Hay personas que sienten simpatía por Jesucristo, pero solo concuerdan con él en el temas del amor, de hacer el bien a los demás, y en tratar a las personas de la misma manera que nos gustaría que nos trataran, y otras cosas elementales del cristianismo; pero hasta ahí. Estas personas tienen su propia opinión de cómo deben ser las cosas, por tanto, no se sujetan a todo lo que se deben sujetar, sino solo a aquellas cosas que están de acuerdo con su propio concepto de justicia.
Lo malo de esto, es que a ese tipo de persona no se le puede catalogar como seguidor de Cristo, si no se sujeta a la doctrina de los apóstoles de Cristo, los que establecieron desde el principio las verdades que le dan forma a nuestra fe, o a nuestra religión.
Los budistas y los musulmanes tienen simpatía por Jesucristo, y concuerdan con él en el tema del amor y de hacerles bien a los necesitados, y en que se debe tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros; pero ellos no son seguidores de Cristo. Los que han abrazado la ideología izquierdista, aunque sean ateos simpatizan con esas ideas de Jesucristo. Los hippies de los años sesenta se inspiraron en el relato del libro del hecho que dice que los que creyeron tenían todo en común, y en el amor y la paz que predicó Jesús de Nazaret; pero no eran seguidores de Cristo.
No hay que ser seguidor de Cristo para ser una persona pacifica, bondadosa, amorosa. Los seguidores de Cristo son los que obedecen al evangelio y le rinden culto. No confundan simpatizar con Cristo, con confiar en Cristo. Hay personas que creen en vano, y por tanto aun no son salvas.
15 Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. 2 Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano (1Cor.15:1)
Saludos.
