Comenzaré con la mía: Aunque estuve todo el tiempo en la iglesia, desde niña, no fue sino hasta los 14 años cuando realmente acepté a Cristo como Señor y Salvador de mi vida. Caso curioso, sólo cuando tuve 18 fue que comencé a cuestionar la manera de vivir que tenían los cristianos a los que conocía y las doctrinas que no tenían asidero bíblico. Se espera que si uno está en una iglesia desde niño, la salvación es algo que viene naturalmente, pero no es así. Muchas personas asisten a las iglesias y saben mucho de la Biblila, pero no son cristianos.
Dios tiene misericordia de mí, todos los días. Nunca dejaré de crecer por la gracia que él me ha dispensado.
Dios tiene misericordia de mí, todos los días. Nunca dejaré de crecer por la gracia que él me ha dispensado.