Re: ¿Cuál es la posición del cristianismo sobre la "Ley de la Atracción"?
Hola que tal, espero que estén bien y que Dios los llene de bendiciones a todos.
Tengo una duda, mientras paseaba en la tienda Sanborns en la libreria, vi muchos libros que hablaban sobre la Ley de la Atracción, que según es que todo tus deseos se te vuelven realidad o no sé como es.
Bueno mi pregunta es: ¿Cuál es la posición del cristianismo sobre esto? ¿Es algo bueno o simplemente una tactica mas de Satanas para alejarnos de Dios?
Saludos

.
Yo te aconsejaría que no leyeses libros de nueva era o teosofía a no ser que tengas una sólida formación teológica cristiana. No me refiero sólo a conocer bien la Biblia, sino conocer sistemas filosóficos aceptados por el cristianismo y que sirvan de explicación para nuestra fe.
Por ejemplo, aunque conozcas bien la Biblia si la única filosofía que conocieses fuese la Marxista pues verías que tu filosofía y tu religión son incompatibles e intentarías conciliar ambas degradándolas.
Ese es el mayor peligro que tienen las filosofías de la nueva era, del teosofismo o del esoterismo; que hay que tener una formación muy basta y muy buen ojo para poder poner cada cosa en su lugar y saber hacer una crítica positiva. Hay cosas muy buenas en estos movimientos, en general de toda la filosofía oriental, pero hay que saber ponerle los límites y matices necesarios para no desorientarse. Ya sólo entre las varias filosofías esotéricas hay confusión, por ejemplo, el hinduísmo y el budismo son contradictorios en muchos puntos... pues la New Age ha hecho una mezcla de ambos de una forma que al final acaba por degradarlos.
Vamos con tu pregunta
Hay algo de cierto en la "ley de la atracción". Sí es verdad que el pensamiento nos condiciona y nos cambia casi por completo, porque somos eso: pensamiento. Todas las cosas que ves, aunque las toques y las pruebes se transforman en tu interior en pensamientos, en sensaciones y en recuerdos; todas las cosas tienen para tí un nombre y una imagen en la mente que asocias con ese nombre, a veces podemos tener un flash como de algo que acabamos de ver... pero en pocos segundos para tu mente sólo es un nombre y una idea. El lenguaje va ordenando todos esos pensamientos y dotándolos de una estructura mental: es es en definitiva tu intelecto, la parte sustancial de tu espíritu, de tu alma, lo que te define.
Nosotros podemos ejercer cierto control sobre nuestros pensamientos, en definitiva esta es la práctica más importante y en la que más énfasis hacen las filosofías orientales, en especial el budismo. Fíjate, si te pasases días enteros pensando que el mundo es horrible, que tu vida no vale para nada, que no hay esperanza... a las pocas semanas comenzarías a deprimirte hasta tal punto que con el tiempo tu carácter y tu subconsciente acabarían por lastimarse con esa actitud. Por eso es bueno pensar positivamente y animar a los que nos rodean a que lo hagan siempre, para mejorar nuestra salud y el mundo en el que vivimos: esto es algo que tanto un cristiano como un budista aceptan de sumo grado.
Pero no podemos olvidar que hay una realidad exterior a nosotros y que aunque nosotros somos quienes la construimos dentro de nuestra cabeza, debemos en la medida de lo posible ajustarnos lo más posible a la verdad. Es la búsqueda de la verdad, de realidad, y para eso es muy importante además de impregnarnos de emociones positivas o de controlar nuestros pensamientos, es importante usar la RAZÓN y la Experiencia de un modo objetivo. Valorar la vida en sus justos términos. Sino podríamos acabar embobados dentro de un mundo maravilloso de flores y alegrías... mientras a nuestro lado se comete un genocidio o nos llegan las facturas de la luz y del agua.
Como siempre ganan las filosofías del punto medio. Las del equilibrio. Las de Aristóteles y también la de Buddha; recitando al mismo Buddha: "si tiras mucho de las redes se romperán, si las dejas flojas perderás la pesca" o como decía Aristóteles: "En el punto medio de se haya la virtud". Jesucristo dijo: "La verdad os hará libres", y en definitiva esa es nuestra meta en la vida, vivir buscando la virtud en un punto equilibrado, sin filosofías excéntricas ni caminos peligrosos o hedonistas, buscando siempre la verdad de nosotros mismos y la que está fuera.
Si piensas que por desear mucho algo, por pensar mucho en él, por intentar atraerlo a ti mismo lo vas a conseguir... puede que sí ¿Y para qué? ¿Desear tanto algo es bueno? ¿Deseándolo estoy haciéndome un bien a mi mismo o me estoy haciendo esclavo de ese algo? Hay preguntas más profundas que resolver antes de ponerse a practicar esas teorías. Por otro lado, por mucho que desee que comience a llover oro... no lo voy a conseguir nunca. Pero si deseo ser feliz y conseguir amar más a quienes me rodean... pues tal vez consiga el mejor oro del mundo: amigos. etc...
Un saludo.