Este tema está dedicado a todas aquellas personas que, llenos de odio por los pueblos y con ideas xenófobas, se apartaron del Evangelio de Jesucristo y en muchos siglos provocaron odio y guerra contra los hombres de otros pueblos y razas.
Nuestro amigo Perdonado ha escrito un tema dedicado a manifestar su odio contra los españoles y, como su tema está más que saturado de contestaciones que no tratan sobre la xenofobia, me gustaría hablar desde otra perspectiva más humana y más cristiana.
Así nos dice nuestro amigo Perdonado:
Una cosa es la religión y otra cosa es el amor al Evangelio que muchos misioneros españoles llevaron hasta tu tierra y hasta tu gente. Nunca se ha conocido en el mundo un pueblo como España que haya dejado en los pueblos extranjeros más misioneros que hayan llevado el Evangelio hasta los confines más lejanos del mundo. Y ése es el odio que tienen muchos a España. Desde España hasta la India y la China, pasando por Sudamérica, los misioneros cristianos españoles llevaron el Evangelio a muchísimos pueblos. Negar esta realidad es negar que el Evangelio ha sido predicado en el mundo.
Una cosa es la religión católica y otra cosa fueron los misioneros que llevaron el Evangelio hasta los pueblos más lejanos del mundo. Los misioneros españoles tienen esa gloria y nadie se la puede quitar. Tus torpes declaraciones de odio contra los españoles sólo quieren hacer olvidar aquel glorioso y heroico gesto que tuvieron muchísimos españoles por llevar el Evangelio de Jesucristo hasta los confines más lejanos del mundo.
Yo no soy católico ni pertenezco a ninguna religión del mundo, pero creo que los escritos xenófobos o racistas no han traído nada bueno a ningún pueblo.
En España hay españoles y "españoles". Y en el mundo siempre hubo españoles y "españoles", igual que en Sudamérica hay sudamericanos y "sudamericanos"... Pero si insinúo, como tú insinúas de los españoles, que los sudamericanos (generalizando como haces tú), son malos y culpables de los crímenes del mundo, entonces tú verías mis palabras desfasadas, porque en Sudamérica, igual que en cualquier país, también hubo personas de buena voluntad aunque estuvieran más o menos envenenadas por la propaganda antiespañola y llena de odio de muchos pueblos.
Y te lo digo por experiencia. Yo he vivido en España muchos años y he conocido españoles malos, regulares y también españoles de buen corazón. El que niegue esto, niega que Jesucristo predicó el Evangelio. Y tú estás negando lo primero, por eso, debes tener cuidado, no vayas a estar negando lo segundo (el Evangelio). Si niegas que en todas las naciones ha habido personas de buen corazón, estás negando que Jesucristo predicó el Evangelio, porque el Evangelio te habla de esas cosas y el Señor te enseña que el Evangelio es salvación para cualquier hombre o mujer de buena voluntad de cualquier pueblo o nación.
Pueblos que ofrecían sacrificios humanos, como los que ofrecían muchos pueblos de Sudamérica, no tenían mucha autoridad para juzgar a sus invasores. Es Jesucristo el que juzga a los pueblos porque Jesucristo era Santo. Pero la xenofobia no es santa. Por eso, tú no eres santo, porque tu xenofobia te tiene ciego. Si quieres demostrar que eres cristiano, tienes que aprender a hablar con menos odio y empezar a recordar con más caridad las palabras de Jesucristo que así te dicen:
"No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?" (Mateo 7:1-3)
Las historias del mundo las escribieron los hombres, y los hombres mienten. Un buen cristiano no puede dejarse llevar tan sumisamente por las historias del mundo como tú lo haces, a no ser que, claro, estés lleno de odio contra los españoles y por eso generalices queriendo hacer ver que todos los españoles son malos o que todos los españoles que llegaron a tu tierra fueron malos. Es como si alguien dijera que todos los sudamericanos son malos o que todos los protestantes son malos. Cuando se generaliza, se miente mucho y se hace mucho daño, pues el trigo está mezclado entre la cizaña y Jesucristo dijo a sus discípulos que no generalizaran y que no arrancaran todo el sembrado, pues si querían arrancar la cizaña posiblemente arrancaran también con ella el trigo.
La cizaña está envuelta con el trigo hasta el momento presente, y personas de buena voluntad puede haber en cualquier pueblo y en cualquier religión, igual que cizaña y enseñanzas de satanás puede haber en cualquier pueblo y en cualquier religión del mundo. Si yo me pusiera a hablar de todo lo nefasto que he encontrado en las doctrinas religiosas, sería abrumador, pero creo que eso es otro tema que ya se sale de lo que yo quiero decirte en esta humilde carta de amor, la cual te dedico para que nunca más vuelvas a seguir el camino de la xenofobia y te ajustes más a la caridad que te predica Jesucristo en el Evangelio.
Tu amigo, que no te guarda ningún rencor, aunque seas sudamericano y aunque seas protestante.
Nuestro amigo Perdonado ha escrito un tema dedicado a manifestar su odio contra los españoles y, como su tema está más que saturado de contestaciones que no tratan sobre la xenofobia, me gustaría hablar desde otra perspectiva más humana y más cristiana.
