No más revisiones bíblicas castellanas ¡por favor!

28 Febrero 1999
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El “misterio de iniquidad” que comenzara su acción en plena época apostólica (2Ts 2:7), adquiere una refinada sutileza en estos últimos tiempos, en múltiples formas que ya han sido desenmascaradas en este Foro, y otras más todavía a descubrir.
Una de las más difíciles de percibir es la manía de algunos por hacer revisiones a la Reina-Valera, que no pudiendo por el Copyright hacerlo con la 1960 o 1995, toman la revisión del 1909 (aunque ya editada en Madrid en 1890).
Algunas de estas iniciativas nos merecen confianza como la Actualizada de Editorial Mundo Hispano (Casa Bautista) y el proyecto a futuro de la Sociedad Bíblica Trinitaria.
En cambio, la Nueva Reina – Valera 2000 de la Sociedad Bíblica Emanuel (Ediciones New Life) tiene los textos retocados a plena satisfacción de los Adventistas, siendo una “Biblia” para el “uso nostro” como la de los “Testigos de Jehová”.
Conste que no cuestiono las nuevas traducciones o versiones, pues todas pueden ser útiles al estudioso que las consulte en su avidez de sacarle más jugo al texto bíblico.
Lo que advierto, es la obsesión por mejorar las Reina-Valera.
Es comprensible que algunas artistas del mundillo de la televisión recurran a cirugías estéticas, teñidos, implantes, abundante maquillaje y cosméticos de última generación, para disimular los muchos años con sus infaltables huellas.
¿Pero hay acaso necesidad de empeñarse en esta competencia de lograr una revisión que pueda coronarse finalmente como “la más fiel a los originales” en “lenguaje actual”?
Si bien es cierto que si sorprendemos a un hermano abriéndole en cualquier parte la Biblia de Casiodoro de Reina del 1569, no acertará probablemente a leer tres versículos de corrido, no bien le advirtamos de una media docena de cambios con nuestra grafía actual, ya no tendrá dificultad alguna. Los arcaísmos no son tantos ni engorrosos.
El mayor problema no se da cuando una revisión se hace para beneficio de los estudiosos, como es el caso con la Biblia Textual de la Sociedad Bíblica Iberoamericana, en un trabajo exhaustivo de reconocidos eruditos, sino cuando se pretende imponerla a las iglesias para la lectura pública en la enseñanza y predicación, y para colmo de males, cuando quien acomete tal empresa suple con su arrogancia de sabelotodo su desconocimiento o escasa solvencia de los idiomas originales.
Nos hemos enterado por la página www.literaturabautista.com “de que por lo menos tres revisiones españolas nuevas de Biblia por bautistas independientes se han introducido en los últimos años, todas ellas siendo rechazadas de modo arrollador por fundamentalistas hispanohablantes”.
El caso es que hace ya un lustro apareció la “RVG” (Reina-Valera-Gómez), revisión de Humberto Gómez Caballero de Brownsville, Texas.
Parece que este señor tiene a la King James en una consideración en nada inferior a la que la tradición católica romana siempre tuvo a la Vulgata Latina de Jerónimo. No sólo cree que aquella versión inglesa del 1611 puede corregir con toda autoridad la de Reina del 1569 (y todas sus revisiones desde 1602 en adelante), sino imponerse inclusive por sobre el texto hebreo o griego.
El problema, manía, obsesión que a algunos está tomando, es que están dejando de leer, meditar, estudiar y acatar las Sagradas Escrituras, por este afán de munirse con cuanta “nueva Biblia” aparezca. No se oye al Espíritu que la inspiró sino a sus criticones.
Puede ser toda una trampa del diablo esta ansiedad por los textos críticos de la Biblia, tanto como conseguir una que se avenga perfectamente a su lenguaje y comprensión.
Ricardo.
 
Re: No más revisiones bíblicas castellanas ¡por favor!

El “misterio de iniquidad” que comenzara su acción en plena época apostólica (2Ts 2:7), adquiere una refinada sutileza en estos últimos tiempos, en múltiples formas que ya han sido desenmascaradas en este Foro, y otras más todavía a descubrir.
Una de las más difíciles de percibir es la manía de algunos por hacer revisiones a la Reina-Valera, que no pudiendo por el Copyright hacerlo con la 1960 o 1995, toman la revisión del 1909 (aunque ya editada en Madrid en 1890).
Algunas de estas iniciativas nos merecen confianza como la Actualizada de Editorial Mundo Hispano (Casa Bautista) y el proyecto a futuro de la Sociedad Bíblica Trinitaria.
En cambio, la Nueva Reina – Valera 2000 de la Sociedad Bíblica Emanuel (Ediciones New Life) tiene los textos retocados a plena satisfacción de los Adventistas, siendo una “Biblia” para el “uso nostro” como la de los “Testigos de Jehová”.
Conste que no cuestiono las nuevas traducciones o versiones, pues todas pueden ser útiles al estudioso que las consulte en su avidez de sacarle más jugo al texto bíblico.
Lo que advierto, es la obsesión por mejorar las Reina-Valera.
Es comprensible que algunas artistas del mundillo de la televisión recurran a cirugías estéticas, teñidos, implantes, abundante maquillaje y cosméticos de última generación, para disimular los muchos años con sus infaltables huellas.
¿Pero hay acaso necesidad de empeñarse en esta competencia de lograr una revisión que pueda coronarse finalmente como “la más fiel a los originales” en “lenguaje actual”?
Si bien es cierto que si sorprendemos a un hermano abriéndole en cualquier parte la Biblia de Casiodoro de Reina del 1569, no acertará probablemente a leer tres versículos de corrido, no bien le advirtamos de una media docena de cambios con nuestra grafía actual, ya no tendrá dificultad alguna. Los arcaísmos no son tantos ni engorrosos.
El mayor problema no se da cuando una revisión se hace para beneficio de los estudiosos, como es el caso con la Biblia Textual de la Sociedad Bíblica Iberoamericana, en un trabajo exhaustivo de reconocidos eruditos, sino cuando se pretende imponerla a las iglesias para la lectura pública en la enseñanza y predicación, y para colmo de males, cuando quien acomete tal empresa suple con su arrogancia de sabelotodo su desconocimiento o escasa solvencia de los idiomas originales.
Nos hemos enterado por la página www.literaturabautista.com “de que por lo menos tres revisiones españolas nuevas de Biblia por bautistas independientes se han introducido en los últimos años, todas ellas siendo rechazadas de modo arrollador por fundamentalistas hispanohablantes”.
El caso es que hace ya un lustro apareció la “RVG” (Reina-Valera-Gómez), revisión de Humberto Gómez Caballero de Brownsville, Texas.
Parece que este señor tiene a la King James en una consideración en nada inferior a la que la tradición católica romana siempre tuvo a la Vulgata Latina de Jerónimo. No sólo cree que aquella versión inglesa del 1611 puede corregir con toda autoridad la de Reina del 1569 (y todas sus revisiones desde 1602 en adelante), sino imponerse inclusive por sobre el texto hebreo o griego.
El problema, manía, obsesión que a algunos está tomando, es que están dejando de leer, meditar, estudiar y acatar las Sagradas Escrituras, por este afán de munirse con cuanta “nueva Biblia” aparezca. No se oye al Espíritu que la inspiró sino a sus criticones.
Puede ser toda una trampa del diablo esta ansiedad por los textos críticos de la Biblia, tanto como conseguir una que se avenga perfectamente a su lenguaje y comprensión.
Ricardo.

