Re: Amonestación a algunos foristas por expresiones vulgares en el foro.
LOS PECADOS DE LA LENGUA
Santiago dice: "Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal."
( Santiago 3:7-8 ).
Hay muchas manifestaciones de los pecados de la lengua. El enojo es una de ellas. Aunque la ira o el mal genio es un pecado del espíritu, en su sentido primario, acontece muchas veces, que el perder el dominio de la lengua se considera como un pecado de la lengua.
Hay muchas variedades de la ira, tales como la indignación, la irritación, la impaciencia, la vejación, el odio, la exasperación, el resentimiento, la pasión, el mal humor, la rabia, el furor, y estas se expresan con toda clase de coléricas palabras que se extienden desde las palabras fríamente picantes y llenas de sarcasmo hasta las que brotan candentes con la flama de la furia. Dios las condena a todas y dice que son pecados en su presencia. Cada expresión de ira está llena de peligro, aun la forma más noble de la indignación. Alguien ha dicho que si se tiene la razón no hay motivo para perder el dominio de sí mismo y si se está equivocado nada se aventaja con dar rienda suelta a la lengua. Las palabras iracundas nunca han mejorado una situación. El hombre más sabio del mundo declaró que el que tarda en airarse es de grande entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. La Biblia dice: "La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor."
( Proverbios 15:1 )
La Biblia vuelve a decir: " Cruel es la ira, e impetuoso el furor"; ( Proverbios 27:4.a ) Jesús dijo: "Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable del juicio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno del fuego." ( Mateo 5:22 ) Pablo dijo: "Airaos, y no pequéis." ( Efesios 4:26 a )
Muchos cristianos excusan su mal humor en diferentes formas. Algunos de ellos, entre los más rebeldes, en efecto, se sienten orgullosos de su espíritu ingobernable. He oído decir que una de las excusas más comunes es la de atribuir el mal genio a los nervios, haciendo así de una falta y un pecado un achaque. Es mucho mejor reconocer el pecado, arrepentirse, confesarlo, dejarlo y humildemente dar satisfacción de él. La Biblia enseña que Dios puede dar victoria en la línea de las más grandes derrotas.
Otro pecado de la lengua que es muy común en todo el mundo es la blasfemia. El tercer mandamiento declara: "No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano." ( Éxodo 20:7 ). Una de las cosas más nauseabundas en el lenguaje hoy día es la blasfemia, la maldición y el tomar el nombre de Dios en vano. Muchos jefes en la política y hombres que ocupan puestos de importancia son dados a maldecir y blasfemar. En las aulas de los colegios y la universidades muchos profesores son culpables de usar el nombre de Dios en vano presentando así un pobre y terrible ejemplo a los alumnos a quienes están tratando de enseñar.
Muchas personas maldicen para asombrar a las personas que los rodean, para ser viles, para tratar de deshacerse de un complejo de inferioridad o sencillamente para exhibirse. Pero la Escritura dice: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" ( Efesios 4:29 ).
La Biblia enseña que un hombre que pude gobernar su lengua puede gobernar toda su personalidad. Si usted no puede dominar su lengua en cuanto al maldecir, la Biblia enseña que está usted esclavizado, y que el maldecir es un pecado del cual usted es culpable ante Dios. Hay lenguajes en el mundo con riqueza de vocabulario, pero, aún así, hay lisiados verbales que tienen que cojear con muletas de palabras sospechosas que los lanzan al infierno, según nos dice la Biblia.