"No hagan de la Casa de mi Padre una casa de mercado" ordena Jesús de Nazaret a los mercaderes del templo (Juan 2, 13-25) cuando vio que estos utilizaban un lugar sacro para los intercambios comerciales.
Hoy, dos mil años después, en los templos del Señor ya no se realizan operaciones comerciales, sin embargo, no estamos libres de ver como se utiliza nuestra religión para beneficio económico de unos pocos.
En el contexto de las nuevas tecnologías, y de la tan renombrada "Generación 2.0", parece ser que también habitan estos individuos que, sin escrúpulo ni vergüenza, utilizan elementos de la fé cristiana para comerciar en la red de redes.
Concretamente me he topado con un caso que me ha parecido terriblemente sangrante, se trata de www.santopedia.com. Llegué a ella tras realizar en Google una búsqueda de un santo y, la verdad, me quedé bastante atónito de la desvergüenza con la que su/sus dueños utilizan información de santos en su propio beneficio.
La web no es más que una base de datos de santos con datos como el día en que se celebra y como fue canonizado. Estos contenido no me han parecido que sean propios de esta web, sinó más bien cogidos de libros u otras webs similares.
Hasta ahí todo es más o menos correcto, pero el problema es que la Web está plagada de publicidad, tanto de anuncios contextuales de Google como banners (la vez que accedía a la web aparecía uno enorme de meetic.es, una especie de agencia matrimonial online).
Esto no tiene otro nombre más que la explotación comercial de elementos de nuestra fé, la utilización sin ningún pudor de contenido sacro para el beneficio económico.
Y no estamos hablando de publicidad para mantener los gastos de un posible servidor... estamos hablando de un negocio que seguro que renta a sus dueños una buena cantidad de dinero cada mes a juzgar por el esmero que han puesto en la optimización de la web para buscadores.
Me hubiera gustado poder saber quien es el dueño/dueños de tan lucrativa iniciativa, pero por desgracia (y a pesar de tratarse de una Web comercial y por lo tanto, como marca la ley de comercio electrónico, debería de contar con el nombre y NIF de su responsable en algún apartado) no existe información sobre la naturaleza física o jurídica de sus propietarios.
Lo que si puede verse a pie de página es un botón de donaciones que terminó de colmar el vaso de mi indignación. ¿Cómo se puede llegar a un nivel de cinismo tal de además de estar explotando comercialmente símbolos cristianos pedir una donación?
Cabe incluso la posibilidad de que los propietarios de este sitio sean de nuestra misma fé. Si es así les pediría que hiciesen reflexión de sus actos y que pensaran en cuantas veces al día se acuerdan de Jesús nuestro Señor y cuantas miran su cuenta de AdWords para ver lo que han ganado con su "sitio web".
Hoy, dos mil años después, en los templos del Señor ya no se realizan operaciones comerciales, sin embargo, no estamos libres de ver como se utiliza nuestra religión para beneficio económico de unos pocos.
En el contexto de las nuevas tecnologías, y de la tan renombrada "Generación 2.0", parece ser que también habitan estos individuos que, sin escrúpulo ni vergüenza, utilizan elementos de la fé cristiana para comerciar en la red de redes.
Concretamente me he topado con un caso que me ha parecido terriblemente sangrante, se trata de www.santopedia.com. Llegué a ella tras realizar en Google una búsqueda de un santo y, la verdad, me quedé bastante atónito de la desvergüenza con la que su/sus dueños utilizan información de santos en su propio beneficio.
La web no es más que una base de datos de santos con datos como el día en que se celebra y como fue canonizado. Estos contenido no me han parecido que sean propios de esta web, sinó más bien cogidos de libros u otras webs similares.
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Esto no tiene otro nombre más que la explotación comercial de elementos de nuestra fé, la utilización sin ningún pudor de contenido sacro para el beneficio económico.
Y no estamos hablando de publicidad para mantener los gastos de un posible servidor... estamos hablando de un negocio que seguro que renta a sus dueños una buena cantidad de dinero cada mes a juzgar por el esmero que han puesto en la optimización de la web para buscadores.
Me hubiera gustado poder saber quien es el dueño/dueños de tan lucrativa iniciativa, pero por desgracia (y a pesar de tratarse de una Web comercial y por lo tanto, como marca la ley de comercio electrónico, debería de contar con el nombre y NIF de su responsable en algún apartado) no existe información sobre la naturaleza física o jurídica de sus propietarios.
Lo que si puede verse a pie de página es un botón de donaciones que terminó de colmar el vaso de mi indignación. ¿Cómo se puede llegar a un nivel de cinismo tal de además de estar explotando comercialmente símbolos cristianos pedir una donación?
Cabe incluso la posibilidad de que los propietarios de este sitio sean de nuestra misma fé. Si es así les pediría que hiciesen reflexión de sus actos y que pensaran en cuantas veces al día se acuerdan de Jesús nuestro Señor y cuantas miran su cuenta de AdWords para ver lo que han ganado con su "sitio web".