Es lo que no me canso de decir: "Cada buey arando para su propio arriero"...

Cada que sale una "revision", una "nueva traduccion", una "mejorada traduccion", es "mas agua que le echan a La Leche"...

El Maestro dijo:

18Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
[Mt. 5]

Estos "eruditos" han ido mas alla de tildes y jotas...

Cordial saludo.
 
Re: No más revisiones bíblicas castellanas ¡por favor!

El “misterio de iniquidad” que comenzara su acción en plena época apostólica (2Ts 2:7), adquiere una refinada sutileza en estos últimos tiempos, en múltiples formas que ya han sido desenmascaradas en este Foro, y otras más todavía a descubrir.
Una de las más difíciles de percibir es la manía de algunos por hacer revisiones a la Reina-Valera, que no pudiendo por el Copyright hacerlo con la 1960 o 1995, toman la revisión del 1909 (aunque ya editada en Madrid en 1890).
Algunas de estas iniciativas nos merecen confianza como la Actualizada de Editorial Mundo Hispano (Casa Bautista) y el proyecto a futuro de la Sociedad Bíblica Trinitaria.
En cambio, la Nueva Reina – Valera 2000 de la Sociedad Bíblica Emanuel (Ediciones New Life) tiene los textos retocados a plena satisfacción de los Adventistas, siendo una “Biblia” para el “uso nostro” como la de los “Testigos de Jehová”.
Conste que no cuestiono las nuevas traducciones o versiones, pues todas pueden ser útiles al estudioso que las consulte en su avidez de sacarle más jugo al texto bíblico.
Lo que advierto, es la obsesión por mejorar las Reina-Valera.
Es comprensible que algunas artistas del mundillo de la televisión recurran a cirugías estéticas, teñidos, implantes, abundante maquillaje y cosméticos de última generación, para disimular los muchos años con sus infaltables huellas.
¿Pero hay acaso necesidad de empeñarse en esta competencia de lograr una revisión que pueda coronarse finalmente como “la más fiel a los originales” en “lenguaje actual”?
Si bien es cierto que si sorprendemos a un hermano abriéndole en cualquier parte la Biblia de Casiodoro de Reina del 1569, no acertará probablemente a leer tres versículos de corrido, no bien le advirtamos de una media docena de cambios con nuestra grafía actual, ya no tendrá dificultad alguna. Los arcaísmos no son tantos ni engorrosos.
El mayor problema no se da cuando una revisión se hace para beneficio de los estudiosos, como es el caso con la Biblia Textual de la Sociedad Bíblica Iberoamericana, en un trabajo exhaustivo de reconocidos eruditos, sino cuando se pretende imponerla a las iglesias para la lectura pública en la enseñanza y predicación, y para colmo de males, cuando quien acomete tal empresa suple con su arrogancia de sabelotodo su desconocimiento o escasa solvencia de los idiomas originales.
Nos hemos enterado por la página www.literaturabautista.com “de que por lo menos tres revisiones españolas nuevas de Biblia por bautistas independientes se han introducido en los últimos años, todas ellas siendo rechazadas de modo arrollador por fundamentalistas hispanohablantes”.
El caso es que hace ya un lustro apareció la “RVG” (Reina-Valera-Gómez), revisión de Humberto Gómez Caballero de Brownsville, Texas.
Parece que este señor tiene a la King James en una consideración en nada inferior a la que la tradición católica romana siempre tuvo a la Vulgata Latina de Jerónimo. No sólo cree que aquella versión inglesa del 1611 puede corregir con toda autoridad la de Reina del 1569 (y todas sus revisiones desde 1602 en adelante), sino imponerse inclusive por sobre el texto hebreo o griego.
El problema, manía, obsesión que a algunos está tomando, es que están dejando de leer, meditar, estudiar y acatar las Sagradas Escrituras, por este afán de munirse con cuanta “nueva Biblia” aparezca. No se oye al Espíritu que la inspiró sino a sus criticones.
Puede ser toda una trampa del diablo esta ansiedad por los textos críticos de la Biblia, tanto como conseguir una que se avenga perfectamente a su lenguaje y comprensión.
Ricardo.


Los estudiosos de la biblia, no dependen o no deben depender de una traducción. Ellos van o deben ir directamente al idioma original; ahí es donde verdaderamente se estudia la biblia, pues es sabido que al traducirse un documento de un idioma a otro, se pierde matices de significados, en muchos casos cruciales para comprender exactamente lo que quiso decir el autor del documento; detalles que son intransferibles por razones del idioma, por muy buenos que sean los traductores, y por muy buena intención que tengan.

Las traducciones son hechas para que las personas que no pueden hacer estudios en el idioma original, tengan acceso lo más cercano posible, a lo que se dijo en el idioma original. Por esto, con la excepción de esas que le llamas –para el uso nostro- a mi entender, todas tienen su valor, y a la vez, ninguna es suficiente para hacer un análisis integral de lo que está escrito.

La persona que no tenga cómo comprobar con al idioma original la exactitud de una traducción, no puede decir que una traducción determinada es mejor que otra. Por esto mis preguntas para los que dicen que la versión de la biblia que ellos usas es la mejor, es esta: ¿Cómo puedes comprobarlo? ¿Con qué las comparas?
 
