El Movimiento de la Nueva Era
Algunas Creencias
Las raíces del movimiento actual de la Nueva Era provienen de la década de los sesentas, cuando muchos jóvenes estadounidenses se enamoraron no solamente de lo oculto sino también de las religiones orientales y sus explicaciones de la realidad. Ese fue el comienzo de un movimiento que ha llegado hasta nosotros. En las últimas dos décadas el ocultismo occidental se ha vinculado con el misticismo oriental para presentar un nuevo rostro a la sociedad moderna bajo el nombre general de la “Nueva Era”.
Sin embargo, el movimiento de la Nueva Era no es una denominación organizada ni estructurada con oficinas centrales. Realmente el “movimiento” es una amplia coalición de religiones y organizaciones que tienen ideas afines en cuanto a la manera de interpretar in realidad. Las teorías y las practicas basadas en la así llamada “sabidurfa antigua” han penetrado virtualmente en cada área de la vida contemporánea: la ciencia, los negocios, la salud y medicina, la educaci6n, la psicología, la religión, la política, las artes, y especialmente el terreno de los pasatiempos. De hecho los programas de entretenimiento y los medios de comunicación en general, han hecho que muchos conceptos de la filosofía de la Nueva Era hayan llegado a ser términos familiares.
La creencia fundamental que une a los diversos grupos a la Nueva Era es el concepto antibíblico del panteísmo. El panteísmo una vez tocó a la puerta del adventismo mediante las enseñanzas e influencia del Dr. J. H. Kellogg, director del Sanatorio de Battle Creek en el Estado de Michigan, así como de otros personajes influyentes de esos días. Creemos que ahora está tocando de nuevo en formas más insidiosas. Kellogg enfatizó que “Dios” estaba en todo (en la flor, el árbol y en la gente, como el título de su libro The Living Temple [El templo viviente] lo indica). Por su parte, el énfasis moderno se basa en una “conciencia” universal (Hindu, “el alma mundial”; Ciencia Cristiana, “mente divina”) o “energia” como la realidad verdadera que controla toda la naturaleza y que puede manipularse. Existe un énfasis subjetivo en cuanto a la activación de los “poderes superiores” de una persona como fuentes de comprensión y curación en vez de mirar a un Dios externo y trascendental y a pautas objetivas que existen fuera de uno mismo. La palabra “pantefsmo” en sí no se la usa en la literatura de la Nueva Era. Sin embargo, los términos empleados por los escritores que presentan el panorama mundial de la Nueva Era, simplemente enmascaran esta enseñanza antibiblica.
Cómo es que la humanidad moderna, después de haber logrado grandes triunfos mediante los métodos científicos se siente atraída al panteísmo? Una razón es que no existen muchas alternativas, como lo señala Roberto Burrows, editor de las publicaciones de Spiritual Counterfeits Project ( Proyecto de falsas doctrinas espirituales):
Las alterativas religiosas disponibles a la humanidad están limitadas: Podemos negar la existencia de Dios y ser ateos. Podemos creer en un Dios y ser teístas. o podemos creer que todo es Dios y ser panteísta. De estos tres, el panteísmo ha llegado a ser la mayor preocupación de la humanidad a través de toda la historia... En ausencia de una religión revelada, la humanidad gravita a la religión natural, presume que la naturaleza lo es todo, y la deifica igual que a la humanidad. (“Americans Get religión in the New Age” [Los estadounidenses buscan la religi6n en la Nueva Era] Christianity Today, 16 de mayo de 1986, Pág.. 17).
Según Norman L. Geisler, profesor de teología sistemática del Seminario Teológico de Dallas, “La sociedad occidental está experimentando un cambio ideológico de una orientación atea a una panteísta”. Aunque parezca extraño estas dos perspectivas tienen mucho en común ya que ambas interpretan la realidad desde un punto de vista naturalista.
Ambas niegan que haya una distinción absoluta entre el Creador y la creación.
Ambas niegan que exista un Dios más allá del universo.
Ambas niegan que un Dios sobrenatural interviene en el universo (por medio de milagros).
