienen un porcentaje de verdad, y esta es proporcional al ajuste que tienen en una interpretación global. La Iglesia Católica, en mi particular opinión, es la que mas se ajusta a la escritura, y será evidente esta conclusión personal en la totalidad de los mensajes compartidos con ustedes.
La santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y del Nuevo Testamento con todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo (cf. Jn., 20, 31; 2 Tim., 3, 16; 2 Pe., 1, 19-20; 3, 15-16), tienen a Dios como autor, y como tales se le han confiado a la misma Iglesia. Pero en la redacción de los libros sagrados Dios eligió a hombres, y se valió de ellos que usaban sus propias facultades y fuerzas, de forma que, obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que El quería. (DV 11)........ Habiendo, pues, hablado Dios en la Sagrada Escritura por medio de hombres y a la manera humana, el intérprete de la Sagrada Escritura debe investigar con atención qué pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y plugo a Dios manifestar por sus palabras, para comprender lo que El quiso comunicarnos.
Para descubrir la intención de los hagiógrafos, entre otras cosas hay que atender a "los géneros literarios", porque la verdad se propone y se expresa de una manera o de otra en los textos de diverso modo históricos, proféticos, poéticos o en otras formas de hablar. Conviene, además, que el intérprete investigue el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo en cada circunstancia, según la condición de su tiempo y de su cultura, por medio de los géneros literarios usados en su época. Pues para entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en sus escritos, hay que atender cuidadosamente tanto a las acostumbradas formas nativas de pensar, de hablar o de narrar vigentes en los tiempos del hagiógrafo, como a las que en aquella época solían usarse en el trato mutuo de los hombres. Además se debe leer e interpretar la Sagrada Escritura con el mismo Espíritu (Santo) con que se escribió. (Dei Verbum 12)
¿Cómo podemos interpretar esto?. Asi como nosotros, padres terrenos les explicamos a nuestros hijos pequeños las cosas de manera sencilla y que la entiendan, asi nuestro Padre les ha explicado al pueblo de la antigüa alianza sus intervenciones con palabras que los antígüos pudieran entender. ¿Cómo le explicarías tu a tu hijo de dos años la manera en que fue concebido?
1- Mira hijo, tu eres el fruto del amor que tu mamá y yo nos tenemos, yo puse la mitad de una semilla en el vientre de tu mamá, tu mamá tenia la otra mitad, y Dios quiso que del fruto de ese amor nacieras tu. Por eso es que tienes los ojos de tu mama y los labios mios........
2- Mira hijo, Yo soy hombre, tengo gónadas del sexo masculino y en ella se producen los esperamatozoides que se originan a partir de células gametogénicas germinales........... Tu mamá es de sexo femenino, sus gónadas... Te pareces un poco a ambos y a familiares por cuestiones genéticas ya que según la ley de Mendel de la herencia, .....
Evidentemente las dos explicaciones son ciertas, solo que hay en ellas una diferencia abismal en cuanto a la persona que los puede comprender. Dios nos habla para que le entendamos, a nuestros antepasados les habló en su propio lengüaje y de acuerdo a la situación en que estaban viviendo y con cosas que conocían y entendían. ¿Cómo podía hablarles de un Big-bang si aquello estaba tan lejos de la comprensión que tenían? ¿Cómo podía haberles hablado de la expansión del universo, que es una prueba, aunque indirecta, confiable, de que esto ocurrió hace mas de 15 mil millones de años? No hay que despreciar los conocimientos de la ciencia, sino interpretarlos a la luz de la fe. La iglesia católica actualmente no aprueba ni reprueba la hipótesis del origen de las especies, ni la teoría evolutiva porque estos son conocimientos científicos. Una de las maneras de interpretación mas clara del evento de la creación tomando la evidencia científica se halla al inicio de la Biblia Latinoaericana de letra grande. Te recomiendo esta lectura. La principal consecuencia de un estudio profundo de las Sagradas escrituras hechas por un hombre de fe es que las leyes de la naturaleza también estan dictadas por ese Dios amoroso y todopoderoso en que creemos. En consecuencia Dios sigue actuando en nuestros dias, no es cosa del pasado.