Re: No más revisiones bíblicas castellanas ¡por favor!

No existen tales revisiones en la mayor parte, es algo normal en las sectas ir a las imprentas y hacer los cambios correpondientes que se acomoden a su sectarismo pernicioso.

Ya se cuentan por cientos "las versiones" de la Reina Valera.
 
Apreciado Armando Hoyos:

Apreciado Armando Hoyos:

Es bien como dices: “Estos "eruditos" han ido más allá de tildes y jotas”.
Uno se pregunta:
-¿Cuál puede ser la motivación que los mueve a emprender estas iniciativas?
Por lo positivo, siempre veré como provechoso que aquellos hermanos que tienen el Espíritu de Cristo y anhelan profundizar en los estudios bíblicos, compartan sus hallazgos con todos. Quienes por gracia de Dios han recibido dones de conocimiento y discernimiento, para con inteligencia espiritual y sabiduría de lo alto, investigar los aspectos lingüísticos, filológicos y semánticos de los textos bíblicos, junto al entorno étnico, geográfico e histórico de los pueblos de donde procedían y a quienes escribían los diferentes autores inspirados del Espíritu Santo, indudablemente que están prestando un encomiable servicio a quienes carecemos de igual talento. Cualquier progreso en tal sentido invariablemente confirmará la fe que una vez ha sido dada a los santos, enriqueciendo el caudal espiritual de todos.
Por lo negativo, se me ocurre por ahora dos fuentes de estímulo:
1 – El ego agrandado de quienes creen encontrar acá un campo propicio a su prestigio personal, ya que cuestionando a cuantos a través de la historia han ganado merecida fama (Reina, Valera, por ej.) ascenderían a un sitial superior.
2 – El mero lucro. Sabido es que la región del mundo donde actualmente más crecen los evangélicos es Latinoamérica. Los factibles compradores de una nueva revisión de nuestras confiables Reina – Valera pueden calcularse por millones. Involucrar a una Sociedad Bíblica o Editorial de primera línea puede significar un rentable negocio, con el marketing adecuado.
Quienes reaccionamos como lo hacemos les pinchamos el globo; pero eso es preferible a que el escepticismo cunda y nuestros hermanos se debiliten en la fe.
Ricardo.
 
Re: No más revisiones bíblicas castellanas ¡por favor!

Estimado Ricardo y hermanos

Un tema muy apropiado. Debo partir por manifestar mi total y absolutamente agrado con la Antigua Versión de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera 1602 (1909)

Es la única Biblia que he conocido desde que conozco el evangelio, y me ha satisfecho completamente. No uso ningún otro tipo.

No soy un erudito ni tengo la capacidad de otros creyentes para recurrir a otras versiones y mucho menos a los originales; por lo tanto, he tomado como parámetro lo que menciona Leal; acudir a la versión más cercana a los originales, y que entiendo, hasta ahora, es la Reina Valera de 1602 o 1909 que es la misma.

Esto me permite descansar con confianza en lo que leo y lo que me transmite esta versión. Rechazo toda versión moderna; las que, como manifiesta Ricardo, van perdiendo paulatinamente su origen y creciendo en sutiles agregados, generalmente adecuados a quienes se toman el trabajo de "revisores", los que, por cierto, tienen su propia denominación. El resultado es obvio.

La Versión moderna (ahora ya quedando entre las antiguas) de 1960; tiene una fuerte levadura católica, basta comparar algunos textos, que parecieran extraídos textualmente de la Nacar Colunga. ???

Ahora, confianza en las Sociedades Bíblicas, de donde proceden la mayoría de las nuevas versiones,... no tengo mucha; me inclino fuertemente por asumir que en el fondo, son comerciantes;.. aunque del mejor de los libros.

Entiendo claramente que aunque la Versión Antigua Reina Valera, no es la más completa, es por lo menos la más cercana a los originales griegos y hebreo;... ¿Cuantos errores más que las primeras, contienen las nuevas versiones?... Solo Dios lo sabe. Lo cierto es que ni siquiera los mismos originales nos ofrecen estricta y en forma absoluta, la seguridad de tener a nuestro alcance la misma Palabra de Dios, la voz de Dios al cien por ciento.

¿Tuvieron los escritores inspirados, la capacidad de interpretar o percibir estrictamente, exactamente, absolutamente, el mensaje divino?...- ¿pudieron aquellos escritores, transmitir con un idioma griego o hebreo, lo que Dios quiso decirles...? ¿Encontraron la palabra justa, precisa, adecuada, infalible en sus idiomas, para transmitir las verdades de Dios? ...Solo Dios lo sabe.

Pero, y aquí me tomo del pensamiento de Ricardo; solo nos queda el auxilio del Espíritu Santo, autor de las Escrituras; el Espíritu de Cristo, y ¿porque no?.. la llave de acceso a las Escrituras, que solo puede venir de parte de Dios: "Entonces les abrió el sentido, para que entendiesen las Escrituras" (Luc. 24:45)

Creo que por sobre todo; nos queda el infalible, y unico capaz de entregarnos la fiel interpretación y poner palabras en nuestros labios, para gozo de todos los creyentes sinceros, que vamos, aún a costa de tropezones... siguiendo su camino... EL ESPÍRITU SANTO DE DIOS.

Dios les bendiga
 
Re: No más revisiones bíblicas castellanas ¡por favor!

Les dejo un post que merece la pena leer.

http://forocristiano.iglesia.net/showpost.php?p=830747&postcount=118

Entre otras cosas dice lo siguiente:


El códice sinaítico, el vaticano y las modernas críticas textuales como la Nestlé-Alland son la fuente bíblica más confiable, textos como Reina Valera deberían sin perder su estilo reformarse conforme a estas fuentes, no significa que haya que desterrarlos pero si contrastarlos y reformarlos a la luz de las nuevos cambios en las fuentes
 
Re: No más revisiones bíblicas castellanas ¡por favor!

Estimado Ricardo y hermanos

Un tema muy apropiado. Debo partir por manifestar mi total y absolutamente agrado con la Antigua Versión de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera 1602 (1909)

Es la única Biblia que he conocido desde que conozco el evangelio, y me ha satisfecho completamente. No uso ningún otro tipo.

