Re: Artes marciales
EL PECADO EN LA TIERRA
GENESIS 2: 15- 17.
15. Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara, 16. le dio esta orden: “Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, 17. menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de este árbol, porque si lo comes ciertamente morirás.”
GENESIS 2: 18.
18. Luego Dios el Señor dijo: “ No es bueno que el hombre este solo. Le voy hacer a alguien que sea alguna ayuda adecuada para él.”
GENESIS 2: 21-23.
Entonces Dios el Señor hizo caer al hombre en un sueño profundo y, mientras dormía, le saco una de las costillas y le cerró otra vez la carne. 22. De esa costilla Dios el Señor hizo una mujer, y se la presento al hombre, 23. el cual al verla dijo:
“¡Esta sí es de mi propia carne y de mis propios huesos! Se va ha llamar ‘mujer’, porque Dios la sacó del hombre.”
GENESIS 3: 1- 6.
1. La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el señor había creado, y le pregunto a la mujer:
- ¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?
2.Y la mujer le contestó:
- Podemos comer del fruto de cualquier árbol, 3. menos del árbol que esta en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de este árbol, porque si lo hacemos, moriremos. 4. Pero la serpiente le dijo ala mujer:
- No es cierto. No morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de este árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios.
6. La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que corto uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió.
LA CAIDA DEL HOMBRE
FILOSOFIA DEL TAO
Cuando, a mediados de la época Lemurica, se efectuó la separación de los sexos (en lo que trabajaron Dios y los ángeles), el Ego comenzó a obrar ligeramente en su cuerpo denso, creando órganos internos. El hombre no-tenia en aquel entonces la plena conciencia de vigilia que hoy posee, pero por medio de la mitad de la fuerza sexual construyo el cerebro para la expresión de su pensamiento. Estaba mas despierto en el mundo espiritual que en el mundo físico; apenas podía ver su cuerpo y estaba inconsciente del acto de propagación. La afirmación de la Biblia que Dios durmió al hombre en este acto, es correcta. No había dolor ni perturbación alguna relacionada con el parto; ni (debido a su conciencia tan obscura de su alrededor físico) se enteraba de la perdida de su cuerpo denso al morir, o de su nueva instalación de otro cuerpo denso al renacer.
Debe recordarse que los espíritus luciferes eran otra parte de la humanidad del periodo Lunar; eran los rezagos de la oleada de la vida de los ángeles, demasiado avanzados para tomar un cuerpo denso físico, pero que, sin embargo, necesitaban un “órgano” para la adquisición del conocimiento. Además ellos podían trabajar a través del cerebro físico, cosa que los Ángeles o dios no podían hacer.
Esos espíritus entraron en la columna espinal y en el cerebro y hablaron a la mujer, cuya imaginación, había sido despertadas por las prácticas de la raza Lemurica. Como su conciencia era principalmente interna, pictórica, la mujer vio a aquellos espíritus como serpientes, porque habían entrado en su cerebro por medio de la medula espinal serpentina.
El entendimiento de la mujer incluía la asistencia y observación de las peligrosas peleas y hechos de los hombres que se ejercitaban en desarrollar la voluntad, en cuyas luchas, muy a menudo morían los cuerpos. La obscura conciencia de algo extraño hacia que la mujer admirara al ver esas cosas tan raras. Estaba consciente de los espíritus que habían perdido sus cuerpos, pero su percepción imperfecta del mundo físico no le permitía revelar a los amigos que sus cuerpos físicos habían sido destruidos.
Los espíritus Luciferes resolvieron el problema para ella (la mujer), “abriéndole los ojos”. Le revelaron a ella su propio cuerpo y el del hombre, y le enseñaron como podía conquistar la muerte creando nuevos cuerpos. De suerte que la muerte no podía con ellos porque, como Dios, tenia el poder de crear a voluntad.
Lucifer abrió los ojos de la mujer. Ella vio y ayudo al hombre a abrir los suyos. De esta manera en tal forma real, si bien confusa, empezaron a “conocer” o a percibirse unos a otros y también al mundo físico. Se hicieron conscientes de la muerte y del dolor, y mediante este conocimiento aprendieron a diferenciar entre hombre interno y el ropaje externo que lleva y que renueva cada vez que es necesario dar un nuevo paso a la evolución. Entonces la pareja cesa de ser autómata, y se convirtió en seres que podían pensar libremente a costa de su inmunidad de dolores, enfermedades y muerte.