Compara la cronología de la creación con los eventos cosmogónicos y la evidencia geológica y estratigrafica y mira con beneplácito como en lo mas íntimo coinciden. El big-bang (o gran PUMM) como dicen en broma los científicos, la formación de estrellas y planetas, la aparición de mares y continentes, la cronología de la aparición de las especies, todo coincide. Dios tomó de los mitos (en sentido científico) de aquellos tiempos, las explicaciones, demasiado sencillas para nuestra época, pero apropiadas a su pueblo hace más de 3,000 años, de lo que realizó por amor y a favor nuestro.
Jesús, El Señor, ESTA VIVO. El es dueño y Señor de todas las cosas, incluyendo las leyes naturales. De todas sus leyes, El es el más respetuoso. Por ello es que hizo bautizarse aunque estaba libre de pecado. Nos enseñó también hasta donde debe llegar el amor, y por eso murió en la cruz. Con el ejemplo predica y con su Espíritu, el mismo Espíritu que en un principio se movía sobre las aguas, EL TODO LO PUEDE. Sana almas, cuerpos y corazones el dia de hoy. Este tipo de manifestaciones que son calificadas de milagrosas las hace cuando los hijos del Padre Celestial se unen en el amor y la oración guiada por su Espíritu para rescatar a aquel que clama a su Santo Nombre con fe.
¿Qué es lo que enseña la Iglesia Católica de otras religiones? A continuación transcribo de manera prácticamente integral 2 puntos de la declaración Nostra Aetate, contenida en el libro Concilio Vaticano II.
La Iglesia católica reconoce desde la antigüedad y hasta nuestros días, que en todos los diversos pueblos hay una cierta percepción de aquella fuerza misteriosa que se halla presente en la marcha de las cosas y en los acontecimientos de la vida humana, y a veces también el reconocimiento de la Suprema Divinidad e incluso del Padre. Esta percepción y reconocimiento penetra toda la vida de un íntimo sentido religioso. Las religiones, en contacto con el progreso de la cultura, se esfuerzan por responder a dichos problemas con nociones más precisas y con un lenguaje más elaborado. Así, en el Hinduismo los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición ya sea mediante las modalidades de la vida ascética, ya sea a través de profunda meditación, ya sea buscando refugio en Dios con amor y confianza. En el Budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres, con un espíritu devoto y confiado, pueden adquirir, el estado de perfecta liberación, o llegar a la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos o apoyados en un auxilio superior. Así también las demás religiones que se encuentran en todo el mundo, se esfuerzan por responder de varias maneras a la inquietud del corazón humano, proponiendo caminos, es decir, doctrinas, normas de vida y ritos sagrados.
La Iglesia Católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas, que, por más que discrepen en muchas cosas de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. Anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es "el camino, la verdad y la vida" (Jn., 14, 7), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas.
Por consiguiente, exhorta a sus hijos a que, con prudencia y caridad, mediante el diálogo y a colaboración con los adeptos de otras religiones, dando testimonio de la fe y la vida cristiana, reconozcan, guarden y promuevan aquellos bienes espirituales y morales, así como los valores socio-culturales que en ellos existen.
(N. A. 2).
No podemos invocar a Dios Padre de todos, si nos negamos a conducirnos fraternalmente con algunos hombres, creados a imagen de Dios. La relación del hombre para con Dios Padre y con los demás hombres sus hermanos están de tal forma unidas, que dice la Escritura: "el que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor" (I Jn., 4, 8).
Así se elimina el fundamento de toda teoría o práctica que introduce discriminación entre los hombres y entre los pueblos, en lo que toca a la dignidad humana y a los derechos que de ella dimanan.
La Iglesia, por consiguiente, reprueba, como ajena al espíritu de Cristo cualquier discriminación o vejación realizada por motivos de raza o color, de condición o religión. Por esto, el Sagrado Concilio, siguiendo las huellas de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, ruega ardientemente a los fieles que, "observando en medio de las naciones una conducta ejemplar" (I Ped., 2, 12), si es posible, en cuanto de ellos depende, tengan paz con todos los hombres, para que sean verdaderamente hijos del Padre que está en los cielos.
Por último he de declarar que soy biólogo y que mi conversión vino después de mi formación profesional. Seguramente esto ha influido en mis criterios y pido que lo ponderen al formar un criterio.
El tema es demasiado largo y solo he hablado de los primeros dias de la creación, que según mi interpretación muy personal, no ha terminado todavía.
Aprovecho para desearles a todos ustedes, que esta navidad reciban a Jesús renovado en el pesebre de sus corazones.
QDLB+