No soy un erudito ni tengo la capacidad de otros creyentes para recurrir a otras versiones y mucho menos a los originales; por lo tanto, he tomado como parámetro lo que menciona Leal; acudir a la versión más cercana a los originales, y que entiendo, hasta ahora, es la Reina Valera de 1602 o 1909 que es la misma.

Esto me permite descansar con confianza en lo que leo y lo que me transmite esta versión. Rechazo toda versión moderna; las que, como manifiesta Ricardo, van perdiendo paulatinamente su origen y creciendo en sutiles agregados, generalmente adecuados a quienes se toman el trabajo de "revisores", los que, por cierto, tienen su propia denominación. El resultado es obvio.

La Versión moderna (ahora ya quedando entre las antiguas) de 1960; tiene una fuerte levadura católica, basta comparar algunos textos, que parecieran extraídos textualmente de la Nacar Colunga. ???

Ahora, confianza en las Sociedades Bíblicas, de donde proceden la mayoría de las nuevas versiones,... no tengo mucha; me inclino fuertemente por asumir que en el fondo, son comerciantes;.. aunque del mejor de los libros.

Entiendo claramente que aunque la Versión Antigua Reina Valera, no es la más completa, es por lo menos la más cercana a los originales griegos y hebreo;... ¿Cuantos errores más que las primeras, contienen las nuevas versiones?... Solo Dios lo sabe. Lo cierto es que ni siquiera los mismos originales nos ofrecen estricta y en forma absoluta, la seguridad de tener a nuestro alcance la misma Palabra de Dios, la voz de Dios al cien por ciento.

¿Tuvieron los escritores inspirados, la capacidad de interpretar o percibir estrictamente, exactamente, absolutamente, el mensaje divino?...- ¿pudieron aquellos escritores, transmitir con un idioma griego o hebreo, lo que Dios quiso decirles...? ¿Encontraron la palabra justa, precisa, adecuada, infalible en sus idiomas, para transmitir las verdades de Dios? ...Solo Dios lo sabe.

Pero, y aquí me tomo del pensamiento de Ricardo; solo nos queda el auxilio del Espíritu Santo, autor de las Escrituras; el Espíritu de Cristo, y ¿porque no?.. la llave de acceso a las Escrituras, que solo puede venir de parte de Dios: "Entonces les abrió el sentido, para que entendiesen las Escrituras" (Luc. 24:45)

Creo que por sobre todo; nos queda el infalible, y unico capaz de entregarnos la fiel interpretación y poner palabras en nuestros labios, para gozo de todos los creyentes sinceros, que vamos, aún a costa de tropezones... siguiendo su camino... EL ESPÍRITU SANTO DE DIOS.

Dios les bendiga


Lo cierto es que la novedad siempre nos asusta, cuando salió la revisión de 1909, más de uno la criticó; en estos momentos no tengo la información para presentarla, de algunos comentarios de aquellos años, escandalizados con la revisión 1909, pero tan pronto recuerde donde la guardé se la presento.

Es bueno recordar que una revisión no es una traducción. Todas las Reinas-Valeras antiguas tienen la misma base: El Textus reseptus, que ya conocemos su lado débil.

Pero mi pregunta sigue en pié: ¿Cómo puede alguien determinar que la RV 1909 es mejor versión que la RV 1960?, ¿Solo porque la 1960 se parece a la versión católica?

Si no le das importancia al texto griego de donde sale la traducción, corres el peligro de asentarte en un error. Lo primero que hay que determinar es el texto griego, si el texto es defectuoso, la traducción será también defectuosa, y la interpretación que se haga con esa traducción, es también errónea.

Los manuscritos del NT, son posiblemente los documentos más escudriñados de todos los documentos antiguos que poseemos hoy. Estos han sido estudiados por más dos siglos, por eruditos de todos los credos; de manera que no hay nada oculto en esto; y menos hoy día, con el acceso a esa información que tiene el público en general.

Los manuscritos del NT están bajo el escrutinio constante de filólogos, especialistas en crítica textual, etc. Y no hay razón para afirmar o sospechar, que estas personas no tienen el Espíritu santo, sino que son una sarta de embaucadores que quieren falsear la biblia. En realidad es todo lo contrario, la crítica textual busca (y ha logrado) restaurar el texto griego que por siglos de transmisión, ha sido afectado por varias razones, unas intencionales y otras accidentales.

Una persona que tenga en alta estima la biblia, debe al menos interesarse por conocer de cual texto griego salió la traducción de la biblia que usa.

Saludos.
 
Respuesta al Mensaje # 3

Respuesta al Mensaje # 3

Estimado Leal:
Muy bueno tu aporte, el que comparto en lo general.
En lo particular difiero en algo pequeño pero que tiene su importancia:
-Yo no le quitaría su calidad de “estudioso” (inclusive “estudioso serio”), a aquel que lo es de su Biblia, aun cuando no manejara el griego y el hebreo.
Si habláramos de “eruditos”, entonces eso ya sería otra cosa.
Pero entre cristianos, aquel hermano que diariamente lee su Biblia con oración, medita en ella, busca explicar las Escrituras con las propias Escrituras, y los pasajes más difíciles procura entender a la luz de otros paralelos más claros; utiliza las referencias marginales o a pie de página; se vale de una Concordancia para hallar el uso que se le da a una palabra en la Biblia, y recurre a un Diccionario Bíblico en busca de información; yo diría que quien así se empeña en el estudio sistemático y/o temático de las Escrituras, es un estudioso serio de la Biblia a pesar de su desconocimiento de las lenguas originales.
Conozco a quienes habiendo completado sus cursos de Hebreo y Griego en el Seminario, son obtusos al momento de la exégesis de un pasaje, y ni se les pasa por la mente usar los recursos lingüísticos aprendidos para la clarificación de un texto.
El más estudioso no es el que sabe mucho sino el que mejor usa lo poco que sabe.
Cordiales saludos.
Ricardo.
 
