Re: ¿Pablo en el tercer Cielo?
En resumen: Pablo se encuentra radicado en la ciudad de Éfeso durante su tercer viaje apostólico. Llega a Éfeso proveniente de Corinto una mujer llamada Cloé. Da un informe negativo de la asamblea en ese lugar (1ª Cor. 1:11). A la vez, tres hermanos principales de la iglesia de Corinto visitan a Pablo: Estéfanas, Fortunato y Acaico (1ª Cor. 16:17). Traen una carta de Corinto que está llena de preguntas para el apóstol. (1ª Cor. 7:1, 25; 8:1; 16:1).
Pablo envía a Timoteo (1ª Cor. 4:17; 16:10). Apolos no puede ir (1ª Cor. 16:12). Posteriormente escribe una carta: nuestra 1ª Corintios (55 d.C.). La iglesia tenía cinco años de edad. Timoteo vuelve con la información que la carta ha sido rechazada. Pablo hace una visita relámpago a Corinto y comprueba que el informe de Timoteo es cierto (2ª Cor. 2:1). Entonces Pablo, malhumorado, escribe una fuerte y severa carta (2ª Cor. 2:3-4). Esta se ha perdido. Tito la lleva (2ª Cor. 7:5-16).
Es el año 56 d.C. Pablo sale de Éfeso por el gran alboroto que originó el platero Demetrio y se dirige a Macedonia. En el camino llega a Troas. Está desesperado por ver a Tito y saber cómo fue recibida por los corintios su carta severa. Visita las iglesias de Filipos, Tesalónica y Berea. Les exhorta con abundancia de palabras. Es la segunda vez que las visita. Habían transcurrido cinco años.
Según la carta 2ª de Corintios, Pablo se encuentra en Macedonia al momento de escribir la carta. Desde Éfeso había viajado hasta Troas y aunque allí se le había abierto una puerta para predicar el evangelio, Pablo no tuvo reposo en su espíritu por no haber encontrado allí a Tito, quien había sido enviado a Corinto. Entonces partió para Macedonia (2:12-13). En Macedonia se encontró con Tito, quien resultó en todo un consuelo para Pablo por causa de las aflicciones vividas en Macedonia: «Este cuerpo nuestro no tuvo ningún descanso, sino que nos vimos acosados por todas partes; conflictos por fuera, temores por dentro» (7:5).
El consuelo que significó la llegada de Tito no era solo por su persona, sino también por las buenas noticias que traía desde Corinto. La iglesia en Corinto había sido obediente al apóstol, recibiendo a Tito con temor y temblor (7:15).
Esta agradable reacción que había tenido la iglesia hacia Tito y hacia Pablo, motivó que este escribiera nuestra conocida carta 2ª a los Corintios.
Que el apóstol Pablo se encuentra en Macedonia al momento de escribir esta carta, es evidente además por lo que escribe en el capítulo 8 de ella. Allí les habla a los corintios respecto de la buena disposición que tienen las iglesias de Macedonia para ofrendar para los santos de Jerusalén (8:1).
Y esta será también una de las razones por las que Pablo enviará nuevamente a Tito a Corinto. Esta vez llevará la carta en cuestión y en ella pedirá que también los corintios participen de esta ayuda para los santos. En efecto, un año antes, Tito había estado en Corinto para iniciar esta obra de gracia (8:10; 9:2). Ahora lo envía de nuevo para que lleve a feliz término esta obra (8:6, 11).
Junto con Tito, Pablo ha enviado dos hermanos más. El primero es descrito como el hermano que se ha ganado el reconocimiento de todas las iglesias por los servicios prestados al evangelio (8:18). Además, las iglesias lo habían nombrado para ser acompañante del apóstol cuando llevase el donativo (8:19).
El segundo, ha demostrado con frecuencia y de muchas maneras que es un cristiano diligente (8:22). Ambos son apóstoles de las iglesias y gloria de Cristo (8:23).
Pablo les ha hablado a los macedonios de la buena disposición para ayudar que tienen los corintios y ha querido que estos tres hermanos se adelanten a él con el fin de preparar la ofrenda (9:2-5).
Pablo desde que salió de Éfeso tenía la intención de pasar por Macedonia y Acaya en su camino hacia Jerusalén, para ir recogiendo las ofrendas. Una vez recibidas las ofrendas de parte de las iglesias de Macedonia y siendo acompañado por algunos macedonios (9:4), Pablo se dirige a Corinto –en lo que será su tercera visita a la iglesia– para este mismo fin.
Después se dirige a Grecia y se queda en la región tres meses. Pasa en Corinto el invierno. Es su tercera visita (2ª Cor. 12:14; 13:1). Por contactos con Priscila y Aquila se entera de la situación de la iglesia en Roma. Decide escribir su carta a los romanos. Su intención al escribirles es preparar su primera visita a ellos. Sus planes son que una vez que entregue las ofrendas en Jerusalén, pasará por Roma en su camino a España.
De nada mi hermano.
Paz.