El esclavo fiel, pasa la prueba.
¿Puede alguien llamarse cristiano y considerar que Jesús hablaba por distraerse?
La verdad es que no hay Palabra de Cristo que no sea de provecho para nosotros. Cuando Jesús hablaba, esperaba que la gente prestara más de la acostumbrada atención, ya que sus palabras portaban mensaje indispensable para vida eterna.
Por esto, ¿qué quiso decir Jesús en su parábola del esclavo fiel? Recordémosla.
(Mateo 24:45-51) 45 ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado? 46 ¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! 47 En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes. 48 ”Mas si alguna vez aquel esclavo malo dijera en su corazón: ‘Mi amo se tarda’, 49 y comenzara a golpear a sus coesclavos, y comiera y bebiera con los borrachos inveterados, 50 vendrá el amo de aquel esclavo en un día que no espera y a una hora que no sabe, 51 y lo castigará con la mayor severidad y le asignará su parte con los hipócritas. Allí es donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes.
Como vemos claramente, nombró a quien debía ser encargado de que ningún siervo del señor se quedara sin alimento. Pero, era a pan a lo que se refería Jesús.
Ni mucho menos, sino a que la verdad, la Palabra de Dios, fuera repartida entre sus súbditos de manera continua y eficiente.
Sin embargo, cabía la posibilidad de que ese mayordomo o esclavo fiel, al ver que tardaba mucho en venir el amo, se cansara de sus obligaciones y empezara a hacer lo que era malo.
¿Qué ocurriría pues? Ni más ni menos que el amo, no era un amo humano que podía haber muerto y no volver. No, de ninguna manera, este amo era inmortal, era Jesús nuestro Señor, que recibió inmortalidad del Dios todopoderoso Jehová, y por supuesto, volvería.
¿Ese día llegó, y que encontró?
Precisamente lo que se imaginaba.
Aquellos que desde el principio continuaron con la labor de los apóstoles, se habían cansado y se habían convertido en borrachos, asesinos, opresores, es decir en lobos vestidos de ovejas, oprimiendo al rebaño.
Pervirtieron la verdad y cuando el amo llegó, NO PASARON LA PRUEBA, fueron destituidos.
Fueron los que llevaron el nombre de Cristo durante siglos, y lo ensuciaron de sangre y corrupción, ni más ni menos que la iglesia católica y la protestante. Mezcladas en política, guerras, contiendas, asesinato, y perversión.
Estas dos grandes iglesias habían defraudado al amo.
¡Que gran error! Habían perdido la confianza del señor.
Sin embargo, no iba a quedar en nada la obra de Cristo, es decir, no murió para nada, ni tampoco habló Jehová para nada, no señor, todo tenía que cumplirse.
¿Qué exactamente?
(Isaías 55:10-11) 10 Porque tal como la lluvia fuerte desciende, y la nieve, desde los cielos, y no vuelve a ese lugar, a menos que realmente sature la tierra y la haga producir y brotar, y realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, 11 así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.
Jamás ha hablado Jehová para nada, su propósito tenía que cumplirse.
Y claro, sus profetas fieles dijeron que es lo que ocurriría justamente en el tiempo del fin, que los verdaderos cristianos saldrían a dar a conocer la Verdad y aumentar el conocimiento de Dios por toda la tierra.
(Isaías 2:1-3) . . .: 2 Y en la parte final de los días tiene que suceder [que] la montaña de la casa de Jehová llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas; y a ella tendrán que afluir todas las naciones. 3 Y muchos pueblos ciertamente irán y dirán: “Vengan, y subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas”. . .
(Daniel 12:4) 4 ”Y en cuanto a ti, oh Daniel, haz secretas las palabras y sella el libro, hasta el tiempo de[l] fin. Muchos discurrirán, y el [verdadero] conocimiento se hará abundante”. . .
Como veis, esto solo ocurriría en el tiempo del fin. Los católicos llevan muuuuushos siglos con sus doctrinas falsas, luego no puede ser que gracias a ellos aumente el conocimiento en el fin.
Ni tampoco los protestantes, que aunque dieron algunos pastos para separarse de las falsedades católicas, se quedaron en el camino, también durante muchos siglos.
¿Como se llamarían? Pues no iban a ser rayos catódicos ni protestadotes, no, sino fieles testigos suyos.
Justo, lo adivinaste, los testigos del Dios altísimo Jehová.
Cuando Jesús vino en 1.914 e inspeccionó a las iglesias solo halló a una haciendo los que es correcto, a los testigos de Jehová.
Estos estarían cumpliendo con la misión que se les encargó, PREDICAR EL REINO DE DIOS Y AYUDAR A LA GENTE A SALVARSE PARA TODA LA ETERNIDAD, no mediante obras de recogida de medicamentos, y comida enlatada, cosa que está muy bien, pero la vida que verdaderamente lo es viene de la boca de Jehová.
Y ahí, estamos, dándola a conocer.