Re: Apreciado Armando Hoyos:

Re: Apreciado Armando Hoyos:

Es bien como dices: “Estos "eruditos" han ido más allá de tildes y jotas”.
Uno se pregunta:
-¿Cuál puede ser la motivación que los mueve a emprender estas iniciativas?
Por lo positivo, siempre veré como provechoso que aquellos hermanos que tienen el Espíritu de Cristo y anhelan profundizar en los estudios bíblicos, compartan sus hallazgos con todos. Quienes por gracia de Dios han recibido dones de conocimiento y discernimiento, para con inteligencia espiritual y sabiduría de lo alto, investigar los aspectos lingüísticos, filológicos y semánticos de los textos bíblicos, junto al entorno étnico, geográfico e histórico de los pueblos de donde procedían y a quienes escribían los diferentes autores inspirados del Espíritu Santo, indudablemente que están prestando un encomiable servicio a quienes carecemos de igual talento. Cualquier progreso en tal sentido invariablemente confirmará la fe que una vez ha sido dada a los santos, enriqueciendo el caudal espiritual de todos.
Por lo negativo, se me ocurre por ahora dos fuentes de estímulo:
1 – El ego agrandado de quienes creen encontrar acá un campo propicio a su prestigio personal, ya que cuestionando a cuantos a través de la historia han ganado merecida fama (Reina, Valera, por ej.) ascenderían a un sitial superior.
2 – El mero lucro. Sabido es que la región del mundo donde actualmente más crecen los evangélicos es Latinoamérica. Los factibles compradores de una nueva revisión de nuestras confiables Reina – Valera pueden calcularse por millones. Involucrar a una Sociedad Bíblica o Editorial de primera línea puede significar un rentable negocio, con el marketing adecuado.
Quienes reaccionamos como lo hacemos les pinchamos el globo; pero eso es preferible a que el escepticismo cunda y nuestros hermanos se debiliten en la fe.
Ricardo.

Estimado hermano Ricardo, comparto cien por ciento con este tu aporte y hago un especial enfasis en este tu punto # 2. "El mero lucro", he ahi el detalle, he ahi el motor que mueve a esa maquina poderosa que es la Avaricia...

Exelente tema, como habitualmente nos tienes ya acostumbrado. Un cordial saludo!
 
Respuesta a Mensaje # 7 de Cortés:

Respuesta a Mensaje # 7 de Cortés:

Creo que la sugerencia de la Cita que pegas del Post que recomiendas se contesta desde la aparición de la Biblia Textual editada por la Sociedad Bíblica Iberoamericana.
Los aficionados a la Revisión del 1909 pueden hacer buen uso de ella, sin necesidad, claro está, de aceptar las correcciones introducidas.
Lo que los usuarios de la RVR1909 no suelen saber (ni se lo imaginan), es que de una revisión a otra la que más modificó no fue la RVR1995 sobre la 1960, ni esta sobre la del 1909, sino precisamente la mal llamada Antigua (RVR1909) sobre las anteriores revisiones del 1865 y 1862, aunque en la del 1865 ya se percibe el acercamiento que se hace de la original de Reina (1569) y primera revisión de Valera (1602) a la versión inglesa de King James (1611). No hubo en esto mala intención de las Sociedades Bíblicas (Británica y Americana), sino que probablemente se buscó facilitar la tarea con los hispano hablantes, de los misioneros protestantes mayormente británicos y norteamericanos.
Insólitamente, sabemos ahora que el Majesty´ Special Command utilizó para la versión Autorizada la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina publicada 42 años antes. ¡Y todavía hay quienes pretenden enmendarle la plana a Reina y Valera con la King James!
Yo disfruto leyendo directamente de las primeras biblias completas castellanas, y para igual disfrute en lengua inglesa jamás dudaré en mi preferencia por la King James, si bien la versión de John Nelson Darby me merece respeto y confianza.
Agradecemos tu aporte.
Ricardo.
 
Re: Respuesta al Mensaje # 3

Re: Respuesta al Mensaje # 3

Estimado Leal:
Muy bueno tu aporte, el que comparto en lo general.
En lo particular difiero en algo pequeño pero que tiene su importancia:
-Yo no le quitaría su calidad de “estudioso” (inclusive “estudioso serio”), a aquel que lo es de su Biblia, aun cuando no manejara el griego y el hebreo.
Si habláramos de “eruditos”, entonces eso ya sería otra cosa.
Pero entre cristianos, aquel hermano que diariamente lee su Biblia con oración, medita en ella, busca explicar las Escrituras con las propias Escrituras, y los pasajes más difíciles procura entender a la luz de otros paralelos más claros; utiliza las referencias marginales o a pie de página; se vale de una Concordancia para hallar el uso que se le da a una palabra en la Biblia, y recurre a un Diccionario Bíblico en busca de información; yo diría que quien así se empeña en el estudio sistemático y/o temático de las Escrituras, es un estudioso serio de la Biblia a pesar de su desconocimiento de las lenguas originales.
Conozco a quienes habiendo completado sus cursos de Hebreo y Griego en el Seminario, son obtusos al momento de la exégesis de un pasaje, y ni se les pasa por la mente usar los recursos lingüísticos aprendidos para la clarificación de un texto.
El más estudioso no es el que sabe mucho sino el que mejor usa lo poco que sabe.
Cordiales saludos.
Ricardo.


De acuerdo contigo en eso; pero el énfasis lo quise poner en que para determinar si una versión es mejor que otra, es necesario primero determinar de cual texto griego procede, y después poder comprobar, usando el texto griego como modelo, cual traducción es mejor.

Si no se tiene acceso al texto griego, ¿Qué criterio se usa para determinar entre una y otra? La mayoría de las personas que defienden a capa y espada su versión favorita, lo hacen porque para ellos esa versión tiene un valor sentimental, no porque hayan comprobado realmente que sea una buena traducción, comparándola con el texto griego modelo.

Como he dicho antes: para mí, todas las versiones tienen su valor, excluyendo las que muy bien has denominado como –para el uso nostro-; sin embargo, ninguna es suficiente por si sola para un análisis integral del contenido bíblico. Mi versión favorita es la RV 1960, pues para mí también tiene un valor sentimental; pero entiendo, por ejemplo, que en muchos casos la NVI, la supera en precisión, no solo en las palabras que emplea en español, sino por proceder de un mejor texto griego.

Mi interés es conocer lo que quiso decir el autor de un libro con las palabras que usó para expresarse, por eso pongo especial atención al idioma original.