Y en el análisis final, ambos creen que el hombre es Dios (o la Realidad Máxima), aunque no todos los ateos admiten esto. (“The New Age Movement”, [El Movimiento de la Nueva Era] Biblioteca Sacra, Enero-Marzo, 1987, Págs.. 79-80).
Es evidente que cualquier religión o movimiento que coloca al hombre en el centro de todo y acentúa su propio egoísmo, apelará al corazón pecaminoso con igual fuerza, ya sea que la orientación de esa religi6n sea atea o pantefsta. Por consiguiente, ambas escuelas de pensamiento se oponen directamente a la fe cristiana que coloca a Dios como centro de todo.
Según el Dr. Geisler por lo menos catorce doctrinas son típicas de los grupos de la Nueva Era (aunque algunos no las abrazan a todas). A la mayoría se les da una coloración panteísta (Id., Pág.. 85):
Un dios impersonal (fuerza). Algunos designan esto como “mente”
Un universo eterno
La ilusoria naturaleza de la materia
La naturaleza cíclica de la vida
La necesidad de las reencarnaciones
La evoluci6n del hombre hacia la divinidad
Revelaciones constantes de seres espirituales del más Allá
La identidad del hombre con Dios
La necesidad de meditar (u otras técnicas que cambian la perspectiva mental)
Practicas del ocultismo (astrología, mediums, etc.)
Vegetarianismo y medicina natural (holística)
Pacifismo (o actividades anti-militaristicas)
Un orden mundial (global)
Sincretismo (unidad de todas las religiones)
Si los enfrentaran con una clara declaración de fe (los ejemplos anteriores) la mayoría de los adventistas del séptimo día se darán cuenta inmediatamente que estas enseñanzas de la Nueva Era son ajenas a la religión cristiana. Es más, se oponen a las enseñanzas y afirmaciones más sencillas de las Escrituras. Pero la presentaci6n de las ideas y prácticas de la Nueva Era ha captado la atención de algunos adventistas mediante formas mas sutiles. Antes de examinar las avenidas por las cuales se han hecho invasiones especificas en la iglesia, veremos dos importantes enseñanzas bíblicas pertinentes a este tema.
Algunas Creencias
Las raíces del movimiento actual de la Nueva Era provienen de la década de los sesentas, cuando muchos jóvenes estadounidenses se enamoraron no solamente de lo oculto sino también de las religiones orientales y sus explicaciones de la realidad. Ese fue el comienzo de un movimiento que ha llegado hasta nosotros. En las últimas dos décadas el ocultismo occidental se ha vinculado con el misticismo oriental para presentar un nuevo rostro a la sociedad moderna bajo el nombre general de la “Nueva Era”.
Sin embargo, el movimiento de la Nueva Era no es una denominación organizada ni estructurada con oficinas centrales. Realmente el “movimiento” es una amplia coalición de religiones y organizaciones que tienen ideas afines en cuanto a la manera de interpretar in realidad. Las teorías y las practicas basadas en la así llamada “sabidurfa antigua” han penetrado virtualmente en cada área de la vida contemporánea: la ciencia, los negocios, la salud y medicina, la educaci6n, la psicología, la religión, la política, las artes, y especialmente el terreno de los pasatiempos. De hecho los programas de entretenimiento y los medios de comunicación en general, han hecho que muchos conceptos de la filosofía de la Nueva Era hayan llegado a ser términos familiares.
La creencia fundamental que une a los diversos grupos a la Nueva Era es el concepto antibíblico del panteísmo. El panteísmo una vez tocó a la puerta del adventismo mediante las enseñanzas e influencia del Dr. J. H. Kellogg, director del Sanatorio de Battle Creek en el Estado de Michigan, así como de otros personajes influyentes de esos días. Creemos que ahora está tocando de nuevo en formas más insidiosas. Kellogg enfatizó que “Dios” estaba en todo (en la flor, el árbol y en la gente, como el título de su libro The Living Temple [El templo viviente] lo indica). Por su parte, el énfasis moderno se basa en una “conciencia” universal (Hindu, “el alma mundial”; Ciencia Cristiana, “mente divina”) o “energia” como la realidad verdadera que controla toda la naturaleza y que puede manipularse. Existe un énfasis subjetivo en cuanto a la activación de los “poderes superiores” de una persona como fuentes de comprensión y curación en vez de mirar a un Dios externo y trascendental y a pautas objetivas que existen fuera de uno mismo. La palabra “pantefsmo” en sí no se la usa en la literatura de la Nueva Era. Sin embargo, los términos empleados por los escritores que presentan el panorama mundial de la Nueva Era, simplemente enmascaran esta enseñanza antibiblica.