Así nos dice nuestro amigo Perdonado:
Si examinas bien tus palabras contra los españoles, te darás cuenta que para ti los españoles no hay ni uno bueno y no hicieron nada bueno y como si para ti los españoles fueran el infierno y las demás naciones del mundo fueran el cielo. Nada hablas de todos aquellos misioneros que, de alguna forma, llevaron el Evangelio hasta tu tierra. Tú no haces diferencia entre el poder de la religión católica y aquellos pobres misioneros que, muchos de ellos, equivocados o no por la religión católica que dominaba sobre ellos, de alguna forma, llevaron el Evangelio de Jesucristo hasta los pueblos de Sudamérica.En la colonización y sometimiento de América latina, los españoles impusieron por la fuerza de las balas y los sables su dominio militar. No hablaremos del saqueo de las riquezas ni de los crímenes ni los exterminios de los indios. Tampoco hablaremos de las violaciones permanentes de las mujeres, de las cuales los curas participaban.
Una cosa es la religión y otra cosa es el amor al Evangelio que muchos misioneros españoles llevaron hasta tu tierra y hasta tu gente. Nunca se ha conocido en el mundo un pueblo como España que haya dejado en los pueblos extranjeros más misioneros que hayan llevado el Evangelio hasta los confines más lejanos del mundo. Y ése es el odio que tienen muchos a España. Desde España hasta la India y la China, pasando por Sudamérica, los misioneros cristianos españoles llevaron el Evangelio a muchísimos pueblos. Negar esta realidad es negar que el Evangelio ha sido predicado en el mundo.
Una cosa es la religión católica y otra cosa fueron los misioneros que llevaron el Evangelio hasta los pueblos más lejanos del mundo. Los misioneros españoles tienen esa gloria y nadie se la puede quitar. Tus torpes declaraciones de odio contra los españoles sólo quieren hacer olvidar aquel glorioso y heroico gesto que tuvieron muchísimos españoles por llevar el Evangelio de Jesucristo hasta los confines más lejanos del mundo.
Yo no soy católico ni pertenezco a ninguna religión del mundo, pero creo que los escritos xenófobos o racistas no han traído nada bueno a ningún pueblo.
En España hay españoles y "españoles". Y en el mundo siempre hubo españoles y "españoles", igual que en Sudamérica hay sudamericanos y "sudamericanos"... Pero si insinúo, como tú insinúas de los españoles, que los sudamericanos (generalizando como haces tú), son malos y culpables de los crímenes del mundo, entonces tú verías mis palabras desfasadas, porque en Sudamérica, igual que en cualquier país, también hubo personas de buena voluntad aunque estuvieran más o menos envenenadas por la propaganda antiespañola y llena de odio de muchos pueblos.
Y te lo digo por experiencia. Yo he vivido en España muchos años y he conocido españoles malos, regulares y también españoles de buen corazón. El que niegue esto, niega que Jesucristo predicó el Evangelio. Y tú estás negando lo primero, por eso, debes tener cuidado, no vayas a estar negando lo segundo (el Evangelio). Si niegas que en todas las naciones ha habido personas de buen corazón, estás negando que Jesucristo predicó el Evangelio, porque el Evangelio te habla de esas cosas y el Señor te enseña que el Evangelio es salvación para cualquier hombre o mujer de buena voluntad de cualquier pueblo o nación.
Pueblos que ofrecían sacrificios humanos, como los que ofrecían muchos pueblos de Sudamérica, no tenían mucha autoridad para juzgar a sus invasores. Es Jesucristo el que juzga a los pueblos porque Jesucristo era Santo. Pero la xenofobia no es santa. Por eso, tú no eres santo, porque tu xenofobia te tiene ciego. Si quieres demostrar que eres cristiano, tienes que aprender a hablar con menos odio y empezar a recordar con más caridad las palabras de Jesucristo que así te dicen:
"No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?" (Mateo 7:1-3)
Las historias del mundo las escribieron los hombres, y los hombres mienten. Un buen cristiano no puede dejarse llevar tan sumisamente por las historias del mundo como tú lo haces, a no ser que, claro, estés lleno de odio contra los españoles y por eso generalices queriendo hacer ver que todos los españoles son malos o que todos los españoles que llegaron a tu tierra fueron malos. Es como si alguien dijera que todos los sudamericanos son malos o que todos los protestantes son malos. Cuando se generaliza, se miente mucho y se hace mucho daño, pues el trigo está mezclado entre la cizaña y Jesucristo dijo a sus discípulos que no generalizaran y que no arrancaran todo el sembrado, pues si querían arrancar la cizaña posiblemente arrancaran también con ella el trigo.
La cizaña está envuelta con el trigo hasta el momento presente, y personas de buena voluntad puede haber en cualquier pueblo y en cualquier religión, igual que cizaña y enseñanzas de satanás puede haber en cualquier pueblo y en cualquier religión del mundo. Si yo me pusiera a hablar de todo lo nefasto que he encontrado en las doctrinas religiosas, sería abrumador, pero creo que eso es otro tema que ya se sale de lo que yo quiero decirte en esta humilde carta de amor, la cual te dedico para que nunca más vuelvas a seguir el camino de la xenofobia y te ajustes más a la caridad que te predica Jesucristo en el Evangelio.
Tu amigo, que no te guarda ningún rencor, aunque seas sudamericano y aunque seas protestante.