El apóstol Pablo, en un contexto donde se está diciendo que es mejor usar palabras entendibles, que hablar en lenguas desconocidas, dijo:

10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. 11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí (1Cor.14:10)

Esa verdad, a mi me deja claro la necesidad de no ignorar las palabras que se usaron en el libro que llamamos biblia; y por supuesto, cuando habla del valor de las palabras, incluye la relación que éstas tienen entre sí, en el contexto donde se encuentran. Es decir, la gramática y todos los recursos literarios que se usaron para expresar ideas en el idioma en que fue escrito el documento, son también indispensable para comprender más exactamente su contenido.

Todos los creyentes tenemos el Espíritu, sin embargo, si la persona no puede leer, por ejemplo, poco puede aprender, aunque tenga el Espíritu, en comparación con el que si puede leer, y también tiene el Espíritu. Eso es obvio.

Saludos.
 
Mi apreciado Armando:

Mi apreciado Armando:

Agradezco tu apoyo y celebro la coincidencia de criterios.
Tal como dices, probablemente sea el afán de lucro lo que en nuestro ámbito promueve este tipo de iniciativas (hablamos del aspecto negativo de las revisiones a la RV), pues “poderoso caballero es Don Dinero”. Aunque este sea el leitmotiv recurrente en estas empresas que prometen mejorarnos la fidelidad y claridad del texto bíblico, algunos de sus promotores ya han alcanzado cierto status económico financiero que les permite un buen pasar.
Lo que ahora les falta, es cierto reconocimiento a sus dotes intelectuales, que pese a sus pocas luces, puede sin embargo fulgurar todavía con alguna aureola de consagrado literato, de salirse con la suya como revisor nada menos que de una Reina – Valera.
Y si es posible juntar lo segundo con lo primero ¡pues mucho mejor!
Dios tenga misericordia de tales mercaderes (2Pe 2:3; 2Co 11:13).
Ricardo.
 
Estimado Leal:

Estimado Leal:

Te invito a seguir reflexionando.
Para poder discernir cual texto (por ej. del NT) es mejor, muy lejos se estaría todavía si apenas pudiéramos leer y traducir de corrido.
Tendríamos que ser helenistas de primera línea, o sea, que no solamente debería resultarnos familiar la grafía de los caracteres, los vocablos y la gramática, sino incluso estar compenetrados de la literatura clásica, para mejor comprender los giros, imágenes verbales, etimología y cuanto haga a la mejor comprensión del koiné.
Además, deberíamos poseer una buena información histórico-geográfica con los usos y costumbres de las regiones europeas, africanas y asiáticas anexas al Mediterráneo en el primer siglo, por ser la región y época del Nuevo Testamento.
Cuando hayamos adquirido tal fluidez con el idioma, y dominio de la tradición hebrea, griega y romana, recién podríamos enfrentarnos a los más de 5.000 manuscritos para cotejar unos con otros más las citas que hacen del NT los antiguos Padres de la Iglesia en sus escritos. Cotejando antiguos códices, papiros y pergaminos hoy día desperdigados en museos, monasterios, bibliotecas y colecciones particulares, necesitaríamos haber desarrollado una especial destreza para descubrir las omisiones, modificaciones y agregados que se pudieran haber hecho a los textos originales, que por no ya existir, tendríamos que reconstruirlos en nuestra propia mente.
Además de ser unos genios para lograr concluir tan ímproba labor, necesitaríamos muchos siglos de permanente dedicación para decidirnos recién por el mejor texto.
Yo me animaría a acometer tal empresa, si me hallara en los inicios del reino milenial. Pero aunque así lo hiciera, mucho me temo que aunque terminara antes del fin del Milenio, de repente me daría cuenta que consumí todo ese tiempo sin haberme deleitado en la meditación de la Palabra de Dios, creciendo y madurando por ella espiritualmente.
Es por eso que si me pones en el brete, me inclino por la posición de Dagoberto Juan. Si la RVR1909 en la que aprendió los primeros versículos en los ya lejanos días de la Escuela Dominical, sacia el hambre y sed de su alma por la Palabra de Dios, la tal revisión es fiel y hermosa en nuestra lengua para comunicarnos los más altos pensamientos de Dios. Otro tanto diría de las anteriores o la 1960 y 1995.
Las diferencias con los textos críticos actualizados en nada altera los principios divinos, la verdad de nuestra fe, la pura doctrina cristiana.
Si la palabra Trinidad no está en la Biblia y si 1Jn 5:7 fuera una interpolación tomada de una anotación al margen, en nada afecta eso que nuestro Dios es uno solo: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y así discurriría hablando de las aparentes contradicciones y demás variantes textuales que bien miradas, no obscurecen el sentido que debió tener el original, sino que en todo caso lo enriquecen.
Es imposible asegurar que una traducción sea mejor que otra, ya que cuando se traduce del hebreo y griego al castellano, no se puede hacer de la misma manera que cuando vertimos a nuestra lengua un vocablo del francés, italiano o portugués.
En los romances latinos, cada vocablo suele tener su término respectivo en la otra lengua, a veces con fonética y grafía parecidas.
Pero con las lenguas bíblicas no es así. Es por eso que ya Casiodoro de Reina agregaba en bastardilla una palabra más en medio de un versículo, necesaria para que tuviera significado. A veces, ponía al margen otras opciones. El traductor debe decidirse necesariamente por una acepción, cuando realmente dispone de varias.
Creo que Casiodoro de Reina encontró las palabras castellanas más apropiadas en la época que tradujo. Yo mismo he leído más de una vez El Quijote de la Mancha sin correcciones y actualizaciones, y siempre me he deleitado en tal lectura.
La Institución Cristiana de Calvino traducida por Cipriano de Valera es un fino placer para el alma hispana y edificación del Espíritu.
Disculpa porque alargué el discurso.
Ricardo.
 
Re: Mi apreciado Armando:

Re: Mi apreciado Armando:

Agradezco tu apoyo y celebro la coincidencia de criterios.
Tal como dices, probablemente sea el afán de lucro lo que en nuestro ámbito promueve este tipo de iniciativas (hablamos del aspecto negativo de las revisiones a la RV), pues “poderoso caballero es Don Dinero”. Aunque este sea el leitmotiv recurrente en estas empresas que prometen mejorarnos la fidelidad y claridad del texto bíblico, algunos de sus promotores ya han alcanzado cierto status económico financiero que les permite un buen pasar.
Lo que ahora les falta, es cierto reconocimiento a sus dotes intelectuales, que pese a sus pocas luces, puede sin embargo fulgurar todavía con alguna aureola de consagrado literato, de salirse con la suya como revisor nada menos que de una Reina – Valera.
Y si es posible juntar lo segundo con lo primero ¡pues mucho mejor!
Dios tenga misericordia de tales mercaderes (2Pe 2:3; 2Co 11:13).
Ricardo.