Cómo es que la humanidad moderna, después de haber logrado grandes triunfos mediante los métodos científicos se siente atraída al panteísmo? Una razón es que no existen muchas alternativas, como lo señala Roberto Burrows, editor de las publicaciones de Spiritual Counterfeits Project ( Proyecto de falsas doctrinas espirituales):
Las alterativas religiosas disponibles a la humanidad están limitadas: Podemos negar la existencia de Dios y ser ateos. Podemos creer en un Dios y ser teístas. o podemos creer que todo es Dios y ser panteísta. De estos tres, el panteísmo ha llegado a ser la mayor preocupación de la humanidad a través de toda la historia... En ausencia de una religión revelada, la humanidad gravita a la religión natural, presume que la naturaleza lo es todo, y la deifica igual que a la humanidad. (“Americans Get religión in the New Age” [Los estadounidenses buscan la religi6n en la Nueva Era] Christianity Today, 16 de mayo de 1986, Pág.. 17).
Según Norman L. Geisler, profesor de teología sistemática del Seminario Teológico de Dallas, “La sociedad occidental está experimentando un cambio ideológico de una orientación atea a una panteísta”. Aunque parezca extraño estas dos perspectivas tienen mucho en común ya que ambas interpretan la realidad desde un punto de vista naturalista.
Ambas niegan que haya una distinción absoluta entre el Creador y la creación.
Ambas niegan que exista un Dios más allá del universo.
Ambas niegan que un Dios sobrenatural interviene en el universo (por medio de milagros).
Y en el análisis final, ambos creen que el hombre es Dios (o la Realidad Máxima), aunque no todos los ateos admiten esto. (“The New Age Movement”, [El Movimiento de la Nueva Era] Biblioteca Sacra, Enero-Marzo, 1987, Págs.. 79-80).
Es evidente que cualquier religión o movimiento que coloca al hombre en el centro de todo y acentúa su propio egoísmo, apelará al corazón pecaminoso con igual fuerza, ya sea que la orientación de esa religi6n sea atea o pantefsta. Por consiguiente, ambas escuelas de pensamiento se oponen directamente a la fe cristiana que coloca a Dios como centro de todo.
Según el Dr. Geisler por lo menos catorce doctrinas son típicas de los grupos de la Nueva Era (aunque algunos no las abrazan a todas). A la mayoría se les da una coloración panteísta (Id., Pág.. 85):
Un dios impersonal (fuerza). Algunos designan esto como “mente”
Un universo eterno
La ilusoria naturaleza de la materia
La naturaleza cíclica de la vida
La necesidad de las reencarnaciones
La evoluci6n del hombre hacia la divinidad
Revelaciones constantes de seres espirituales del más Allá
La identidad del hombre con Dios
La necesidad de meditar (u otras técnicas que cambian la perspectiva mental)
Practicas del ocultismo (astrología, mediums, etc.)
Vegetarianismo y medicina natural (holística)
Pacifismo (o actividades anti-militaristicas)
Un orden mundial (global)
Sincretismo (unidad de todas las religiones)
Si los enfrentaran con una clara declaración de fe (los ejemplos anteriores) la mayoría de los adventistas del séptimo día se darán cuenta inmediatamente que estas enseñanzas de la Nueva Era son ajenas a la religión cristiana. Es más, se oponen a las enseñanzas y afirmaciones más sencillas de las Escrituras. Pero la presentaci6n de las ideas y prácticas de la Nueva Era ha captado la atención de algunos adventistas mediante formas mas sutiles. Antes de examinar las avenidas por las cuales se han hecho invasiones especificas en la iglesia, veremos dos importantes enseñanzas bíblicas pertinentes a este tema.