Bendiciones.
¿Puede alguien llamarse cristiano y considerar que Jesús hablaba por distraerse?
La verdad es que no hay Palabra de Cristo que no sea de provecho para nosotros. Cuando Jesús hablaba, esperaba que la gente prestara más de la acostumbrada atención, ya que sus palabras portaban mensaje indispensable para vida eterna.
Por esto, ¿qué quiso decir Jesús en su parábola del esclavo fiel? Recordémosla.
(Mateo 24:45-51) 45 ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado? 46 ¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! 47 En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes. 48 ”Mas si alguna vez aquel esclavo malo dijera en su corazón: ‘Mi amo se tarda’, 49 y comenzara a golpear a sus coesclavos, y comiera y bebiera con los borrachos inveterados, 50 vendrá el amo de aquel esclavo en un día que no espera y a una hora que no sabe, 51 y lo castigará con la mayor severidad y le asignará su parte con los hipócritas. Allí es donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes.
Como vemos claramente, nombró a quien debía ser encargado de que ningún siervo del señor se quedara sin alimento. Pero, era a pan a lo que se refería Jesús.
Ni mucho menos, sino a que la verdad, la Palabra de Dios, fuera repartida entre sus súbditos de manera continua y eficiente.
Sin embargo, cabía la posibilidad de que ese mayordomo o esclavo fiel, al ver que tardaba mucho en venir el amo, se cansara de sus obligaciones y empezara a hacer lo que era malo.
¿Qué ocurriría pues? Ni más ni menos que el amo, no era un amo humano que podía haber muerto y no volver. No, de ninguna manera, este amo era inmortal, era Jesús nuestro Señor, que recibió inmortalidad del Dios todopoderoso Jehová, y por supuesto, volvería.
¿Ese día llegó, y que encontró?
Precisamente lo que se imaginaba.
Aquellos que desde el principio continuaron con la labor de los apóstoles, se habían cansado y se habían convertido en borrachos, asesinos, opresores, es decir en lobos vestidos de ovejas, oprimiendo al rebaño.
Pervirtieron la verdad y cuando el amo llegó, NO PASARON LA PRUEBA, fueron destituidos.
Fueron los que llevaron el nombre de Cristo durante siglos, y lo ensuciaron de sangre y corrupción, ni más ni menos que la iglesia católica y la protestante. Mezcladas en política, guerras, contiendas, asesinato, y perversión.
Estas dos grandes iglesias habían defraudado al amo.
¡Que gran error! Habían perdido la confianza del señor.
Sin embargo, no iba a quedar en nada la obra de Cristo, es decir, no murió para nada, ni tampoco habló Jehová para nada, no señor, todo tenía que cumplirse.
¿Qué exactamente?
(Isaías 55:10-11) 10 Porque tal como la lluvia fuerte desciende, y la nieve, desde los cielos, y no vuelve a ese lugar, a menos que realmente sature la tierra y la haga producir y brotar, y realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, 11 así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.
Jamás ha hablado Jehová para nada, su propósito tenía que cumplirse.
Y claro, sus profetas fieles dijeron que es lo que ocurriría justamente en el tiempo del fin, que los verdaderos cristianos saldrían a dar a conocer la Verdad y aumentar el conocimiento de Dios por toda la tierra.
(Isaías 2:1-3) . . .: 2 Y en la parte final de los días tiene que suceder [que] la montaña de la casa de Jehová llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas; y a ella tendrán que afluir todas las naciones. 3 Y muchos pueblos ciertamente irán y dirán: “Vengan, y subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas”. . .
(Daniel 12:4) 4 ”Y en cuanto a ti, oh Daniel, haz secretas las palabras y sella el libro, hasta el tiempo de[l] fin. Muchos discurrirán, y el [verdadero] conocimiento se hará abundante”. . .
Como veis, esto solo ocurriría en el tiempo del fin. Los católicos llevan muuuuushos siglos con sus doctrinas falsas, luego no puede ser que gracias a ellos aumente el conocimiento en el fin.
Ni tampoco los protestantes, que aunque dieron algunos pastos para separarse de las falsedades católicas, se quedaron en el camino, también durante muchos siglos.
¿Como se llamarían? Pues no iban a ser rayos catódicos ni protestadotes, no, sino fieles testigos suyos.
Justo, lo adivinaste, los testigos del Dios altísimo Jehová.
Cuando Jesús vino en 1.914 e inspeccionó a las iglesias solo halló a una haciendo los que es correcto, a los testigos de Jehová.
Estos estarían cumpliendo con la misión que se les encargó, PREDICAR EL REINO DE DIOS Y AYUDAR A LA GENTE A SALVARSE PARA TODA LA ETERNIDAD, no mediante obras de recogida de medicamentos, y comida enlatada, cosa que está muy bien, pero la vida que verdaderamente lo es viene de la boca de Jehová.
Y ahí, estamos, dándola a conocer.
Bendiciones.