Amen!
 
Re: Estimado Leal:

Re: Estimado Leal:

Te invito a seguir reflexionando.
Para poder discernir cual texto (por ej. del NT) es mejor, muy lejos se estaría todavía si apenas pudiéramos leer y traducir de corrido.
Tendríamos que ser helenistas de primera línea, o sea, que no solamente debería resultarnos familiar la grafía de los caracteres, los vocablos y la gramática, sino incluso estar compenetrados de la literatura clásica, para mejor comprender los giros, imágenes verbales, etimología y cuanto haga a la mejor comprensión del koiné.
Además, deberíamos poseer una buena información histórico-geográfica con los usos y costumbres de las regiones europeas, africanas y asiáticas anexas al Mediterráneo en el primer siglo, por ser la región y época del Nuevo Testamento.
Cuando hayamos adquirido tal fluidez con el idioma, y dominio de la tradición hebrea, griega y romana, recién podríamos enfrentarnos a los más de 5.000 manuscritos para cotejar unos con otros más las citas que hacen del NT los antiguos Padres de la Iglesia en sus escritos. Cotejando antiguos códices, papiros y pergaminos hoy día desperdigados en museos, monasterios, bibliotecas y colecciones particulares, necesitaríamos haber desarrollado una especial destreza para descubrir las omisiones, modificaciones y agregados que se pudieran haber hecho a los textos originales, que por no ya existir, tendríamos que reconstruirlos en nuestra propia mente.
Además de ser unos genios para lograr concluir tan ímproba labor, necesitaríamos muchos siglos de permanente dedicación para decidirnos recién por el mejor texto.
Yo me animaría a acometer tal empresa, si me hallara en los inicios del reino milenial. Pero aunque así lo hiciera, mucho me temo que aunque terminara antes del fin del Milenio, de repente me daría cuenta que consumí todo ese tiempo sin haberme deleitado en la meditación de la Palabra de Dios, creciendo y madurando por ella espiritualmente.
Es por eso que si me pones en el brete, me inclino por la posición de Dagoberto Juan. Si la RVR1909 en la que aprendió los primeros versículos en los ya lejanos días de la Escuela Dominical, sacia el hambre y sed de su alma por la Palabra de Dios, la tal revisión es fiel y hermosa en nuestra lengua para comunicarnos los más altos pensamientos de Dios. Otro tanto diría de las anteriores o la 1960 y 1995.
Las diferencias con los textos críticos actualizados en nada altera los principios divinos, la verdad de nuestra fe, la pura doctrina cristiana.
Si la palabra Trinidad no está en la Biblia y si 1Jn 5:7 fuera una interpolación tomada de una anotación al margen, en nada afecta eso que nuestro Dios es uno solo: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y así discurriría hablando de las aparentes contradicciones y demás variantes textuales que bien miradas, no obscurecen el sentido que debió tener el original, sino que en todo caso lo enriquecen.
Es imposible asegurar que una traducción sea mejor que otra, ya que cuando se traduce del hebreo y griego al castellano, no se puede hacer de la misma manera que cuando vertimos a nuestra lengua un vocablo del francés, italiano o portugués.
En los romances latinos, cada vocablo suele tener su término respectivo en la otra lengua, a veces con fonética y grafía parecidas.
Pero con las lenguas bíblicas no es así. Es por eso que ya Casiodoro de Reina agregaba en bastardilla una palabra más en medio de un versículo, necesaria para que tuviera significado. A veces, ponía al margen otras opciones. El traductor debe decidirse necesariamente por una acepción, cuando realmente dispone de varias.
Creo que Casiodoro de Reina encontró las palabras castellanas más apropiadas en la época que tradujo. Yo mismo he leído más de una vez El Quijote de la Mancha sin correcciones y actualizaciones, y siempre me he deleitado en tal lectura.
La Institución Cristiana de Calvino traducida por Cipriano de Valera es un fino placer para el alma hispana y edificación del Espíritu.
Disculpa porque alargué el discurso.
Ricardo.


Lo que describes en lo que resalté en rojo, hace muchísimos años que se logró; y hoy como nunca antes, tenemos documentación amplia para el estudio de los manuscritos del NT. La crítica textual se comenzó aplicar a los manuscritos del NT, después del textus receptus de Erasmo, siendo el Johann Jakob Griesbach un erudito alemán de finales del siglo dieciocho, el que puso el fundamento para los subsecuentes estudios del texto griego del NT.

Aunque sabemos que antes de él existieron otros eruditos que hicieron intentos por colectar las lecturas variantes, y editaron varios textos griegos que en esos tiempos se le podía considerar críticos; además, varios eruditos de su época manifestaron que los manuscritos se les debía evaluar por su peso, no por la cantidad. Es decir, la inquietud por producir algo mejor que el corrupto Texus receptus de Erasmo, era creciente, y Griesbach fue el precursor de loo que hoy se considera la ciencia de la crítica textual moderna.

De aquella fecha a esta hora, ha llovido muchísimo, entre otras cosas se han descubierto manuscritos mucho más antiguos, y los estudios han sido intensos y constantes en todas las ramas.

Dos de los resultados de todos esos años de estudio, son las ediciones modernas del NT griego, como la Nestle-Aland 27 y la UBSGNT cuarta edición. Y alístate para la Nestle-Aland 28, que ya está completada o casi completa, y a punto de hacer su aparición.

Otros de los resultados de esos años de crítica textual aplicada a los manuscritos del NT, son los aparatos críticos, de estas ediciones griegas del NT.

A esta masiva obra de erudición, no tuvieron acceso ni Casiodoro de Reina, ni Cipriano de Valera. La obra de ellos fue encomiable en otros aspectos, pero sus traducciones no son modelo contra los cuales comparar otras versiones.


En relación a los institutos de Calvino, te cuento que al comienzo de mi carrera, alguien me los recomendó y los compré; después de leerlos esporádicamente los tiré a la basura nuevos de paquete.

Saludos.
 