El que la interpretación de comer el fruto como símbolo del acto generativo no es una idea absurda demostrado por la declaración de Dios(que no es un capricho, sino la simple declaración de las consecuencias que produciría el acto) de que mirarían y que la mujer pariría con dolor y sufrimiento. El sabia que como la atención del hombre se había fijado ahora en su ropaje físico, percibiría la muerte. Y también sabia que el hombre no-tenia aún sabiduría para refrenar sus pasiones y para regular el comercio sexual por las posiciones de las plantas y, y en consecuencia el parto deba producirse con dolor, debido a este abuso ignorante de la fusión.
Ha sido siempre un jeroglífico para los comentadores de la Biblia como podía relacionarse el comer una fruta con el nacimiento de un niño, pero si comprendemos que el comer la fruta es símbolo del acto generativo, por el cual el hombre se convierte en algo semejante a Dios, en tanto que conoce su clase y se capacita así para generar nuevos seres, la solución es bien fácil.
En la ultima parte de la época Lemurica, cuando el hombre se arrogó la prerrogativa de realizar el acto generador cuando quisiera, su entonces poderosa voluntad fue la que le permitió realizarlo. “ Comiendo del árbol del conocimiento” en todo tiempo, fue como se capacito para crear un nuevo cuerpo cada vez que había perdido su antiguo vehículo.
Consideramos generalmente la muerte como algo terrible. Si el hombre hubiera también “comido del árbol de la vida” habría aprendido el secreto de vitalizar perpetuamente su cuerpo, lo que hubiera sido peor aún. Sabemos que nuestros cuerpos no son perfectos hoy en día, y en esos tiempos antiquísimos esos cuerpos eran extremadamente imperfectos. Por lo tanto, el que las jerarquías creadoras impidieron al hombre “comer del árbol de la vida”también impidiéndole así renovar su cuerpo vital, estaba bien fundado. De hacerlo se habría hecho inmortal, ciertamente, pero no hubiera podido progresar. La evolución del Ego depende de la de sus vehículos, y si no hubiera podido obtener nuevos y más perfectos vehículos por medio de las sucesivas muertes y renacimientos, se hubiera estancado. En una máxima oculta, que cuando más a menudo morimos mejor podemos vivir, por que cada nacimiento nos proporciona una oportunidad nueva.
Hemos visto que el conocimiento cerebral, con su egoísmo comitente, lo obtuvo el hombre a costa de su poder de crear el solo. Adquirió su voluntad libre a costa del dolor y de la muerte; pero cuando el hombre aprende a emplear su inteligencia para el bien de la humanidad, adquirirá poder sobre la vida y, además será guiado por su conocimiento innato muy superior al actual conciencia cerebral, tan superior a esta como la conciencia actual a la conciencia animal.
La caída de la generación fue necesaria para construir el cerebro, pero esa es, a lo sumo, únicamente una forma indirecta de adquirir conocimiento, y será sucedida por el contacto directo con la sabiduría de la naturaleza, la que el hombre, sin cooperación alguna, podrá utilizar para la generación de nuevos cuerpos. La laringe hablara nuevamente” la Palabra perdida” el “Fiat creador”, la que, bajo la dirección de los grandes instructores, fue empleada por los antiguos lemures para la creación de los vegetales y animales.
El hombre será entonces un creador en verdad. No en forma relativa y condicional del presente, sino que por el empleo de la palabra apropiada o formula mágica es como podrá crear un nuevo cuerpo.
Todo cuanto se manifestó durante el periodo descendente de la involución subsiste hasta que se alcanza el punto correspondiente del acto ascendente. Los actuales órganos de generación degeneraran y se atrofiaran. Los órganos femeninos fueron los primeros en existir en unidad separada y, de acuerdo con la ley de que “los últimos serán los primeros” y de los “primeros serán los últimos”, serán los últimos en atrofiarse. Los órganos masculinos comenzaron a diferenciarse después, y aun ahora ya comienzan a dividirse del cuerpo.