Mi Leal hermano:

Mi Leal hermano:

Por supuesto que conozco los excelentes trabajos hechos por los eruditos investigadores alemanes y británicos, principalmente. Aprovecharse de sus estudios nos ahorra mucho tiempo y esfuerzo. Pero eres tú mismo el que planteabas el encarar el estudio personalmente cotejando los textos hebreos y griegos.
Ignoro si la Institución Cristiana de Calvino a la que te refieres es la traducida por Cipriano de Valera que yo recomendaba por lo castizo del lenguaje.
Ya ves que coincidimos en tantas cosas, que hasta nos une el mismo bote de basura: tú al arrojar los libros allí, y yo al sacarlos de allí para leerlos ávidamente.
Cuando se comienza la carrera, una roca en medio del camino tanto sirve para catapultarnos hacia más adelante, como para tropezar con ella y patearla al costado.
Recibe mis respetuosos saludos.
Ricardo.
 
Re: No más revisiones bíblicas castellanas ¡por favor!

El “misterio de iniquidad” que comenzara su acción en plena época apostólica (2Ts 2:7), adquiere una refinada sutileza en estos últimos tiempos, en múltiples formas que ya han sido desenmascaradas en este Foro, y otras más todavía a descubrir.
Una de las más difíciles de percibir es la manía de algunos por hacer revisiones a la Reina-Valera, que no pudiendo por el Copyright hacerlo con la 1960 o 1995, toman la revisión del 1909 (aunque ya editada en Madrid en 1890).
Algunas de estas iniciativas nos merecen confianza como la Actualizada de Editorial Mundo Hispano (Casa Bautista) y el proyecto a futuro de la Sociedad Bíblica Trinitaria.
En cambio, la Nueva Reina – Valera 2000 de la Sociedad Bíblica Emanuel (Ediciones New Life) tiene los textos retocados a plena satisfacción de los Adventistas, siendo una “Biblia” para el “uso nostro” como la de los “Testigos de Jehová”.
Conste que no cuestiono las nuevas traducciones o versiones, pues todas pueden ser útiles al estudioso que las consulte en su avidez de sacarle más jugo al texto bíblico.
Lo que advierto, es la obsesión por mejorar las Reina-Valera.
Es comprensible que algunas artistas del mundillo de la televisión recurran a cirugías estéticas, teñidos, implantes, abundante maquillaje y cosméticos de última generación, para disimular los muchos años con sus infaltables huellas.
¿Pero hay acaso necesidad de empeñarse en esta competencia de lograr una revisión que pueda coronarse finalmente como “la más fiel a los originales” en “lenguaje actual”?
Si bien es cierto que si sorprendemos a un hermano abriéndole en cualquier parte la Biblia de Casiodoro de Reina del 1569, no acertará probablemente a leer tres versículos de corrido, no bien le advirtamos de una media docena de cambios con nuestra grafía actual, ya no tendrá dificultad alguna. Los arcaísmos no son tantos ni engorrosos.
El mayor problema no se da cuando una revisión se hace para beneficio de los estudiosos, como es el caso con la Biblia Textual de la Sociedad Bíblica Iberoamericana, en un trabajo exhaustivo de reconocidos eruditos, sino cuando se pretende imponerla a las iglesias para la lectura pública en la enseñanza y predicación, y para colmo de males, cuando quien acomete tal empresa suple con su arrogancia de sabelotodo su desconocimiento o escasa solvencia de los idiomas originales.
Nos hemos enterado por la página www.literaturabautista.com “de que por lo menos tres revisiones españolas nuevas de Biblia por bautistas independientes se han introducido en los últimos años, todas ellas siendo rechazadas de modo arrollador por fundamentalistas hispanohablantes”.
El caso es que hace ya un lustro apareció la “RVG” (Reina-Valera-Gómez), revisión de Humberto Gómez Caballero de Brownsville, Texas.
Parece que este señor tiene a la King James en una consideración en nada inferior a la que la tradición católica romana siempre tuvo a la Vulgata Latina de Jerónimo. No sólo cree que aquella versión inglesa del 1611 puede corregir con toda autoridad la de Reina del 1569 (y todas sus revisiones desde 1602 en adelante), sino imponerse inclusive por sobre el texto hebreo o griego.
El problema, manía, obsesión que a algunos está tomando, es que están dejando de leer, meditar, estudiar y acatar las Sagradas Escrituras, por este afán de munirse con cuanta “nueva Biblia” aparezca. No se oye al Espíritu que la inspiró sino a sus criticones.
Puede ser toda una trampa del diablo esta ansiedad por los textos críticos de la Biblia, tanto como conseguir una que se avenga perfectamente a su lenguaje y comprensión.
Ricardo.
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Re: Mi Leal hermano:

Re: Mi Leal hermano:

Por supuesto que conozco los excelentes trabajos hechos por los eruditos investigadores alemanes y británicos, principalmente. Aprovecharse de sus estudios nos ahorra mucho tiempo y esfuerzo. Pero eres tú mismo el que planteabas el encarar el estudio personalmente cotejando los textos hebreos y griegos.
Ignoro si la Institución Cristiana de Calvino a la que te refieres es la traducida por Cipriano de Valera que yo recomendaba por lo castizo del lenguaje.
Ya ves que coincidimos en tantas cosas, que hasta nos une el mismo bote de basura: tú al arrojar los libros allí, y yo al sacarlos de allí para leerlos ávidamente.
Cuando se comienza la carrera, una roca en medio del camino tanto sirve para catapultarnos hacia más adelante, como para tropezar con ella y patearla al costado.
Recibe mis respetuosos saludos.
Ricardo.


Bueno, los institutos de Calvino los puse en realidad en el reciclaje, así que deben andar dando vueltas en diferentes formas; quizás hoy estén en forma contenedores de huevos. Aquella versión era en ingles, y en un ingles arcaico.

A mí no me agrada que me den el pescado, prefiero que me enseñen a pescarlo.

Saludos.
 
Estimado Leal:

Estimado Leal:

Respecto a los pescados, seguramente recordarás como en dos ocasiones de las manos del Señor los pescados fueron a sus discípulos, y de estos a las gentes.
Además, es la única comida que sabemos que el Señor preparó a sus discípulos (Jn 21:9).
Tan bienaventurados somos al pescar bajo la guía y con la bendición del Señor, como al saborear el pescado ya preparado.
Aunque tengamos nuestras preferencias, lo uno no quita lo otro.
Saludos.
Ricardo